Karim la miró apenado, pensando que su reacción sé debía al hecho de que tenía miedo de ser repudiada por su familia, ya que algunos no veían con buenos ojos a las mujeres divorciadas. —¡Tranquila, puedes estar tranquila, estás en tu derecho, Amín te ha maltratado, ya no tienes porque seguir a su lado!—habló Karim buscando calmarla cuando la doctora entró en la habitación. —Majestad, el Emir y el príncipe Amín acaban de llegar al hospital.—anunció la doctora mirando a Malika con pena y la chica agarró el brazo de Karim. —Karim, tengo miedo…por favor, yo no puedo divorciarme.—declaró Malika muy alterada. —Ya no hay vuelta atrás Malika, mis abogados vienen en camino y Amín no podrá hacer nada para impedirlo.—contestó Karim con firmeza y salió para buscar a su hermano dejándola sola con la doctora. Malika se llevó la mano a la cabeza llorando desconsolada, iba a divorciarse de Amín, la doctora que había escuchado parte de la conversación entendía el motivo de su desespero. —¿Lo
La aflicción que Jackson sentía era inexplicable, pero lo peor es que ese sentimiento tan angustioso no dejaba de crecer. Habían llamado a varios hombres que bajo las órdenes de Karim buscaban a Malika sin descanso. La chica llevaba toda la noche desaparecida y cada segundo que pasaba sin tener noticias suyas, era como una muerte lenta y dolorosa para el piloto.—Todavía no puedo creer que hayas hecho algo así y más sabiendo como funcionan las leyes de este país o por lo menos nuestras tradiciones. —masculló Karim enojado mirando a su mejor amigo.—Sé que cometí un error, te juro que no sabía que esto llegaría a tanto, pero me he enamorado de ella...—¡No te atrevas a hablar de amor, Jackson!-vociferó Rania furiosa por ver como su amiga podía tener el mismo final que tuvo su madre, y Jax bajó la mirada al suelo, estaba claro que Rania veía en él un reflejo de su padre, aún más después de enterarse que el piloto ya sabía toda la verdad sobre el pasado de Robert Kavanagh. —Si estuvie
—La podías haber matado y a mí nieto también. —escupió Hudad mirando con desprecio a su hijo pequeño. —Tenemos que recuperar a ese bebé, es nuestro mayor tesoro en este momento. —Es mi hijo, y por supuesto que debemos encontrarlo padre. ¡Así verás que yo soy mucho mejor que tu protegido! —rebatió Amín con vehemencia. —Finalmente tendré un hijo, y estoy seguro de que será tu primer nieto varón. —No cantes victoria Amín, después de la paliza que le metiste a tu esposa será un verdadero milagro que ese niño nazca bien. —contestó Hudad molesto. —Y debes recordar algo muy importante. Aunque nazca un hijo tuyo Karim seguirá siendo el príncipe heredero. —Un príncipe heredero sin descendencia no es nadie, con eso yo seré el segundo en la línea de sucesión y mi hijo el tercero. ¡Yo estoy asegurando el futuro de nuestro linaje, dando continuidad a la dinastía Al Thani y espero padre que no lo olvides! —bramó Amín entre los dientes, seguro de su paternidad. Al Emir y a su hijo poco les i
Malika sentía que algo la mantenía de pie en la puerta del autobús, una fuerza invisible que la impedía de marcharse. —¡¿Muchacha vas a subir o no?! —la premió un hombre en la cola con impaciencia, entonces ella lucho contra esa fuerza y subió al autobús, sin mirar atrás.Entre los pasajeros de la estación empezaron a mezclarse los hombres de Karim, con ellos la pareja real y Jackson.Jax miraba a todos lados con desesperación, incluso se separó del equipo de seguridad para buscar a Malika. Sentía se le caía el alma a los pies recordando sus palabras, todo lo que ella le comentó sobre aquel lugar. El porqué las mujeres podían ir a la estación, los peligros que corrían, cómo la sociedad las veía. Aquel no era un lugar de libertad, era solo la entrada a una vida de miedo, soledad y abusos. En todos los rostros Jackson buscó el de ella, en cada mirada ansiaba encontrar la suya. El agujero que se abría en su pecho era cada vez más profundo y esa angustiosa sensación de ahogarse en u
Interrumpiendo el hermoso momento entre la pareja que declaraba su amor en la estación de Riad, Karim recibió un aviso de uno sus hombres notificándole que la guardia real estaba a pocos kilómetros de la estación. Por lo tanto, ellos tenían que marcharse antes de ser alcanzados por el Emir o de lo contrario estarían perdidos.—¡Jax tenéis que abandonar el país ahora! —demandó Karim y Jackson miró a Malika angustiado. Ella estaba asustada y embarazada, lo último que necesitaba era subirse a prisas a un avión, pero no tenían otra opción, era eso o quedarse y enfrentarse a Amín. Se montaron en las camionetas que pertenecían a Karim, luego se pusieron rápidamente en marcha dirección al aeropuerto mientras que el príncipe se encargaba de ordenar que tuvieran a su jet listo para volar. En la carretera no tardaron en saber que varios autos blindados iban tras ellos buscando alcanzarlos, eran el Emir con su hijo Amín, que después de recibir una aviso de la policía descubrieron que Karim
—Es un bellísimo vestido mi princesa, pero con esa cara tan triste no lo luce como es debido. —murmuró Aisha viendo lo cabizbaja que estaba Rania y sintió pesar por ella, sabía que su princesa estaba muy preocupada. —Siento que me muero sin él aquí, Aisha. Karim me hace mucha falta. Una semana entera separados me tiene muy ansiosa, sobre todo por saber que está en un lugar tan peligroso en este momento y tratando con un grupo de terroristas. —contestó Rania mirando todas las joyas que Karim le había enviado de regalo, pero no le interesaba ninguna. Ella sólo quería tenerlo a su lado. —La invasión de los Talibanes en Afganistán ha sido algo totalmente imprevisto. —comentó Aisha abriendo una de las cajas de terciopelo donde había un hermoso collar de diamantes, hecho exclusivamente para Rania. —Su majestad, el príncipe, solo está cumpliendo con sus obligaciones mi señora y aunque no lo fuera… —Lo sé. —Rania se giró para verla con una sonrisa que no le llegó a los ojos. —Aunque no
Dentro de la habitación Rania se asustó cuando escuchó a alguien dar un portazo detrás de ella y al girarse se encontró con la mirada sombría de su ex novio. —Brian no te acerques, no puedes estar a solas conmigo. —demandó Rania dando varios pasos hacia atrás, hasta que su espalda chocó con la pared, pero Brian no le hizo caso. —¡Dime, Rania dime a la cara que ya no me amas! —vociferó pegándose a ella y Rania lo apartó con un empujón con la mirada fiera. —¡No te acerques a mí, Brian te advierto que no lo hagas si no quieres arrepentirte! —replicó enojada. —No puedo estar a solas contigo, ni quiero hacerlo. ¡por favor, márchate y déjame en paz! —¿Quieres que me marche de esta habitación o de tu vida? —inquirió exasperado. —Primero me dijiste que ibas hablar con tus tíos de lo nuestro, después hiciste un viaje a Marruecos para terminar prometida de ese príncipe y cuando fui a buscarte me dijiste que todo era una farsa…¡Una jodida farsa y que volverías a estar conmigo!...¿Pero es
Brian tomó una escultura que tenía a la altura de su rostro y la lanzó contra la puerta por donde el amor de su vida decidió marcharse matando sus esperanzas, y soltó un grito que lo estaba ahogando, buscando aliviar su ira o aplacarla de alguna manera. Él terminó llorando con la frente pegada en el suelo sin saber cómo afrontar tantos sentimientos, pues no podía aceptar perderla. Rania era suya, la había reclamado y no podía simplemente dejarla ir para estar con otro hombre. Entonces escuchó una vez, calma y amable. —Puedo ayudarte… Brian levantó la cabeza encontrándose con el rostro indescifrable y la mirada oscura de Fátima Al Thani. Sobresaltado Brian se alejó de ella mirando de un lado a otro para ver cómo había llegado a aquella habitación de repente. —¿Qué es lo que quiere…cómo ha entrado aquí? —inquirió con nerviosismo y se puso de pie manteniendo una distancia entre ellos. Fátima miró la puerta por donde había entrado y que seguía abierta, contestando de manera