MEGANOCHO MESES ANTES DEL NACIMIENTO DE ARYA—Tienes que cuidarte —me dice Morgan. Sigo enfadada con él, no entiendo por qué no puedo acompañarlo a esa cena en un crucero que tendrá con sus socios nuevos, es decir, el estar embarazada no es un obstáculo. —Sigo pensando que puedo ir —replico.—No quiero que nada malo te pase, eso es todo —termina por alistarse. Apenas hace una semana que nos mudamos a Londres y ya quiero irme, es decir, nada malo con el país, es solo que quisiera estar pasando más tiempo con él, pero de buenas a primeras se pone en el papel de macho protector. —Vamos, estaré bien —insisto.—Exacto, en casa, aquí, a salvo, no en un lugar donde te puede caer de las escaleras o estar en peligro de que alguien te aviente contra el mar —finaliza.—Eventualmente tienes que saber que aquí también hay escaleras, son de mármol, lo que es más peligroso, podría resbalar, o caer en la ducha, no hay diferencia, si no me llevas, juro que haré un drama y no habrá más sexo —amena
MORGANQUINCE AÑOS DESPUÉSObservo el cuerpo de mi mujer, desnuda sobre nuestra cama, la he dejado tan agotada, la he follado toda la noche en varias posiciones que siento que de la noche a la mañana, la bestia que soy, sigue llena de juventud. Han pasado quince años, quince maravillosos años en los que cada día me despierto a su lado y duermo entre sus brazos. Hemos tenido tiempos difíciles como en cualquier matrimonio, pero lo hemos sabido sacar adelante. En todo este tiempo, siento que hemos vivido una vida llena de paz y amor… El sonido a alto volumen hace que la cabeza me estalle, es domingo, y al parecer mentí en una cosa, desde que Arya entró a la adolescencia y ha estado empeñada en tomar clases de baile, ha sido un caos la casa. Megan la consiente demasiado, hizo que una de las habitaciones de la última planta la remodelaran y adaptaran para que ella pudiera tomar clases de baile con un profesional privado, el hecho de que un hombre mayor esté encerrado con mi hija durante
Ella no debió pensar que podía alejarse del demonio, ella ahora está atrapada entre las garras de una bestia cruel… Arya Shaw lo tiene todo en la vida, padres amorosos, un grupo de amigos que la apoyan y cuidan, pero ella guarda un oscuro secreto, uno que… cuando se sale de control, y siendo la causante de que su padre casi muera, debe tomar una decisión, renunciar al amor enfermo y tóxico que está acabando con su vida, o tomar las riendas de la empresa mientras Morgan se recupera. Sin pensar que estaría por encontrarse con su demonio de ojos azules, el mismo que la amenazó cuando era niña y que la considera de su propiedad. Y es que cuando Dominic Knight regresa, ella se dará cuenta que el infierno existe, y de que él es su verdugo.
DOMINICEl frío es algo a lo que uno se acostumbra, mucho más cuando naces siendo un heredero, observo con atención a la gente que se encuentra a mi alrededor, llevo poco más de nueve años fuera del país que me vio nacer, estar en Estados Unidos y dejar Inglaterra cuando era apenas un adolescente, fue uno de los muchos sacrificios que tuve que hacer para llegar a donde estoy ahora. Termino de beber mi copa de vino, mis padres están orgullosos de que dirija gran parte de la empresa que compartimos con los Shaw, no los odio, quieren lo que ellos consideran mejor para mí, soy su único hijo, y eso no hace las cosas fáciles para ellos, si mueren y yo me quedo al frente de todo, entonces tendré que tomar el papel de dueño de todo, cosa que no les agrada porque piensan que no me encuentro preparado. De cualquier modo, mis planes son distintos, y a veces, los padres deben entender que lo que ellos consideran como lo mejor para sus hijos, no siempre lo es para ellos, ese es mi caso, tengo pl
ARYALa cabeza está que me explota, todo me da vueltas, anoche todo fue descontrol y aunque no recuerdo muy bien todo, la alarma de mi despertador no ayuda, lleva sonando más de media hora, hasta que siento cómo un par de manos suaves apartan mi cabello de la frente y me susurran con voz delicada que despierte. —Bebé, despierta —el sonido de la voz de mamá es sin duda uno de mis favoritos. —Un poco más —murmuro aún con los ojos cerrados. —Vamos, bebé, tu papá está enfadado… De pronto, el sonido de la puerta abrirse de manera demasiado estruendosa, hace que abra los ojos de golpe y que lo primero que vea es el hermoso rostro de mi madre, aunque la magia se acaba con el tono ronco y autoritario de mi padre. —¡No son horas de estar dormida! Me quita las sábanas deslizándolas para que estas caigan al suelo. —¡Oye! —chillo al verme expuesta y me refugio en los brazos de mamá—. ¡Por qué estás tan molesto! Ambos cruzamos una mirada amenazante, tengo el mismo color de sus ojos, solo
ARYAEstas son las consecuencias de mis errores, no me puedo sentir más mal de lo que ya estoy, porque pese a que mamá se empeña en decir que no fue mi culpa y que papá saldrá adelante, mientras veo su cuerpo inerte a través de un enorme vidrio, conectado a muchos aparatos que monitorean sus signos vitales, su rostro lleno de cortadas y todo un mapa de constelaciones moradas, verdes y azules, pienso que soy la peor hija que mis papás pudieron haber tenido. Cuando era pequeña y le pregunté a mamá qué por qué no quisieron tener más hijos, ella dijo que papá estaba enamorado de mí en cuanto me vio nacer y que no quería gastar más energía en otro ser, si conmigo tenía todo, y ahora está dormido por mi culpa. Quiero que me regañe, quiero que me prepare el desayuno los domingos, quiero que vea películas de terror conmigo porque mamá le asusta eso, quiero a mi héroe de vuelta, no importa si me quiere quitar el dinero, o si me manda a ese internado en París, solo quiero que despierte. Colo
DOMINICCuando planeé mi regreso a Londres, jamás imaginé que sería para encontrarme con la sorpresa de que me haría cargo de la empresa, que Morgan Shaw tuvo un accidente y que se encuentra en coma, pero lo que más me repugna, es el que Megan me hubiera ocultado un hecho tan visible como mis ganas de asesinar a la rubia de ojos verdes que me mira con altanería. Pese a que oculta los moretones del rostro con maquillaje, para un ojo crítico como el mío, es imposible de ocultar, se necesita más esfuerzo. Ella me sostiene la mirada por un par de segundos hasta que se dirige a su madre. —¿Es broma? —bufa.—Arya, compórtate, ¿no recuerdas a Dom? —la cuestiona Megan. —No —miente—. No lo recuerdo, no debió haber sido alguien importante en mi vida, de lo contrario, lo recordaría. No respondo, solo me quedo mirándola fijo, no me interesa nada que pueda salir de su boca, a menos que sea la verdad de esos golpes. —Megan —no aparto la mirada de quien es mía—. Quiero hablar contigo, a solas.
ARYAEl agua caliente solo hace que mi trasero arda con más fuerza, el fin de semana acabó, y solo queda asistir a la Universidad, le prometí a mamá que asistiría y que por las tardes luego de ver a papá, iría a la empresa a ayudar. No he vuelto a ver a Dominic, no después de que me diera una zurra como si fuera una niña pequeña. El hecho de que viva con nosotras y esté al lado de mi habitación, es un hecho vergonzoso, más cuando prácticamente le di importancia y acepté que pensaba en él. Mentí, por supuesto, más o menos. Sus ojos destilaban rabia, de esa que es difícil de digerir, termino de salir de bañar, caminar me resulta doloroso, tiene la mano pesada, a más de que ¿cómo se atreve a tocarme? Cuando éramos niños y lo tenía detrás de mí como jodida sombra, solo me observaba, jamás me tocaba. Pero ahora es distinto, lo vi, leyó mi diario, por lo que él sabe toda la verdad aunque no tiene idea de quién es Zac, termino de lavarme los dientes, estoy saliendo con la toalla enredada