Mis amores el tema del portatil me tenía desconectada, pero ya estoy de vuelta!!!! Besooooos
PenelopeEl aire en la camioneta está tenso, cargado de la anticipación que siempre acompaña a una misión tan importante como esta. Mientras Nick conduce, me siento a su lado, mirando por la ventana las siluetas de los árboles pasar rápidamente. Lila y los niños están sentados detrás, su energía mucho más calmada de lo que esperaba, probablemente captando la seriedad de la situación. A mi lado, Mark también guarda silencio, aunque puedo notar su ceño fruncido, siempre alerta.Rodrick, el alfa de la manada a la que hemos acudido en busca de ayuda, nos acompaña en otra camioneta, más adelante. Va con su beta y dos omega, liderando el camino hacia el territorio de la manada Luna Roja. Las palabras de Rodrick antes de partir aún resuenan en mi cabeza: "Les mostraré el camino, pero les advierto que las cosas podrían no salir bien. Rokan es el alfa más cerrado de todos."—Lo intentaremos —le había respondido con determinación, mirando sus ojos oscuros. —Haremos todo lo posible para convencer
NicklausLa tensión es palpable en el aire mientras las camionetas avanzan por el camino polvoriento, levantando una nube de tierra a su paso. Estoy al volante, mi mente en alerta máxima mientras mis sentidos absorben cada detalle del entorno. Las palabras de Penny aún resuenan en mi cabeza: "Debemos volver." Las sombras que vimos moviéndose en dirección a la manada de Rokan no son algo que podamos ignorar.Son una señal de que algo más grande y oscuro está en juego, y si no actuamos rápido, podríamos estar perdiendo nuestra oportunidad de unir fuerzas.Lila está en el asiento trasero, con los niños a su lado. Puedo sentir su preocupación irradiando desde ella como una llama cálida. Mark, en el asiento del copiloto, está en silencio, pero su cuerpo tenso revela que también está en guardia. Penny está detrás de mí, junto a Lila, y aunque no puedo verla, sé que su mente está trabajando a toda máquina, buscando soluciones, planeando cada posible movimiento.El silencio se rompe cuando Ro
NicklausEl aire está cargado de una mezcla de anticipación y cansancio mientras nos acercamos a los límites de la manada de Tarkin. Han pasado dos días desde la batalla contra las sombras, en la que logramos capturar a uno de los hechiceros oscuros. Ese mismo que entre Lila y Penny tienen inconsciente y Max lo trae a cuestas a nuestra espalda.La victoria parcial que obtuvimos ha infundido una esperanza cautelosa en todos nosotros, pero también ha dejado un rastro de incertidumbre. Aún hay mucho que debemos resolver, tanto con los alfas como en nuestras propias manadas.La vista del refugio de de la manada Tarkin, enclavado en las montañas, trae un alivio temporal. Es un santuario en medio del caos. Penny está a mi lado, su presencia cálida y reconfortante. No necesito mirar para saber que está tan agotada como yo, pero también sé que no mostraría debilidad ni por un segundo.Blake y Tarkin nos están esperando a la entrada. Al vernos llegar, Blake apenas contiene su emoción. Sin pe
PenelopeEl sol comienza a ocultarse tras las montañas desérticas, bañando todo a nuestro alrededor en un cálido resplandor anaranjado. Las sombras se alargan sobre la tierra seca y rocosa mientras entramos al refugio. El aire es fresco, pero no frío, y una ligera brisa acaricia mi piel, recordándome que estamos a salvo, al menos por ahora.Estefan y Estefani, nuestros pequeños de dos años, están agotados después del largo día entre el viaje y pasarnos a una cabaña familiar que nos dio Tarkin mientras estemos aquí.Sin embargo, la curiosidad en sus ojos sigue intacta, brillando con esa inteligencia innata que me sorprende. El dolor de haberme perdido sus primeros años sigue ahí, pero no est tanto como el miedo que siento de perderlos ahora que los he encontrado.Micka camina a mi lado, tranquilo pero observador. Sé que, a pesar de su corta edad, Micka es consciente de más cosas de las que podría expresar. Es un niño listo,siempre lo ha sido y en su momento fue mi rayo de luz cuándo et
NicklausFinalmente el día de la reunión de las manadas ha llegado.La sala está llena de tensión cuando entramos. Tarkin, Roderick y Rokan ya están aquí, pero son los otros tres alfas a los que tengo que convencer. Tarkin fue muy claro cuando me dijo que no estaban convencidos, pero tengo fe en el hecho de que al menos aceptaron venir.Cuándo entramos sus miradas frías y calculadoras se clavan en mí y en Penny, que está a mi lado, como si estuviéramos a punto de traicionarlos en cualquier momento. No puedo culparlos; las traiciones del pasado han dejado cicatrices profundas entre nuestras manadas, pero el enemigo que enfrentamos ahora es mucho más grande que sus rencillas.El aire en la habitación es denso, como si el peso de la historia entre estas manadas se sintiera en cada respiración. Las paredes de piedra desnuda y las antorchas parpadeantes añaden una sensación de urgencia, de que lo que estamos a punto de discutir puede cambiar el curso de nuestra existencia.Tarkin, siempr
PenelopeUna brisa fría roza mi piel, una brisa que no es para nada como el viento caliente del desierto. Alzo la vista, el cielo oscuro, salpicado de estrellas, comienza a iluminarse lentamente, como si el amanecer estuviera por llegar, pero dentro de mí sé que no es real. Algo se siente diferente, demasiado perfecto. A lo lejos, una silueta que reconozco al instante: Nicklaus. Mi corazón late con fuerza y la preocupación empieza a crecer dentro de mí ¿Qué es lo que está pasando? Cada paso hacia él se siente eterno.—¡Nick! —grito, mi voz cortando el aire mientras avanzo.Él se gira, su mirada intensa, igual que siempre. Sus ojos se encuentran con los míos, y por un momento, todo parece detenerse.Puedo notar que él está tan confundido como yo cuándo llega hasta mí y me toma en un abrazo protector. Cómo esi estuviera midiendo si hay algún peligro cerca.—¿Esto es un sueño? —pregunta con una mezcla de curiosidad y sospecha.Abro la boca para responder, pero antes de que las palabras p
NicklausLa oficina de Tarkin es un lugar de seriedad y autoridad, el ambiente cargado con la tensión de las últimas semanas. El aire es denso, y el silencio que lo envuelve es casi palpable. Los miembros de nuestra pequeña pero determinada reunión están dispersos por la habitación, en sus propias reflexiones mientras esperaban que Tarkin hablara. Cuando finalmente se dirige a mí, su mirada es intensa y expectante.—Nicklaus, ¿qué es tan urgente que debemos tratar ahora? ¿La diosa ha hablado de nuevo? —su voz resuena en el espacio.Asiento con una mezcla de pesar y determinación. La diosa ha sido clara en su mensaje, y su última aparición ha traído consigo una misión que podría cambiar el rumbo de todo.—Sí —respondo—. La diosa se ha manifestado con la tercera misión. Nos ha dado nuevas instrucciones.Bruno, el hermano menor de Tarkin, inclina la cabeza y pregunta, su voz cargada de curiosidad.—¿Qué ha dicho exactamente?Reitero las palabras de la diosa con la precisión que recuerdo:
PenelopeEl aire en la celda es denso y pesado, cargado con el hedor metálico del sudor y la suciedad. La luz débil y parpadeante de una lámpara de pared apenas ilumina el espacio, proyectando sombras inquietantes que bailan en las paredes. Cada respiración se siente como si estuviera atrapada en un túnel oscuro, y la sensación de opresión es casi tangible.Mi corazón late con fuerza mientras entro en la celda, sintiendo la maldad palpable que emana del hechicero oscuro encadenado en el rincón más sombrío. Su presencia es como un peso que se aferra a mi pecho, una maldad que se siente casi física. Mi piel se eriza mientras me acerco, y el hechicero levanta la vista lentamente, sus ojos fríos y calculadores encontrándose con los míos.Nicklaus, con su rostro endurecido por la tensión, se queda a mi lado. Puedo sentir su preocupación a través de nuestro vínculo mental. Es un campo de batalla interno para mí; la fuerza que debo mostrar y el temor que debo controlar.El hechicero oscuro,