Como las ciudades en guerra, todas la mujeres tienen un blanco indefenso. Cuando se les descubre, la plaza se rinde inmediatamente
Vernon…
Horas antes de la subasta…
— Entonces… ¿Qué te parece la chica? — me pregunta Karen mientras observo el show, su club ha estado más concurrido últimamente desde que presento a su “Joyita”.
— No está más… — respondí secamente.
— ¿No esta mal? — bufo — ¿Sabes lo que esa chica valdría en la subasta de Margaret? El dinero que podríamos generar con ella y solo eso… — tomo mi rostro y me hizo girar para verla, ella y yo podíamos tener este tipo de relación… éramos colegas en el bajo mundo — ella puede servirte en tu negocio.
— Sabes que no me gustan vírgen
La perversión es sólo otra forma de arte. Es como la pintura o el dibujo o la escultura. Excepto que, en lugar de pintura, nosotros los pervertidos usamos el sexo como nuestro medioVanessa…¿Qué se siente ser vendida? ¡Mierda es una joda! No entendía sinceramente en que puto rollo me metí hasta que me vi aquí, rodeada de niñas más pequeñas que yo y… asustadas… algunas estaban sumamente tranquilas y se notaba la felicidad en sus rostros ¿En serio esto les hace feliz? ¡Deben estar locas!— Hola, ¿Cómo te llamas? — me pregunta una de las chicas, es hermosa, mas bajita que yo y sus ojos cafés demuestran esa inocencia que esta a punto de ser robada.— Vanessa... ¿Y tú? — le pregunto extendiendo mi mano hacia ella.— Soy Brenda y ella es mi amiga Lil
Bésame, dame la humedad de tu lengua, de tus labios, haz que tu saliva se confunda con la mía creando el sabor del temperamentoRespire hondo cuando llegamos a lo que parecía ser su casa, era hermosa, grande, moderna. Algo que mis ojos solo habían visto en películas y de vez en cuando pasaba por estos lujosos lugares… aunque eran más en la televisión.— Esta será tu casa los siguientes seis meses, no puedes salir sin mi permiso…— Espera… ¿Qué?... eso no me lo menciono Karen — le interrumpí y enseguida me dio una mirada helada que me hizo callar.— Es la ultima vez que me hablas así. — me tomo de la barbilla apretándome con fuerza — recuerda eres una compra, no tienes más libertad.— Lo siento — respondí para que me soltara pues me estaba lastimando &mdas
Mi corazón no deja de palpitar descontroladamente, no sabía que me haría este hombre, pero… estaba curiosa, deseosa de saber aun mas de lo que el demostraría… « ¡Joder! Primero me quejo y luego ando anhelando ver…» suspire cuando entramos a una habitación, me soltó de la mano antes de dejarme pasar primero.Era un cuarto negro decorado con luz roja y morada, alguna que otra luz blanca se podía observar una gran cama con sabanas negras, en ellas había… ¿esposas? ¿Pero que mierda? Me que helada al ver tanto juguetes sexuales, ósea si soy virgen pero no estúpida y conozco todo eso… de fuera.— ¿Asustada? — su voz ronca cerca de mi oído es sumamente sensual que me hace suspirar por unos instantes — deberías relajarte nena pronto conocerás tu destino — toca mis hombros por arriba
Vernon…Vanessa es fuego en su interior puedo sentirlo cada vez que con su mirada y sus palabras me reta, es inmutable y se defiende bien… pero eso no me sirve, debe obedecerme y hacer lo que le digo sin replicar… debo hacer que se doblegue por completo ante mí.Tiene unos labios tan sensuales, carnosos y llamativos que todo mi ser quiere devorarlos hasta déjalos rojos de mis besos. Podrá no ser como las modelos que traje, pero… ¡Mierda! Es jodidamente sensual… esa mirada de conejo asustado, de inexperiencia es tan encantadora… « ¡Joder Vernon! No te gustan las vírgenes, recuerda eso… » intente alejar mis pensamientos, pero, mi cuerpo se movió por si solo arremetiendo contra esa dulce boca.Me deje llevar por la emoción que sus labios me estaban dando, mordí y chupe con total alevosía. Mi corazón latía c
Vanessa…Sali huyendo prácticamente de esa habitación, mi corazón y mi cuerpo temblaban en sobremanera que estaba segura de que colapsaría ahí. Le asigno a un sirviente que me guiara hasta mi habitación la cual cerré justo después de que ahí me dejara.Ni siquiera me despedí de él, solo quería salir corriendo. Me senté sobre la cama mirando a la puerta, le había puesto seguro en caso de que deseara entrar en la madrugada.« El dijo que no le gustaban vírgenes, no te hagas ilusiones » me recordó mi conciencia, suspire, pero… ¿Cómo estaba segura de que él no fue quien…?— ¡Ya deja de pensar en eso! — me grite dejándome caer sobre la cama.Traía la bata a medio abrochar, se me veía el jodido sostén, lo mire y no negare que me
Regresamos a la mansión de Vernon, ahora que la observo bien es algo… tétrica. No niego que tiene detalles preciosos como el jardín o los caminos de piedras blancas, pero… si solo esta el y sus perversiones de vez en cuando debe ser algo aburrido.Deje mis cosas en mi cuarto bueno la habitación que me asignaron y cual fue mi sorpresa que mi closet estaba lleno de ropa increíblemente lujosa. Zapatos, vestidos, pantalones, blusas… me sorprendí tanto que dejé caer mis pobres y desgastadas prendas al suelo.— ¡Carajo! — grite de la emoción.— ¿Degusta nena?— ¡Mierda! — una voz vino detrás de mí, me aleje hasta que choque con la maldita puerta corrediza y caí al suelo de sentón — ¡¿Oye que te pasa?! — Vernon soltó una sonora carcajada.— Valla no pensé que
— Recuerda solo debes atraer su atención, encántalo con tu cuerpo… — puso su mano detrás de mi cuello, ambos mirábamos al hombre que estaba justo en la barra, era igual o más atractivo que Vernon. Rostro cuadrado, barbilla bien definida combinada con labios estrechos y ligeros, no tan carnosos como lo tenía mi comprador.— Bien, lo hare — dije con confianza al mirar el rostro de Vernon. El otro hombre podría parecer atractivo pero esos ojos intensos y maliciosos de Vernon le robaban uno que suspiro a mi corazón « ¡Concéntrate Vanessa! » me recordé. — espero que me protejas como prometiste…— No dejare que te lastime de más, aun no probara tu cuerpo solo lo dejaras con las ganas — recalco apretando su mano aun mas en mi cuello — recuerda joyita… hechízalo.Me dio una copa extra de vino,
Vernon…Observar como se desenvolvía Vanessa me estaba haciendo perder el autocontrol que tengo. Mauro es un hombre sin escrúpulos con las mujeres.«Tú también lo eres, no sé de qué te quejas… » recrimino mi subcontinente, y si era verdad.Sus manos recorrían su piel de forma lasciva y parece que Vanessa lo esta disfrutando. Charlaron y rieron por un buen rato hasta que desaparecieron entre la multitud, la forma en que ella se le acerco fue espectacularmente natural. Como si el destino me mostrara lo hábil que ella puede ser.Tome un sorbo de mi wiski ante el nervio de haberla visto irse con el , solo espero que siga el jodido plan y no se deje llevar por un par de palabras dulces. Ese hombre sabe como llevarlas a la cama y no es precisamente un caballero con ellas.— Te notas un poco… impaciente — la voz de mi socio y amigo Ares G