❍[DESAYUNO]❍—¡Maldito Hombre! —exclamó furiosa Alessa en el baño. ¡Joder!. Ahora iba a estar sin bragas todo lo que quedaba de la fiesta. Porque él se las había rasgado, y se las había llevado, Cada vez que pasaba la toallita para limpiarse gemía. Tenía el sexo sensible y caliente, todo era culpa de Yasir. Trató de recomponerse lo mejor que pudo. Salió en busca de Erick.—¿Te ha pasado algo? —preguntó él al verla.—Absolutamente nada —respondió y le quitó el vaso de licor que él tenía en sus manos y se lo tomó a pecho.—¡Wooa! Despacio —dijo divertido y le quitó el vaso—. Sé cómo te pones con el licor.Ella lo miró enarcando una ceja. —Ni con tres mil borracheras encima, me volvería a enredarme contigo.Erick bajó la cabeza.—No debes de ser tan dura conmigo —dejó el vaso a un lado y la tomó a ella del brazo—. Vamos a bailar —dijo—, eso siempre despeja tu mente.—¡Uff! —exclamó— No te imaginas como necesito eso en este momento.Erick llevó a la pista de baile a Alessa, todos los mi
❍[ALMUERZO]❍Yasir miraba a Alessa con los ojos entrecerrados, tenía los puños apretados y el cuerpo tenso, con eso buscaba una manera de controlarse. Ella le habló de manera firme. La muy bruja, ¿qué pensaba que lo que había ocurrido entre ellos la noche anterior no significaba nada? Las mujeres eran incomprensibles, pero Alessa encabezaba la lista. Él la sintió en sus brazos temblar y estremecerse de placer. Como su cuerpo se tensó en el instante que se corrió en su mano. No quería pensar que estaba jugando con él.—¿Qué haces aquí? —preguntó Alessa sin dejar de hacer lo que estaba haciendo.Volvió a mirarla fijamente sin decir nada. Mientras ella mostraba total y completamente indiferencia.—Creo que su nombre es Yasir —dijo Erick—, por favor. ¿Le gustaría compartir la mesa con nosotros? —señalando la mesa—. Puede acercarse y tomar asiento, si gusta.—No se preocupe, lo menos que quería era incomodar.—No, Erick. Nosotros somos muy de bajo nivel para él, por eso no lo hace.¿De ve
❍[ACUERDO]❍ Alessa se atragantó con la comida después de escuchar a Yasir. «¿Se había vuelto loco?», pensó. Su tío comenzó a darles palmaditas en la espalda. —Tranquila, niña —decía mientras le alcanzaba un vaso con agua, y ella lo tomaba sin respirar— ¿Estás bien? Volvió a toser, mientras pasaba la mirada de su tío a Yasir. —¿Acaso han perdido su mente? —les preguntó furiosa— ¿Y tú tío David? ¿Cómo es posible que te prestes a las manipulaciones de este sujeto? —No soy sujerto, no me llames así —respondió Yasir. —No se dice sujerto —ella le miró—, es... "sujeto" y no quiero hablar contigo en este momento. Has estado manipulando a mi tío como si fuese un títere. —Eso no es cierto, Aless —intervino David. Con los cubiertos en cada una de sus manos Alessa cerró los ojos, respiró y contó hasta diez. Volvió a tomar un sorbo de agua. Miró a Yasir. —Ahora mismo me vas a explicar delante de mi tío, de qué va la grandiosa idea que se te ha ocurrido. Yasir se encogió de hombros.
❍[PLAN]❍Los gemidos de placer se escuchaban por toda la habitación del hotel.—¡Oh, Yasir!. Más, por favor.Mariana jadeaba su nombre cada vez que ella se acercaba al placer. Estaba desnuda amarrada a la cama, sobre sus pies y sus manos con una venda de terciopelo verde esmeralda en los ojos. Yasir sabía que estaba a punto de correrse. Le dio un azote en el trasero que lo dejó marcado y ella pegó un gritico.—No vas a correrte aún, cuando yo lo diga.—No puedo contenerme más.—Vamos Mariana, claro que puedes.Dejó de hacer lo que estaba haciendo y se inclinó un poco hacia ella para quitarle el cabello de los ojos. —Hasta que no me prometas que vas a dejarte llevar por mi, y harás lo que te digo. No dejaré que te corras.La mujer estaba cansada de tantas veces que había estado a punto de tener un orgasmo, y Yasir se lo había negado. Estaba dispuesto a pasar días en eso, hasta que ella no cediera a lo que él le estaba demandando.— ¿Por qué me haces esto? —Mariana golpeaba el colchón
❍[LA NOCHE]❍—Estás un poco inquieta esta noche, Aless. —dijo Karen quién no se imaginaba cuánta razón tenía. Cómo le iba a explicar que iba a casarse con nada más y nada menos que con el magnate Yasir Arslan.—No pasa nada, solo es el cansancio. Creo que necesito unas largas y merecidas vacaciones.—Toma más de tu cóctel, te ayudará a relajarte y pasarla bien.—Definitivamente, no —dijo a su amiga mirando su copa —El alcohol me cae muy mal.Ni de coña bebería tanto licor, se conocía. Era capaz de soltar toda su tormentosa historia con Yasir.—¡Por favor, Aless! —exclamó Karen un poco dolida—. Nunca te había preocupado eso antes, sabes que jamás permitiría que hicieras el ridículo.—No es nada de eso —tomó la mano de su amiga—. Sólo que quiero disfrutar del licor y que no disfrute de mí. —culminó el tema riéndose para tratar de calmar la tensión.—¡Ay Aless! Realmente no te entiendo. A veces pienso que no te conozco del todo, a pesar que estamos juntas desde los primeros años de la pr
❍[SIN EMOCIÓN]❍Estaba decidido. Esa mujer iba a ser suya. La primera lección que le enseñaría era: "No llevarle la contraria''. Le había dicho que iba ir por ella. ¿Qué fue lo que hizo? Burlarse en su cara. ¡Maldita mujeres! Eran un caso de confusión continua, y más las americanas con sus aires de autosuficiencias, igualdades y feminismo.Ella entendería de una vez por todas, cuando se casara con él. Que no toleraba ninguna clase de juegos, excepto los que incluyeran sexo. Agradecía a la tecnología y a Google Maps; porque cuando escuchó el nombre del lugar de la boca de la amiga de Alessa enseguida había encontrado la ubicación. Al llegar al lugar se sorprendió, era agradable. Con un ambiente genial pero la música era un poco ruidosa para su gusto, tal vez por el hecho de que era un domingo en la noche y al otro día feriado. Buscó a Alessa entre la multitud, hasta que por fin la encontró. Un hombre estaba parado enfrente de ella. Muy seguro estuvo de que ese era el infeliz que le ha
Estaba decidido. Esa mujer iba a ser suya. La primera lección que le enseñaría era: "No llevarle la contraria''. Le había dicho que iba ir por ella. ¿Qué fue lo que hizo? Burlarse en su cara. ¡Maldita mujeres! Eran un caso de confusión continua, y más las americanas con sus aires de autosuficiencias, igualdades y feminismo.Ella entendería de una vez por todas, cuando se casara con él. Que no toleraba ninguna clase de juegos, excepto los que incluyeran sexo. Agradecía a la tecnología y a Google Maps; porque cuando escuchó el nombre del lugar de la boca de la amiga de Alessa enseguida había encontrado la ubicación. Al llegar al lugar se sorprendió, era agradable. Con un ambiente genial pero la música era un poco ruidosa para su gusto, tal vez por el hecho de que era un domingo en la noche y al otro día feriado. Buscó a Alessa entre la multitud, hasta que por fin la encontró. Un hombre estaba parado enfrente de ella. Muy seguro estuvo de que ese era el infeliz que le había invitado el
❍[LOBO FEROZ]❍Su cuerpo quedó inmóvil debajo del grande y musculoso de Yasir. Estaba furiosa, pero no con la situación; si no con ella misma. Porque su cuerpo reaccionaba siempre sin ningún tipo de esfuerzo a él.—Yasir… —pronunció su nombre—. Esto no es gracioso.—¿ Quién dijo que lo era? —frotó sus caderas con las de ella.De la boca de Alessa se escapó un gemido que hizo que la sangre de Yasir hirviese.—¿Por qué te empeñas en negar esto que hay entre nosotros?— Estás forzando algo que sabes que no puede ser.—Shuuu... calla —acarició la punta de la nariz con la de ella. El olor a whisky y a menta de su aliento envolvía sus sentidos—. Vamos a casarnos muy pronto.—Me asusta que estés tan seguro. ¿Todos tus planes funcionan?—Algunas veces —contestó Yasir mientras acariciaba su cuello con la nariz—, por no decirte que siempre —dio una sonrisa arrogante.Inclinó un poco la cabeza, y buscó sus labios para cubrirlos con los suyos. Alessa no tuvo ningún problema en aceptar aquel beso,