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3 RESPUESTAS SIN PENSAR .

Kelly me mira sorprendida por lo que acabo de decir. Es súper precipitado de mi parte, pero no quiero esperar más, ella es bonita, y se ve que sus genes y los míos harán un bebé precioso. Sin embargo, he notado su negativa hacia mí. Y sé que es mi puta culpa, por ser tan imbécil, y tratarla tan mal.

—Este...no sé, yo he dicho que le diría mi respuesta. —Alega nerviosa a su defensa.

—Ya no puedo esperar más.— está sorprendida y también presionada, y es lo que quiero infligir con ella para que me dé una respuesta definitiva y rápida.

—No le he dicho a mis padres, y creo que esta mentira no se la van a creer, señor. —dice preocupada. Me gusta su cabello rubio, es tan linda.

—No hace falta que le des explicaciones a tus papás, ya no vives con ellos. —La estoy tratando de convencer, y haré todo para lograrlo. 

Ella siempre ha sido un objetivo para alcanzar.

—Es complicado —Dice.

—Nada es complicado, la complicada eres tú. 

—Si es complicado, porque no me quiero casar con alguien que ni siquiera me quiere, ni yo a él. —Confiesa.

—Por favor necesito de tu ayuda.-La presiono-Perderé mitad de la empresa por tu culpa -Me doy la vuelta y empiezo a caminar, pero me detiene y me dice con voz cargada de tensión.

—Acepto.—¡Me ha dado su repuesta! Me vuelvo hacia ella y la miro.

—Pasa a mi despacho, por favor —espero que no se note mi emoción.

Ella con dificultad lo hace. Le hago un gesto para que tome asiento y yo hago lo mismo.

—Te di la copia del contrato, ahora hace falta de firmar el original. Ese "acepto" engloba dos cosas; el bebé y el matrimonio, ¿lo sabes no?—Ella con los ojos muy abiertos asiente con la cabeza.

—Quiero hacer las cosas lo más antes posibles porque debo de presentar la prueba de embarazo antes de que termine el mes. Estamos casi por terminar el mes, faltan 16 días para que se acabe. Y necesitamos que empecemos con lo del bebé, eso es lo que me urge, pero también el matrimonio. —Digo serio.

—Sí, pero necesito que vayas con mi familia y que el matrimonio sea formal. —Pide nerviosa.

—Iré esta noche. —digo rápidamente.

—Está bien. Les diré ahora mismo para ello. No sé como se lo van a tomar mis papás.—está nerviosa.

—Ya veremos que pasa. Espero y todo nos salga bien.— Admito. 

Ella sale e inmediatamente toma su móvil y marca un número. Ella habla, su lenguaje corporal dice todo: está nerviosa. Yo en el fondo también lo estoy.

—Buenos días, licenciado. En dos semanas llevaré la prueba de embarazo y el acta de matrimonio. —Digo victorioso, el licenciado de mi padre; cuando leyó el testamento, juró que no recibiría la herencia. Pero se ha equivocado. 

—Recuerda que también se necesitarán las pruebas de paternidad. —Gesticula.

—No hay problema. Le aseguro que se las llevaré, yo se las llevaré personalmente. —cuelgo como un maleducado y sonrío. Todo va como yo quería.

Apago mi ordenador y salgo de mi despacho. Kelly aún sigue trabajando.

—¿A qué hora te parece? —Le pregunto.

—Eh... les dije a mis padres que llegaría a las 8.30,a mi mamá no le pareció porque es muy tarde para cenar pero claudicó. —me explica.

—Paso por ti a las 7.35— digo finalmente.

—¿Te doy mi dirección? —Pregunta inocente.

—Ya la sé. —mi respuesta la sorprende totalmente.

Un rato después en casa, como una poca de fruta y me doy una larga y refrescante ducha que me aclara la mente. Voy directo a mi vestidor; ¿es una cena formal? ¿Informal? 

Decido llamar a Kelly.

—¿Debo de ir de traje o de jeans?— pregunto en cuanto me toma la llamada.

—Eres un hombre con un sentido de la moda espectacular, no entiendo por qué me preguntas, pero poco de los dos. No seas tan formal ni tan informal. —Dice.

—Gracias, me has dejado igual. —Espeto.

—Perdón, lleva traje, pero sin corbata. Eso hará que te veas menos formal y no seas tan pulcro, —Me aconseja.

— muchas gracias, lo tomaré en cuenta, nos vemos al rato— Digo normal.

Hago lo que le pide. Escojo un traje negro y una camisa blanca, como un pingüino. Me miro al espejo y sé que sin querer hoy voy a dar un paso muy grande en mi vida. Paso por mi cava y de ella saco un vino para llevarlo a la casa de Kelly. Tomo las llaves de mi nuevo juguete; mi BMW F06 M6 me espera en mi garaje, listo para ser conducido. Entro en él y consulto mi reloj, voy muy temprano y así podré pasar por la floristería para comprar rosas para la mamá de Kelly y ella. Lo malo es que no sé qué comprar ni los gustos de Kelly. Por lo que me quiebro la cabeza pensando. Así que pido que me elaboren un arreglo floral con todas las flores que tienen; el floretista me dice que costará caro, pero no le importa; con la ayuda de Kelly recibiré más de lo que unas simples flores pueden costar. Millones y millones.

20 minutos después estoy enfrente de la verja del edificio de Kelly. La llamo por él interpone y ella tarda en contestar.

—Ya estoy abajo, te espero.

—Voy— Dice angustiada.

Cinco minutos después, Kelly aparece con un vestido negro que se entalla perfecto a todo su cuerpo; casi siempre va a la oficina con pantalones. Nunca con falda o vestido, y sin mucho maquillaje; eso me hace creer que se ha puesto guapa para la ocasión.

Sin lugar a dudas, Kelly es muy guapa. Nunca lo dudé; sin embargo, mi papá me prohibió acercarme a ella, no quería que jugara con ella y en cuanto recibí mi cargo la cambié de área, pero mi papá monto en cólera.

—Hola— La saludo.

—Señor— saluda con pena, vamos...

—Me puedes llamar Barry, por favor —pido

—Barry— corrige.

—vámonos. —yo, como todo caballero, le abro la puerta de mi automóvil, lo rodeo; me siento y me abrocho el cinturón de seguridad.

—No sabía que tenías este auto— pero que ingenua, ¿en verdad creía que solo tenía uno?

—El Jeep es para mi rutina diaria, y este precioso acaba de llegar apenas la semana pasada. Hoy es el primer día que lo manejo —admito. Desde este momento los dos nos callamos y ella solo me habla para indicaciones sobre cómo llegar a la casa de sus padres. 

Ella me ha explicado detalladamente que les tenía una sorpresa y que no les mencionó nada sobre la situación ni de mí. Le comento lo de las flores y ella me dice que si he estado investigado a su familia; porque casualmente la mamá de Kelly le encantan las flores y tiene un jardín que ama. Sin lugar a duda quedaré muy bien con mi futura suegra.

—¿Listo?—Le pregunta nerviosa.

—Si, Kelly. Vamos y sígueme la corriente. —Digo.

—Y tu igual a mí. —antes de que la puerta se abra yo la tomo de la mano para que no piensen cosas extrañas.

—Santo dios.— exclama la señora que nos abre la puerta.

—Mamá —la saluda Kelly. En ese instante tomo el arreglo floral y se lo entrego y esta se sorprende.

—Oh gracias, muchacho. :me agradece.

—¿Pero qué haces aquí, Barry?— me pregunta el papá de Kelly.

—Tenemos una sorpresa —Consigo decir con una pequeña sonrisa. Entonces Albert mira nuestras manos y su cara es todo un maldito poema.

—¿Ustedes están juntos? —Pregunta desconcertado.

—Sí —contesta por mí.

Aún estando fuera de la casa digo:-Les venimos a dar unas cuantas sorpresas.

—Bueno, pues pasen, que ya las quiero oír-Dice la mamá de Kelly. Me parece que se llama Carlota

—Kelly...—Saluda uno de sus hermanos, nunca los he visto ni los conozco, pero sé que son gemelos y hay uno normal; ya que un día escuché una plática con mi papá y Albert.

—Denis— Lo saluda el tal Denis me mira de arriba a abajo. —Te presento a mi novio.— Me presenta.

—Barry Freeman.— Saludo.

—Denis Parker —Regresa el saludo igual de frío que yo.

—Vengan, ¿quieren cenar primero o hablar? -Interviene Carlota.

—Hablar —Contestamos los tres: Denis, Kelly y yo. Desde luego que sus hermanos son muy protectores con ella.

—¿A qué hora llegan Steve y Dale?— Pregunta Kelly.

—No tardan. —Yo, que aún sigo sujetando a Kelly, digo: —hemos venido a dar un par de noticias. 

—Dime que no estás embarazada —sisea Denis.

—Claro que no —Le están sudando las manos a montones.

—¡Denis!— Grita horrorizada Carlota.

—¡Ya llegamos, mamá! —Grita un chico de aproximadamente 17 o más años. Y de tras de él viene el otro gemelo.

—Buenas noches —saludo. Todo esto es muy, muy incómodo.

Cinco minutos después todos estamos sentados en la pequeña sala de estar. Kelly y yo estamos en el sillón de en medio, mientras todos nos miran.

—Familia... les quiero decir... que Barry y yo nos queremos casar... —Dice con dificultad Kelly. Carlota la mira sorprendida mientras todos los hombres de la casa me miran a mí con el ceño fruncido.-Ustedes no lo sabían, pero Barry y yo llevamos casi siete meses juntos.

—A punto de cumplir los ocho— La apoyo.

—¿Y eso no es muy pronto? —Pregunta Dale.

—Sí, pero no queremos esperar.— Interviene mi futura esposa.

—Albert, tú me conoces. No tengo adicciones ni problemas y conmigo, a Kelly no le va a faltar nada. -—Explico con cuidado.

—¿Ya tienen fecha?— Nos pregunta Carlota.

—Sí, en dos semanas. Ya lo estábamos planeando desde hace tiempo y solo se los quería decir para tener todo su apoyo.-responde por mí la chica.

—Kelly, cielo... Por mí, está perfecto. Tienen todo mi apoyo.— Carlota nos mira con cariño. Ojalá mi mamá me quisiera así.

—No se pueden casar así de rápido. Eso es muy raro.—Dice Denis que me trae entre ceja y ceja.

—Estás embarazada, por eso es la urgencia. -—o apoya Dale.

—Tranquilos chicos, su hermana es demasiado mayorcita para decidir lo que quiere, ¿entendido?— los regaña Albert—También tienen mi apoyo.

—Y el mío— dice el menor.

—¡Entonces en dos semanas hay boda!-Se emociona Carlota.

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