Pasaron semanas de lo sucedido en Asiria.Esa fue la última vez que Ayla vio a Nikita.Él fue todo un caballero y aceptó su derrota.Aquella noche en Asiria, Nikita se dió cuenta que el amor que sentía Ayla por Bledd era verdadero.Ayla y Bledd, siguieron comunicándose con Grando, él les contó lo que sucedió aquella noche. Para su asombro, Grando convenció a Nikita de firmar el divorcio.Nikita firmó el divorcio y le dio lo que le correspondía a Ayla. Ahora que ya nadie los perseguía iban a poder vivir en paz.Al tiempo, Ayla y Bledd se casaron en una bella isla de Hawái. Aquel lugar era muy tranquilo para vivir, eso le expresó Bledd a Ayla. Pero la realidad era que ella quería regresar a su ciudad natal, vivir en Australia, y que su familia disfrutara de su hijo.Permanecieron una mes en Hawái, luego regresaron a Australia.Allí, conpraron una bella casa, Bledd abrió una empresa de buses escolares con un poco de ayuda de su padre.Ayla estaba ingresando en su septimo mes de embarazo,
Grando permaneció al lado de Ayla.Él intentaba convencerla de regresar a Asiria, ella se negaba a la idea.—No voy a escaparme, entiéndelo, quiero que mi hijo crezca aquí —dijo ella.Grando, estaba sentado en un sillón mirando hacia la calle, tenía a su ahijado en brazos, se pone de pie, miró al cielo y dijo. —Esta noche habrá una luna de sangre.Ayla, estaba preparando la mesa para cenar y dijo. —En verdad no me importa. Llevamos cuarenta días sin noticias de Bledd. No tengo intenciones ni ganas de pensar y ver la luna de sangre.El ambiente estaba algo raro. Ayla no hablaba mucho, estaba disgustada.Grando sentía como estaba su amiga, no podía decir nada, tampoco sabía donde estaba Bledd porque desde aquel día al igual que Ayla no supo más nada.Cuando terminaron de cenar, Grando se retiró a su habitación. Ayla acostó a su pequeño bebé.Fue hacia la cocina y se sirvió una copa de vino. Se sentó en él las escaleras del jardín de la casa y observaba el eclipse de la luna de sangre. L
Encontrar el amor verdadero lleva tiempo. Antes de conocer a Bledd, me topé con varios idiotas pero nada resulto.Quien se puede imaginar que los hombres lobos o vampiros son solo leyendas o cuentos. Yo también creía que eran solamente personajes de fantasía, hasta que conocí a uno.Aquel animal se robó mi alma y mi corazón. Jamás creí que existieran, pero me paso a mí, una simple secretaria, que trabajaba para un multimillonario, gracias a mi trabajo fue como conocí a Bleddyn, y sin dudarlo fue amor a primera vista.A pesar del tiempo, estabamos destinados a estar juntos.No iba a perderlo por segunda vez en la vida.
Una tarde de junio, cuando el sol apenas calentaba la tarde otoñal, Ayla recibió un mensaje. Estaba sentada, bebiendo su cafè, aquella tarde llevaba su comodo vestido de hilo verde limón, y mientras observaba el jardin de su casa, su mente divagaba, recordando al amor de su vida. Las hojas de aquellos árboles, que decoraban su lugar favorito, en aquella gran casona, la llevó a su infancia, cuando las hojas caían y armaban colchones en la encenada del barrio donde crecio, solía jugar y le encantaba en sonido de las hojas secas al pisarlas.Después de varios años, sin saber de Bleddyn regreso a su vida, y todos los recuerdos que tenía de él, revivieron a flor de piel.Penso que jamás volvería a verlo, creía que aquella promesa de "juntos para siempre" había sido solamente un cuento.Se apresuró, se cambió de ropa, cogió las llaves de su auto, y antes de sakir, se miró en el espejo de su tocador, seguía siendo muy bonita. Su corazón se ascelero, había soñado con aquel reencuentro muchas
Soy Ayla, mi nombre significa Luna en turco. Me enamoré de un ser que creía que nada más eran personajes creados por miles de escritores. A mis 28 años, llego mi verdadero amor, un perro gigante, de cuatro patas y peludo, quien no decidió atacarme aquella noche, sino salvarme de dos hombres que intentaron asaltarme, sus ojos verdes esmeralda brillaban tanto, y me permitió ver a través de ellos toda su bondad. Un alma dulce y cariñosa, no era solamente su forma natural, sino un disfraz de lo que realmente era, un hombre hermoso, como un ángel, viviendo bajo una maldición. Cuando era una niña, me encantaba leer historias de hombres lobos, y para ser sincera, soñaba con ser como las protagonistas de esas hermosas historias, donde la bestia se enamoraba de la la chica humana, cuentos donde ganaba el amor, a pesar de las diferencias. Anhelaba ser una princesa, donde mi príncipe azul fuera una especie de ser diferente, un lobo o un vampiro, pero con el tiempo aquellos sueños se convirtie
Ayla, conoció a Bleddyn, una noche de invierno, bueno, conoció su parte animal, su versión natural.Eran cerca de la medianoche, Ayla, regresaba de una fiesta, aquella noche tuvo un cumpleaños con algunos compañeros de su oficina, no quiso regresar en taxi, asi que regresó caminando. Había tomado unas copas de más, y necesitaba un poco de aire fresco.Iba muy desprocupada, se detuvo en una esquina, sacó su billetera del bolso marrón, y conto cuánto dinero llevaba, solamente iba a detenerse en la panadería de la próxima cuadra a comprar una porción de su pastel favorito.La noche estaba tranquila, no se veía mucha gente, y jamás imaginó que alguien quisiera asaltarla. Ese camino era rutinario para ella, lo conocía como la palma de su mano.En un momento, a pocos metros de la panadería, Ayla sintió un fuerte golpe en la espalda, fue tan repentino que cayó al suelo, por aquel empujón que le propinaron, ella se golpeó de manera muy fuerte en unos cestos de basura, cuando intentó ponerse d
Uno de los compañeros de Ayla, se había casado. La ceremonia se realizó en un lujoso hotel de la ciudad y Nikita era el padrino de la boda. Era obvio, como el padrino y adinerado empresario, fue quien costeo los grandes gastos. En ese sentido era muy solidario, a pesar de ser a veces una persona desagradable, lo destacaba esa bondad y generosidad que tenía. Ya había pasado una semana de aquella visita a las tierras que tanto anhelaba Nikita.Ayla, estaba en la misma mesa que Keyla y su jefe. Nikita había tomado demasiada Champaña, y estaba muy parlanchín. —Te ves espléndida —alagó a Ayla.—Tú también te ves muy bien—dijo Ayla.—Quería comentarte que la próxima semana van a venir los japoneses—comentó Nikita y agregó—Quieren conocer el lugar donde van a invertir. Estaba pensando que quizás puedas ir sola a hablar con esa gente. Tal vez puedas convencerlos y hacerlos entrar en razón. Tienes el toque porque la verdad que tuve la impresión que conmigo no quieren dialogar.Ayla, tomó un co
Desde aquella vez, Ayla y Bledd, se reencontraban con mucha frecuencia. Había surgido una gran amistad entre ellos. Bueno, aquella relación ya era más que una linda amistad. Bledd se había enamorado de ella, pero era muy complejo que Ayla comprendiera su situación. No podía abandonar a Lúa, al menos no por ahora.Ayla estaba en su trabajo, y recibió un lindo ramo de flores, sabía que era Bledd. Muy risueña, las colocó en un florero. Los últimos dos meses, iba y venía acompañando a Nikita, no había forma de convencer a esa gente de vender algo que en realidad no les pertenecía. Interiormente, estaba cansada, ella intentó convencer a su jefe de buscar otro sitio, ella misma averiguó por otros lotes, pero como un niño malcriado, él no se daba por vencido.Nikita ya llevaba meses intentando conseguir sacarlos de allí y todo plan que se proponía fracasaba. Era obvio que cada paso que daba era erróneo. Lúa tenía un fuerte poder de convencimiento sobre aquellas personas, si ella no se entrom