Un tercer capítulo para cerrar el día!! muchas gracias por leer!
NicklausEl aire aún se siente denso, cargado de una energía que no logro comprender del todo, pero que me hace estar en constante alerta. Mis ojos buscan al guardián, esperando su próximo movimiento. Lo veo de pie, inmóvil como siempre, observándome en completo silencio. Tiene esa misma mirada insondable que me ha perseguido desde el inicio de esta travesía.—Lo he conseguido —digo, mi voz firme, aunque no tan confiada como quisiera. Siento el peso de lo que acabo de pasar, pero lo he superado—. He superado la prueba. Es momento de que nos dejes pasar.La mano de Penny me da un leve apretón y yo se lo regreso al instante.El guardián inclina la cabeza hacia mí, sus ojos brillando con una intensidad que me pone los nervios de punta. Cuando habla, su voz retumba en el aire, profunda y reverberante.—Has demostrado que dentro de ti existe la fuerza necesaria —dice—. No solo para ser un Alfa, sino para entrar en la montaña sagrada. Ahora, todo depende de ustedes, de si tienen la fortalez
PenelopeEl aire dentro de la cueva es diferente al exterior. Es más denso, cargado de una energía que me eriza la piel al instante. Las paredes parecen respirar a mi alrededor, como si la montaña misma estuviera viva. Doy un paso detrás de Nick, pero, de repente, me detengo. El eco de mis pasos reverbera en la oscuridad, pero no hay otros sonidos.—¿Nick? —pregunto, mi voz apenas un susurro. No obtengo respuesta.Mis ojos buscan a Blake o a Bruno, pero no hay rastro de ellos. Estoy sola.El pánico se instala en mi pecho como una garra que se aprieta más y más con cada respiración. ¿Cómo es posible? Estábamos juntos hace solo unos segundos. Miro alrededor, esperando ver una sombra, una figura familiar, pero no hay nada. Solo la oscuridad y el sonido del viento que parece colarse por las grietas de la roca.—No, no, esto no está bien... —murmuro, sintiendo que mi corazón late con fuerza.Doy unos pasos hacia atrás, con la esperanza de que tal vez la salida siga ahí, de que quizás sim
PenelopeEl eco de mis pasos en la cueva parece burlarse de mí, recordándome lo sola que estoy. Cada sonido rebota en las paredes de roca, y aunque sé que estoy aquí por una razón, el aire pesado y la oscuridad me oprimen el pecho. La figura frente a mí, esa versión distorsionada de mí misma, me observa con una sonrisa que no llega a los ojos, una sonrisa cruel. La energía oscura que la rodea parece crecer, envolviendo el círculo de luz a nuestro alrededor. Me siento vulnerable, expuesta, como si todos mis secretos y miedos estuvieran a punto de salir a la luz.—¿Crees que puedes vencerme? —pregunta mi otra yo, su voz goteando veneno. La oscuridad en su tono me hiela la sangre.No respondo de inmediato. Mis ojos están fijos en ella, pero mi mente comienza a retroceder casi sin mi consentimiento, reviviendo momentos que preferiría olvidar. Mi padre… recuerdo la noche en que lo encontré, su cuerpo sin vida, el olor a sangre aún fresco en el aire. La rabia y el dolor que sentí fueron t
NicklausEl aire dentro de la cueva se siente pesado, cargado de tensión y algo más que no puedo describir. Penelope avanza detrás de mí, su respiración apenas audible, pero hay algo en el ambiente que no me deja tranquilo. No debería ser así. Este lugar… algo está mal.De repente, una luz brillante surge entre nosotros, dividiendo el espacio como una barrera infranqueable. Giro bruscamente y la veo: una pared de luz densa y pulsante que separa a Penelope de mí. Mis manos golpean la superficie de la barrera, pero no puedo atravesarla. Es como golpear una pared de piedra, pero más frustrante, más desesperante.—¡Penny! —grito su nombre, mi voz reverbera en las paredes de la cueva, pero la luz es impenetrable. No puedo verla claramente al otro lado—. ¡Penelope, contéstame!Blake y Bruno se acercan a mi lado, sus expresiones igual de desconcertadas que la mía. Blake extiende su mano hacia la luz, intentando analizarla, pero incluso él retrocede cuando la energía lo rechaza con un destello
PenelopeEstoy sentada en la parte trasera del auto, con Nick a mi lado, mientras Blake maneja y Bruno ocupa el asiento del copiloto. El paisaje a través de la ventana se desliza rápidamente, pero mi mente está lejos de aquí, atrapada en la prueba que acabo de superar. La luz, la barrera, esa otra versión de mí misma… todo sigue dando vueltas en mi cabeza. Me siento abrumada, pero también aliviada. Estoy viva. Lo logré. Pero, ¿qué significaba todo eso?Nick me observa de reojo, y siento su preocupación a través del vínculo que compartimos. Desde que salimos de la cueva, he estado envuelta en mis pensamientos, con las ganas crecientes de ver a mis hijos. Quiero sentirlos entre mis brazos, asegurarme de que están bien, que están a salvo. Después de todo lo que hemos pasado, eso es lo único que importa ahora.«¿Estás bien?» La voz de Nick resuena en mi mente a través del vínculo mental que compartimos, suave pero cargada de preocupación.No puedo evitar sonreír levemente, a pesar del to
Penelope.Finalmente nos hemos reunido para contarle a Tarkin todo lo ocurrido en la última semana.La sala está tranquila, pero la tensión en el aire es palpable. Tarkin camina de un lado a otro, su expresión endurecida mientras escucha con atención lo que Nick le cuenta sobre el viaje. Me acomodo en el sillón, observando cómo su ceño se frunce cada vez más. Es comprensible; después de todo, no es fácil procesar todo lo que hemos pasado en los últimos días.Sin embargo, cuando llegamos a la parte en dónde Bruno es atacado por una bestia desconocida, todo el rostro del alfa palidece, antes de mirar a su hermano.No hay ser brujo para saber que el menor no le dijo nada.—¿ Bruno? —pregunta de repente, deteniéndose frente a su hermano.Bruno levanta una mano, intentando calmar la preocupación en los ojos de Tarkin.—Estoy bien, Tark —dice con una sonrisa suave, aunque su voz revela rastros de cansancio—. Solo fue un rasguño.No fue solo un rasguño, todos lo sabemos. Lo que ocurrió en ese
NicklausEl aire en la sala es denso, cada uno de nosotros está procesando lo que acaba de decir Penelope. Otro anillo... La idea me incomoda, pero al mismo tiempo no puedo evitar sentir curiosidad. Sin embargo, mi mayor preocupación ahora no es el anillo en sí, sino lo que significa para Penny.Verla aquí, tan segura de que ella podría ser el arma... no puedo evitar que los recuerdos de la guerra de hace dos años se agolpen en mi mente. La diosa me dijo lo mismo entonces, que ella sería la clave para terminar con todo, y en lugar de salvarla, la perdí.Respiro profundo, tratando de no dejar que esas emociones me dominen ahora. Pero el miedo está ahí, en cada fibra de mi ser.Blake es el primero en romper el silencio.—¿Otro anillo? —pregunta, claramente sorprendido.Penelope asiente con lentitud, sus ojos fijos en el anillo que ahora sostiene Tarkin.—Sí, parece que este anillo está incompleto. El diseño no está terminado. Tal vez, si encontramos el otro, podamos desbloquear su verdad
PenelopeEl eco de nuestros pasos resuena en el oscuro pasillo de piedra mientras nos dirigimos a la celda del prisionero. Cada vez que me acerco a esta zona, siento un nudo en el estómago, una mezcla de nervios y anticipación. No puedo dejar de pensar en lo que estamos por descubrir... o en lo que aún permanece oculto.Nick camina a mi lado, su cuerpo tenso, y puedo sentir su preocupación, aunque trata de ocultarla detrás de una fachada de liderazgo. Blake y Tarkin están justo detrás de nosotros, susurros apenas audibles entre ellos mientras discuten las posibles preguntas que le haremos al prisionero.—¿Crees que funcionará otra vez? —me pregunta Nick en voz baja, sin apartar la mirada del frente.Lo miro por un segundo, buscando las palabras correctas. He realizado el hechizo antes, y aunque ha funcionado, el prisionero es fuerte, ha sido entrenado para resistir.—No lo sé —admito—, pero si hay algo que él sabe del anillo, lo descubriremos hoy.Nick asiente, pero no dice nada más.