Tercer capítulooooo mis cariñitos!! no las iba a dejar con las ganas jejeje Espero que les haya gustado el capítulo, BESOOOOOOOS
PenelopeCuando Nick se queda inmóvil, su rostro se endurece al mirar su teléfono, mi corazón se aprieta con una mezcla de preocupación y miedo. No tiene que decirlo, sé que algo malo ha pasado.—Nick, ¿qué pasa? —pregunto, mi voz temblando un poco.Esos ojos que hace segundos me veían con pasión ahora me miran con una mezcla de rabia e impotencia.—Es Natasha —responde él y siento de inmediato como todo mi cuerpo se tensa. No puede ser nada bueno—. Tiene a Micka.No, no, no….Un nudo empieza a formarse en mi garganta y siento como el pecho me espinoza a dolor al tiempo que un escalofrío recorre mi espalda. —Es un niño—digo y la voz se me rompe—¡Es solo un niño, Nick!Veo como la quijada de Nick se endurece y sin dudarlo me atrae hacia él y yo no dudo en enterrar mi cabeza contra su pecho.Natasha es peligrosa y capaz de cualquier cosa. La idea de que tenga a Micka me aterroriza.—¿Qué dice el mensaje? —insisto, tratando de mantener la calma.Nick deja salir un gruñido y me muestra l
NicklausLas luces de la carretera pasan a mi lado como destellos fantasmales mientras conduzco hacia el lugar acordado. Penélope está sentada a mi lado, su mano temblando en la mía. Puedo sentir la tensión en sus músculos y sé que su mente está en Micka, rezando para que todo salga bien.—Vamos a sacarlo de allí —le digo, tratando de infundirle confianza—. Te lo prometo, Peaches.—Lo haremos, lo sé.Ella asiente, aunque sus ojos están llenos de preocupación. Siento el peso de su miedo en mi propio pecho. Natasha es una amenaza real y el hecho de que esté metida en todo el tema de la magia negra la hace mucho más volátil, y no sabemos hasta qué punto puede llegar para conseguir lo que quiere.Finalmente, llegamos a la vieja fábrica abandonada. El lugar parece sacado de una película de terror, con sus paredes derruidas y ventanas rotas. Aparco el coche a una distancia prudente y nos bajamos, caminando en silencio hacia la entrada.Detrás nuestro veo bajarse del otro auto a Blake, Samuel
PenelopeEl plan acaba de convertirse en un completo desastre.Por un momento pensé que podíamos simplemente engañar a Natasha y llevarnos a Micka, pero ahora mientras me encuentro viendo de frente a la enorme bestia me doy cuenta que fuimos demasiado optimistas.El rugido del lobo retumba en mis oídos, haciéndome sentir un escalofrío que recorre mi espalda. Miro a Micka, sus ojos llenos de lágrimas y miedo, y siento una ola de furia crecer dentro de mí. No puedo dejar que esta situación se nos escape de las manos. Nick está tenso a mi lado, preparado para luchar y defendernos, pero sé que Natasha tiene la ventaja con ese monstruo a sus pies.—¡Nick, tenemos que hacer algo! —digo, mi voz temblando de urgencia.—Lo sé, Peaches. Pero debemos ser cuidadosos —responde, sin apartar la vista del lobo enorme que nos bloquea el camino.Natasha se pone de pie lentamente, su sonrisa desquiciada brillando a través de la penumbra. —¿De verdad creyeron que podían simplemente marcharse? ¡Cómo si n
NatashaLa noche es oscura y silenciosa, perfecta para mis propósitos. La bestia me lleva a través del bosque, sus enormes patas aplastando la vegetación bajo nosotros. El viento helado azota mi rostro y mis pensamientos son un caos. Penélope, esa m4ldita mocosa aparecida ha arruinado todo. ¡Todo! Mi mente, no deja de dar vueltas en todo lo que me ha quitado convirtiéndose en un torbellino de rabia y odio.Voy a vengarme, voy a hacerla pagar y rogar por piedad. Ella va a ponerse de rodillas ante mi y Nick va a estar ahí para verlo todo.Finalmente, llegamos a una casa abandonada, justo después de la frontera del territorio de Frederick. Aquí pasé gran parte de mi adolescencia escabullendo con chicos de la manada, uno de esos chicos es la gran bestia que me lleva a cuestas ahora mismo.La bestia, Thorne, me deja suavemente en el suelo. Miro a mi alrededor. Las ventanas están rotas, la maleza ha invadido el jardín y la estructura parece a punto de colapsar. Sin embargo, es un refugio t
NicklausReunirme con los otros alfas siempre ha sido una tarea complicada, pero ahora más que nunca, con la amenaza de Frederick acechando, necesitamos unir fuerzas. Miro a Penelope a mi lado, y veo en sus ojos la misma determinación que siento arder en mi pecho. Debemos detener a Frederick antes de que cause más daño, y para eso necesitamos a todos.Entramos en la gran sala de reuniones, una habitación amplia con un techo alto y paredes cubiertas de mapas y documentos estratégicos. Los otros alfas ya están allí, discutiendo en voz baja mientras esperan que la reunión comience.—Nicklaus —me llama Samuel, su voz resonando con autoridad—. Ya han llegado todos los lideres que aceptaron venir, estamos listos para escucharte.Pienso en las manadas presentes. Samuel, alfa de la manada Luna Roja, es conocido por su fortaleza y habilidad estratégica. Su manada es la más numerosa y mejor entrenada para la batalla. Eliot, alfa de la manada del Rayo Plateado, es famoso por su rapidez y destrez
PenelopeHan pasado 15 días de engañosa calma y las tensiones entre las manadas solamente han incrementado. Nosotros seguimos quedándonos junto a Samuel, aunque Nick se ha estado moviendo por las distintas manadas para asegurarse de que todo el mundo esté preparado.Sin embargo, desde hace días tengo una sensación en el cuerpo que no me deja descansar y he tenido sueños cada vez más extraños.Dejo salir un suspiro y decido que lo mejor es que ayude a hacer las rondas de seguridad, el encierro no me ayuda en nada y el hecho de que Nick no haya llegado solo me pone peor.Salgo de la habitación y llego hasta el playón en dónde los lobos se encuentran preparándose para sus tareas y me acerco hacia dónde Marcus se encuentra, este al verme me regala una sonrisa que no dudo en regresar.Luego de todo lo que pasó he mantenido una amistad con el beta.—Mira nada más, pero si es mi hibrida favorita—me dice Marcus consiguiendo que me ría.—Soy la única que conoces—le digo negando con la cabeza y
NicklausTal como lo había previsto el haber llegado con un montón de extraños a la manada hizo que las cosas se pusieran aún más tensas de lo que ya estaban, sin embargo al final Samuel actúo de la mejor forma y decidió que los desertores se quedaran en la manada y que dieran a cambio toda la información que tuvieran sobre los planes de Frederick.Ahora solo tengo una cosa en mente: Complacer a mi compañera.Desde que escapamos de la cabaña y recatamos a Micka de las manos de Natasha, Penelope y yo no hemos vuelto a tener un momento solo de los dos y aunque sé que estamos en medio de una guerra, después de todo lo que hemos pasado creo que nos merecemos un momento especial, y es por eso que le tengo una sorpresa.Blake me ha ayudado y le ha entregado a Peaches una nota en dónde dice que nos veremos en la cabaña cerca del lago que es justo a dónde voy ahora.Con el corazón latiendo con anticipación, me dirijo a la cabaña junto al lago que hay en la manada. La luz del atardecer se refle
Penelope¿Han tenido alguna vez esa sensación de querer despertar y no poder? Es justo así cómo me siento ahora mismo.Tengo los ojos cegados por la inmensa luz que hay delante de mí y puedo sentir como todo el cuerpo me hormiguea, pero no entiendo por qué. No sé dónde estoy, sin embargo cuándo la luz poco a poco se va atenuando alcanzo a ver la silueta de una mujer enfrente mío.Cómo si de un imán se tratara mis pies comienzan a caminar directo hacia la mujer y el hormigueo en mi cuerpo se va haciendo cada vez más fuerte a medida que me acerco y puedo ver sus facciones: Cabello plateado, piel blanca, ojos grises… Ella es… es…—Hola Penelope, llevo mucho tiempo esperándote.—Diosa Luna…—le digo con una exhalación y ella me regala una sonrisa maternal—Yo…No entiendo ¿En dónde estoy?—Estamos en tus sueños, por supuesto. A veces los sueños son los lugares más seguros para hablar y dejar mensajes, pero en esta ocasión he tenido que venir por mí misma porque tengo un mensaje muy importante