holis mis preciosos fanseses!! como notarán, en este libro no pondré como título "CAP EXTRA" porque en los anteriores cuando termino las historias me preguntan por qué dice el libro que tiene 85 caps si realmente el último cap que leen es el 55... osea, les doy un montón de caps extra así que en suma son 85 XD luego me bajan el puntaje de mi historia porque se sienten estafados y no encuentran los 20 o 30 caps perdidos jajaja si me bajan el puntaje porfis que sea porque la novela es mala, no porque un día no publiqué, porque no encuentran los caps, porque mi editora no me aprueba el siguiente libro o porque quieren que el libro sea más largo :´v ustedes no lo sienten, pero cada libro de la saga es de 600 páginas jajaja los amo miiiiil! <3
Rowan (Capítulo extra VI)Terminé de correrme por toda la cama y creo que me desmayé porque la siguiente vez que abrí los ojos la luz que entraba por la única ventana del lugar era un poco más opaca.Miré hacia abajo y gemí asqueado. Yo estaba cubierto de mi propia suciedad mientras inhalaba como un adicto la sábana de la camilla. Al parecer mi mente había dado un paseo, pero mi cuerpo seguía queriendo liberarse al juzgar por mi mano que no dejaba de moverse.Joder, se me caería el pene a este ritmo. Solté mi miembro como si quemara y me planteé seriamente pedir ayuda. No creía que esto fuera normal al encontrar a tu pareja.Vaya, no era un experto ni nada pero había presenciado algunos "reconocimientos" de pareja y ninguno de los machos se puso a meneársela como un loco pervertido por horas... que yo supiera.¿Bastian me vería raro si le preguntara al respecto?Me levanté con piernas débiles y me asomé a través de las cortinas de la ventana. Sería ya por la tarde noche. ¿Cuánto tiem
Rowan. (Capítulo Extra VII)¿Quién hubiera pensado que tenía que utilizar la mierda Alfa para que mis lobos comieran?Solté un suspiro. Las lobas seguían desconfiando de mí y los lobos mayores me preguntaban cuándo los necesitaba para hacer el trabajo.Ni siquiera sabía de qué jodido trabajo estaban hablando y, para ser honesto, no tenía energía para averiguarlo. Ya había tenido al menos treinta pensamientos sobre buscar a alguna bruja y que hiciera budú o lo que mierda hiciera falta para revivir al Alfa bastardo solo para tener el placer de volverlo a matar.Me dirigí de vuelta a la habitación de los cachorros y me encontré con el semblante oscuro de Edson en el pasillo.-¿Qué pasa? - Dije acercándome.-Supongo que lo mismo que le sucede a las lobas de tu manada. - Dijo con un brillo peligroso en los ojos. - Malditos bastardos. Lo que sea, partiré en unos minutos, ¿Necesitas algo más?-No, hermano. - Dije con media sonrisa. Había comenzado a llamarlo así cuando el jodido fue a buscar
Rowan. (Capítulo extra VIII)-¡En serio, para antes de que nos matemos! ¡Tienes a los cachorros atrás y sin cinturones de seguridad!Fue esa última frase la que me hizo dejar de presionar el pedal del acelerador. Poco a poco mi cordura fue regresando. Aunque fue a cuentagotas.-Demonios, tío Rowan. Sabía que te pondrías un poco ansioso pero...-Completa.-¿Qué?-Dime la historia completa. - Dije entre dientes apretados.Él me había dicho que tenía mucha más información y la quería en este momento.El cachorro suspiró.-Bien, solo pon los ojos en la carretera. - Dijo estrechando los ojos. - Y no me interrumpas hasta que termine.Yo asentí mirando al frente de nuevo. Ni siquiera me había dado cuenta de que seguía conduciendo mientras lo miraba a él.-Bueno, la historia que te interesa comienza así: La doctora Paula había estado un poco ansiosa las últimas semanas. Normal, los partos de las lobas siempre les producen ansiedad...-¿Y cómo m****a sabes eso? - Gruñí.El me gruñó de regreso.
Lia Vanesa. (Capítulo extra IX) Mi compañero era muy atractivo incluso en su forma de lobo, pensé mientras lo veía seguir a Toby hacia la entrada de la manada. Entonces me dirigí hacia todos los que quedábamosen el claro. -Muy bien, quizá no sea nada, quizá sea un ataque o quiza sean el resto de los cachorros; así por favor evacuemos el lugar mientras los guardias nos traen noticias. - Dije haciendo un gesto hacia la casa de los cachorros alias la nueva y mejorada casa de la manada. - Cachorros, al refugio junto con el profesor y los lobos constructores. El resto, quiero que vaya a la zona del lago y se oculten entre la hierba alta; los necesito listos como refuerzo para el grupo de mi compañero ante el menor signo de lucha. ¿Todos entendieron? -Si, Luna. Yo sonreí. Nunca me acostumbraría. Mi hermano más temprano nos había avisado que enviaría a los cachorros en dos viajes porque era más seguro de esta manera con todo lo que estaba pasando con el resto de manadas. El primer lote
Había algo que estaba haciendo mucho ruido. De ese ruido que aturdía los oídos. Intenté abrir los ojos pero me sentía bastante cansada. -Hora de comer, bebé. - Dijo una voz femenina y entonces el ruido se fue alejando. Traté de gruñir porque, de alguna forma, sentía que el ruido debía de estar conmigo. El ruido debía seguir aquí y taladrarme los oídos... Er inútil. Perdí la lucha por intentar mover los músculos y simplemente seguí durmiendo. A veces podía escuchar algunas voces masculinas hablando, pero no podía distinguir lo que decían. La siguiente vez que mis ojos quisieron abrirse fue porque había un silencio ensordecedor. Se sentía mal así que luché contra mi somnolencia y la luz del sol lastimó mis ojos por breves segundos. Volví a abrirlos más lentamente esta vez y me encontré acostada en una camilla dentro de una habitación grande, cálida... y desconocida. ¿Dónde estoy? Frente a mí había un ventanal y un par de pasos más alejada de la camilla se encontraba una puerta.
-Ya alimentaron a la pequeña. - Dijo Lia recargando su cabeza en mi hombro. - La bañaron y le pusieron un pañal limpio. -Gracias. - Dije asintiendo. -Ahora, ¿Qué decías, compañero? Ambas miramos hacia el Alfa Alan mientras yo mecía suavemente a mi pequeña de ojos azules. -El Beta de la manada de Bastian se encuentra en la entrada. - Dijo mirándonos a ambas. - Quiere ser mi Beta y trajo algunos cachorros y lobas que quiere que anexe a nuestra manada. Mis hombros cayeron con alivio. Rowan estaba aquí para traer a los cachorros y lobas, no había de qué preocuparse. Y de todas formas... ¿Por qué m****a me preocupaba? Estaba siendo muy irracional, ¿Serían las hormonas? Ahora que lo sabía, me sentía un poco avergonzaa de mí misma. ¿De verdad pensé que después de mandarlo a la m****a la última vez que lo vi regresaría a hablar conmigo o cualquier cosa? Lo que sea. -¿Por qué quiere ser nuestro Beta? - Preguntó Lia mirándome de reojo. Yo no le regresé la mirada. Él se encogió de hombro
Chase. El tío Alan me había enviado dentro de la manada para que saludara a la tía Vanesa, pero no pude evitar desviarme. Era la primera vez que estaba en su territorio y me parecía interesante el estado de conservación de algunas casas a mi paso. Con mucha curiosidad, abrí cada una de ellas y me encontré muy pocas cosas dentro. Seguía los caminos rústicos entre las casas hasta que llegué a un enorme agujero en el suelo que al parecer había sido tapado con piedras enormes a toda prisa. Interesante. Quizá este era uno de los túneles de los que les había hablado la tía a mis padres. ¿Por qué no simplemente lo cubría con un montón de cemento? Ya tenía la mayor parte cubierta con las piedras; si el objetivo era evitar que nadie se colara o evitar que los cachorros jugaran ahí, el cemento sería una buena opción. Escuché un aullido por parte de mi tío en el que decía que no había peligro y yo medio sonreí. Un montón de cachorros por supuesto que no eran peligrosos. Seguí vagando hasta
-Es en serio, oso. No quiero que te acerques o si no.... Frente a mis ojos hubo una especie de brillo y luego un pequeño y rubio ángel miraba hacia mis brazos. Mi boca cayó hasta el piso. -Mi nombre es Mikael. Siento mucho si mi presencia la ha incomodado, señorita. - Dijo aquél niño de ojos de un verde tan claro que parecían irreales. - ¿Podría acercarme solo un momento a su descendencia? -¿Qué... qué eres tú? - Murmuré con voz temblorosa. Me estaba volviendo loca. muy loca.El chico me miró de frente sin temor. -Soy un hombre oso... bueno, en este momento soy un niño oso. - Dijo encogiéndose de hombros.-Oso... - Murmuré sorprendida a pesar de que claramente se había convertido en humano frente a mis ojos. - ¿No estaban extintos? -En este continente, podría decirse que estamos al borde de la extinción. - Dijo el cachorro con un asentimiento. - Mi manada consistía en apenas unos cincuenta miembros; tengo entendido que en el continente Europeo hay otra manada, o manadas. Realment