Vernon…
— ¿Han tenido noticias de esa mujer? — Pregunte mientras sostenía el informe de mi caso sobre Mariel Lamberts, la situación se estaba complicando por lo que no tenia mucho tiempo para este asunto y me estaba volviendo loco.
— No señor, pero, tenemos una pista… — deje la Tablet mientras alzaba mi mirada y veía a Vincent sostener una carpeta y la extendía hacia mí.
— Explícame — la abrí y miré unas fotografías algo borrosas, pero para alguien con una vista bastante aguda como la mía eran legibles completamente.
— La Señorita Margaret tenia un amante al parecer, este hombre es un jugador compulsivo pero muy bueno que visitaba varios casinos hasta… que desapareció justo en la misma fecha que la Señorita. Por lo que revise las cámaras y se les ve juntos en solo dos ocasiones, las demás están alejados, pero en el mismo lugar — aprete el folder mientras sentía como la sangre me hervía… definitivamente haber confiado en esa maldita me había traído desgracia… y una bendición nada más.
— ¿Estas seguro que miraste bien? — pregunte aun buscando un poco de mentira en esta información, sabia que era estúpido de mi parte, pero aun así mi corazón lo deseaba en lo más mínimo.
— Si mi señor, dos veces y no fui solo, el jefe de su seguridad me ayudo a comprobarlo también.
— ¿Charles? — Vincent asintió — bien entonces es cierto, ese hombre es experto en cámaras de seguridad así que Margaret huyo con mi dinero y su amante dejándonos a los dos… valla madre que es.
— ¿Seguimos buscando señor?
— Si, debo hacerla pagar por esta estupidez, no se saldrá con la suya… — me levante de la silla acercándome al gran ventanal mirando el hermoso paisaje en el jardín — y aun si yo la encuentro o ella decide regresar por voluntad propia cuando el dinero se le acabe… la destruiré con mis propias manos.
— Entonces seguiré con la investigación señor, la encontraremos a como de lugar — me gire para mirarlo mientras sacaba de mi bolsillo un cigarro y lo encendía.
— Si, esta noche iremos al Bourlesque, quiero saber como van las finanzas en ese lugar… no hemos tenido buenas compras así que espero Karen este haciendo un buen trabajo.
Sali de mi despacho y me encamine a las escaleras que daban al jardín seguido de Vincent como siempre, a mis espaldas.
— Por lo que me reporta la señorita Karen logro reclutar 5 chicas hace dos semanas que, ella menciono; son una nueva joya para el Bourlesque incluso para la subasta — bufe ante sus palabras, debía recordar que Karen sabia muy bien encontrar chicas para nuestros clientes, y por el momento no había quejas ni ningún tipo de problema con respeto a estas “Ventas”.
— Bien, iremos a verlas mas tarde… que nadie me interrumpa por el momento. Ha y llama a Jack, dile que lo veré en Wisconsin para la última sesión de su “Novia” y con eso cerramos este caso multimillonario — exprese con satisfacción, realmente el ser abogado me traía bastantes ganancias, todo sea por cuidar el futuro de la luz de mis ojos.
— Si señor, enseguida le aviso a sus secretarias, lo dejo con la niñera. Estaré en el estudio — asentí mirándolo retirarse.
Camine por el jardín escuchando la risa de una pequeña lleno de un lado para otro, mire a las niñeras como cuidaban de mi pequeña hija de tan solo 3 años, de edad. Mi dulce Elena era la replica exacta de mi difunta madre, aunque Margaret era una arpía al menos habida traído al mundo a este pequeño rayo de luz que iluminaba mis días y mis noches alejando la soledad de mi existencia.
— Señor Segal — se inclinaron las 3 niñeras que tenia solo para cuidar de mi princesa.
— ¡Papi! — grito mi dulce Helena corriendo hacia mis brazos, la alcance en el aire cuando salto dándole unas vueltas como tanto le gustaban.
— ¿Cómo esta la nena de papa? — me abrazo dejando unos delicados besos en mi mejilla.
— Bien papi como siempre, Helena te extraña mucho — hizo un puchero el cual me hizo reír, me senté en la manta donde las niñeras estaban dándole bocadillos de medio día a mi hija.
— Helena pronto podrá disfrutar de vacaciones con papa — le explique.
— ¡Si vamos a la playa! — bramo feliz — y buscamos una novia para papa y una mami para mi — me carcajee ante su comentario, me dolía el saber que mi nena sabia que Margaret nunca la quiso y que desde esta edad ella buscara el cariño de una madre, no sabía si algún día iba a poder dárselo pues confiar en las mujeres es algo que me costaba demasiado dado mi historial con ellas.
— Quizás, pero por ahora disfruta el tiempo con papa que mas tarde iré a trabajar, ¿Sí? — asintió un tanto decepcionada, pero lo olvido cuando comenzamos a jugar con sus muñecas.
A pesar de estar rodeada de lujos Helena siempre ha sido agradecida, pedía las cosas por favor y gracias… siempre me pregunte ¿De donde lo abra aprendido? Quizás la guardería le ayudaba demasiado, estaba feliz por ello. Al menos estaba criando a una buena chica, una que brillara mejor de lo que o lo había hecho.
Vanessa…
Durante las siguientes dos semanas trabaje arduamente para obtener mi lugar en el Club, debía reconocer que todas las chicas eran buenas y aun las nuevas tenían, sentía yo, más porte y presencia. Todas eran rubias, piel blanca como la nieve y yo… pues mi piel trigueña y mis ojos eran simplemente un plus. Aunque esperaba que eso me trajera buenos resultados.
— ¡Chicas acérquense! Debo darles un anuncio… — hablo Karen quien nos trataba con el mayor cariño que alguna vez un jefe tuvo para con sus empleados. — Hoy tenemos visitas muy importantes así que den lo mejor de sí, Eris, Amelia, Karla y Roxy tienen más presentaciones esta noche así que quiero verlas dar el 100. De esto depende que obtengamos mayores ganancias y ustedes reciban bonos extras además de su sueldo. Brayton por favor prepara sus vestuarios, los nuevos que esta noche… es de encanto — sus palabras fueron como fuegos artificiales para nosotras.
De las 4 que nos presentaríamos en el Show, tres éramos novatas, pero debía sentirme feliz de que yo ósea “Eris” estaba en este número. Había puesto todo de mi y me di cuenta de que mi plus ante todas estas chicas es que podía cantar, así que Karen me dio varios números sencillos durante estas dos semanas para prepararme para esta noche de encanto como ella le dijo.
— Eris, ¿Vienes un momento? — me llamo Karen una vez que las demás chicas se retiraron.
— Claro que sí, para usted siempre — respondí acercándome a ella.
— Bien nena esta noche es especial para mi y debes dar el máximo ya que tienes un solo de canto… los clientes que vendrán pondrán sus ojos en ti y eso querrá decir que serás la estrella de este lugar. Debes aprovecharlo y no dejarlos ir, ellos jamás te tocaran así que no temas — solo asentí era algo que ya sabía, a diferencia de un Taiboldance, el Bourlesque se distinguía por solo show de baile sensual donde la mujer mostraba sus atributos sin llegar a lo vulgar. Éramos estrellas inalcanzables llenas de sensualidad.
— Daré lo mejor de mi Karen, me has dado la oportunidad y con ello he podido sacar adelante a mi familia — me abrazo dejando un beso en mi mejilla, no sé por qué sentí un escalofrió recorrer mi espalda, fue sumamente extraño.
— Esa es mi chica, ahora ve a terminar de arreglarte, que esta noche es tuya — me guiño un ojo y se alejo sacando su celular, solo alcance a escuchar un “Todo esta listo para la noche” y se encerró en su despacho. Ignoré el hecho y me dirigí a mi asiento donde comencé a arreglarme.
Verdaderamente estaba agradecida con este empleo, había dado los pagos atrasados del tratamiento de mi hermano que en parte eran subsidiados por el gobierno y adelante 3 meses de ellos. Logre llenar la alacena de mi tía y medicamentos para tratar la hipertensión de mi tío, le compre algo de ropa y zapatos a todos, mi tía constantemente me preguntaba en que más estaba trabajando, pero le mentí diciendo que era aun en el restaurante. No podía decirle que estaba bailando y cantando en un club, aunque también venían mujeres sé que se asustaría si le dijera algo así.
— ¡Eris es hora! — me grito Brayton quien era el encargado tras bambalinas.
— ¡Y estoy lista! — me mire al espejo y me sentí hermosa, camine junto con las otras tres chicas y Amelia que era la veterana entre unas novatas.
Cuando el telón se abrió logre ver a Karen sentada en una silla con varios hombres, no le tome importancia pues solo comencé a comer mi cuerpo al ritmo de la música sin saber que justo en esa mesa estaría el dueño de mis futuras pesadillas, pero también de los momentos más increíbles de mi vida.
Like you, like youLike you, oohI found it hard to find someone like youLike you, like youSend your location, come throughI can't sleep no moreIn my head, we belongAnd I can't be without youWhy can't I find no one like you?I can't sleep no moreIn my head, we belongAnd I can't be without youWhy can't I find no one like you?Mi cuerpo comenzó a moverse al ritmo de la música, nada existía excepto yo y el escenario. La electricidad en todo cuerpo se convirtió en un baile sensual que todo el salón guardo silencio mientras las luces de neón vislumbraban el contorno de mis caderas.Si algo teníamos que hacer es mostrarle al publico lo sexys que podíamos llegar a ser, lograr que nos desearan y así ganaríamos propinas. Las 4 chicas bailamos al ritmo de esta gran canción hasta que toco mi solo en la pista, deb&iac
— ¿A que se refiere? — cuestione entrecerrando los ojos.— Mira, hay una forma de que obtengamos ese dinero — se levanto y camino hacia donde estaba yo — como sabes hay clientes potenciales en este lugar, a los cuales, si complaces, puedes obtener múltiples beneficios. Entre ellos algo monetario.— ¿Y que debo de hacer? — solté la pregunta sin pensar. Con su mano acaricio mi rostro delineando cada parte de él, su toque me provoco escalofríos en toda mi columna.— Es simple, esta noche iremos a otro evento un tanto diferente al Bourlesque, pero es aquí mismo en el club. Si aceptas cooperar conmigo, pagare el tratamiento de tu hermano y a cambio renovaremos ese contrato que ya habíamos firmado y no solo eso la remuneración será aun mejor de lo que crees — sus palabras fueron como música para mis oídos, sinceramente no escuche ot
Como las ciudades en guerra, todas la mujeres tienen un blanco indefenso. Cuando se les descubre, la plaza se rinde inmediatamenteVernon…Horas antes de la subasta…— Entonces… ¿Qué te parece la chica? — me pregunta Karen mientras observo el show, su club ha estado más concurrido últimamente desde que presento a su “Joyita”.— No está más… — respondí secamente.— ¿No esta mal? — bufo — ¿Sabes lo que esa chica valdría en la subasta de Margaret? El dinero que podríamos generar con ella y solo eso… — tomo mi rostro y me hizo girar para verla, ella y yo podíamos tener este tipo de relación… éramos colegas en el bajo mundo — ella puede servirte en tu negocio.— Sabes que no me gustan vírgen
La perversión es sólo otra forma de arte. Es como la pintura o el dibujo o la escultura. Excepto que, en lugar de pintura, nosotros los pervertidos usamos el sexo como nuestro medioVanessa…¿Qué se siente ser vendida? ¡Mierda es una joda! No entendía sinceramente en que puto rollo me metí hasta que me vi aquí, rodeada de niñas más pequeñas que yo y… asustadas… algunas estaban sumamente tranquilas y se notaba la felicidad en sus rostros ¿En serio esto les hace feliz? ¡Deben estar locas!— Hola, ¿Cómo te llamas? — me pregunta una de las chicas, es hermosa, mas bajita que yo y sus ojos cafés demuestran esa inocencia que esta a punto de ser robada.— Vanessa... ¿Y tú? — le pregunto extendiendo mi mano hacia ella.— Soy Brenda y ella es mi amiga Lil
Bésame, dame la humedad de tu lengua, de tus labios, haz que tu saliva se confunda con la mía creando el sabor del temperamentoRespire hondo cuando llegamos a lo que parecía ser su casa, era hermosa, grande, moderna. Algo que mis ojos solo habían visto en películas y de vez en cuando pasaba por estos lujosos lugares… aunque eran más en la televisión.— Esta será tu casa los siguientes seis meses, no puedes salir sin mi permiso…— Espera… ¿Qué?... eso no me lo menciono Karen — le interrumpí y enseguida me dio una mirada helada que me hizo callar.— Es la ultima vez que me hablas así. — me tomo de la barbilla apretándome con fuerza — recuerda eres una compra, no tienes más libertad.— Lo siento — respondí para que me soltara pues me estaba lastimando &mdas
Mi corazón no deja de palpitar descontroladamente, no sabía que me haría este hombre, pero… estaba curiosa, deseosa de saber aun mas de lo que el demostraría… « ¡Joder! Primero me quejo y luego ando anhelando ver…» suspire cuando entramos a una habitación, me soltó de la mano antes de dejarme pasar primero.Era un cuarto negro decorado con luz roja y morada, alguna que otra luz blanca se podía observar una gran cama con sabanas negras, en ellas había… ¿esposas? ¿Pero que mierda? Me que helada al ver tanto juguetes sexuales, ósea si soy virgen pero no estúpida y conozco todo eso… de fuera.— ¿Asustada? — su voz ronca cerca de mi oído es sumamente sensual que me hace suspirar por unos instantes — deberías relajarte nena pronto conocerás tu destino — toca mis hombros por arriba
Vernon…Vanessa es fuego en su interior puedo sentirlo cada vez que con su mirada y sus palabras me reta, es inmutable y se defiende bien… pero eso no me sirve, debe obedecerme y hacer lo que le digo sin replicar… debo hacer que se doblegue por completo ante mí.Tiene unos labios tan sensuales, carnosos y llamativos que todo mi ser quiere devorarlos hasta déjalos rojos de mis besos. Podrá no ser como las modelos que traje, pero… ¡Mierda! Es jodidamente sensual… esa mirada de conejo asustado, de inexperiencia es tan encantadora… « ¡Joder Vernon! No te gustan las vírgenes, recuerda eso… » intente alejar mis pensamientos, pero, mi cuerpo se movió por si solo arremetiendo contra esa dulce boca.Me deje llevar por la emoción que sus labios me estaban dando, mordí y chupe con total alevosía. Mi corazón latía c
Vanessa…Sali huyendo prácticamente de esa habitación, mi corazón y mi cuerpo temblaban en sobremanera que estaba segura de que colapsaría ahí. Le asigno a un sirviente que me guiara hasta mi habitación la cual cerré justo después de que ahí me dejara.Ni siquiera me despedí de él, solo quería salir corriendo. Me senté sobre la cama mirando a la puerta, le había puesto seguro en caso de que deseara entrar en la madrugada.« El dijo que no le gustaban vírgenes, no te hagas ilusiones » me recordó mi conciencia, suspire, pero… ¿Cómo estaba segura de que él no fue quien…?— ¡Ya deja de pensar en eso! — me grite dejándome caer sobre la cama.Traía la bata a medio abrochar, se me veía el jodido sostén, lo mire y no negare que me