Francis era cantante de jazz, famosa y admirada por el medio artístico, provenía de una familia de músicos, sus padres habían fallecido en un accidente aéreo doce años atrás, siendo hija única del matrimonio Benoit heredó todos los bienes de la familia dentro y fuera del país, poseía una amplia mansión en España, tres departamentos en una isla del caribe y algunas propiedades más, solía ir de tanto en tanto por su mansión en España, el resto del tiempo era alquilada para estancias y vacaciones, varios coches ocupaban su amplio garaje junto a los de sus padres. Poseedora de una amplia y basta colección de pinturas de la familia.
La joyería Benoit creada por su abuela, en manos de Francis era ahora una de las más reconocidas. Grandes personalidades eran clientes exclusivos de la marca, modelos, artistas, diplomáticos siempre hacían una escala en la gran casa de joyas.
Razón y motivos suficientes para Francis quien había creado un vínculo con Kamil hija de Denis y Cesar Dugarte Bertrand, grandes amigos de los Mendell era una hermosa chica y futura esposa para .
Casarlo con Kamil era el deseo de sus padres, siempre lo habían planeado desde que eran adolescentes. Los Dugarte eran dueños de una firma de cruceros, yates de lujo, avionetas, Cesar era experto en Comercio Internacional, con varios postgrados que colgaban en su oficina. Kamil era la cara de varias marcas comerciales.
Estudiaba en la universidad derecho, escogió la carrera por consejo de su padre, no podía negar que le atraía, aunque el motivo principal de aquella decisión era estar a la par con Alan. Kamil era competitiva como arrogante, siempre llamando la atención donde quería que iba, motivo que Alan consideraba nada compatible con él. Era reservado, bajo perfil sin ningunas ínfulas de riquillo.
Francis se quedó por algunos segundos pensativa, mientras agitaba sus manos en señal de exclamar alguna idea que se le había cruzado en aquel momento.
-Hijo tengo una magnífica noticia que darte, ayer hablamos con Kamil creo que podemos fijar la fecha para matrimonio, ella se recibirá pronto y tú…deberías dejar ese trabajo de tan poca altura que tienes, eres un excelente abogado…no entiendo tu insistencia en seguir trabajando con ese hombrecillo Durman, todo un excelente abogado como tú, vendiendo propiedades…la verdad es que evito decírselo a mis amistades. No tienes necesidad de ese trabajo…cariño por favor díselo tú…tendrás todo nuestro apoyo, ella es la mujer perfecta para ti Alan, buena familia, buena posición, hermosa e inteligente-. Le miró esperando una respuesta de su parte.
-Inteligente lo coloco en duda… rica y caprichosa, gustos demasiados costosos, el dinero hay que cuidarlo…-.
-Cariño que cosas dices… todo pasará a manos tuyas y de tu hermana, hemos hecho todos los arreglos, posees una gran fortuna, que tontería es esa…gustos costosos, todo quedaría en familia-.
-Alan tu madre tiene razón-.
-Pero papá…-.
-Tu padre no ha terminado de hablar, escúchalo-.
Francis se servía su porción de fruta con miel, mientras miraba atentamente a Erwin.
Erwin tomaba una porción de manzana para untarla en miel.
-Creo que tu madre tiene razón en varios puntos de los que expone, Durman es un hombre muy inteligente y sagaz en el sector de bienes raíces, aunque no entiendo que te obliga a permanecer ahí-. Doblaba los informes que leía en aquel momento.
-Papá, invertí mis ahorros en la firma del señor Durman, me gusta trabajar con él, además que asesoro todos los negocios que se realizan, no solo soy bueno en derecho penal-.
-Te han ofrecido altos cargos, deberías pensar en trabajar para nuestras empresas…sé que siempre contamos contigo, pero no entiendo esa insistencia tuya…tu hermana y tú son nuestros herederos, todo esto pasará a ustedes cuando sea el momento-.
-Papá quiero lograr objetivos por mi propio trabajo no por mi apellido o fortuna…cuando llegue ese momento lo veremos, por ahora quiero hacer mi propio capital. Tengo lo que necesito, vivo cómodamente, pero sin excesos-.
-Como quieras, lo único que has aceptado es el departamento que te dimos por tu graduación-.
-Madre…no pude negarme, los abuelos hicieron bien su trabajo en engañarme-.
-Eran tan especiales y maravillosos-. Los ojos de Francis perdieron su brillo y encanto. Hubo un gran silencio.
Erwin exclamó.
-Estoy en algo de acuerdo con tu madre en el mismo punto, Kamil y tú ya deben ir fijando fecha para casarse, tu madre diseñará las joyas para la hermosa novia, una gran boda… no pienses que aceptaremos un matrimonio a puertas cerradas-.
-Papá, aún no he tomado la decisión de casarme…toda mi vida he estado estudiando, estudiando y estudiando…creo que quiero respirar un poco-.
En ese momento Karly la hija mayor del matrimonio ingresaba en el amplio comedor familiar.
-Veo que están en el mismo tema del matrimonio de Alan con Kamil, creo que son jóvenes, mi hermano se la ha pasado enclaustrado devorando libros, debe vivir la vida… así que mamá dale tiempo…yo en cambio sí quiero casarme, y ya tengo alguien en la mira…es un chico atractivo, trabajador, inteligente, y me gustaría que lo conozcan-.
-Piensas traer un don nadie…. Ni lo intentes creo que el hermano de Kamil es un buen pretendiente, por favor Karly, es un tema serio, no quiero hablar más al respecto -.
-Pero papá…es un buen…-.
-Dije que no, ha de ser algún vividor que quiere solo tu dinero, con el bueno para nada del esposo de tu tía es suficiente, no seguirás los pasos de Moly…piensa bien las cosas-.
-Ah papá…eres injusto-.
-Ni tiene trabajo, ni profesión ni nada-.
-Estudia, honrado, inteligente, responsable… además se ha portado amable conmigo, alguien quiso robarme la semana pasada, si no fuera por él habría pasado un mal momento, por favor papá… dale la oportunidad-.
-Bien, invítalo a casa, quiero darle las gracias y compensarle su buena acción…-.
-Papá te va agradar…recuerda que me prometiste un regalo por mi cumpleaños, mi trabajo en la empresa ha dado grandes frutos -.
-Eso no lo podemos reprochar, tenemos dos excelentes hijos en los estudios y los negocios-. Francis sonreía con orgullo.
-Te daré un buen regalo-. Erwin se retiraba en aquel momento, su asistente y secretario personal llegaba justo para indicarle que le esperaban en la empresa.
-Lenin… ¿Puedes llevarme en la tarde a la empresa? -.
-Con gusto señorita Karly estaré en punto de las dos-.
-Gracias Lenin-. Se giraba para unirse al señor Erwin y darle la agenda del día.
- ¿Mamá que te parece el secretario de papá? -.
-Oh…es un excelente secretario, siempre tiene todo al día, por eso es la mano derecha de tu padre, goza de nuestro aprecio-. Francis tomaba su bolso y llamaba a su prima Cáterin.
-Hola Cáterin buenos días. ¿Cómo amaneció hoy la tía Dora? -.
-Buen día Francis, ya se siente mucho mejor, fue un pequeño resfriado, ayer tomó la última dosis de los medicamentos, te envía saludos-.
-Iré a verla más tarde-.
-Nos vemos en la joyería, hoy llegan insumos que teníamos pendientes, estaré justo en media hora-.
-Nos vemos Cáterin, que haría sin ti-. Era su mano derecha y asistente personal, Cáterin era soltera y pasaba sus cuarenta años, motivo que para Francis era indicador de soltería a la vista.
Kiki corría a prisa colocando todo en su lugar, en diez minutos Marga llegaría revisando todo minuciosamente. Era difícil de complacer.
La señora Pelton tomaba su yogurt con cereal, la verdad era que la pobre nunca podía tomarse un desayuno con tranquilidad.
Mirando a todos los puntos importantes en la habitación, respiró con serenidad. Todo marchaba en orden.
Se escuchó el ruido de un auto que se estacionaba, era el señor Fred con un gran ramo de rosas amarillas. No era una buena señal.
-Señor Fred buenos días, perdone mi sugerencia… pero no es una buena idea las rosas amarillas…la señorita Marga las odia-.
-La verdad es que me encantan, tendrá que soportarlas hoy es un día importante, el desfile abarcará todos los medios, marga no tendrá tiempo de lanzar mis flores a la basura-.
-Oh ya entiendo-. No entendía en que cambiaba eso la situación, cuando tenían eventos marga era mucho más insoportable que de costumbre.
Marga ingresó como un torbellino lanzado algunos mostrarlos a los costados, varias piezas bordadas las cuales no le agradaban, y de paso arrojando las revistas sobre la impecable alfombra.
-Kiki tráeme otro café-.
-Marga de mi corazón, las rosas son hermosas ¿No crees? Así que las colocaré en agua, quedan bien con tu atuendo de hoy-.
Marga solo las miró por encima. -Detesto el amarillo floral-.
-Bien no te preocupes, las haré cambiar por un tono rosa pálido cariño, bien aquí está tu café-. Tomaba la bandeja de manos de Kiki antes que pudiera colocar las tazas sobre su escritorio.
-Kiki quiero a las modelos con tres horas de anticipación, pásame la paleta de colores, quiero elegir perfectamente todo-.
-Si señora, ya le traigo los mostrarlos-. En aquel instante que se cerraba la puerta, Fred se acercó a Marga para darle un dulce beso, le abrazaba para apaciguar su molestia, ella se soltó de sus brazos con algo de brusquedad.
-No tengo tiempo para abrazos y escenas románticas-.
-Claro cariño te entiendo, fue un día arduo para ti… me marcho, tengo varias cosas pendientes en la oficina, si necesitas algo solo llámame-.
-Ve a tus ocupaciones Fred, quiero realizar algunas llamadas personales-. Sacudiendo su mano le despedía.
Fred era paciente, amoroso y dedicado a Marga. Alto, atractivo, ojos verdes, cabello castaño medio. Siempre impecable y paciente.
-Demasiado paciente-. Pensó Kiki para sus adentros.En aquel momento que ella navegaba en miles de conjeturas, Fred se despedía de todos los empleados mientras les obsequiaba una caja de donas con café para cada uno de los presentes.-Pobre señor Fred, ella es maquiavélica que lo terminará arruinando por completo, debería buscar mejor compañía-.-Dicen que el amor es ciego señora Pelton, por eso prefiero tener los ojos bien abiertos-. Kiki señaló con humor sus hermosos ojos.-Mi experiencia del amor es maravillosa, abandona esas ideas…un día llegará el príncipe de tus sueños-.-Si es igual que el señor Fred…prefiero un gato-.Las dos mujeres reían en baja voz.La señora Pelton tomó las prendas e ingresaba al taller con premura, Marga revisaba en aquel momento minuciosamente los detalles en las costuras, todos corrían de un lado a otro, dando los últimos toques para el gran evento donde Marga luciría perfecta y hermosa, ellas trabajarían como hormigas esclavas a contra reloj. Marga les
Coby ingresó en la tienda para recoger el pastel de su madre, cumplía años y quería sorprenderle. Kiki llevaría el regalo de los dos, papá el vino y las flores, la tía Helen la cena, su cocina era exquisita. En ese momento Nita le entregaba la bella caja del pastel mientras el observaba la decoración. Se acercó al mostrador para entregar su recibo. -Denme unos minutos, ya llamo a la encargada de las entregas-. Esperó varios segundos, una chica a quien reconocía se acercaba con una gran caja en sus manos. Coby miró el pastel fascinado. -Me encanta…quedó perfecto, no sabias que trabajabas aquí-. -Hola Coby que gusto verte, llevo cuatro meses trabajando aquí, me gusta este lugar-. Su sonrisa era algo tímida. -Es casi la hora del almuerzo, te invito-. -Vaya… justo llegó mi turno, dispongo de una hora y media-. -Entonces invito yo-. Nita fue por sus cosas, al cabo de unos minutos se acercó a Coby para tocar su hombro quien miraba la gran vidriera llena de pasteles, salieron de la pas
En punto de las cinco de la mañana Helen preparaba una buena taza de café y se disponía a leer el periódico, de hecho, no había dormido nada bien pues estuvo limpiando en casa de su hermana dejando todo en orden hasta entrada la madrugada.Keili era muy afortunada en la vida, quizás no se daba cuenta por tener siempre todo a la mano.De hecho, Armand era un esposo magnifico.Ella se quedó meditando por segundos en esas palabras… -Armand un excelente esposo…-. El motivo por el cual Keili y Armand estaban distanciados era todo un misterio, la vaga posibilidad de una tercera persona en la escena cobraba fuerza, solo que eran rumores y conjeturas, en unos días vendrían los suegros de Keili y ya se imaginaba la escena, la señora Nora y el señor Neo parecían buenas personas, pero desde que la separación Nora había tomado distancia de su hermana. Algo debía saber, pero nadie se atrevía a tocar el tema.Terminaba la taza de café y tiraba el periódico sobre la mesita del costado, se iría a ves
Alan tomaba varias carpetas en mano de la mesa del comedor.Kamil le abrazaba rodeándole con sus brazos.-Nosotros no nos amamos…dejemos el juego, otro día seguimos en las adivinanzas…bien linda ahora suéltame, toma una taza y sírvete café, yo debo agilizar algunas cosas, debo ir a trabajar-.-No entiendo como un chico como tú con semejante fortuna trabaja-.-Porque el dinero no nace en árboles, mis padres hacen muy bien su labor de dirigir sus negocios, yo también-.-Yo no quiero llevar pesadas cargas, cuando nos casemos tu asumirás todo bebé…yo tendré el deber de ser tu esposa, imagínate…siempre impecable y elegante para que te sientas orgulloso de mi-.Alan le miró preguntándose si por casualidad sus padres notaban que todas las neuronas las tenía fracturadas, se apreciaba que ninguna le funcionaba.- ¿Crees que seré una maravillosa primera dama? -.-Dama de…-.-Como las esposas de los presidentes, si tú eres el heredero, es justo que seas el presidente de la compañía, y yo asumiré
La mujer miró en dirección a la mesa del fondo levemente iluminada por la luz, ella cerró su abrigo rojo mientras que aceleraba sus pasos con total donaire.Al llegar depositaba su abrigo sobre el respaldo del pequeño sillón.-Creí que no vendrías-.-Jamás te dejaría esperando, de hecho, llegué quince minutos antes, quería verte llegar, me dijiste que el rojo seria tu color hoy-.-Este color es irresistible…Y bien cariño… ¿Dónde iremos? -.-Me gustaría que cenáramos y tuviésemos una plática de las cosas que han pasado últimamente…-. La mujer levantó sus cejas.-Pasa algo…lo sé, mejor dímelo directamente sin estar con rodeos, tus ojos no son los mismos de antes, así que no pretendas tratarme como una ingenua colegiala…si es que te has cansado dilo sin dar más vueltas…-.-Qué cosas que dices querida, tú y yo colegiales, tienes sentido del humor y eso es lo que me atrae de ti, aparte de tus hermosos atributos, que fueron otorgados por el olimpo-.-Oh…Atenea puede lanzarme algún conjuro s
Francis tocaba la campanilla ante el ingreso de su esposo junto a su hija y Lenin su asistente. Era la hora de la cena y toda la familia estaría presente, en aquel momento en que todos llegaban al comedor a tiempo Francis notó que Alan no había llegado.-Alan quiere hacerme rabiar, le dije que no quería excusas, además los padres de Kamil vendrán, solo quería una velada familiar libre de temas laborales y negocios-.-Creo que llegará en media hora cariño, me llamó justo en el momento que salía de la oficina e iba rumbo al club de natación por Karly, su auto estará listo mañana-.Francis se acercó a su esposo para darle un beso, era tan considerado y caballero, amable y cálido hombre de familia, siempre al cuidado de todos-.-Creo que debemos ir reservando con tiempo para nuestras vacaciones en el Cairo-.-Quería ir con toda la familia lo que será muy difícil, Alan siempre tiene una buena excusa-.-Bienvenidas sean las excusas mi vida…contigo todo lugar es maravilloso-. Erwin abrazó su
Alan tomó las tostadas para dejarlas caer sobre la servilleta, justo el apetito se había ausentado, si no se apresuraba llegaría tarde a la oficina, por buena fortuna para él Kamil no se presentó en su casa.Una idea iba y venía, cambiarse de casa.Podía vender la propiedad para mudarse a otro lugar.Su madre colocaría el grito en el cielo.Su teléfono repicaba insistentemente, lo dudó para responder, pero terminó tomando la llamada.-Señora Minie gracias por su llamada llegaré en una media hora-.Colgaba en seco. Tomaba su portafolio, llaves y documentos.el auto avanzaba por la amplia avenida, una nueva llamada justo en el instante que el semáforo le indicaba detenerse.Ahora era su madre.-Alan esta noche habrá un coctel para todos los directivos de la empresa, empleados e invitados especiales, tu padre precisa que asistas…por favor hijo cuento contigo, no me falles-.Alan quiso argumentar que no estaría presente, pero su madre se adelantó colgando la llamada.-Siempre me hace lo m
Keili despertaba once en punto de la mañana, la habitación permanecía con las cortinas cerradas. Escuchó algo de ruido en la cocina y pudo percibir un rico olor a café, eso daba a entender que Armand no se había marchado.Se colocó la bata para ir directo por el desayuno.-Buen día Armand veo que estás al día con todo…pensé que te habías marchado-.-Desperté, regué las plantas y decidí hacer el desayuno-. Armand le acercaba el café para colocar todo en el comedor, en aquel instante su teléfono repicaba -Keili puedes responder por favor-. Armand entraba en la cocina para apagar la leche y traer el azúcar junto a la crema.Tomaba la llamada -Buenos días-. Hizo señal que nadie hablaba al otro lado de la línea.-Si…buenos días, por favor me puede comunicar con el…-.-Buenos días ¿Y quién es usted? Debo suponer que tiene nombre, yo soy Keili su esposa…ahora dígame ¿Quién es usted? -.-Soy una clienta del señor Armand, muchas gracias le llamaré después cuando él pueda atenderme-.-Qué mujer