En cuanto cumplí la mayoría de edad compré una pequeña casa a las orillas de la zona residencial.
Había trabajado desde pequeña, así que tenía algo de dinero ahorrado.En ese entonces el espacio se sentía enorme. ¿Ahora? Ahora me sentía un poco claustrofóbica.Llevaba en mi antigua manada un par de semanas esperando pacientemente a que mi bebé quisiera salir. En teoría tendría que ser en uno de estos días ya que acababa de cumplir los nueve meses de embarazo.Me había hecho un par de tomografías para ver si la posición en la que venía era la correcta y también para saber el sexo. Era una hermosa niña.Bien, algo bueno salió de esa noche de fogata en la que brevemente creí que la otra parte de la paternidad quería una relación estable conmigo.No sé por qué m****a me sorprendía. Yo había asistido un montón de partos con la misma historia: Chicos en una noche alocada sin protección daba como resultado a un bebé. Y casi nunca el padre se quedaba para ayudar a criar.Si. Me sentí un poco estúpida por no haberlo sospechado antes, yo solo fui un cuerpo caliente con el que desahogarse en la luna llena.Lección aprendida.Si mi pareja no me quiso, ¿Por qué con un lobo sería diferente? Además, hasta donde sabía, él no había encontrado a su pareja. No estaba en la misma situación que yo, él tenía una pareja en alguna parte.Después de mucha autoterapia y un cambio de territorio, yo estaba lista para seguir adelante. Mi pequeña Valerie, yo y mi nuevo título de Beta.Yo, una Beta.Si me hubieran dicho hace un año que tendría un bebé, cambiaría de manada y sería una Beta, yo hubiera disparado a esa persona.Como sea, el trabajo era sorprendentemente más fácil que ser doctora. Alfa Rose estaba bastante impresionada con mi habilidad de organizar, clasificar y hacerme cargo de los pequeños asuntos.-Es como si hubieses nacido para esto. - Dijo Alfa Rose con una sonrisa. - ¿Cómo es que lo haces?-Trabajé en al recepción de la clínica por un tiempo antes de ser doctora. Después fui encargada de los archivos de los pacientes y me ascendieron a jefe del área de urgencias. Esto -Dije señalando su montaña bien organizada de papeles sobre el escritorio- está mucho más organizado y con mejor letra de esos archivos.Ella solo se rió y murmuró algo sobre conseguir un doctor como Beta porque fue una genial idea.Si, creo que estaba lista para el reto de encargarme de un bebé, ser la doctora oficial de la manada y cumplir con los deberes de un Beta. Era una manada pequeña, así que no sería un trabajo enorme y me daría la oportunidad de criar a mi hija en un ambiente tranquilo. Después de todo, era una manada conformada principalmente por niños.La vida era buena... hasta que ya no lo fue.Justo por la noche había comenzado a sentirme inquieta. Era como si hubiera una leve presión en mi abdomen que me impedía estar en una posición cómoda para dormir.Me sentía demasiado extraña; ahí fue cuando supe que estaba por dar a luz y una enorme sonrisa se deslizó por mis labios.Me levanté de la cama en la oscuridad y salí al patio para transformarme. No tendría a mi bebé en mi forma de lobo, pero ayudaría a que el bebé saliera más rápido si hacía un medio trote por el bosque.Estaba yo dando algunos pasos en mi forma de lobo cuando lo sentí. Fue como si una luz invadiera mi cuerpo y cosquilleo caliente inundara mis venas.Traté de pararlo porque eso solo podía significar una cosa: Luna.Estaba pasando por el proceso de convertirme en una Luna. No podía.Malditamente no podía.Mientras más luchaba, más brillaba y la sangre comenzó a hervirme. Podía sentirlo.Con lagrimas de frustración dejé la lucha por el bien de mi bebé y todo acabó en un par de segundos. Mi cuerpo dejó de ser un jodido árbol de navidad y el característico olor a Luna comenzó a emanar de mi cuerpo.Colapsé en un lío lloroso. ¿Por qué ahora?Hace nueve meses la oportunidad de tener un nuevo compañero la hubiera recibido con los brazos abiertos. Ahora quería gritar... y vómitar. Quizá no en ese órden.Me levanté con mis patas inestables y dejé salir el contenido de mi estómago. Esa presión que hice en mis músculos hizo que un terrible dolor en mi zona pélvica comenzara. Estaba adelantando lo inevitable.Me transformé y me dirigí de nuevo hacia mi casa; tomé las llaves del auto que acababa de conseguir el mes pasado y volví a salir para llegar a la clinica. Necesitaba algo para contener las nauseas... y necesitaba pensar en qué m****a haría.Era el peor momento para tener a mi bebé.Me subí al auto con piernas inestables y recordé todos y cada uno de los consejos que yo daba a las lobas que estaban por dar a luz.1. Respirar profundo.Respirar era una m****a. Ni siquiera podía hacerlo con normalidad, ¿Cómo lo haría profundamente?2. Tranquilizarme.¡Ja! Claro que me tranquilizaría, en cuanto despierte de esta horrible pesadilla en la que me he convertido en Luna a unos momentos antes de parir.Nuestra Gran Madre debía de estar partiéndose de risa en este momento.La pregunta más obvia aquí era ¿Por qué carajo ninguna de las lobas que llegaron a mi consultorio me rebanó la garganta después de darles tan inútiles consejos?Me detuve una calle antes de llegar a la clínica porque, sencillamente, el lugar estaba repleto. De hecho había una gran fila con lobas en diferentes estados de agitación esperando entrar al área de urgenciasNo sabía que estaba pasando y, la verdad, tenía problemas más importantes como para detenerme y preguntarles sobre sus asuntos.Caminé / me arrastré hasta la recepción pasando por delante de las lobas. Algunas me gruñeron hasta que mi aura y mi olor llegó hasta sus fosas nasales. Después de eso bajaron la mirada.Cuando por fin estaba llegando a recepción, pude captar más o menos el por qué del alboroto.-Por última vez Sydney. - Dijo la loba en turno de la recepción. - Ni aunque me pagues una ridícula cantidad de dinero voy a hacer que pases con un doctor. ¡No es una m*****a emergencia!-¡Lo es! Alguien tiene que revisar mi nariz, ¡Estoy segura de que yo soy una Luna!-¡Yo también lo soy!Las chicas más cercanas a la loba recepcionista comenzaron a gritar que todas eran Lunas, así que ignoraron mi avance lento y tortuoso hasta su escritorio.Justo en ese momento la loba me vió y se levantó como un resorte.-¡¿Doctora Paula?! ¡¿Ya es hora?!Por supuesto que me reconocía, había estado viniendo cada tercer día para controlar el día del parto de mi bebé. No quería que me sorprendiera.Casi me reí. Casi.-Dile al doctor Harry que estoy lista. - Dije con dientes apretados.Ella corrió ignorando los chillidos histéricos de las lobas sobre "merecer" ser atendidas en ese mismo momento.-¡Seguramente lo de esa loba ni siquiera es urgente! ¡Parir no es complicado! - Gritó la más ruidosa a la espalda de la loba recepcionista. - ¡Trae a todo el maldito personal para que me atiendan ahora mismo!Eso me hizo verdaderamente enojar. Así que gruñí y saqué en ese único sonido todo mi dolor y frustración por una situación que me rebasaba. No estaba de humor para aguantar a lobas idiotas.La habitación se volvió silenciosa.Por el pasillo llegó corriendo el doctor Harry junto a una enfermera llevando una silla de ruedas.La enfermera me acomodó amablemente mientras el doctor me hacía preguntas. Admiré su profesionalidad, ni siquiera parpadeó al olerme de cerca.La enfermera solo me miró con preocupación.Si, yo también estaba preocupada.Ingresamos y me llevaron hasta una camilla en la que me acosté en posición fetal.Otras enfermeras comenzaron a llegar trayendo los instrumentos necesarios. El doctor las envió brevemente a solicitar un médico de guardia para que atendiera a la fila enorme que aún se encontraba afuera.Después de que salieran de la habitación, el doctor comenzó a ponerse sus guantes cuando el sonido del móvil que se asomaba de su bata sonó fuertemente.-Dame un segundo. Permíteme ponerlo en silencio... m****a. Es mi hija.-Adelante, este bebé puede esperar unos minutos más. - Dije con un intento de sonrisa.-Lo siento, nunca llama a no ser que sea una emergencia. - Dijo y contestó rápidamente.-¡Papá! Necesito verte, ¡Es urgente! Voy para allá. - Dijo la voz de una loba joven al otro lado.-¿Qué es? ¿Qué sucede?-Mi amiga Abigail acaba de llamarme; Alfa Luna Rose ha enviado un mensaje a todas las lobas solteras y de más de quince años para que nos presentemos al amanecer en la explanada junto al árbol de Noa. - Dijo apresuradamente como si estuviera corriendo.El doctor parpadeó.-Uh...-Vienen dos nuevos Alfas al territorio, ¡Dos jovenes! Vienen a buscar a su Luna. - Chilló histéricamente.El doctor Harry me miró brevemente ya que yo chillé junto con ellaCarajo, carajo, carajo...Esta iba a ser una larga madrugada.-Uh... está bien, ¿Qué es lo urgente? -Dijo el doctor cuando le hice un gesto de que estaba bien."Solo contracciones" articulé.-Necesito que cheques mi nariz. Yo debo de ser la Luna que buscan, es solo que aún debe de ser muy ligero el aroma. - Dijo con un jadeo. - Estoy a diez minutos.-Hija... - Dijo apretando los ojos con los dientes apretados. - Eso no es malditamente urgente.-¡Lo es!Mientras el doctor seguía discutiendo con su hija, yo tuve que pensar rápido.No había leído el mensaje del que hablaba la loba, pero eso no era relevante ahora. Lo importante es que el amanecer era en tres horas.Tres horas para que me encuentren.Joder, no podría moverme mucho después de dar a luz. Tendría que irme de aquí ahora.En mi cabeza nublada por el dolor se me ocurrió el plan más estúpidamente temerario y desesperado del mundo.Llamé la atención del doctor Harry y le susurré que los gritos me estaban dando migraña. Enseguida se disculpó y salió de la habitación.No había tiempo. Apreté
Había pasado más de medio año desde que dejé mi manada y vine a los territorios centrales.Ni siquiera sabía qué mierda era lo que estaba buscando aquí, pero eso no me impidió observar a la distancia mientras acampaba en el bosque.Sorprendentemente aun recordaba cómo sobrevivir solo y sin las comodidades básicas; Cazar, comer, buscar agua y refugio era algo a lo que había tenido que adaptarme cuando era pequeño.Ahora, con veintiséis años, me consideraba un lobo superviviente y capaz de superar cualquier obstáculo. Eso no quería decir que disfrutara particularmente la situación. -Joder. - Murmuró el Alfa Frederick frunciendo el ceño ante nuestra fogata.Hace un par de meses había venido hasta mi refugio para anunciar que me ayudaría con la vigilancia.¿Cómo me había encontrado cuando ni siquiera le había hablado de mi ubicación a Bastian? Un misterio, pero no estaba yo por la labor de decirle que su presencia no era requerida. Agradecía el acompañamiento, era solo q
Rowan -Terminé mis asuntos aquí, ahora pon marcha hacia la manada de Gustav. - Dijo Alfa Frederick horas más tarde.Literalmente creo que no se tardó más de cinco minutos en el territorio del Alfa Alan.-Uh... si, Alfa Frederick. ¿El cachorro es de esa manada?-Lo es. ¿Lo alimentaste mientras me esperabas?-Le di una hamburguesa. Se la comió pero sigue sin querer hablar.No sabía si el cachorro no podía hablar por alguna cuestión fisiológica o si el pobre había visto demasiado para su impresionable mente.Estos últimos minutos había tratado de que me dijera su nombre, pero el cachorro solo me miraba fijamente mientras masticaba.-Bueno, no es nuestra misión hacer que el cachorro hable. Solo tenemos que llevarlo a casa. Después de eso tú y yo debemos volver al campamento.¿Volver?Ciertamente no me oponía a regresar, pero si para este momento ya habían encontrado a los lobos muertos, era seguro que habría seguridad reforzada como mínimo.O que los hubieran ca
Rowan. De nuestras anteriores misiones de reconocimiento, habíamos detectado el Alfa Frederick y yo que había un edificio apartado y a medio derrumbar en el que los cachorros se resguardaban. No sabía exactamente cuál de los edificios de los alrededores eran las barracas de los guardias a cargo del lugar, así que iríamos con cuidado y...Edson decidió que su plan era mejor y se transformó en lobo para aullar un desafío.-¡Joder Edson! - Gruñí cuando el resto de los lobos del lugar salió de algunas edificaciones y comenzaron a rodearnos. - ¿No podríamos seguir con sigilo?Él se transformó y sonrió cruelmente.-No. Estos bastardos han estado jugando con cachorros débiles, veamos qué pueden hacer contra adultos entrenados y motivados.Suspiré y me preparé para evitar que fueran por mi cuello.-Soy mejor en mi forma de lobo, aulla si necesitas algo Rowan.-Necesito que mis compañeros de batalla sean lobos cuerdos. - Dije cuando el tipo se lanzó contra el grupo
Rowan. Llegamos a la manada de Titus... a mi manada y encontramos casas a medio derrumbarse. Joder, y yo pensaba que la manada de Alan se veía mal, pero esto... esto era negligencia en todo su esplendor. Podía sentir que había una veintena de lobos por aquí. Alfa Frederick se quedó cuidando a todos en los camiones, así que solo éramos Edson y yo recorriendo el lugar. Aunque, ciertamente, no había mucho que recorrer. Ahora entendía por qué hace unos meses, cuando vine a entregarle las pruebas al Alfa de que nuestra manada no tuvo nada que ver con el ataque, no me dejaron pasar más allá del camino principal. No es como si hubiera sospechado algo de todas formas. Y cuando comencé a espiar a las manadas no me atreví a acercarme tanto por temor a que detectaran mi aroma y me asociaran con Bastian. La tregua aún pendía de una línea muy fina. Bueno, supongo que ya no tenían que preocuparse por dos manadas, pensé mientras observaba a Edson asomarse por la ventan
Rowan (Capítulo extra V)No creímos que la "pequeña" crisis de las lobas que estaba sufriendo Bastian fuera tan grave hasta que nos adentramos más allá de la entrada de la manada.Caos y gritos frenéticos trataban de ser contenidos por muchos guardias que formaban una barrera para que no llegaran hasta nosotros. Yo estaba sorprendido.Miré brevemente a Edson y él parecía más bien asqueado con todo el asunto.-¡Silencio, lobas! - Gritó Edson cruzándose de brazos mientras usaba el comando Alfa. - ¡Dejen pasar a los lobos que necesitan ayuda urgente!Mágicamente se abrió un camino al momento por donde los guardias comenzaron a llevar rápidamente a las lobas, lobos y cachorros que tenían en brazos.En cuanto terminaron de pasar, las lobas volvieron a cerrar filas mientras nos miraban a ambos ansiosas. Bastian solo se puso a un lado y nos arqueó una ceja.Yo suspiré, sería un largo día.-¿Podrías encargarte de los humanos atados que siguen en el camión? - Pregunté a Bastian en voz baja pasa
Rowan (Capítulo extra VI)Terminé de correrme por toda la cama y creo que me desmayé porque la siguiente vez que abrí los ojos la luz que entraba por la única ventana del lugar era un poco más opaca.Miré hacia abajo y gemí asqueado. Yo estaba cubierto de mi propia suciedad mientras inhalaba como un adicto la sábana de la camilla. Al parecer mi mente había dado un paseo, pero mi cuerpo seguía queriendo liberarse al juzgar por mi mano que no dejaba de moverse.Joder, se me caería el pene a este ritmo. Solté mi miembro como si quemara y me planteé seriamente pedir ayuda. No creía que esto fuera normal al encontrar a tu pareja.Vaya, no era un experto ni nada pero había presenciado algunos "reconocimientos" de pareja y ninguno de los machos se puso a meneársela como un loco pervertido por horas... que yo supiera.¿Bastian me vería raro si le preguntara al respecto?Me levanté con piernas débiles y me asomé a través de las cortinas de la ventana. Sería ya por la tarde noche. ¿Cuánto tiem
Rowan. (Capítulo Extra VII)¿Quién hubiera pensado que tenía que utilizar la mierda Alfa para que mis lobos comieran?Solté un suspiro. Las lobas seguían desconfiando de mí y los lobos mayores me preguntaban cuándo los necesitaba para hacer el trabajo.Ni siquiera sabía de qué jodido trabajo estaban hablando y, para ser honesto, no tenía energía para averiguarlo. Ya había tenido al menos treinta pensamientos sobre buscar a alguna bruja y que hiciera budú o lo que mierda hiciera falta para revivir al Alfa bastardo solo para tener el placer de volverlo a matar.Me dirigí de vuelta a la habitación de los cachorros y me encontré con el semblante oscuro de Edson en el pasillo.-¿Qué pasa? - Dije acercándome.-Supongo que lo mismo que le sucede a las lobas de tu manada. - Dijo con un brillo peligroso en los ojos. - Malditos bastardos. Lo que sea, partiré en unos minutos, ¿Necesitas algo más?-No, hermano. - Dije con media sonrisa. Había comenzado a llamarlo así cuando el jodido fue a buscar