Rowan <Capítulo extra, parte II>
-Terminé mis asuntos aquí, ahora pon marcha hacia la manada de Gustav. - Dijo Alfa Frederick horas más tarde.
Literalmente creo que no se tardó más de cinco minutos en el territorio del Alfa Alan.
-Uh... si, Alfa Frederick. ¿El cachorro es de esa manada?
-Lo es. ¿Lo alimentaste mientras me esperabas?-Le di una hamburguesa. Se la comió pero sigue sin querer hablar.No sabía si el cachorro no podía hablar por alguna cuestión fisiológica o si el pobre había visto demasiado para su impresionable mente.
Estos últimos minutos había tratado de que me dijera su nombre, pero el cachorro solo me miraba fijamente mientras masticaba.
-Bueno, no es nuestra misión hacer que el cachorro hable. Solo tenemos que llevarlo a casa. Después de eso tú y yo debemos volver al campamento.
¿Volver?
Ciertamente no me oponía a regresar, pero si para este momento ya habían encontrado a los lobos muertos, era seguro que habría seguridad reforzada como mínimo.
O que los hubieran cambiado de ubicación. M****a.
-¿Sacaremos al resto de los cachorros?
-Si. También a las lobas.Cinco minutos después, Alfa Frederick se encontraba fuera de combate y roncaba quedamente en el asiento del copiloto.
Yo suspiré. La distracción de todo lo que estaba sucediendo era bienvenida. Sin embargo, en los momentos más inesperados, pensaba en una loba doctora.Tenía que olvidarme de ella. Y lo haría, de algun modo... solo que quizá no en un momento cercano.
-Entonces... ¿Debo seguir llamándote "cachorro"? - Dije intentando despejar mi mente.
Me sentía incómodo con el crudo silencio. Miré por el espejo retrovisor y vi que el cachoro solo se encogía de hombros. Joder.
-De acuerdo, pequeño. Puedes dormir mientras conduzco hasta tu hogar. Llegaremos en un par de horas.
El cachorro asintió pero siguió mirando hacia el frente durante todo el camino. ¿De dónde habría sacado ese chocolate?
Horas más tarde, cuando mi mente por fin estaba despejada y tranquila, llegamos a la manada del Alfa Gustav.
-Alfa. ¿De verdad que no cree necesario pedir apoyo y refuerzos? Ese lugar está bien custodiado, tuvimos suerte de que solamente fueran tres lobos los que estuvieran en las cercanías del cachorro. Además, seguramente ya han encontrado los cuerpos y habrán reforzado la seguridad.
-No te preocupes por eso. Si llegásemos a necesitar ayuda, los refuerzos ahí estarán. Nuestra Gran Madre no nos abandonará de ningún modo, así que si solamente vamos nosotros es porque no necesitamos a nadie más.No quería contradecirlo, de verdad que no... pero yo no era un lobo invencible como claramente fue demostrado hace un par de meses con el Alfa Alan. Me preocupaba que nuestro plan terminara fatal, aún así y en contra de todo lo que creía decidí confiar en el Alfa Frederick.
Que Nuestra Gran Madre se apiade de nuestras almas.
Estacioné el vehículo un poco alejado de la entrada principal y Alfa Frederick se ofreció a ser el portador de buenas noticias, así que el cachorro y yo esperaríamos en otro tenso silencio a que fuera anunciada nuestra llegada.
Bajé junto con el Alfa para abrir el maletero y sacar un abrigo más grande para el cachorro; el Norte no era una broma en cuanto al frío.
-Quédate aquí y mantente alerta. Cuida del cachorro. - Dijo en tono extraño comenzando a caminar.
-¿Qué sucede? - Pregunté tensándome inmediatamente.-Usa tu nariz, cachorro.Inhalé profundo y luego maldije. Había estado pensando en otras cosas, así que no había notado el olor de la sangre fresca.Y era bastante sangre fresca.
-¿Quiere que vaya con usted?Ni siquiera giró a verme. No sabía si no me había escuchado o simplemente me ignoró, así que me resigné a esperar alerta dentro del auto.
Quince largos minutos después el Alfa regresó junto con un lobo cubierto de sangre. Bajé del auto y me preparé para lo peor; al menos hasta que reconocí al lobo-Joder, ¿Edson? ¿Estás bien?
-Rowan. - Dijo con voz hueca y yo me tensé. - El cachorro, ¿Dónde está?
-¿Qué ha pasado? ¿Debo pedir refuerzos?
-No será necesario. - Dijo el Alfa Frederick yendo hacia el auto y abriendo la puerta del cachorro - No quedan lobos en la manada.
-¿Qué? - Pregunté confundido. - ¿Qué m****a está pasando?
Edson me miró y el viento comenzó a soplar en mi dirección. Debajo de toda la sangre que lo cubria había otro aroma que me hizo maldecir.
Alfa.
Luego me hizo volver a maldecir el hecho de fijarme realmente en el cachorro y ver algo que no había visto antes,
-Es... es como una réplica en pequeño de ti mismo. - Murmuré.
-Lo sospechaba. - Dijo Edson con un suspiro cansado.
¿Cuándo tuvo al niño? o mejor aún, ¿Cuándo el niño se convirtió en un mini Alfa? Nada de esto tenía sentido.
Edson me ignoró y caminó hasta el cachorro que había bajado del auto, luego se arrodilló delante de él.
-Hola. Mi nombre es Edson y soy tu hermano. ¿Quisieras conocer a mamá?- Dijo con voz suave.
El cachorro lo miró y asintió una sola vez. Entonces Edson lo tomó en brazos y los cuatro caminamos en silencio hasta la manada.
El pequeño ni siquiera parpadeó al ver la gran cantidad de cuerpos sobre el suelo o ante Edson, para el caso. Me preocupaba un poco su salud mental.
El tipo se internó en un edificio y tanto el Alfa Frederick como yo lo esperamos afuera. Para cuando regresó nos preguntó sobre nuestros planes.
-Volveremos a los territorios del Centro. Rescatamos a... tu hermano - Dije frunciendo el ceño. - pero aun quedan un montón de cachorros, lobos y lobas allá.
-¿Planean rescatarlos a todos? - Dijo sin emoción en la voz.
-Si.
-Bien. Vamos.
Y solo así el tipo se apuntó a nuestra misión. Fueron las cuatro horas más largas que conduje jamás.
-Carajo. - DIjo Edson rompiendo el silencio por fin.
-¿Qué? - Pregunté mirando anuestro alrededor mientras disminuía la velocidad.
-El resto de la manada... de mi nueva manada, está cerca.
Bueno, entonces nuestra teoría de que Gustav enviaba a varios miembros hasta aquí no estaba muy errada.
Me estacioné a un par de kilómetros del lugar y bajamos del auto. No habíamos hablado en el camino sobre qué haríamos; Edson ni siquiera preguntó al respecto.
-Este es el plan. - Dijo Alfa Frederick. - Hay cuatro torres de vigilancia en el perímetro cercado. Cuando ataquemos al primero, quizá tengamos oportunidad de entrar sin ser dectectados.
-Énfasis en "Quizá". - Dije restregando mi manos sobre mi cara.
-Si. En todo caso, yo trataré de atraer a la mayor cantidad posible de guardias para que ustedes se encarguen del resto. - Dijo el lobo mayor.
-¿Armas? - Preguntó Edson.
-Es un campamento principalmente basado en el castigo corporal y en el sometimiento, no vimos armas más allá de algunos látigos. - Dije y quise gruñir.
-¿Cómo atacaremos la torre de la que hablan?
-¿Alguna vez has incendiado un edificio, querido Edson? - Preguntó el Alfa con burla.
Me estaba perdiendo un chiste privado aquí, ya que Edson puso una sonrisa sarcástica en su rostro.
Encendimos una pequeña fogata que atraería mucho la atención, pero solo la necesitábamos temporalmente para incendiar una de las torres de vigilancia.
Alfa Ferederick se ofreció a convertirse en lobo y llevar la antorcha en su boca hasta el lugar para comenzar el incendio.
-El lobo...
-Tiene sus propias ideas. - Dije con un suspiro.
Observamos cómo el Alfa no se contentó con comenzar un incendio en la torre sino que comenzó a hacer dibujos en el pasto colindante. ¿Era eso un...?
-Un pene. Vaya, es un buen artista. - Dijo divertido Edson y yo suspiré.
Poco después un montón de guardias comenzó a perseguirlo y él los guió hacia el bosque. Nosotros nos colocamos detrás del grupo y entramos por la puerta que dejaron abierta. No eran muy listos.
-¿Ahora qué? - Murmuró Edson.
-Ahora buscamos a los adultos y les quitamos las ganas de seguir maltratando a los débiles. - Dije en tono serio.
-Me gusta cómo piensas.
Rowan. De nuestras anteriores misiones de reconocimiento, habíamos detectado el Alfa Frederick y yo que había un edificio apartado y a medio derrumbar en el que los cachorros se resguardaban. No sabía exactamente cuál de los edificios de los alrededores eran las barracas de los guardias a cargo del lugar, así que iríamos con cuidado y...Edson decidió que su plan era mejor y se transformó en lobo para aullar un desafío.-¡Joder Edson! - Gruñí cuando el resto de los lobos del lugar salió de algunas edificaciones y comenzaron a rodearnos. - ¿No podríamos seguir con sigilo?Él se transformó y sonrió cruelmente.-No. Estos bastardos han estado jugando con cachorros débiles, veamos qué pueden hacer contra adultos entrenados y motivados.Suspiré y me preparé para evitar que fueran por mi cuello.-Soy mejor en mi forma de lobo, aulla si necesitas algo Rowan.-Necesito que mis compañeros de batalla sean lobos cuerdos. - Dije cuando el tipo se lanzó contra el grupo
Rowan. Llegamos a la manada de Titus... a mi manada y encontramos casas a medio derrumbarse. Joder, y yo pensaba que la manada de Alan se veía mal, pero esto... esto era negligencia en todo su esplendor. Podía sentir que había una veintena de lobos por aquí. Alfa Frederick se quedó cuidando a todos en los camiones, así que solo éramos Edson y yo recorriendo el lugar. Aunque, ciertamente, no había mucho que recorrer. Ahora entendía por qué hace unos meses, cuando vine a entregarle las pruebas al Alfa de que nuestra manada no tuvo nada que ver con el ataque, no me dejaron pasar más allá del camino principal. No es como si hubiera sospechado algo de todas formas. Y cuando comencé a espiar a las manadas no me atreví a acercarme tanto por temor a que detectaran mi aroma y me asociaran con Bastian. La tregua aún pendía de una línea muy fina. Bueno, supongo que ya no tenían que preocuparse por dos manadas, pensé mientras observaba a Edson asomarse por la ventan
Rowan (Capítulo extra V)No creímos que la "pequeña" crisis de las lobas que estaba sufriendo Bastian fuera tan grave hasta que nos adentramos más allá de la entrada de la manada.Caos y gritos frenéticos trataban de ser contenidos por muchos guardias que formaban una barrera para que no llegaran hasta nosotros. Yo estaba sorprendido.Miré brevemente a Edson y él parecía más bien asqueado con todo el asunto.-¡Silencio, lobas! - Gritó Edson cruzándose de brazos mientras usaba el comando Alfa. - ¡Dejen pasar a los lobos que necesitan ayuda urgente!Mágicamente se abrió un camino al momento por donde los guardias comenzaron a llevar rápidamente a las lobas, lobos y cachorros que tenían en brazos.En cuanto terminaron de pasar, las lobas volvieron a cerrar filas mientras nos miraban a ambos ansiosas. Bastian solo se puso a un lado y nos arqueó una ceja.Yo suspiré, sería un largo día.-¿Podrías encargarte de los humanos atados que siguen en el camión? - Pregunté a Bastian en voz baja pasa
Rowan (Capítulo extra VI)Terminé de correrme por toda la cama y creo que me desmayé porque la siguiente vez que abrí los ojos la luz que entraba por la única ventana del lugar era un poco más opaca.Miré hacia abajo y gemí asqueado. Yo estaba cubierto de mi propia suciedad mientras inhalaba como un adicto la sábana de la camilla. Al parecer mi mente había dado un paseo, pero mi cuerpo seguía queriendo liberarse al juzgar por mi mano que no dejaba de moverse.Joder, se me caería el pene a este ritmo. Solté mi miembro como si quemara y me planteé seriamente pedir ayuda. No creía que esto fuera normal al encontrar a tu pareja.Vaya, no era un experto ni nada pero había presenciado algunos "reconocimientos" de pareja y ninguno de los machos se puso a meneársela como un loco pervertido por horas... que yo supiera.¿Bastian me vería raro si le preguntara al respecto?Me levanté con piernas débiles y me asomé a través de las cortinas de la ventana. Sería ya por la tarde noche. ¿Cuánto tiem
Rowan. (Capítulo Extra VII)¿Quién hubiera pensado que tenía que utilizar la mierda Alfa para que mis lobos comieran?Solté un suspiro. Las lobas seguían desconfiando de mí y los lobos mayores me preguntaban cuándo los necesitaba para hacer el trabajo.Ni siquiera sabía de qué jodido trabajo estaban hablando y, para ser honesto, no tenía energía para averiguarlo. Ya había tenido al menos treinta pensamientos sobre buscar a alguna bruja y que hiciera budú o lo que mierda hiciera falta para revivir al Alfa bastardo solo para tener el placer de volverlo a matar.Me dirigí de vuelta a la habitación de los cachorros y me encontré con el semblante oscuro de Edson en el pasillo.-¿Qué pasa? - Dije acercándome.-Supongo que lo mismo que le sucede a las lobas de tu manada. - Dijo con un brillo peligroso en los ojos. - Malditos bastardos. Lo que sea, partiré en unos minutos, ¿Necesitas algo más?-No, hermano. - Dije con media sonrisa. Había comenzado a llamarlo así cuando el jodido fue a buscar
Rowan. (Capítulo extra VIII)-¡En serio, para antes de que nos matemos! ¡Tienes a los cachorros atrás y sin cinturones de seguridad!Fue esa última frase la que me hizo dejar de presionar el pedal del acelerador. Poco a poco mi cordura fue regresando. Aunque fue a cuentagotas.-Demonios, tío Rowan. Sabía que te pondrías un poco ansioso pero...-Completa.-¿Qué?-Dime la historia completa. - Dije entre dientes apretados.Él me había dicho que tenía mucha más información y la quería en este momento.El cachorro suspiró.-Bien, solo pon los ojos en la carretera. - Dijo estrechando los ojos. - Y no me interrumpas hasta que termine.Yo asentí mirando al frente de nuevo. Ni siquiera me había dado cuenta de que seguía conduciendo mientras lo miraba a él.-Bueno, la historia que te interesa comienza así: La doctora Paula había estado un poco ansiosa las últimas semanas. Normal, los partos de las lobas siempre les producen ansiedad...-¿Y cómo m****a sabes eso? - Gruñí.El me gruñó de regreso.
Lia Vanesa. (Capítulo extra IX) Mi compañero era muy atractivo incluso en su forma de lobo, pensé mientras lo veía seguir a Toby hacia la entrada de la manada. Entonces me dirigí hacia todos los que quedábamosen el claro. -Muy bien, quizá no sea nada, quizá sea un ataque o quiza sean el resto de los cachorros; así por favor evacuemos el lugar mientras los guardias nos traen noticias. - Dije haciendo un gesto hacia la casa de los cachorros alias la nueva y mejorada casa de la manada. - Cachorros, al refugio junto con el profesor y los lobos constructores. El resto, quiero que vaya a la zona del lago y se oculten entre la hierba alta; los necesito listos como refuerzo para el grupo de mi compañero ante el menor signo de lucha. ¿Todos entendieron? -Si, Luna. Yo sonreí. Nunca me acostumbraría. Mi hermano más temprano nos había avisado que enviaría a los cachorros en dos viajes porque era más seguro de esta manera con todo lo que estaba pasando con el resto de manadas. El primer lote
Había algo que estaba haciendo mucho ruido. De ese ruido que aturdía los oídos. Intenté abrir los ojos pero me sentía bastante cansada. -Hora de comer, bebé. - Dijo una voz femenina y entonces el ruido se fue alejando. Traté de gruñir porque, de alguna forma, sentía que el ruido debía de estar conmigo. El ruido debía seguir aquí y taladrarme los oídos... Er inútil. Perdí la lucha por intentar mover los músculos y simplemente seguí durmiendo. A veces podía escuchar algunas voces masculinas hablando, pero no podía distinguir lo que decían. La siguiente vez que mis ojos quisieron abrirse fue porque había un silencio ensordecedor. Se sentía mal así que luché contra mi somnolencia y la luz del sol lastimó mis ojos por breves segundos. Volví a abrirlos más lentamente esta vez y me encontré acostada en una camilla dentro de una habitación grande, cálida... y desconocida. ¿Dónde estoy? Frente a mí había un ventanal y un par de pasos más alejada de la camilla se encontraba una puerta.