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VI — La luz de mis ojos

Vernon…

— ¿Han tenido noticias de esa mujer? — Pregunte mientras sostenía el informe de mi caso sobre Mariel Lamberts, la situación se estaba complicando por lo que no tenia mucho tiempo para este asunto y me estaba volviendo loco.

— No señor, pero, tenemos una pista… — deje la Tablet mientras alzaba mi mirada y veía a Vincent sostener una carpeta y la extendía hacia mí.

— Explícame — la abrí y miré unas fotografías algo borrosas, pero para alguien con una vista bastante aguda como la mía eran legibles completamente.

— La Señorita Margaret tenia un amante al parecer, este hombre es un jugador compulsivo pero muy bueno que visitaba varios casinos hasta… que desapareció justo en la misma fecha que la Señorita. Por lo que revise las cámaras y se les ve juntos en solo dos ocasiones, las demás están alejados, pero en el mismo lugar — aprete el folder mientras sentía como la sangre me hervía… definitivamente haber confiado en esa maldita me había traído desgracia… y una bendición nada más.

— ¿Estas seguro que miraste bien? — pregunte aun buscando un poco de mentira en esta información, sabia que era estúpido de mi parte, pero aun así mi corazón lo deseaba en lo más mínimo.

— Si mi señor, dos veces y no fui solo, el jefe de su seguridad me ayudo a comprobarlo también.

— ¿Charles? — Vincent asintió — bien entonces es cierto, ese hombre es experto en cámaras de seguridad así que Margaret huyo con mi dinero y su amante dejándonos a los dos… valla madre que es.

— ¿Seguimos buscando señor?

— Si, debo hacerla pagar por esta estupidez, no se saldrá con la suya…  — me levante de la silla acercándome al gran ventanal mirando el hermoso paisaje en el jardín — y aun si yo la encuentro o ella decide regresar por voluntad propia cuando el dinero se le acabe… la destruiré con mis propias manos.

— Entonces seguiré con la investigación señor, la encontraremos a como de lugar — me gire para mirarlo mientras sacaba de mi bolsillo un cigarro y lo encendía.

— Si, esta noche iremos al Bourlesque, quiero saber como van las finanzas en ese lugar… no hemos tenido buenas compras así que espero Karen este haciendo un buen trabajo.

Sali de mi despacho y me encamine a las escaleras que daban al jardín seguido de Vincent como siempre, a mis espaldas.

— Por lo que me reporta la señorita Karen logro reclutar 5 chicas hace dos semanas que, ella menciono; son una nueva joya para el Bourlesque incluso para la subasta — bufe ante sus palabras, debía recordar que Karen sabia muy bien encontrar chicas para nuestros clientes, y por el momento no había quejas ni ningún tipo de problema con respeto a estas “Ventas”.

— Bien, iremos a verlas mas tarde… que nadie me interrumpa por el momento. Ha y llama a Jack, dile que lo veré en Wisconsin para la última sesión de su “Novia” y con eso cerramos este caso multimillonario — exprese con satisfacción, realmente el ser abogado me traía bastantes ganancias, todo sea por cuidar el futuro de la luz de mis ojos.

— Si señor, enseguida le aviso a sus secretarias, lo dejo con la niñera. Estaré en el estudio — asentí mirándolo retirarse.

Camine por el jardín escuchando la risa de una pequeña lleno de un lado para otro, mire a las niñeras como cuidaban de mi pequeña hija de tan solo 3 años, de edad. Mi dulce Elena era la replica exacta de mi difunta madre, aunque Margaret era una arpía al menos habida traído al mundo a este pequeño rayo de luz que iluminaba mis días y mis noches alejando la soledad de mi existencia.

— Señor Segal — se inclinaron las 3 niñeras que tenia solo para cuidar de mi princesa.

— ¡Papi! — grito mi dulce Helena corriendo hacia mis brazos, la alcance en el aire cuando salto dándole unas vueltas como tanto le gustaban.

— ¿Cómo esta la nena de papa? — me abrazo dejando unos delicados besos en mi mejilla.

— Bien papi como siempre, Helena te extraña mucho — hizo un puchero el cual me hizo reír, me senté en la manta donde las niñeras estaban dándole bocadillos de medio día a mi hija.

— Helena pronto podrá disfrutar de vacaciones con papa — le explique.

— ¡Si vamos a la playa! — bramo feliz — y buscamos una novia para papa y una mami para mi — me carcajee ante su comentario, me dolía el saber que mi nena sabia que Margaret nunca la quiso y que desde esta edad ella buscara el cariño de una madre, no sabía si algún día iba a poder dárselo pues confiar en las mujeres es algo que me costaba demasiado dado mi historial con ellas.

— Quizás, pero por ahora disfruta el tiempo con papa que mas tarde iré a trabajar, ¿Sí? — asintió un tanto decepcionada, pero lo olvido cuando comenzamos a jugar con sus muñecas.

A pesar de estar rodeada de lujos Helena siempre ha sido agradecida, pedía las cosas por favor y gracias… siempre me pregunte ¿De donde lo abra aprendido? Quizás la guardería le ayudaba demasiado, estaba feliz por ello. Al menos estaba criando a una buena chica, una que brillara mejor de lo que o lo había hecho.

Vanessa…

Durante las siguientes dos semanas trabaje arduamente para obtener mi lugar en el Club, debía reconocer que todas las chicas eran buenas y aun las nuevas tenían, sentía yo, más porte y presencia. Todas eran rubias, piel blanca como la nieve y yo… pues mi piel trigueña y mis ojos eran simplemente un plus. Aunque esperaba que eso me trajera buenos resultados.

— ¡Chicas acérquense! Debo darles un anuncio… — hablo Karen quien nos trataba con el mayor cariño que alguna vez un jefe tuvo para con sus empleados. — Hoy tenemos visitas muy importantes así que den lo mejor de sí, Eris, Amelia, Karla y Roxy tienen más presentaciones esta noche así que quiero verlas dar el 100. De esto depende que obtengamos mayores ganancias y ustedes reciban bonos extras además de su sueldo. Brayton por favor prepara sus vestuarios, los nuevos que esta noche… es de encanto — sus palabras fueron como fuegos artificiales para nosotras.

De las 4 que nos presentaríamos en el Show, tres éramos novatas, pero debía sentirme feliz de que yo ósea “Eris” estaba en este número. Había puesto todo de mi y me di cuenta de que mi plus ante todas estas chicas es que podía cantar, así que Karen me dio varios números sencillos durante estas dos semanas para prepararme para esta noche de encanto como ella le dijo.

— Eris, ¿Vienes un momento? — me llamo Karen una vez que las demás chicas se retiraron.

— Claro que sí, para usted siempre — respondí acercándome a ella.

— Bien nena esta noche es especial para mi y debes dar el máximo ya que tienes un solo de canto… los clientes que vendrán pondrán sus ojos en ti y eso querrá decir que serás la estrella de este lugar. Debes aprovecharlo y no dejarlos ir, ellos jamás te tocaran así que no temas — solo asentí era algo que ya sabía, a diferencia de un Taiboldance, el Bourlesque se distinguía por solo show de baile sensual donde la mujer mostraba sus atributos sin llegar a lo vulgar. Éramos estrellas inalcanzables llenas de sensualidad.

— Daré lo mejor de mi Karen, me has dado la oportunidad y con ello he podido sacar adelante a mi familia — me abrazo dejando un beso en mi mejilla, no sé por qué sentí un escalofrió recorrer mi espalda, fue sumamente extraño.

— Esa es mi chica, ahora ve a terminar de arreglarte, que esta noche es tuya — me guiño un ojo y se alejo sacando su celular, solo alcance a escuchar un “Todo esta listo para la noche” y se encerró en su despacho. Ignoré el hecho y me dirigí a mi asiento donde comencé a arreglarme.

Verdaderamente estaba agradecida con este empleo, había dado los pagos atrasados del tratamiento de mi hermano que en parte eran subsidiados por el gobierno y adelante 3 meses de ellos. Logre llenar la alacena de mi tía y medicamentos para tratar la hipertensión de mi tío, le compre algo de ropa y zapatos a todos, mi tía constantemente me preguntaba en que más estaba trabajando, pero le mentí diciendo que era aun en el restaurante. No podía decirle que estaba bailando y cantando en un club, aunque también venían mujeres sé que se asustaría si le dijera algo así.

— ¡Eris es hora! — me grito Brayton quien era el encargado tras bambalinas.

— ¡Y estoy lista! — me mire al espejo y me sentí hermosa, camine junto con las otras tres chicas y Amelia que era la veterana entre unas novatas.

Cuando el telón se abrió logre ver a Karen sentada en una silla con varios hombres, no le tome importancia pues solo comencé a comer mi cuerpo al ritmo de la música sin saber que justo en esa mesa estaría el dueño de mis futuras pesadillas, pero también de los momentos más increíbles de mi vida.

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