El Joven sensual toca la cabellera de Lucrecia muy delicadamente, entre suspiros y el toque especial hace calmarla a ella, para que deje de llorar, quien diría que con un suave toque de su cabello suelto y bello lograría calmar su llanto, nadie en mil vidas recuperaría de esa forma un corazón roto, cuando los cristales se rompen ya no hay nada que hacer, lo mismo pasa con el corazón, media herida es difícil la recuperación, Lucrecia por un momento no quiere nada de hombres, y menos saber el nombre del joven que esta frente a sus ojos, es más la ceguera que el amor, o atracción que ella sentía en ese momento, en ese momento solo sentía dolor, rabia y coraje.
Una voz calmada de buenos modales hace cambiar de opinión a Lucrecia, la pobre esta herida de su corazón y tiene ganas de vengarse, pero no sabe cómo, o quizá no quiera venganza, aunque ella con su enojo haría todo lo posible por descargar su molestia con todos, pero había cierta confusión en ella, lo único que alcanza a ver es la boca de el joven, la forma en que se mueve, lo único que la calma por ahora.
—Buenos días, permiso, busco a mi Hijo, por cierto, hijo ya nos vamos, ¿Qué sucede?, ya tardes mucho por un vestido —responde una dulce voz, observando a la rubia triste llorando, la dulce mujer se acerca a lucrecia, mira que tambien es rubia igual que su hijo, lo cual le sorprende.
—Mi reina, ¿Quién lastimo ese corazón? —Pregunta la mujer.
—Madre no es buen momento, al parecer no hay boda, su prometido no se casará con ella—responde el rubio con autoridad, como si quisiera arruinar o recordar el dolor de Lucrecia.
—Tu eres perfecta para mi hijo, no te preocupes, si no se puede cancelar la boda, te puedes casar con mi hijo bajo un contrato y bueno tendrán que vivir juntos, y conocerse por 3 años me entienden, no es necesario que tenga hijos, aunque me gustaría que tuvieran —responde la mujer.
Lucrecia la mira y se pregunta en su cabeza: “De donde rayos salió esta mujer?.
—No sería nada malo, casarme con su hijo bajo contrato, por mi genial —responde la voz de la rubia Lucrecia con voz desganada, y por dentro quería darle un escarmiento a su prometido, como una lección a Julio.
—Sabes que esa persona que te lastimo se perdió a una mujer tan bella como tú, y ustedes dos no me lo niegan, solo hace falta mirar sus ojos y darse cuenta de que hay brillo entre ustedes dos, puedo tener 50 años pero no nací ayer, y creo que puede funcionar, aparte ayudarías mucho a mi hijo con una entrega de un terreno, pero el necesita estar casado para que se lo puedan dar, cabe destacar que tu no mereces llorar por una persona que no vale nada, el vestido lo pagare yo, tranquila se va a solucionar todo, su serás feliz al lado de mi hijo, no tienes que llorar por un hombre que no sirve. —responde la mujer sonriente.
Lupe y Raquel solo se miran y ni ellas pueden entender que pasa, pero ellas apoyarían a Lucrecia en todo lo que tome.
—Yo haré lo que me diga, realmente no quiero cancelar la boda, y no creo que mi boda se pueda cancelar, y bueno solo me lavare mi cara, y chicas lamento se me corrió el maquillaje, tengo 4 horas nada más, me pueden ayudar con mi maquillaje, pero esta vez solo quiero sombras claras —responde lucrecia.
—Está bien linda tranquila, no llores más —responde la mujer.
—Déjame ayudarte —responde el rubio de elegante corbata agarrando la mano de Lucrecia ella casi se tambalea por agarrar las manos de él joven, que termino enterrando la nariz en su pecho.
Lucrecia se puso roja y nerviosa, pero aún estaba dolida.
Lucrecia logra incorporarse y al instante chispas de magnetismo envuelven la sala, había algo en el que la hacía marear un poco, y la ponía nerviosa, el joven rubio tuvo el atrevimiento de pasar su dedo, sobre el ojo de Lucrecia para limpiar sus lágrimas, de una forma tierna que ella no podía imaginar, al instante el brillo de los ojos de ambos ya era más notorio será un flechazo directo al corazón, sus mejillas rojas, hacían pensar al joven que ella estaba muy nerviosa.
—Los esperaremos —responde la madre de el rubio.
Ambos caminan, el rubio le sigue hasta el baño, Lucrecia en su mente se dice ´´quien en su sano juicio me espera, y este guapo me siguió hasta aquí, en que te estas metiendo, pero el me mira diferente, lo noto en sus ojos, el sí veo que puede funcionar, aunque sea bajo contrato, no creo que sea malo, estas experiencias nunca se dan y aparte que esta guapo´´.
Pensamientos de el rubio “Rayos que linda, me estoy metiendo en un terreno delicado, ¿Qué dirán sus padres?, ¿Qué pasara?, ¿Sera que ellos ya saben que nos casaremos esta noche por contrato?, no sé qué digo si no conozco a sus padres, pero si se enteran, ¿Qué dirán?, ella es guapa, pero no hare cosas que ella no quiera, aunque si me pongo traviesa quizá ella me ame, o no sé, pero me gusta lo que veo, todo es culpa de Julio, se lo dije, pero es necio, no imagine que fuera tan preciosa en persona”.
Lucrecia lava su cara con agua y jabón con sus manos restriega todo el maquillaje y se quita el labial mate, los recuerdos vuelven atacarle y rompe en llanto después de quitar el jabón de su rostro.
—No me gusta verte así, ese tu supuesto novio no vale la pena que llores por él, no te pongas así mírame a los ojos, yo prometo hacerte feliz, mis ojos jamás mienten —le dice el rubio mientras acaricia su cabello.
—No sé si pueda confiar en ti, es que porque siento que todo me sale, mal y no sé cómo me ira contigo, es decir no me lo tomes a mal, pero estoy triste y mal a la vez, no sé por qué Julio tomo esta actitud, pero yo no puedo deshacer nada ahora, lo que antes hicieron ellos dos, no puedo recuperarlo, ¿Acaso hice algo mal, para que él se fuera en brazos de otra?, ¿Qué le diré a todos los invitados?, no sabes que me iré sin maquillaje, igual supongo que alguien me amara algún dia sin maquillaje —responde la dulce chica triste, en su mirada se puede observar el dolor.
—¿No te maquillaras entonces? —Pregunta el mirandola a los ojos admirando su belleza.
—¡No, no quiero para nada esto!, no me maquillare, ya lo pensé bien, para que, solo para que después me critiquen, y no sé si funcionara esto, no sé qué le diré a todo el mundo, y cuando me vean contigo se va a armar el lio, y estoy estresada —responde La rubia mirándole a los ojos.
—¿Tienes el contrato en mano? —Pregunta Lucrecia
—Si, ¿Quieres firmar ya? —Pregunta el hermoso hombre.
—Si, ya quiero firmar —dice la rubia con tanta ímpetu que no leyó el contrato y mucho menos le importa leerlo.
—¿Segura? —Pregunta el rubio, ya que el extraña, que no se conocen y ella ya está desesperada por firmar.
"Totalmente segura, no quiero quedarme sola y tú necesitas tu regalo. No sé qué te darán, no puse atención. Si tú te casas, obtendremos beneficios; eso es lo que me importa. Tienes muchas cosas y el contrato dice 3 años o 4 años. O si quieres, lo extendemos. Yo no doy lata, trabajo duro, puedo hacerte comida, lo que sea. Necesito dinero y tú necesitas terrenos, esposa, y por algo me elegiste", dice la rubia Lucrecia, dejando escapar esas palabras de su boca.Él curva sus labios y luego la mira sorprendido. En la mente de Lucrecia solo rondan pensamientos que nunca imaginó que pensaría."¿Qué estoy haciendo? ¿Por qué le dije eso? ¿Será que me gusta? ¿Por qué me siento ansiosa? ¿Estoy en una crisis existencial? ¿Esto es real? ¿El rubio guapo que está en mi casa es real? Ya sé qué haré. Cerraré mis ojos y contaré hasta 10. Cuando los abra, él no estará. Es solo un sueño tormentoso, algo que me pusieron en la cabeza por lo de Julio. Esto no es real, no está pasando", pensó ella en su cabe
El beso más mágico del mundo ¿Cómo pueden hacerme calmar tus besos?—Nos vamos ya, señorita Lucrecia en el hotel reservado donde se casará allí póngase el vestido —le dice Lupe.—El acaba de comprar mi vestido soñado, por todos los siglos ¡No puedo creer esto es un sueño o es real! —Exclama la rubia jugando con su cabello liso y largo.—Señorita Lucrecia, ¿Quiere peinarse, o que yo la peine? —Pregunta Raquel con una pequeña sonrisa.—No necesito peinarme ni maquillarme, mi cabello ya es liso, así lo quiero, el hecho que, al innombrable, que no quiero mencionar ahorita, porque explotaría de rabia, no le gusta que mi cabello este suelto, y que tiene mi cabello, no lo entiendo, es hermoso, liso, y por cierto ¿A ti te gusta mi cabello? —responde la rubia Lucrecia.—Me encanta, y lo sabes, me gusta como eres humilde, hermosa y de buen corazón —le dice el rubio.—Como te llamas? —Pregunta ella.—Por fin se digna a preguntar eso señorita Lucrecia —le dice Lupe.—Soy Jeff Gómez—le dice el rub
Mientras que para el Joven todo es tan extraño, pero se siente bien, estando con una mujr tan bella , más cuando siguen agarrados de las manos.“Una boda hermosa para hacerte esclava de mis ojos” pensó Jeff en su mente mientras miraba de forma coqueta a la mujer de sus sueños. Lucrecia suspira minetras su corazón se acelera , Jeff el bello hombre intenta suspirar, y estar lo más tranquilo posible, él sabe que su madre y la familia de Lucrecia estaría allí, debía guardar la calma, hasta que sus pensamientos fueron de inmediato interrumpidos por una voz.Una voz chillona interviene y la bella Lucrecia sabe exactamente quien es.—No te casaras con el —dice Julio mientras la agarra fuertemente del brazo.—Suelta mi brazo, me estas lastimando, ¿Por qué no quieres que me case con él?, yo puedo casarme con quien yo quiera, déjame ya, me estas lastimando —le dice lucrecia furnciendo el ceño.—Suéltala —intervienindo la voz de Jeff y con voz potente.—¿Quién te crees que eres? —Pregunta Juli
—Vamos a tomarnos fotos todos, tenemos muchas preguntas —dice la madre.—Madre deja los interrogatorios después —dice lucrecia un poco nerviosa.—Te quiero mi hija, espero en un año o dos años hijos, apuesto te salen hermosos, igual que tu galán —le dice la madre.—Tomemos fotos, me estoy muriendo de hambre —le dice lucrecia la mujer de bellos ojos mientras Jeff toca su cintura, de una forma pelicular que ella termino sobresaltada.las miradas que contemplan un alma vacía´´ ¿Quieres bailar conmigo? 'piensa el rubio, y tambien la forma en lo que se lo dirá Jeff a lucrecia.El flash de la foto interrumpe el pensamiento de Jeff, aturdiendo su mirada.Termina la sesión de fotos, Lucrecia suspira, y está muriendo de hambre, así que solo busca la mesa donde haya más boquitas, ella sabe que, para llegar a la mesa, debe subir las gradas y caminar un aburrido pasillo, con un vestido de boda largo, ¿Cómo rayos harían eso?, el Joven Jeff la observa y piensa ´´Que mujer que sana mi alma vacía´´
—Tienes razón, me gusta tu pensar —le dice lucrecia suspirando El olor a comida se puede sentir a leguas, todo el olfato de la rubia se alborota y quiere comer lo ante posible junto a su esposo Jeff.La amiga de Lucrecia se acerca y la bella lucrecia hace un movimiento y en vez de quedarse en su silla, ella se mueve y se sienta en las piernas de Jeff, sus corazones laten a mil por hora, con algo de confusión, su amiga se queda mirando, el camarero se acerca con los dos platos de comida para los esposos y ella hace un mimo, que quien diría ellos dos están locos de amor.Ella agarro el tenedor con un trozo de carne y se lo acerco en la boca a Jeff, para que abra lo boca y poder introducir el pedazo de carne en su boca, en la mira con pasión, que cosa más bella pensó en su mente, abrió la boca y se comió ese pedazo de carne.—O mi querido esposo, ¿Te gusto la carne? —Pregunta la joven Lucrecia con una voz dulce.—Esta rico mi bella esposa —le dice Jeff con voz sexy.La joven Lucrecia s
—Estoy aquí para ti, y quiero cuidarte, no hare nada de lo que no te sientas cómoda, haremos lo que tú quieras tranquila, no te me desesperes —dice Jeff.—Ok está bien, gracias, me puedes cargar en tus brazos, no me quedan energías para caminar y escuche a alguien que dijo que está lloviendo fuerte —le dice lucrecia.—Mira linda yo soy de cumplir mi palabra, y sé que todo estará bien, así que tranquila, eres especial, para mi vida y lo sabes —le dice Jeff.La voz suave de Vela interrumpe el momento de los esposos.—Ya empezara la película romántica para que la veamos, terminen de cenar —dice vela interviniendo de forma calmada.—Gracias ya vamos —dice Jeff.—¿Todo está bien? —Pregunta Vela.—Si, es solo que las tormentas me ponen nerviosa, recuerda que en una tormenta murió mi abuelo, cuando tuvo un accidente, fue cuando llovía eso me da ansiedad —le dice Lucrecia.—Lo sé, pero puedes calmarte y respirar solo no te enfoques en la tormenta, ni en los rayos me entiendes —dice Vela.—Ok
—Hija solo firma, yo ya releí 30 veces el contrato, en resumen, solo no debes bajar de 8 de nota para mantener tu beca es de ochos, nueves y dices, no puedes permitirte ni un siete, hija, solo firma, estas aturdida lo sé, pero firma —le dice la madre con voz desesperada.Jeff se queda observando a la rubia, le toma sus manos y dice:—Firman amor, te ayudare, estaremos juntos en esto, te ayudare, bebita solo firma —le dice el joven Jeff con esos ojos brillosos, como si fueran un cristal.Una fuerte electricidad recorre sobre el cuerpo de la joven rubia, haciéndole estremecer con solo escuchar la voz de Jeff, sus hombros se tensan.—Firma —suplica su padre con tanta insistencia que esa voz hace que ella tome la pluma y firme de una vez.Lucrecia firma el contrato que nunca leyó, ella solo pone su firma un poco tensa y temblorosa, esto ya era mucho para ella, firmar 10 páginas era como firmar 100 páginas y como el laberinto sin salida e interminable.La rubia Lucrecia entrega el contrato
—abrazame —dice Lucrecia.—tus deseos son complacidos, descansa —le dice Jeff.—Oye, pero solo hay una cama, y no lo sé, ¿Tu piensas dormir en la misma cama que yo? —Le pregunta Lucrecia —Tranquila, no hare nada de lo que no quieras, y dormiré en una esquina de la cama —le dice Jeff.—ok, pero no me dejes sola en esta habitación —le suplica.—¿Por qué piensas que te dejare sola? —Le pregunta le dice mientras Jeff suspira.—Porque veo que tienes intensión de irte —responde ella.—No pequeña, iba por un licuado para ti —le dice mientras le ve fijamente.—Ok licuado mee gusta, traeme una barra de cholcate —le dice.—iré a cómpratelo ahorita mismo, veo que están disponibles —le dice mientras se retira, y ella, solo se pone en la esquina de la ventana, viendo las estrellas que se pueden apreciar, abre la ventana y un viento delicioso la envuelve.Pensamientos de Lucrecia ´´Vaya estoy en la luna de miel con alguien que conocí horas atrás es enserio, no sé qué estoy haciendo y menos no qu