—Bueno, en ese caso... Nos tenemos que poner a trabajar para obtener ese positivo. —Me dice levantando la mirada para observarme. —Está bien —consigo decir. Aún no me puedo borrar de la mente, la manera en que sus manos me recorrían el cuerpo, sus besos y sus caricias.—nos vemos luego —salgo de su despacho para hacer mi trabajo. Papá me llama en el transcurso de la tarde, y me dice que ya ha hecho difundir mi compromiso. También me pregunta de como van los preparativos de la boda. Él piensa que esto ya está más que planeado, pero la verdad es que no. Me lo quito diciéndole que una organizadora es la encargada de todo y que aún no me ha avisado nada. —¿Nos vamos?—oigo que Barry pregunta. —Oh sí, solo hago cierto esto y esto —cierro unos documentos en mi ordenador y digo: —Listo, ahora sí, vámonos. Los dos salimos juntos del edificio y nos subimos a su automóvil, que por cierto es el Jeep. —¿A tu casa o a la mía? —me pregunta. —A... la tuya—digo avergonzada. Si me pagaran por ser
BARRY La noche anterior Kelly se comportó un poco ausente como si algo le molestara o le faltara. Me puse a repasar todo, desde los detalles hasta lo que pasaría después y lo tuve claro, creo que a ella le hubiera gustado casarse por la iglesia y tener Luna de Miel cómo en las películas románticas. Para decir verdad nuestra boda será normal, que falte el lado religioso, no me molesta en nada, veamos, habrá recepción para los invitados, su vestido blanco y todas esas cosas. Pero siento que algo que falta: el anillo de compromiso. Me levanto de la cama dispuesto a ir a una joyería, cosa que por supuesto hago, pido que me muestren anillos de todos los tipos, desde los extravagantes hasta los más sencillos, m****a, no sé la medida del dedo de Kelly, repaso en mi mente como es que se siente su mano, tiene una mano pequeña, pero delgada, probaré suerte con algunos. La señorita trae unos "especiales" de poca demanda por su precio, pero únicos en todo el mundo, están demasiados lindos, hay
¡La boda es mañana! Mi mamá está tan estresada que en cualquier momento se desmaya y bueno, mis hermanos están inconformes a excepción de Steve, él está feliz por mí, pero yo no tanto ¿Y si mi vida con Barry es mala? Mi mamá me truena los dedos enfrente de la cara, automáticamente le pongo atención.—A dormir mi niña, debes de estar descansada para el día de mañana, para tu boda.— mi mamá está en mi departamento, vendrá por la mañana con toda mi familia para ayudar y volverse locos.—Adiós hermana— Steve me da un beso en la coronilla de la cabeza, mientras los mastodontes de los gemelos nos miran e ignoran la situación.—Adiós, te quiero, gracias por el apoyo —recalco lo de apoyo para que los gemelos reaccionen.— Adiós, papá— me despido de él con un abrazo.— Adiós, chicos. —Les digo adiós con la mano para evitar abrazarlos, ¡que ya se les quite la pataleta! ¡Imbéciles! ¿Cómo es posible que no puedan aprobar a mi futuro esposo?Cierro la puerta y me desplomo en mi feo sillón, dejo escap
Tomo mi copa de ron. Quiero relajarme, hoy Kelly se casa conmigo. Hoy será mi esposa. Estar sólo en este paso de mi vida, aunque sea sólo un maldito contrato, me duele el hecho de que mi madre sólo viniera por los chismes y para quitarme el dinero que me dejó mi papá, y no porque ella me quisiera y se interesara por mí.La familia de Kelly me ha incluido ahora como un hijo más, pero eso qué, no puedo tener a mi verdadera familia, porque constantemente me están rechazando, tanto cómo mi mamá y su familia, soy su hijo, no sé porque me odian. Respiro hondo, tengo puesto mi traje gris y mi corbata color vino o no sé como se llama, creo que es sangría pero para mi todo es lo mismo. Ajusto mi corbata por enésima vez. ¿Por qué no elegí a Gaby? A ella la quería, sólo un poco pero la quería, y a Kelly no, es más, la llegue a odiar. Mi papá la miraba como a una hija, y en ese aspecto era muy celoso porque estaba necesitado de cariño por parte de mis familiares.Camino
—¿Qué? Hoy te casas, ¿no?—la confusión de Ben es notable. —¿Si o no?— no quiero dar explicaciones. —¿Escaparte conmigo? Kelly reacciona, hoy es tu boda. —No estoy feliz por ello, no después de saber la verdad. —Piénsalo bien, Kelly, si te vas conmigo ya no habrá marcha atrás. —dice un poco enfadado. —¿Kelly, mi vida puedo pasar?— pregunta mi mamá detrás de la puerta. —Nos vemos en mi departamento en media hora.— Sentencio. —¡Un momento! –Las cosas me caen como balde de agua con hielos. Camino hacia la puerta con temor, pero finalmente abro la puerta. —Pero que cosas, hija, aún no te has puesto el vestido. —Mamá, no me lo quiero poner, además tú me dijiste que tú me ayudarías.— Me quejo. —¿Qué? ¡Kelly no digas tonterías! Los nervios traicionan— Sonríe mi mamá sin comprender. —No me quiero casar— confieso —¡Ay niña! Que locuras dices ¡Solo apresúrate!— me da un beso en la mejilla y sale de la habitación como si nada. Tomo mi bolso y busco la ropa del día anterior, tengo
Ahí viene la que se pretendía escapar...Después de la boda por el civil, como toda fiesta, en la recepción, eramos el centro de atención. La mamá de Kelly vino hacia mí en varias ocasiones, preguntándome si me pasaba algo, que por qué era la cara de desagrado, pero no diría nada de lo sucedido, no podía porque ante todos Kelly me ama.—Barry, por favor... —Empieza a decir Kelly.— Perdón... ¿Quiere...—Olvidalo— la corto.—Pero, Barry, escuchame —pide.—No voy a hablar de esto ahora —gruño.—Tan siquiera, quita esa cara de desprecio hacía mí, por favor. —Se cruza de brazos ofendida.—Oye, Kelly, en parece de muy mal gusto que te enojes tú, cuando tú eres la que me deberías estar pidiendo perdón.— Susurro.—¡Ya es hora de bailar el vals! —Grita emocionada la mamá de Kelly, y una de sus amigas. Señora, no haga que la odie, como a su hija.—Vamos, Barry.— Dice Kelley mirándome con esperanza de que no haga una cosa rara, como n
Kelly duerme plácidamente en la cama, yo miro como duerme, su pecho subir y bajar, sus labios entreabiertos, su mejilla aplastada contra la almohada, sus ojos casi abiertos, entonces me doy cuenta de que Gabriela hacía lo mismo, recuerdo cuando un día, después de haber tenido sexo, se quedó a dormir conmigo, y cuando desperté, lo primero que vi fue a ella, mirándome fijamente, observándome.¿De eso se trata el amor? ¿De mirar a la persona que quieres, que amas solo por gusto? ¿De observar sus detalles? ¿De saber hasta su más mínimo miedo? Entonces Gabriela, si me quería, Gabriela me amaba.Salgo de la habitación, y me encamino a mi despacho, ahí busco aquel disco que me regaló ella cuando ya teníamos 3 meses de conocernos. Nunca lo escuché, nunca me di la verdadera importancia de saber cuál era su contenido. Sin embargo, ahora tampoco lo haré, no es como si ganara o cambiara algo.Tomo mi móvil, que aún tengo en mi bolsillo del pantalón, y marco el número de Gabriela. No tarda nada en
La verdad nunca me han gustado los domingos por la tarde, literalmente los odio, casi siempre las calles están desiertas, hay poco movimiento y el día casi siempre está de flojera, y eso estando en mi apartamento, pero la verdad que estar en la casa de Barry me resulta aún más nefasto y aburrido. En realidad, sólo estoy dando vueltas de aquí para allá en la habitación que me asignaron.No tengo a mi Pinky, y la extraño demasiado, aunque sé que mi mamá la estará cuidando de maravilla, pero la quiero aquí, para que me ponga de mejores ánimos. Es lo único que me hace feliz. Mi mascota me hace vivir. Miro por la ventana por enésima vez, me resulta doloroso no poder salir, bueno si puedo, pero no quiero por Barry, no quiero que me od