Ayyyy que se viene la prueba para Nick! Mis cariños muchas gracias por leer! Ya casi se culminan las misiones y con ellas la historia! Besoos
Nicklaus La Mano de Penny está apretando la mía con tanta fuerza que veo que tiene los nudillos blancos. Entonces escucho su voz en mi mente. —No vas a entrar a ese laberinto tu solo—me dice y puedo escuchar la desesperación en sus palabras. —Nena, voy a estar bien—respondo por el vínculo, pero ella aprieta más mi mano y me dice: —El va a hacer que revivas tus peores momentos. Harán que veas… que me veas morir. No puedo dejar que te enfrentes a eso solo. Por favor, deja que vaya contigo. Siento que el pecho se me oprime y las ganas de abrazar y besar a la mujer a mi lado son enormes. —De acuerdo, nena. Respiro hondo y llevo los ojos hacia Blake y Bruno. Ambos me dan un asentido que me hace saber que al igual que Penny quieren entrar conmigo en el laberinto, lo que hace que me sienta agradecido de las personas que tengo a mi lado. Incluso las más nuevas. —Estoy listo—,digo finalmente, mirando al guardián. —Pero no voy a ir solo. Mis compañeros vendrán conmigo. El gua
PenelopeEl aire alrededor del laberinto está cargado de tensión. El cielo, que antes mostraba un azul claro, ahora parece más gris, como si el mismo mundo comprendiera la gravedad de lo que está por suceder. Miro hacia el laberinto, su estructura retorcida de espejos reflejando destellos distorsionados del entorno. Me siento pequeña frente a esa enorme construcción, pero lo que realmente me asfixia es la idea de que Nick esté allí dentro, enfrentándose a lo peor de sí mismo… solo."Esto no debería estar pasando", pienso mientras aprieto mis puños, deseando poder hacer algo, cualquier cosa, para acompañarlo. Pero no puedo. Las reglas son claras, solo él puede entrar. Y no puedo hacer más que esperar.Mis ojos se posan en Blake y Bruno, ambos tan tensos como yo. Sus rostros están cargados de la misma preocupación que siento en mi pecho, pero ninguno dice una palabra. Sé que ellos confían en Nick, como yo. Sin embargo, eso no hace que el nudo en mi estómago desaparezca.—¿Cuánto tiempo
NicklausEl aire aún se siente denso, cargado de una energía que no logro comprender del todo, pero que me hace estar en constante alerta. Mis ojos buscan al guardián, esperando su próximo movimiento. Lo veo de pie, inmóvil como siempre, observándome en completo silencio. Tiene esa misma mirada insondable que me ha perseguido desde el inicio de esta travesía.—Lo he conseguido —digo, mi voz firme, aunque no tan confiada como quisiera. Siento el peso de lo que acabo de pasar, pero lo he superado—. He superado la prueba. Es momento de que nos dejes pasar.La mano de Penny me da un leve apretón y yo se lo regreso al instante.El guardián inclina la cabeza hacia mí, sus ojos brillando con una intensidad que me pone los nervios de punta. Cuando habla, su voz retumba en el aire, profunda y reverberante.—Has demostrado que dentro de ti existe la fuerza necesaria —dice—. No solo para ser un Alfa, sino para entrar en la montaña sagrada. Ahora, todo depende de ustedes, de si tienen la fortalez
PenelopeEl aire dentro de la cueva es diferente al exterior. Es más denso, cargado de una energía que me eriza la piel al instante. Las paredes parecen respirar a mi alrededor, como si la montaña misma estuviera viva. Doy un paso detrás de Nick, pero, de repente, me detengo. El eco de mis pasos reverbera en la oscuridad, pero no hay otros sonidos.—¿Nick? —pregunto, mi voz apenas un susurro. No obtengo respuesta.Mis ojos buscan a Blake o a Bruno, pero no hay rastro de ellos. Estoy sola.El pánico se instala en mi pecho como una garra que se aprieta más y más con cada respiración. ¿Cómo es posible? Estábamos juntos hace solo unos segundos. Miro alrededor, esperando ver una sombra, una figura familiar, pero no hay nada. Solo la oscuridad y el sonido del viento que parece colarse por las grietas de la roca.—No, no, esto no está bien... —murmuro, sintiendo que mi corazón late con fuerza.Doy unos pasos hacia atrás, con la esperanza de que tal vez la salida siga ahí, de que quizás sim
PenelopeEl eco de mis pasos en la cueva parece burlarse de mí, recordándome lo sola que estoy. Cada sonido rebota en las paredes de roca, y aunque sé que estoy aquí por una razón, el aire pesado y la oscuridad me oprimen el pecho. La figura frente a mí, esa versión distorsionada de mí misma, me observa con una sonrisa que no llega a los ojos, una sonrisa cruel. La energía oscura que la rodea parece crecer, envolviendo el círculo de luz a nuestro alrededor. Me siento vulnerable, expuesta, como si todos mis secretos y miedos estuvieran a punto de salir a la luz.—¿Crees que puedes vencerme? —pregunta mi otra yo, su voz goteando veneno. La oscuridad en su tono me hiela la sangre.No respondo de inmediato. Mis ojos están fijos en ella, pero mi mente comienza a retroceder casi sin mi consentimiento, reviviendo momentos que preferiría olvidar. Mi padre… recuerdo la noche en que lo encontré, su cuerpo sin vida, el olor a sangre aún fresco en el aire. La rabia y el dolor que sentí fueron t
NicklausEl aire dentro de la cueva se siente pesado, cargado de tensión y algo más que no puedo describir. Penelope avanza detrás de mí, su respiración apenas audible, pero hay algo en el ambiente que no me deja tranquilo. No debería ser así. Este lugar… algo está mal.De repente, una luz brillante surge entre nosotros, dividiendo el espacio como una barrera infranqueable. Giro bruscamente y la veo: una pared de luz densa y pulsante que separa a Penelope de mí. Mis manos golpean la superficie de la barrera, pero no puedo atravesarla. Es como golpear una pared de piedra, pero más frustrante, más desesperante.—¡Penny! —grito su nombre, mi voz reverbera en las paredes de la cueva, pero la luz es impenetrable. No puedo verla claramente al otro lado—. ¡Penelope, contéstame!Blake y Bruno se acercan a mi lado, sus expresiones igual de desconcertadas que la mía. Blake extiende su mano hacia la luz, intentando analizarla, pero incluso él retrocede cuando la energía lo rechaza con un destello
PenelopeEstoy sentada en la parte trasera del auto, con Nick a mi lado, mientras Blake maneja y Bruno ocupa el asiento del copiloto. El paisaje a través de la ventana se desliza rápidamente, pero mi mente está lejos de aquí, atrapada en la prueba que acabo de superar. La luz, la barrera, esa otra versión de mí misma… todo sigue dando vueltas en mi cabeza. Me siento abrumada, pero también aliviada. Estoy viva. Lo logré. Pero, ¿qué significaba todo eso?Nick me observa de reojo, y siento su preocupación a través del vínculo que compartimos. Desde que salimos de la cueva, he estado envuelta en mis pensamientos, con las ganas crecientes de ver a mis hijos. Quiero sentirlos entre mis brazos, asegurarme de que están bien, que están a salvo. Después de todo lo que hemos pasado, eso es lo único que importa ahora.«¿Estás bien?» La voz de Nick resuena en mi mente a través del vínculo mental que compartimos, suave pero cargada de preocupación.No puedo evitar sonreír levemente, a pesar del to
Penelope.Finalmente nos hemos reunido para contarle a Tarkin todo lo ocurrido en la última semana.La sala está tranquila, pero la tensión en el aire es palpable. Tarkin camina de un lado a otro, su expresión endurecida mientras escucha con atención lo que Nick le cuenta sobre el viaje. Me acomodo en el sillón, observando cómo su ceño se frunce cada vez más. Es comprensible; después de todo, no es fácil procesar todo lo que hemos pasado en los últimos días.Sin embargo, cuando llegamos a la parte en dónde Bruno es atacado por una bestia desconocida, todo el rostro del alfa palidece, antes de mirar a su hermano.No hay ser brujo para saber que el menor no le dijo nada.—¿ Bruno? —pregunta de repente, deteniéndose frente a su hermano.Bruno levanta una mano, intentando calmar la preocupación en los ojos de Tarkin.—Estoy bien, Tark —dice con una sonrisa suave, aunque su voz revela rastros de cansancio—. Solo fue un rasguño.No fue solo un rasguño, todos lo sabemos. Lo que ocurrió en ese