ARIEL
Me remuevo inquieta, comienzo a regresar en sí, abro los ojos lentamente y lo primero que veo son los rayos del sol que entran por la ventana, no sé donde estoy y me incorporo, la cabeza me da vueltas, traigo puesto unos shorts cortos de pijama, una blusa de tirantes y localizo el baño, salgo corriendo y comienzo a vomitar, había olvidado lo que se siente estar vomitando todo el tiempo, cuando estaba embarazada de Kronos, no sucedía tan a menudo, como ahora.Termino, me lavo los dientes y para cuando salgo, Preppy va entrando con Kronos en brazos, ver a mi bebé reír en los brazos de su padre, hace que mi corazón late con fuerza, el culo me sigue doliendo cuando camino hacia ellos, pero lo dejo de lado cuando los ojos grises de mi bebé, conectan conmigo.—¡Ma! —estira sus brazos hacia mí.Preppy me devuelve a mi hijo y lo abrazo con fuerza contra mi pecho.—Te extrañé tanto —le susurro llenándolo de besos—. Te vPREPPY No quiero ver a esas hijas de puta cerca de mí, mucho menos de mi pequeña familia, veo a Purgatorio hablando con Barclay y las ganas de desmembrarlo me avasallan, aún no se me olvida que él violó a mi mujer. —Teo Sprouse y Solem Ivanov han logrado aliarse con la pirámide —comenta el hijo de perra—. Aquí están las coordenadas, tengo entendido que están preparando algo en el campo minado de Italia, han dado aviso y Stanislav está haciendo lo suyo con Alexandría. Le explica señalando las coordenadas dentro del Ipad que sostiene y mira con detenimiento Barclay. —Entiendo, lo he guardado, daré aviso a Enzo —dice guardando todo e incluso las Drives que Purgatorio le dio. —Cuida de Ariel —demando. —Por supuesto. Barclay sale y me pongo de pie. El ambiente se torna pesado, hostil y ambos sacamos el arma que nos hace apuntarnos. —Sabes que Aleska es quien nos puso en contra —comienza mirándome f
ARIEL Una vez más me golpean bajo, el pecho me duele pero no me permito llorar, no porque no lo sienta, sino, porque primero quiero venganza, ver correr la sangre de mis enemigos en mis manos, hasta ese entonces, podré descansar. La respiración de Kronos sobre mi pecho, hace que me relaje, no ha querido despegarse de mí, solo acepta que su padre lo cargue, pero en general, si me desaparezco un par de minutos, llora, Mandy dice que es por el embarazo, que los bebés sienten eso y que está celoso, ni siquiera permite que abrace a Vaitiare. —Duerme. La voz de Preppy hace que levante la mirada, deja a Vaitiare en la cuna, le dió de comer, le cambió el pañal y la durmió. —Stanislav… —No quiero hablar de eso —lo interrumpo—. Quiero pasar estos meses en tranquilidad. Mi respuesta parece ser suficiente para que se esboce una sonrisa en sus labios. Se acomoda a nuestro lado y observa a Kronos. —Se parec
ARIEL La risa de Kronos es lo mejor del mundo, mientras lo cambio le hago cosquillas, le lleno de besos las mejillas, las manitas y los piecitos, lo abrazo con fuerza, pero una parte de mi cabeza sigue pensando en lo que hice, maté a Lany, lo cuál me deja tranquila, solo me queda Aleska, la perra escapó, Barclay dice que no hay salida de la isla, por lo que la han estado buscando durante estos cinco días, en los que Preppy no ha dormido conmigo, me evita y comienzo a preocuparme. —Eres el niño más guapo, y el mejor del mundo ¿sabes? —le digo a Kronos y sus ojos grises me sonríen. De pronto, la puerta se abre y entra su padre, quien sigue sin mirarme, solo se acerca y me quita a Kronos de los brazos. Si eso es lo que quiere, bien, giro sobre mis talones y camino hacia la puerta. No tengo tiempo para sus mierdas, entiendo cómo debe sentirse, pero es ella quien me lastimó, es por ella que esta guerra inició. Doy un paso afuera hasta qu
PREPPY Pese a lo que me dice Barclay, no le presto atención, no dejo de pensar en que tendré una niña, una bebé mezcla de Ariel y yo, solo espero que no se parezca mucho a la madre, de lo contrario, Kronos y yo tendremos que asesinar a muchos que pongan sus miradas sobre ella, eso puede explicar el porqué Kronos no se despega de Ariel, y porque siempre quiere estar encima de la redonda panza. Hace dos meses que sé que seré padre de una niña, y ya he comenzado a ver los historiales de las mejores asesinas de Rusia para que entrenen. Yo lo haré, pero tendré que enfocarme más en Kronos, no la quiero débil, mucho menos buena, piadosa o tonta, ambos me tienen que superar, es por ello que me encargaré de hacerlos los más temibles, respetados, importantes y sádicos de la Bratva. —¿Estás seguro que quieres hacer esto? —Enzo me pregunta saliendo del avión militar. —Sí —asiento. —No avisarle a Ariel sobre esto supondrá que se
ARIEL Las contracciones hacen que me doble del dolor, Mandy no se aparta de mí en todo momento y agradezco el hecho de que Barclay esté con Kronos. —Tranquila —dice mi amiga pero de nada sirve. —¡Dónde está! —bramo. —Viene en camino —Barclay me mira con el ceño fruncido. De pronto siento los deseos de pujar. —¡Juro que si no le dices la verdad, te meto un haladie por el culo! —le amenazo. Ambos se miran de hito en hito, Barclay no está dispuesto a responderme con la verdad y yo no pienso dar a luz sin Preppy. —Fueron a las afueras, la ubicación no la tengo exacta, pero al parecer la contienda dio inicio, italianos, turcos y rusos —es Mandy quien me responde con la verdad. «Maldito mentiroso» —Tengo que pujar —digo y la doctora a la que amenacé con no tocarme hasta que llegara el padre de mi hija, se acerca con cautela. —Señora Volkovish. —Ayúdeme, Kyra viene —di
PREPPY No dejo de verla, mi hija es hermosa, duerme en mis brazos mientras Ariel baña a Kronos, la risa de mi hijo cuando ella juega a mordisquearle los bracitos, hace que mi pecho se colapse, amo a Ariel más que a nada ni nadie en el mundo, pero jamás creí que amaría a mis hijos mucho más, Kronos y Kyra son mi todo, por ellos vivo y por ellos muero. Vaitiare duerme, la quiero porque Ariel la quiere, es mi hija, y aunque una parte de mí la recrimina por tener la sangre de Duncan Ronan, también sé que no tiene la culpa de nada. La guerra de las contiendas no ha terminado, pero luego de un mes, sabemos que solo nos hemos tomado el tiempo necesario para volver, Italia es del turco, pero le ha cedido gran parte a Enzo, Lea se rehusa a vivir en Florencia, Por otro lado, me gané el respeto que siempre he tenido, la Bratva es nuestra, luego de haberse descubierto la traición de Stanislav y Alexandría. Ahora soy el Boss y ella mi reina roja
Cierro y abro los ojos, mi cuerpo se relaja y no paro de ver diminutos destellos de tenues chispas de luz por todo el lugar, en mi rostro se dibuja una sonrisa que va de oreja a oreja, toda la habitación está envuelta en una gruesa y asfixiante cortina de humo, que se balancea y se torna de color rojo debido a las luces parpadeantes que emiten las lamparillas del techo. Estaba en una de las zonas VIP del club de Enzo, después de haber regresado de una misión para tratar asuntos de mercancía con el líder de los Guscark, una mafia llena de pendejos rastreros que estaban al servicio de nosotros, era lo que me merecía, un descanso, no eran peligrosos pero de igual manera había que tener cuidado y protegerse las espaldas. Mis ojos se anclan en la chica que baila frente a mi, moviendo las caderas como vil zorra, aun en las distancias cortas
Años atrás...Mis ojos escudriñan entre la oscuridad con perspicacia y terror latente, algún indicio de movimiento entre toda la hostilidad que nos rodea,aguzomis oídos y me mantengo alerta de su llegada, pero no sucede nada, no hay señal de él y hago un conteo regresivo para comenzar a relajarme, al fondo de la casa se pueden escuchar las campanadas del enorme reloj que permanece en la estancia principal, son doce, y si en cinco minutos no llegaba entonces ya podríamos dormir a gusto.Trago duro, el miedo comienza a paralizar mi cuerpo, miedo no a lo que me haga, sino, al daño que pueda lastimar a mi hermana, ella me toma la mano y ajusta su agarre aplicando una débil fuerza, giro y sus ojos de muñeca muy idénticos a los míos, me observan con detalle, sé que busca en mi la seguridad que necesita, y se la doy, maquillo mi propio miedo, escondo mis debilidades,rebuscoen mi interior mi valor y borro de mi sis