Ayla, conoció a Bleddyn, una noche de invierno, bueno, conoció su parte animal, su versión natural.Eran cerca de la medianoche, Ayla, regresaba de una fiesta, aquella noche tuvo un cumpleaños con algunos compañeros de su oficina, no quiso regresar en taxi, asi que regresó caminando. Había tomado unas copas de más, y necesitaba un poco de aire fresco.Iba muy desprocupada, se detuvo en una esquina, sacó su billetera del bolso marrón, y conto cuánto dinero llevaba, solamente iba a detenerse en la panadería de la próxima cuadra a comprar una porción de su pastel favorito.La noche estaba tranquila, no se veía mucha gente, y jamás imaginó que alguien quisiera asaltarla. Ese camino era rutinario para ella, lo conocía como la palma de su mano.En un momento, a pocos metros de la panadería, Ayla sintió un fuerte golpe en la espalda, fue tan repentino que cayó al suelo, por aquel empujón que le propinaron, ella se golpeó de manera muy fuerte en unos cestos de basura, cuando intentó ponerse d
Uno de los compañeros de Ayla, se había casado. La ceremonia se realizó en un lujoso hotel de la ciudad y Nikita era el padrino de la boda. Era obvio, como el padrino y adinerado empresario, fue quien costeo los grandes gastos. En ese sentido era muy solidario, a pesar de ser a veces una persona desagradable, lo destacaba esa bondad y generosidad que tenía. Ya había pasado una semana de aquella visita a las tierras que tanto anhelaba Nikita.Ayla, estaba en la misma mesa que Keyla y su jefe. Nikita había tomado demasiada Champaña, y estaba muy parlanchín. —Te ves espléndida —alagó a Ayla.—Tú también te ves muy bien—dijo Ayla.—Quería comentarte que la próxima semana van a venir los japoneses—comentó Nikita y agregó—Quieren conocer el lugar donde van a invertir. Estaba pensando que quizás puedas ir sola a hablar con esa gente. Tal vez puedas convencerlos y hacerlos entrar en razón. Tienes el toque porque la verdad que tuve la impresión que conmigo no quieren dialogar.Ayla, tomó un co
Desde aquella vez, Ayla y Bledd, se reencontraban con mucha frecuencia. Había surgido una gran amistad entre ellos. Bueno, aquella relación ya era más que una linda amistad. Bledd se había enamorado de ella, pero era muy complejo que Ayla comprendiera su situación. No podía abandonar a Lúa, al menos no por ahora.Ayla estaba en su trabajo, y recibió un lindo ramo de flores, sabía que era Bledd. Muy risueña, las colocó en un florero. Los últimos dos meses, iba y venía acompañando a Nikita, no había forma de convencer a esa gente de vender algo que en realidad no les pertenecía. Interiormente, estaba cansada, ella intentó convencer a su jefe de buscar otro sitio, ella misma averiguó por otros lotes, pero como un niño malcriado, él no se daba por vencido.Nikita ya llevaba meses intentando conseguir sacarlos de allí y todo plan que se proponía fracasaba. Era obvio que cada paso que daba era erróneo. Lúa tenía un fuerte poder de convencimiento sobre aquellas personas, si ella no se entrom
Ayla pasó la noche en la cabaña de Bledd.Al otro día, ella no se presento a trabajar.Nikita, enfadado y despechado porque no podía creer que Ayla lo rechazará por un don nadie, mando a su gente a incendiar aquel lugar. —Sé que Ayla está en esa mugrosa cabaña, con ese don nadie. Sobrepasó los límitea. Se lo adverti —gritó enfadado y les ordenó vóciferando —Quiero que vayan hasta allá e incendien todo el maldito lugar.Los guardespaldas de Nikita hicieron caso al llamado y pedido de su jefe.Se dirigieron aquel sitio e incendiaron todo loque encontraron a su paso.Los lobos no huyeron de aquel sitio, hicieron frente a los ataques del hombre y se quedaron a pelear. Bleddyn, desde lejos olfateo lo que estaba sucediendo, y fue en defensa de su manada.Desde allí arriba, en su pequeña cabaña a escondidas, estaba Ayla, asustada, porque desde allí se podía ver el fuego que ardía con cada vez más fuerzas, como un demonio enfadado. Aquella mañana nublada, el viento era muy intenso y más pro
Ayla, jamás olvidó a ese hombre lobo. Nunca mencionó lo que Bledd era. Pero pasaron los años y él no regresó. Cada día de su vida lo recordaba con mucha nostalgia. Él la dejó por miedo a que la mataran, luego de aquel incendio se fue junto con su manada. Solamente quedaron en su memoria los bellos recuerdos, y en su piel quedaron grabadas las caricias, y el dulce sabor de sus besos. Su vida dió un giro inesperado. Nikita nunca se rindió y ella aceptó aquel amor, un sentimiento que no era mutuo. Vivía una mentira, encadenada a una vida que no le correspondía. Nikita, no compro aquellas tierras al final. Solo quería alejar a Bleddyn de su amada y se salió con la suya. Se casó con Ayla, aun sabiendo que ella no lo amaba. Sabía interiormente que su corazón pertenecía a alguien más.Aun así, era un esposo bondadoso y era capaz de dar su vida por Ayla. Ayla aceptó casarse con Nikita, pero fue más para complacer a sus padres.Ella aprendió a quererlo, pero le dolía en el alma al saber qu
Los amantes se volvieron a reunir. Pero esta vez la historia sería otra. Se escaparon lejos. Ayla abandonó el estado de Canadá para irse de fugitiva con su lobo. Dejo una nota, pidiendo disculpas a Nikita, le agradeció por todo lo que el había hecho por ella, pero le recuerdo que no lo amaba, ya no podía vivir en la mentira. Nikita no iba dejarse vencer por un animal, y se emprendio en su busqueda, localizó las cuentas de su esposa, y logró saber de su paradero. Estaba decidido a matar a Bledd, sin importa el sufrimiento que su muerte causara en Ayla.Cada pista lo llevaba a lugares erróneos Nikita había localizado a Ayla al fin, pero lo que no entendía era que iba a estar haciendo en Asiria.Organizó sus cosas y en compañía de Lúa iban a viajar hasta allá.—¿No entiendo que hacen en Asiria? —le comento Nikita a Lúa.—¿Tiene parientes allí? — pregunto ella.—No, su familia vive en Australia —comento Nikita—Pero no me importa lo muy lejos que se escondan. Los voy a encontrar y lo
Pasaron semanas de lo sucedido en Asiria.Esa fue la última vez que Ayla vio a Nikita.Él fue todo un caballero y aceptó su derrota.Aquella noche en Asiria, Nikita se dió cuenta que el amor que sentía Ayla por Bledd era verdadero.Ayla y Bledd, siguieron comunicándose con Grando, él les contó lo que sucedió aquella noche. Para su asombro, Grando convenció a Nikita de firmar el divorcio.Nikita firmó el divorcio y le dio lo que le correspondía a Ayla. Ahora que ya nadie los perseguía iban a poder vivir en paz.Al tiempo, Ayla y Bledd se casaron en una bella isla de Hawái. Aquel lugar era muy tranquilo para vivir, eso le expresó Bledd a Ayla. Pero la realidad era que ella quería regresar a su ciudad natal, vivir en Australia, y que su familia disfrutara de su hijo.Permanecieron una mes en Hawái, luego regresaron a Australia.Allí, conpraron una bella casa, Bledd abrió una empresa de buses escolares con un poco de ayuda de su padre.Ayla estaba ingresando en su septimo mes de embarazo,
Grando permaneció al lado de Ayla.Él intentaba convencerla de regresar a Asiria, ella se negaba a la idea.—No voy a escaparme, entiéndelo, quiero que mi hijo crezca aquí —dijo ella.Grando, estaba sentado en un sillón mirando hacia la calle, tenía a su ahijado en brazos, se pone de pie, miró al cielo y dijo. —Esta noche habrá una luna de sangre.Ayla, estaba preparando la mesa para cenar y dijo. —En verdad no me importa. Llevamos cuarenta días sin noticias de Bledd. No tengo intenciones ni ganas de pensar y ver la luna de sangre.El ambiente estaba algo raro. Ayla no hablaba mucho, estaba disgustada.Grando sentía como estaba su amiga, no podía decir nada, tampoco sabía donde estaba Bledd porque desde aquel día al igual que Ayla no supo más nada.Cuando terminaron de cenar, Grando se retiró a su habitación. Ayla acostó a su pequeño bebé.Fue hacia la cocina y se sirvió una copa de vino. Se sentó en él las escaleras del jardín de la casa y observaba el eclipse de la luna de sangre. L