❍[TRAMPA ]❍Alessa miraba por la pared de vidrio de la suite, toda la ciudad, aún no lo creía. Era la esposa de nada más y menos que de Yasir Arslan, cerró los ojos con anticipación. ¿Qué iba a pasar esa noche? Estaba muy asustada. Se había dado una ducha y se había puesto una lencería de los más fina y sexy, parecía unas de las chicas del Moulin Rouge.Negó con la cabeza, todo eso había sido por sugerencia de su amiga, pues no sabía que esa boda era simplemente un acuerdo financiero. Frunció el ceño cuando recordó ese pequeño detalle. Estaba más mal de lo que creía, porque sentía que todo era verdad y que había sido la decisión correcta aceptar casarse con Yasir.Caminó hasta la cama, estaba llena de pétalos de rosa color rojos, una mesa móvil de acero inoxidable, tenía una hielera con una botella del champagne más caro del mundo Dom Pérignon Rose Gold, dos copas decoradas. Todo acorde para la ocasión.«Te juro que esta noche no la olvidarás jamás».Esas fueron las palabras que Yasir
❍[INDIFERENCIA]❍Estaba frustrado, molesto consigo mismo. Mirando la pista por la ventanilla de su avión privado. No entendía como Alessa se había enterado de lo que pasó con Mariana. Pasó la mano por su rostro. Era muy cierto lo que pensaba; su esposa tenía un buen gancho derecho. Estaba seguro que ya tendría un pequeño morado.—Señor aquí traje lo que me ha pedido la señora Alessa —le dijo Dimitri a Camilo.Yasir frunció el ceño.—¿Qué ha pedido? —preguntó Yasir con curiosidad.—Una medicina para los viajes en avión, y un calmante para el dolor de cabeza.Él asintió en aprobación.—Toca la puerta de la habitación, creo que si es capaz de verme me dará otro golpe en las pelotas —dijo Camilo burlándose de sí mismo a Dimitri.—Esa mujercita es de armas tomar. Sabe golpear muy bien.—Yasir... —su amigo pronunció su nombre despacio —Ahora sí, dime. ¿Qué ha pasado?Con cara de pocos amigos, él le explicó lo que había sucedido. Lo que no entendía muy bien era lo de la marca de barra labial
❍[CENA ]❍—¡GRANDÍSIMO ARROGANTE! —exclamó furiosa— ¡Ah! Esto no se quedará así.Rebuscó entre sus cosas. Esperaba que Karen no se hubiese equivocado en sus gustos. Cuando abrió la maleta bien. ¡Otra aliada de ese traidor! Toda su ropa era nueva. Desde la ropa interior hasta los vestidos. ¿Así iba a jugar?, entonces jugaría. Fue a la ducha rápidamente, pegó un gritico cuando se equivocó y el agua fría le cayó encima, sin embargo pudo controlarla hasta que quedara templada, terminó de asearse y salió con la toalla envuelta.Volvió a revisar la maleta y tomó un vestido negro corto, tenía diez centímetros por encima de la rodilla. Se echó a reír sabía lo que iba a suceder, por su voluptuoso trasero le quedaría más corto atrás que adelante. Le pareció bien que no tuviera escote era totalmente cerrado, manga larga solo tenía un pequeño escote en la parte de la espalda circular para abotonarse. Los zapatos eran otra cosa, agradeció que los del día anterior cuando se cambió el traje de novia
❍[CASA ]❍—Entonces. ¿Ahora esta es tu vida? —fue la pregunta de Camilo mientras terminaban de entrenar.Ni siquiera le contestó, hacía tres noches que Alessa le había dado un golpe bajo, pero sin contacto. Cuando le dijo que nunca había compartido la cama. En ese momento sintió deseos de tomarla de una vez por todas, pero no sería de esa manera. Las cosas no estaban del todo claras entre ellos y eso sería un total y completo error.Durante tres noches entrenaba con Camilo hasta que no le quedaban fuerzas, era simplemente para llegar tan agotado, y no darse cuenta de que Alessa estaba en la cama con él. Se moría por besarla y acariciarla. Estaba pensando seriamente en decir la verdad de una vez por todas sobre Mariana, y de la forma vil en que la había engañado. Lo más probable es que tanto ella como su madre tomaran represalias en contra de él.—Mañana vamos a casa.—¡Vaya! Ya era hora.—Prepara todo, me voy a la cama.Prácticamente lo dejó hablando solo, fue directo a su habitación.
❍[CUMPLEAÑOS]❍Alessa llegó a la cocina buscando a alguien que le ayudara un poco con el ama de llaves de la casa. Se encontró con ella de frente, y le saludó con una sonrisa.—Hola.La mujer mayor le devolvió la sonrisa y le tomó de las manos para que se sentara. Le sirvió un sándwich y jugo de naranja.—¿Café? —Alessa le hizo el gesto.Enseguida se lo sirvió. Cuando dio el primer sorbo, se sintió regañada, el café era muy fuerte, con razón Yasir decía que en América se bebe agua de café. Sin embargo ella usaba el café colombiano y brasileño, lo mezclaba. Estaba terminando de beberse el jugo cuando Camilo apareció por la cocina.—Buenos días Alessa.—Hola Camilo.—Veo que ya conociste a la señora Gonul.—Sí, aunque no nos entendemos, me ha tratado muy bien.—Me alegra saberlo —se acercó hasta el ama de llaves, la tomó por los hombros y le besó en la coronilla—, es mi madre.Alessa sonrió.—¿Tú mamá? ¡Genial!.—Sí, ella es una mujer excepcional.—¡Puedo verlo! —exclamó— ¿Sabes en dónd
❍[UN BESO ]❍Sabía que la había presionado, pero se sentía tan bien. Alessa poco a poco inclinó su cabeza hasta rozar sus labios con los de él. No pudo contenerse y le tomó el rostro con las manos cuando sus bocas hicieron contacto, cambió rápidamente la posición. En ese momento Alessa estaba debajo de él. No pretendía que el beso fuera de esa manera, tan necesitado. Sus lenguas se acariciaban y los sonidos de succión hacían eco en la habitación. Sus brazos estaban alrededor de su espalda, mientras que los de Yasir a cada lado de sus hombros, de esa forma; se apoyaba en sus codos para soportar su peso. No quería terminar el contacto, y menos al sentirla corresponderle, dejó sus labios para bajar por sus cuello lentamente haciendo con esto que Alessa arqueara más su cuerpo y se ofreciera más a él.Sumergida en el placer que le brindaba cada una de sus caricias. Yasir subió el top de blonda hasta que sus pechos quedaron libres. Como si estuviera poseído por la lujuria y el deseo, arrem
❍[NUEVO DÍA]❍La luz de la mañana se filtró por las finas cortinas de la ventana de la habitación que compartía con Yasir. Alessa abrió los ojos poco a poco, había dormido de manera plácida y tranquila, sentía el cuerpo relajado. Se desperezó y extendió la mano. Estaba frío, no le pareció extraño que estuviese ese lado de la cama vacío, tal vez se había levantado tarde. Miró hacía el blanco techo y pensó en la forma que había cambiado su vida desde la noche que conoció a Yasir.Ella sabía que lo que había pasado el día de su boda era una artimaña de Mariana y Amanda, conocía su manera de actuar. Lo que Alessa se preguntaba era cómo debía tratar a Yasir a partir de ese día. No podía con los celos de saber que había estado con ella primero. Una voz en su cabeza le decía que en el presente era su esposa, y estaban muy lejos de toda aquella maldad.Se levantó y fue al cuarto de baño, para hacer sus necesidades y casi se muere de la vergüenza cuando observó la parte debajo de su pantalón c
❍[DULCE ]❍—No me niegues tu sabor Alessa —la voz era gruesa, profunda, sin embargo no dejaba de ser una petición.Se acomodó mejor entre sus muslos abriendo un poco más sus piernas, volvió a arremolinar la lengua en su ombligo y sintió cómo el cuerpo de Alessa se estremecía. Fue besando despacio, descendiendo poco a poco, llegó al montículo de su sexo, en donde se detuvo e hizo lo de siempre dejar una marca, besó, mordió y luego lamió. Sintió el placer de su esposa cuando ella levantó las caderas; y puso prácticamente toda su feminidad en la boca, ofreciéndole lo que tanto deseaba.El deseo creció en el cuerpo de Yasir, y posó la boca en su sexo, solo con su lengua buscó lo que tanto anhelaba aquel nudo de nervios que lo hacía querer más. Alessa sintió que un rayo de electricidad atravesaba su cuerpo, usó las manos para agarrar el cabello de Yasir, lo que no sabía si era para alejarlo o acercarlo, movía la cabeza frenéticamente de un lado a otro.Yasir hizo un sonido de succión y lue