Segundo mis cariñitos, tarde pero seguro!!
PenelopeSostengo a mis bebés con un amor que me llena hasta lo más profundo de mi ser, aún no puedo creer todo lo que me he perdido, lo grande que están. Sin embargo, sé que en mi ausencia estuvieron en las mejores manos, que ni Nick, Lila o Blake iban a dejar que nada les pasara. Los he extrañado tanto, más de lo que las palabras pueden expresar. Sus cabecitas descansan sobre mi pecho, y puedo sentir sus pequeños corazones latiendo en sincronía con el mío, tal vez sean inteligentes y poderosos, pero eso noi quita el hecho de que siguen siendo bebés. Mis bebés. Es como si, finalmente, el universo hubiera encontrado la manera de devolverme lo que tanto me había arrebatado.Lila se acerca con una sonrisa, sus ojos brillando con la misma felicidad que siento en este momento. —Son maravillosos, Penny,— dice mientras acaricia suavemente el cabello de uno de mis hijos. —Nunca había visto niños tan especiales.—¿Especiales? te refieres a lo inteligentes y avanzados, Nick me habló de eso—
NicklausEl aire está cargado de tensión cuando la manada finalmente se disipa. Las palabras de Penelope siguen resonando en mi mente, y no puedo evitar sentirme aliviado por la forma en que su intervención cambió la actitud de todos. Antes de que ella hablara, muchos dudaban de mí, de la misión que la diosa Luna nos había encomendado. Pero ahora, gracias a Penny, nos han dado una oportunidad para demostrar que no estamos aquí para fallarles.Camino junto a Roderick, el alfa de la manada, su presencia fuerte y determinada a mi lado. Puedo sentir el peso de su preocupación, y sé que se refleja en mí. Estamos en terreno desconocido, enfrentando un mal que ninguno de nosotros comprende por completo. Mientras avanzamos hacia su cabaña, observo el entorno, buscando cualquier signo de peligro. La sombra de lo que Penny vio no se ha desvanecido de mi mente.Una vez dentro, el alfa cierra la puerta detrás de nosotros y se gira para enfrentarme. Su expresión es dura, pero puedo ver la preocupa
PenelopeEl aire en la camioneta está tenso, cargado de la anticipación que siempre acompaña a una misión tan importante como esta. Mientras Nick conduce, me siento a su lado, mirando por la ventana las siluetas de los árboles pasar rápidamente. Lila y los niños están sentados detrás, su energía mucho más calmada de lo que esperaba, probablemente captando la seriedad de la situación. A mi lado, Mark también guarda silencio, aunque puedo notar su ceño fruncido, siempre alerta.Rodrick, el alfa de la manada a la que hemos acudido en busca de ayuda, nos acompaña en otra camioneta, más adelante. Va con su beta y dos omega, liderando el camino hacia el territorio de la manada Luna Roja. Las palabras de Rodrick antes de partir aún resuenan en mi cabeza: "Les mostraré el camino, pero les advierto que las cosas podrían no salir bien. Rokan es el alfa más cerrado de todos."—Lo intentaremos —le había respondido con determinación, mirando sus ojos oscuros. —Haremos todo lo posible para convencer
NicklausLa tensión es palpable en el aire mientras las camionetas avanzan por el camino polvoriento, levantando una nube de tierra a su paso. Estoy al volante, mi mente en alerta máxima mientras mis sentidos absorben cada detalle del entorno. Las palabras de Penny aún resuenan en mi cabeza: "Debemos volver." Las sombras que vimos moviéndose en dirección a la manada de Rokan no son algo que podamos ignorar.Son una señal de que algo más grande y oscuro está en juego, y si no actuamos rápido, podríamos estar perdiendo nuestra oportunidad de unir fuerzas.Lila está en el asiento trasero, con los niños a su lado. Puedo sentir su preocupación irradiando desde ella como una llama cálida. Mark, en el asiento del copiloto, está en silencio, pero su cuerpo tenso revela que también está en guardia. Penny está detrás de mí, junto a Lila, y aunque no puedo verla, sé que su mente está trabajando a toda máquina, buscando soluciones, planeando cada posible movimiento.El silencio se rompe cuando Ro
NicklausEl aire está cargado de una mezcla de anticipación y cansancio mientras nos acercamos a los límites de la manada de Tarkin. Han pasado dos días desde la batalla contra las sombras, en la que logramos capturar a uno de los hechiceros oscuros. Ese mismo que entre Lila y Penny tienen inconsciente y Max lo trae a cuestas a nuestra espalda.La victoria parcial que obtuvimos ha infundido una esperanza cautelosa en todos nosotros, pero también ha dejado un rastro de incertidumbre. Aún hay mucho que debemos resolver, tanto con los alfas como en nuestras propias manadas.La vista del refugio de de la manada Tarkin, enclavado en las montañas, trae un alivio temporal. Es un santuario en medio del caos. Penny está a mi lado, su presencia cálida y reconfortante. No necesito mirar para saber que está tan agotada como yo, pero también sé que no mostraría debilidad ni por un segundo.Blake y Tarkin nos están esperando a la entrada. Al vernos llegar, Blake apenas contiene su emoción. Sin pe
PenelopeEl sol comienza a ocultarse tras las montañas desérticas, bañando todo a nuestro alrededor en un cálido resplandor anaranjado. Las sombras se alargan sobre la tierra seca y rocosa mientras entramos al refugio. El aire es fresco, pero no frío, y una ligera brisa acaricia mi piel, recordándome que estamos a salvo, al menos por ahora.Estefan y Estefani, nuestros pequeños de dos años, están agotados después del largo día entre el viaje y pasarnos a una cabaña familiar que nos dio Tarkin mientras estemos aquí.Sin embargo, la curiosidad en sus ojos sigue intacta, brillando con esa inteligencia innata que me sorprende. El dolor de haberme perdido sus primeros años sigue ahí, pero no est tanto como el miedo que siento de perderlos ahora que los he encontrado.Micka camina a mi lado, tranquilo pero observador. Sé que, a pesar de su corta edad, Micka es consciente de más cosas de las que podría expresar. Es un niño listo,siempre lo ha sido y en su momento fue mi rayo de luz cuándo et
NicklausFinalmente el día de la reunión de las manadas ha llegado.La sala está llena de tensión cuando entramos. Tarkin, Roderick y Rokan ya están aquí, pero son los otros tres alfas a los que tengo que convencer. Tarkin fue muy claro cuando me dijo que no estaban convencidos, pero tengo fe en el hecho de que al menos aceptaron venir.Cuándo entramos sus miradas frías y calculadoras se clavan en mí y en Penny, que está a mi lado, como si estuviéramos a punto de traicionarlos en cualquier momento. No puedo culparlos; las traiciones del pasado han dejado cicatrices profundas entre nuestras manadas, pero el enemigo que enfrentamos ahora es mucho más grande que sus rencillas.El aire en la habitación es denso, como si el peso de la historia entre estas manadas se sintiera en cada respiración. Las paredes de piedra desnuda y las antorchas parpadeantes añaden una sensación de urgencia, de que lo que estamos a punto de discutir puede cambiar el curso de nuestra existencia.Tarkin, siempr
PenelopeUna brisa fría roza mi piel, una brisa que no es para nada como el viento caliente del desierto. Alzo la vista, el cielo oscuro, salpicado de estrellas, comienza a iluminarse lentamente, como si el amanecer estuviera por llegar, pero dentro de mí sé que no es real. Algo se siente diferente, demasiado perfecto. A lo lejos, una silueta que reconozco al instante: Nicklaus. Mi corazón late con fuerza y la preocupación empieza a crecer dentro de mí ¿Qué es lo que está pasando? Cada paso hacia él se siente eterno.—¡Nick! —grito, mi voz cortando el aire mientras avanzo.Él se gira, su mirada intensa, igual que siempre. Sus ojos se encuentran con los míos, y por un momento, todo parece detenerse.Puedo notar que él está tan confundido como yo cuándo llega hasta mí y me toma en un abrazo protector. Cómo esi estuviera midiendo si hay algún peligro cerca.—¿Esto es un sueño? —pregunta con una mezcla de curiosidad y sospecha.Abro la boca para responder, pero antes de que las palabras p