—Si para que la rubia esa mire quien es tu novia, y de esa manera nos dejara en paz —dijo dulce mirándolo a los ojos.

Pero Alfredo no podia hacer, no se podia atrever, aparte de guardarle respeto no quería dar un beso que le comprometa, asi que se sintió acorralado se quedó pensando. Pero ya era muy tarde cuando menos sintieron ya la chica rubia estaba enfrente de Alfredo.

—Hola, seré directa, toma me dijeron que te diera esto, hay ve como llenas la ficha, con tanto movimiento del bus, que horror, espero la llenes —dijo la rubia viéndolo a los ojos mientras Dulce solo tenía ganas de ahorcarla.

—Ya la llené, no es necesario llenarla otra vez —dijo Alfredo.

—¡Hay que mal humorado eres, solo quería ayudar, no soy adivina, no sé si habías llenado eso o no! —dijo la rubia.

Alfredo no dijo nada y se voltio para besar los labios de Dulce, lo cual ella se sorprendió, entonces la chica lo vio por última y se retiró y llego al asiento donde estaban sus amigas.

—Dana ¿Lograste seducir al chico?