Teniendo ya el oso bajo custodia, mis dos compañeros policías se lo llevaron a la comisaria para solucionar toda esta situación, ahora tenia que hablar con mi compañera, ella estaba tomando esto demasiado bien, debe estar en estado de shock, los humanos normalmente no reaccionan con tanta tranquilidad, subí a la habitación para encontrar una escena aun mas rara, Dalia estaba echada al lado de mi compañera en la cama, su cola se abanicaba a lado y lado mientras hablaba con mi compañera, ambas se veían relajadas y eso me dio esperanzas de que mi compañera no estuviera aterrada de mí, al percatarse de mi presencia terminaron abruptamente la conversación, Dalia salió de la cama y camino hacia mi —buena suerte, ya te toca a ti terminar el interrogatorio— me reí internamente porque sabia que mi compañera pediría respuestas, entre cuidadosamente, sin quitar los ojos de mi compañera, ella me dio una sonrisa brillante — Dalia dice que debes vestirte cuando te transformes, porque si lo hace
Pasamos el resto del día limpiando todo el desastre, la sala estaba llena de sangre, pelos, muebles rotos y rastros de pelea, mi compañera seguía mostrando que era perfecta para mí, me ayudo a limpiar y se aseguro de que todo lo salvable se usara de nuevo, comió conmigo sentada en el piso mientras nos reíamos de todo lo sucedido, ella no estaba asustada por mi condición de cambia formas, eso era algo que podía agradecer, ella no salió corriendo al descubrirlo, mi compañera era fuerte y poderosa, esto me ayudaría a decirle que no podía vivir sin ella, que era mi única e incondicional compañera de vida, la puerta fue puesta provisionalmente y la noche llego cobijándonos, el cansancio del día nos paso factura, la idea de dormir con ella era excitante pero su cuerpo agotado no me permitió mas que un par de besos y abrazarme para dormir, esperaba que la mañana siguiente mi despertar fuese menos caótico. Desperté con un recuerdo dejando y un olor en mi nariz, los huevos que se cocían en la
Ya uniformado y listo me dispuse en marcha con mi compañera, ella me había mirado con miedo cuando ya estaba listo, pero sonrió cuando llego a mi rostro, yo estaba muy feliz de que ella estuviese a mi lado, salimos por primera vez en días de mi casa, esto rompía la burbuja, llegamos sin demoras a la comisaria, mi compañera se apretó en mi costado mostrando su incomodidad por estar en ese lugar, pero no se acobardo, ella era valiente, Luis nos sonrió y se acercó a nosotros —esto ha sido una locura, la mayoría de las agencias están buscando un trozo del pastel, pero tu tienes la primicia, esperamos que todo salga bien—sabia que su buena vibra serviría, por lo menos ayudo a que mi compañera se tranquilizara, pasamos a mi oficina donde ella intento alejarse de mi , yo la abrace —no te puedes librar de mi tan fácilmente—ella se rio y me beso, los golpes en la puerta hicieron que mi compañera se alejara de mí, se sentó en el sofá de la esquina para darme privacidad, Luis ingreso a la of
Lileet Camine por las calles del pueblo hasta llegar al hotel donde había trabajado, Frank me sonrió cuando me vio pasar por la recepción — me temo que ya no tengo tu puesto vacante— dijo con alegría y me abrazo —vaya, creí que podría volver—dije aun abrazándolo —no me digas que el canalla de Heib no te trata como te mereces, dame un minuto y le daré una lección a ese chico—— no es necesario, me cuida en exceso— dije señalando a el policía que me acompañaba — chico sensato—dejo Frank — creo que te reemplace más fácil de lo que creí, mi hijo menor Víctor trajo una chica, no mas que piel y huesos, pero es diligente, tiene como 10 años y se desenvuelve tan bien como tú, sin ofender—me reí, claro que no me ofendía, pero quería que la niña fuese mas que una empleada, que estudiara y saliera adelante —me gustaría que ella estudie—le dije mientras sacaba su tetera y sus tazas pequeñitas( le gustaba el juego de té que usaba con sus hija hace años) —¿y quien te dijo niña que
Heib paso la noche en eterna vigilia, esperando lo peor, mientras su compañera dormía con sueños agitados, estaba muy asustada. La luz de la mañana toco las montañas nubladas y le permitió respirar con calma, su amigo Thot y su compañera estaban llegando, seguro a darle un poco de tranquilidad, se enteró de seguro de lo que paso, mi compañera se despertó de golpe sobresaltada, se giró a buscarme, para mi satisfacción , sus ojos estaban asustados, pero se calmó al verme, Dalia subió y cuando mi compañera la vio se relajo un poco, ellas ya eran amigas, se sentían cómodas la una con la otra, Salí en silencio para darles privacidad, las mujeres se precipitaron a una animada conversación, Thot me esperaba en la sala — te está tratando bien la vida compañero— se mofo mientras me entregaba una taza de café — si voy a estar con ella la vida puede seguir golpeándome— le dije antes de beber de un trago la taza de café —tenemos que tomar medidas—dijo Thot pensativo— no podemos dejar a tu
Lileet Tenía que encontrar la fuerza para preguntarle a Heib, hablé mucho con dalia en el día, mis tras el enorme lobo de Heib roncaba cerca de la chimenea, Dalia había hablado de un reclamo de una atracción tan fuerte que ningún lobo podía resiste, Pero además de unos besos y bueno otras cosas extremadamente excitantes no había hecho mas conmigo, Dalia me aseguraba que el era mi compañero y que el jamás tendría otra persona, pero mis dudas me estaban consumiendo, porque no había querido ir mas lejos conmigo, tenia que preguntarle, mis ojos se llenaron de lágrimas, — Heib quiero saber si no me quieres— su cara de confusión me dejaba sin argumentos — hablé con Dalia, ella me dijo que los compañeros de los lobos se reclaman, y yo…— trague el nudo que se acomodo en mi garganta — yo siento muchas cosas por ti, has despertado muchas cosas que nunca había sentido pero si no soy tu compañera quiero saberlo, para no ilusionarme más, porque la verdad ya me había imaginado una vida contigo—
HeibMi compañera estaba deseosa en mis manos, no podía dejarla sufrir más , el olor a su necesidad tenia drogada mi cabeza, mi lobo meneaba la cola en aprobación, para él esto se había tardado demasiado, seguí besándola hasta que sus piernas tocaron el colchón, la empuje un poco para que callera de espaldas y me deleite con la vista, sus labios estaban hinchados, sus ojos llenos de lujuria, su cabello se había soltado y estaba esparcido por la sabana, ella era una visión celestial, me abalance sobre ella y la seguí besando, ya habíamos cruzado la línea de no retorno, yo no podría parar, ella no querría hacerlo, bese mi camino hasta la camisa que llevaba y con una contribución de mi lobo la hice pedazos con las garras, ella jadeo en mi boca pero no exigió que me detuviera, quería que siguiera y así lo hice, seguí la línea de sus pechos y los mordisquee delicadamente mientras ella se retorcía y se movía tratando de huir de mis atenciones, mis manos tomaron la pretina de sus pantalones
La desesperación palpable de mi lobo me despertó no mucho después de haberme dormido por completo, había buscado a mi compañera nuevamente y me di cuenta de que me excedí un poco, mi lobo había hecho de las suyas, y aunque mi compañera no se quejó por los rastros de dientes en su pecho y vientre sabía que mañana lo sentiría, pero aun no entendía la necesidad de mi lobo por no dejarme disfrutar de ella dormida en mis brazos, intente calmarlo con el pensamiento de nuestra compañera dormida a nuestro lado pero él hizo caso omiso y sigue empujándome para que me despertara, no sentía la presencia de nadie, seguía sin saber porque su inquietud, pero el levanto su nariz y olfateo con fuerza, eso me hizo recoger una bocanada de aire cargado de olores, sexo, semen seco y sangre de mi compañera, ella había sangrado ambas veces, pero yo había limpiado los rastros de nuestros cuerpos, respire de nuevo y descubrí que el olor a sangre era fuerte y fresco, abrí los ojos y vi a mi compañera dormida,