Paso las siguientes dos horas penetrándola, no me canso de ella, es deliciosa, y me corro dentro de su coño las veces necesarias hasta que aprenda que solo a mi puede admirarme. Para cuando llega la tarde, la tengo dormida a mi lado, completamente desnuda, solo la sábana roja cubre su desnudez, es tan sexy que comienzo a creer que me he vuelto una clase de adicto sexual por ella.
Mi teléfono móvil suena y respondo al ver que se trata de Enzo.
—Que pasa —respondo pasando una mano por su espalda, ella medio se despierta y me abraza descansando su cabeza en mi pecho, despertando una explosión de emociones intensas.
—Solo para recordarte que la reunión es a las nueve —me dice y al fondo escucho los gritos de los trillizos y la risa de mi pequeña Ema.
No espero su respuesta, solo beso, lamo, succiono su coño y dejo que me alimente, ella gime con los movimientos de mi lengua, y es que sus jugos saben a miel, me la como completa, la masturbo y ocasiono que se corra más de tres veces hasta dejarla agotada sobre mi cama. Para cuando termino con ella, le doy su espacio y me desaparezco, tenía el tiempo suficiente, por lo que voy a mi despacho y abro mi laptop, coloco la contraseña y busco al tal Logan Bristol, la información me aparece fácil, empresario, sin esposa e hijos, nuevo millonario, acciones petroleras como yo, dueño de varios hoteles como yo en las mismas regiones... Busco y me da mala espina lo que encuentro, porque hotel que tengo, hotel que él tiene junto, como si me estuviera haciendo competencia el hijo de perra. Esa es la información que aparece, pero ahora investigaré lo que oculta, comienzo a hacer mi magia y me pa
ARIEL —Damián —le doy un codazo para que salga del trance en el que se mete en cuanto ve a Logan. Gira y me fulmina con la mirada. —¿Por qué me miras así? —Nada, solo estaba soñando despierto. Enzo nos presenta y le avienta una mirada extraña a Preppy, el ambiente comienza a sentirse hostil y abrumador, en especial porque Logan no deja de mirarme. —Les presento a Logan Bristol y a su hermana Marian —anuncia Enzo y me parece extraño que sean hermanos, en especial porque no se parecen en nada. —Es un placer conocerlos —Logan aparta sus ojos de mi y me ig
La noche transcurrió lo más normal posible, Preppy no dejaba de tocarme las piernas por debajo de la mesa, y Marian no apartaba la mirada de mi, al igual que lo hacía Logan. Enzo trató en todo momento de mandarle con disimulo miradas cargadas de severas advertencia, pero tal y como lo sabíamos todos los que lo conocíamos, le importaba una m****a. Para la llegada del postre, por fin Enzo cambió el rumbo de la conversación, y ahora se hablaba de los hijos. Un tema que tampoco le importaba a Preppy. —¿Cuántos hijos tienes, Enzo Brzezinski? —le preguntó uno de sus socios. —Cuatro —respondió el mejor amigo de Preppy, a pecho hinchado de orgullo—. Trillizos y una niña. —Debe ser tedioso el hecho de tener que cuidarte las espaldas
PREPPY Joder, joder y más joder, ver a Ariel en acción, quemándole el cabello a la puta que intenta parecerse a ella, hizo que mi verga se levantara y proclamara su coño y su culo, porque sí, no era tan imbécil como para no ver que le gusto a la puta y que me desea, anhela que mi verga la penetre, pero no, yo soy hombre de una sola mujer, y yo, el gran Preppy, solo se enamora una vez en la vida, y ahora estábamos en la sala de estar, teniendo a mi mujer a mi lado, con los brazos cruzados, esperando a largarnos. Los demás socios se habían marchado y solo quedaban el pendejo que se come a mí esposa con la mirada, y la puta con el cabello chamuscado que no dejaba de llorar, de ver a Ariel como un maldito bicho que merecía ser aplastado, y al mismo tiempo me aventaba una mirada acusatoria.
Ella me mira en silencio, se cruza de brazos y eso hace que sus tetas se alcen y que mis ojos no puedan evitar fijarse en ellas, es una distracción que usa y caigo como un pendejo, sabe lo mucho que me enloquecen y lo ansioso que siempre estoy por chupárselas y succionarle los pezones. —Le ayudé con la corbata, eso es todo —confiesa y la sangre me hierve. —Habérmelo dicho antes, entonces le hubiera ayudado a la perra con su lengua, parecía que le dolía —prieto los puños, pelear con ella no me apetece, pero se ha vuelto una puta necesidad en mi vida, que temo que alguien me la quiera quitar a la mala. Porque soy un hijo de puta que en cualquier momento la va a cagar, lo sé. Ambos nos miramos fijamente, está enfadada y yo igual, per
ARIEL —Me encantas más de rubia —me dice Lea, terminándose la última copa de vino que descansaba en su mano—. Y creo que Preppy opina lo mismo, no te quitó la mirada de encima en toda la cena, el capullo prácticamente te follaba con el pensamiento. Asiento viendo como sus mejillas adquieren un color rosado que me indica que ha tomado demasiado y que los efectos del alcohol comienzan a hacerle estragos en su sistema. —Lo sé. —¿Y cómo llevas lo del matrimonio? Te aplicó lo mismo que Enzo me hizo en su momento, esos dos son tan posesivos, pero Preppy lo es más —balbucea—. Enzo dice que se debe a la cruel vida que llevó cuando era niño, nunca tuvo algo propio, no hasta que conoció a Enzo, se hicieron amigos y él le me
A la mañana siguiente me despierto sola, Preppy no está a mi lado y lo veo como algo normal, no sé qué hacer en el día, pero mientras me doy una ducha, no dejo de pensar en las palabras de Preppy, de Lea, e incluso me parece extraño el que no me reclamara o me hiciera un berrinche por lo de Logan. Cierro la llave y para cuando salgo, enrollo la toalla a mi cuerpo y lo encuentro sentado en una de las orillas de la cama. Parece serio, pensativo, no me gusta verlo en ese estado tan apagado, es como si hubiera perdido su luz. Está tan ensimismado, que no se percata de mi presencia, hasta que me acerco, sus ojos siguen apagados igual que ayer. Evita mirarme y me da una caja que tomo dudosa. —Es un nuevo número, evita dárselo a cualquiera, solo tiene agregados los números de Lea, Enzo, Barclay y el mío —me informa en un tono que no me gusta
No tardamos mucho en llegar, y cuando lo hacemos, Preppy le ordena a sus hombres que vigilen la zona y se aseguren de que todo está en orden, ¿por qué tanta seguridad? Entramos y tomo un carrito, pero al girar, me encuentro con los ojos del encargado, el mismo al que le mostraba las tetas a cambio de que me regalara algunos productos. —Date prisa, odio estar en esta clase de m****a —llega Preppy detrás de mí y al ver que mis ojos y los del encargado se conectan, rodea mi cintura marcando su territorio, se acerca a mí y me dice al oído—. Más vale que dejes de ver a ese pendejo, o lo mato, sabes que no juego, y quiero saber su historia, porque no soy idiota, sé que se conocen. Corto contacto con él encargado, quien cagado del miedo sigue con lo suyo haciendo como si no existiéramos, no le respondo a Preppy, quiero establecer ese lazo de