Cap. 50: Ese grupo del 10 %.A la mañana siguiente, Derek recibe la visita de Adalia en el chalet de su madre.Al llegar entra altiva y tragándose a Derek, pero este tiene una actitud que Adalia no se esperaba.—¿Por qué te trajiste a la niña sin consultarme?Derek con tranquilidad se acerca a ella y sin mostrarle ese temor que siempre le ha tenido le entrega una tarjeta logo.—Este es el bufet de abogados que lleva mi caso legal contigo —se aleja dándole la espalda—. Motivado a que mantenemos contratos comerciales que involucran a nuestras familias, ya he acordado con tus padres y los míos mantener separada mi situación legal contigo y la situación de las empresas.—¡Sí, ya mis padres me sacaron de la presidencia de la aerolínea, así que puedes estar feliz! Pero ahora sólo vine a buscar a Berit, si quieres verla debes irte de nuevo al departamento y negar con un apasionado beso para la prensa, esa gran cantidad de mentiras que está hablando mi y de nuestra familia. —Lo siento Ad
Cap. 51: Color en las mejillasMientras María, con su Jesús en la mano, Zav y Jeane han estado en la iglesia orando con fe porque todo salga bien y funcione de forma sanadora para Egmont, Ritter se mantiene con su brazo por encima de los hombros de Lara mientras aprieta entre sus manos las de ella, que mantienen la medallita de su cadena con la Virgencita de Coromoto. Lara tiene sus ojos a punto de llorar y Ritter también está muy afectado, se mantiene tranquilo en apariencia, pero su corazón esta tan o más alterado que el de Lara.Han pasado casi cinco horas cuando el doctor Hanson sale del servicio de trasplante.—He seguido todo el proceso y ha ido de maravillas. Ya hemos terminado con el trasplante, ahora esperaremos la recuperación de Egmont de este proceso y lo llevaremos al cuarto especial por tres semanas, para lograr que las células se injerten con seguridad con la alimentación adecuada y los tratamientos necesarios. Después, como ya les había explicado desde el principio
Cap. 52: Muertos de hambre—¡Ritter! ¿Es que acaso sospechas de mí? ¿De tu madre?—Sí, siempre he sospechado de ti, “madre”. —Ritter por Dios, yo soy tu madre, de qué puedes sospechar de mi, de tu madre.—… Tengo fuertes indicios para sospechar de ti. ¡Y el más fuerte es que tú no eres mi madre!Marlene se quedó boquiabierta mirando a Ritter que seguía escaleras arriba. Caminó a toda prisa y se puso frente a él.—¿Cómo puedes decirme eso? Primero decías que Derek y ahora tú.Ritter se detuvo y se dio la vuelta con tranquilidad para ponerse de frente a Marlene.—No, error tuyo. Yo nunca he dicho que Derek no es tu hijo, siempre he sostenido que no es mi hermano... “Del todo” ¿Razones? Una: Tu trato hacía él y tú trato conmigo. Dos: Tu preferencia con él en todo, incluso con Berit y Egmont has tenido esa misma diferencia en el trato y la preferencia. Por eso dudo de que tú y yo llevemos la misma sangre.Marlene quiso decir algo pero sus palabras se enredaron y se notó gran nervio
Cap. 53: InicialesRitter pasó dejando a Lara en la clínica con Egmont, pero al llegar a su consultorio se encontró con Derek esperándolo.—¿Sucede algo importante? —le preguntó frunciendo el ceño—. Tengo una conferencia importante en breve.Derek sólo se sentó frente a él.—Los padres de Adalia tampoco saben nada de ella.—¿Pero ella te dijo que se iba?—Sólo le dije que fuese a hablar con mis abogados y ella se marchó. Desde entonces no la he vuelto a ver.—¿Pero no has sabido de ella? ¿Y sus padres tampoco?—Ellos la echaron de la casa.—Entonces por qué están preocupados ahora.—Ritter, ¿crees que debo poner la denuncia?—No, no lo hagas. Espera a que ella aparezca. Sí sus padres no lo denuncian es porque ellos la conocen mejor que tú. Además no podemos estar haciendo un escándalo sin saber en que anda ella, tú sigue tu proceso legal y trata de hacerte los exámenes con Berit.—No, nunc ame haré esos exámenes.—Bueno, tengo que ir a la sala de conferencias, ya deben estar todos
Cap. 54: ¡Bom Bom!Marlene palideció y en su mente vino el nombre de Mía Koch.«Dios mío, es ella, Mallory Konig y Mía Koch, por qué las mismas iniciales… “Tiene que ser ella, es demasiada casualidad que tenga las mismas iniciales de Mía Koch”»—Ritter, no sé quien pueda ser esa persona, pero es posible que haya etado allí cuando tu naciste —le dijo Marlene, con su voz nerviosa, trémula—, recuerda que eres mi primer hijo, el primer Wolf, el primogénito, por supuesto había muchos médicos ahí, incluso la prensa y muhcos allegados a nuestra familia. MI mrmoría no la trae a colación, pero ya la recordaré.***Mientras tanto Ritter tenía la misma incógnita…«Mía Koch y Mallory Konig… Una luz bastante brillante está en mi cabeza y ese momento de dubitación que tuvo Marlene, ella está pensando ahora mismo igual que yo… Las casualidades no existen, y esto me parece demasiado casual»Ritter recibe una llamada telefónica, al ver la pantalla es Lara:Antes de atender respira profundo, no quie
Cap. 55: Sólo Dios es dueño de la verdad.Parte I—Yo lo tomé y lo tengo guardado.—¿Qué dices? —Lara estaba como en shock—, pero hace ya un tiempo de eso.—No se preocupé mi habitación sólo la limpio yo y lo he mantenido en la neverita pequeña que allí mantengo gracias a usted, es más, esta guardado en un envase cerrado al vacío por lo que sus propiedades se mantienen intactas y también las huellas en su envoltorio. Todo el que lo tocó, tiene sus huellas allí en mismo chocolate puro.—Aby, eres genial. ¡No, mejor aún… ¡Hum, eres nuestra hada madrina! Te queda bien. Hada madrina Aby.Ambas rieron.—No señora, lo hice porque me pareció muy perspicaz lo que hizo la señora Marlene. La verdad nunca imagine que ella fuese así.—No hagamos conjeturas Aby, recuerda que sólo Dios es dueño de la verdad… Pero mañana en la mañana me lo entregaras para dárselo a Ritter.Aquella noche, Lara le contó a Ritter todo lo que Aby le había revelado. A la mañana siguiente, este se llevó muy temprano el
Cap. 56: Sólo Dios es dueño de la verdad. Parte IIRitter tomó a Lara del brazo y la alejó un poco.—¿Tomaste alcohol?—No, pero siento una extraña pesadez en mi lengua. Y lo único que tomé fue un jugo natural.Lara se quedó mirando el vaso y miró su reloj de mano.—Ritter vámonos, no quiero estar aquí.Caminó hasta tomar su bolsa y la carpeta que le dio el padre de Emil.—¿Te vas Lara? —Le preguntó Emil—. Ni siquiera probaste el almuerzo.—Se me quitó el apetito —dijo mirando al padre de Emil y la mujer al lado que estaban de nuevo besándose. Ritter veía aquella escena tan grotesca que asintió con la cabeza y salió con Lara tomada de la mano. Eso le pareció que estaba fuera de lugar, ¿un hombre tan reconocido como lo era el mayor fabricante de medicinas en Alemania y qué esté en una escena tan vulgar en aquél lugar? ¿Delante de ellos y de su propio hijo? Y sobre todo de Lara que siempre ha sido tan respetuosa y correcta.Salieron de allí de inmediato. Al subir al auto:—Me siento
Cap. 57: CitaciónRitter estaba esperando que la mujer le respondiera, pero ella parecía estar tranquila, así que mirándolo a los ojos le dijo:—Soy realmente la doctora Mía Koch. ¿Y tú por qué me mandaste a investigar?—Porque me dijo que estuvo el día de mi nacimiento y mis padres me negaron conocerla, eso me dio a entender que había un secreto que la envolvía a usted conmigo.La mujer se levantó y tomó el auricular del teléfono al lado de la puerta.—Que nos envíen dos cafés a la sala, por favor.Después que les trajeron los cafés, la mujer siguió la conversación con él.—Ritter —dijo ella con serenidad—. Yo… Es decir, mis padres eran los dueños de clínicas Wolf, no sé si has visto que en los documentos anteriores a la venta de la clínica figuran como Centro de fecundación Koch & Asociados, allí figuraban tus padres, Marlene y Zav como socios de mis padres. —Eso ya lo sé, hace poco, mi esposa y yo sufrimos un secuestro a nuestros hijos recién nacidos y la persona que mandó a at