ARIEL
—Me encantas más de rubia —me dice Lea, terminándose la última copa de vino que descansaba en su mano—. Y creo que Preppy opina lo mismo, no te quitó la mirada de encima en toda la cena, el capullo prácticamente te follaba con el pensamiento.
Asiento viendo como sus mejillas adquieren un color rosado que me indica que ha tomado demasiado y que los efectos del alcohol comienzan a hacerle estragos en su sistema.
—Lo sé.
—¿Y cómo llevas lo del matrimonio? Te aplicó lo mismo que Enzo me hizo en su momento, esos dos son tan posesivos, pero Preppy lo es más —balbucea—. Enzo dice que se debe a la cruel vida que llevó cuando era niño, nunca tuvo algo propio, no hasta que conoció a Enzo, se hicieron amigos y él le me
A la mañana siguiente me despierto sola, Preppy no está a mi lado y lo veo como algo normal, no sé qué hacer en el día, pero mientras me doy una ducha, no dejo de pensar en las palabras de Preppy, de Lea, e incluso me parece extraño el que no me reclamara o me hiciera un berrinche por lo de Logan. Cierro la llave y para cuando salgo, enrollo la toalla a mi cuerpo y lo encuentro sentado en una de las orillas de la cama. Parece serio, pensativo, no me gusta verlo en ese estado tan apagado, es como si hubiera perdido su luz. Está tan ensimismado, que no se percata de mi presencia, hasta que me acerco, sus ojos siguen apagados igual que ayer. Evita mirarme y me da una caja que tomo dudosa. —Es un nuevo número, evita dárselo a cualquiera, solo tiene agregados los números de Lea, Enzo, Barclay y el mío —me informa en un tono que no me gusta
No tardamos mucho en llegar, y cuando lo hacemos, Preppy le ordena a sus hombres que vigilen la zona y se aseguren de que todo está en orden, ¿por qué tanta seguridad? Entramos y tomo un carrito, pero al girar, me encuentro con los ojos del encargado, el mismo al que le mostraba las tetas a cambio de que me regalara algunos productos. —Date prisa, odio estar en esta clase de m****a —llega Preppy detrás de mí y al ver que mis ojos y los del encargado se conectan, rodea mi cintura marcando su territorio, se acerca a mí y me dice al oído—. Más vale que dejes de ver a ese pendejo, o lo mato, sabes que no juego, y quiero saber su historia, porque no soy idiota, sé que se conocen. Corto contacto con él encargado, quien cagado del miedo sigue con lo suyo haciendo como si no existiéramos, no le respondo a Preppy, quiero establecer ese lazo de
PREPPYMis ojos no dejan de detallar con ojo crítico el rostro impasible de Ariel, joder, tenía curiosidad por saber qué es lo que pasa por su cabeza en estos momentos, pero me pierdo en su perfecto perfil, es demasiado hermosa para ser real, y aun me cuesta trabajo entender que es toda mía, soy su dueño, su hombre, y al final, aunque muchos la deseen, soy la única verga que probará y que entrará en ella toda la vida.—¿Estás bien con esto? —le pregunta Enzo a Ariel.Después de haberle contado todo de golpe, tuve que llevarla a la fortaleza de mi mejor amigo, a quien no le agradó la idea de haberle contado la verdad, y ahora ya sabe todo, le hemos mostrado las fo
El silencio sepulcral de la habitación me hace girar hacia Ariel, y esta solo evita mirarme, sé lo que pasa por su cabeza, así como sé que Enzo y Lea piensan que soy un monstruo por no querer hijos, pero en el mundo de la mafia, entre más grande y poderoso se es, más temido, más hijo de puta, más mortal se vuelve el filo que otros sujetan sobre la persona más importante, y ella lo estaba viendo, es mi mujer, y es un blanco, un hijo sería un golpe fatal para mi estabilidad. Los hijos son debilidad, una que no me puedo permitir tener.Evita mirarme y se pone de pie mirando la hora en su reloj de mano.—Creo que deberíamos ir por mi hermano —sugiere con la clara intención de cambiar de tema de conversación, y porque se sent&ia
ARIELTardo en comprender lo que pasa, en especial cuando en medio de las cortinas de humo que se abrazan por toda la fortaleza de Enzo, Yael, mi pequeño hermano toma mi mano y me guía como si no tuviera miedo de nada, entre todo el revuelo. Hay gente luchando, disparando, protegiéndose, y más sin en cambio, el pequeño que tira de mi parece tan tranquilo.Nunca pensé que mi madre lo hubiese utilizado para algo como esto, pero le dejo que me guíe, porque quiero saber a dónde me lleva, y hasta dónde puede llegar, odio dejar atrás a Preppy, y sé que cuando se entere va a enfadarse tanto que querrá darme por atrás, eso es seguro, siempre que lo hace duele una mierda, en especial porque su pene no es cualquier cosa.
PREPPYSiempre he sido un maldito hijo de puta, he follado a tantas zorras que he perdido la cuenta y me sorprendo de no haber contraído una jodida enfermedad, pero siempre me cuido, siempre procuro no mostrar nada de mí, pero ahora siento que me he convertido en un demonio al llevar más de cinco horas encerrado en mi casa, a puerta con llave, con Ariel.Su cuerpo está tan impregnado de mí, que cada que la penetro con profundidad, siento que mi verga le tatúa mi propio nombre dentro del coño. Luego de su pendeja confesión, sentí que la sangre se helaba, su pequeño hermano ya me había tocado los huevos con toda esa mierda de los hijos, Ariel no los tendrá con nadie, mucho menos con Duncan Ronan, estaba celoso, furioso con ella por haberle
Con mi mujer no había necesidad de fingir, o de tomarme el tiempo para recuperarme, porque me excitaba de maneras que jamás entenderá, se mete todo, cada espacio de mi verga hasta el fondo, suelta un gemido que me hace mirarla como nunca he visto a una mujer, su pelo rubio me alborota el alma y me acelera el corazón.Se queda inmóvil, y sé lo que está esperando, sé lo que quiere.—Estoy celoso, y es la primera vez, sé que dices la verdad cuando le dices que no fue nada, porque eres la única mujer que conozco que no miente, pero eso no borra las imágenes que pasan por mi cabeza al pensar que...Ariel sube y baja, se detiene y sin verlo venir es ella quien me da un reguero de besos en el rostro.
¿Por qué siempre las mujeres tienen que arruinar el puto momento? Hijos, hijos, hijos, joder, los hijos son pequeñas sanguijuelas que te roban el tiempo, te exprimen el dinero y te envejecen con sus pendejadas, y no quiero tener intrusos entre ella y yo, porque no pienso compartir su amor con nadie, mucho menos con un maldito caga todo. No importa si tiene mi sangre, no quiero hijos y punto. Ni ahora ni nunca.—¿Acaso no te gustaría ver correr a un mini Damián por tu casa? —insiste en el tema dándome un reguero de besos que comienza a ponérmela dura de nuevo, su coño era mi nuevo vicio—. Sacaría tu cabello rubio, mis ojos y tu carácter.Ingenua, no sabe lo que dice, ella lo que quiere es clonar a un ser maldito sin corazón, ¿mi c