❍[EL PASILLO]❍Todas las cosas absurdas tenían que pasarle a ella. ¡Oh Dios ! Si tan solo el lugar dejara de girar. Las náuseas eran cada vez más fuertes. Quería dirigirse al baño pero al parecer estaba perdida, siempre le sucedía. Caminó por un pasillo oscuro agarrándose de las paredes. Encontró lo que buscaba justo a tiempo. Solo lo necesario para abrir la puerta del cubículo y echar en el inodoro hasta la bilis. Nunca más volvería a tomar licor de esa forma, tampoco era que había bebido demasiado.Se enjuagó la boca y luego se lavó la cara.«¡Gracias, Dios! Ahora me siento un poco más humana», se dijo.Se miró en el espejo, al menos ya le había bajado el alcohol del cerebro. Se acomodó el vestido, bueno en verdad era el pedazo de tela que le cubría el trasero. Salió del cuarto de baño con mejor semblante y sobre todo sobria. Estaba pasando descuidada. Tratando de que sus ojos se acostumbraran de nuevo a la oscuridad. Cuando…—Uff esto se siente muy bien…Escuchó una voz grave y lo
❍[COINCIDENCIA]❍Ella le propinó un golpe en la ingle que lo hizo removerse un poco por el golpe, sin perder tiempo le dio un puñetazo en la nariz. Al ver que se levantó de encima de ella encogiéndose de dolor.—¿Qué cojones ha sido eso? —preguntó mirándola aturdido.—Te lo ganaste por abusador, te dije que no estaba aquí para follar contigo.Le dio una patada en el estómago. Cayó al suelo y aprovechó el momento para salir corriendo como alma que lleva el diablo por el lugar. Como pudo tomó sus zapatos del suelo, y corrió hasta donde estaban sus amigos. John tampoco se veía por el lugar.—Alessss... —gritó su amiga— ¿Dónde te habías metido? —hablo un poco con la lengua enredada. Era obvio que estaba un poco pasada de tragos.—Debemos irnos —le tomó del brazo.—Nena, ¿por qué si lo estamos pasando bien?—Ahora, Karen —dijo casi gritando—. ¡Quiero irme ahora mismo de aquí!Su amiga parpadeó dos veces y negó con la cabeza.—Sabes que te quiero— le dio un beso rozando sus inocentes labios
❍[PRESENTACIÓN]❍Todo el mundo quedó en silencio ante la presentación de Yasir, que nunca dejó de mirar a Alessa. La vida a veces sorprende de manera inesperada. Acarició su nariz de manera sutil sin dejar de mirarla, un recordatorio del puñetazo que le había dado la noche anterior, y que estaba seguro de que no dejaría pasar por alto. Se preguntó si en ese momento iba a escaparse de nuevo.—No creo que su presencia sea relevante —la voz de Mariana lo sacó de sus pensamientos.—Al contrario —habló Alessa—, pienso que la que sobra eres tú. Ella iba a reprochar las palabras, pero ella levantó la mano y la cortó en el acto duciendo: —Tengo entendido que no eres accionista.—Mi madre es la dueña de esta empresa —se defendió.—Te recuerdo Mariana; que tu madre acaba de venderme el treinta y cinco por ciento de las acciones, quedándose con una mínima parte. Lo que significa que ella no tiene la última palabra al respecto, tampoco el control de esta empresa —Yasir estaba dejando claro su a
❍[CURIOSIDAD]❍En ese instante no supo qué decir. El saber que ella estaba al otro lado de la línea lo puso nervioso.—Disculpe la hora… Señor Morgan.—Llámeme David —le corrigió.—De acuerdo, David. Me quedé un poco desconcertado con la participación de la señorita Sinclair esta mañana.—Entiendo, al parecer usted no estaba al tanto de que ella es una accionista también.—La verdad que no. De hecho. No sé nada en realidad de la empresa.—¡Vaya! —exclamó—. Para ser el tan nombrado magnate mestizo, ahora el desconcertado soy yo.—Disculpe de nuevo, yo no tenía conocimiento de lo que pasaba en la empresa. Lo vi solo como una oportunidad para un buen negocio.—Suele suceder.—¿Es muy tarde para usted? —preguntó.—¿Tarde como para qué?—Para entrevistarme con usted. Si gusta puedo ir a donde usted se encuentra —era la excusa perfecta así sabría un poco más acerca de Alessa y al mismo tiempo no pondría a Mariana sobre aviso de su investigación.—La verdad es que aún es temprano. ¿Le gusta
❍[EL ASOMBRO]❍ Al cerrar la puerta de su apartamento encendió el interruptor de la luz. Dejó los zapatos a un lado de la puerta, y caminó descalza hasta su habitación. La vida a veces era una m*****a perra con ella. Era mucha casualidad que el hombre con quién ella estuvo a punto de tener sexo antes de golpearlo era quien había comprado las acciones de su empresa. Lo peor era que lo había dejado conversando de manera amena en casa de su tío. No sabía cuál era el tema de conversación, pues el momento estaba acompañado de una botella de whisky. Se desnudó, y entró al baño para darse una ducha rápida. Después se vistió con un pijama de seda color rosa vieja, y el cabello recogido en un moño flojo. Estaba acomodando su cama cuando sonó el timbre de una manera escandalosa. Como si se estuviera acabando el mundo. Entornó los ojos la única persona que tocaba el timbre de esa manera, y que el hombre de recepción no la llamara, era Karen. No le dio importancia y caminó descalza hasta la puert
❍[CONFUNDIDA]❍ Alessa iba a tener que contarle parte de la verdad, era mejor lograr que se fuera de su apartamento lo más rápido posible. —Fui al baño, creo que me desoriente un poco. No me sentía bien, él me encontró en mal estado. Me dijo que caminara por el pasillo y abriera la tercera puerta. —Corroboraré la historia —tenía un brillo peligroso en los ojos—. Por supuesto, si no te importa. Ella hizo un gesto sin importancia. —Si no me crees, ese es tu problema. Yo estoy diciendo la verdad. —Quiero saber más, porque aún estoy muy curioso. Sobre todo quiero saber por qué demonios estabas tan asustada. No sé por qué pensaste que iba a abusar de ti, hasta el punto que me golpeaste. —Te dije que pararas —ella le recordó. —Pensé que me estabas esperando, y que estábamos en un juego de rol —le contestó de manera sincera. Ella se levantó del sofá furiosa. —Te dije que yo no te estaba esperando, y que no soy ese tipo de mujer —movió los brazos—. Pero claro… pensaste que era la m
❍[CAMBIOS]❍Yasir había tomado la decisión, le encantaba que Alessa Sinclair fuera una gata salvaje. Así iba a tener diversión al domesticarla, y el placer de que solo fuera dócil con él. La noche anterior en aquel apartamento, tuvo que utilizar de todo su autocontrol para que el impulso de dominarla no dañara sus planes, sabía que con ella el progreso era despacio. Gota a gota paso a paso, si no quería que se le escapara como el agua entre los dedos. La conversación con su abogado, fue muy satisfactoria, ya que después de aquel encuentro informal. Comenzó a ver las cosas desde otro punto de vista, y sacar sus propias conclusiones de lo poco que habló con Alessa le quedó todo claro. Mariana en conjunto con su madre, y su hermana le habían quitado todo lo que poseía. Tanto en lo material como en lo emocional. Se identificó con ella cuando le confesó que no confiaba en nadie. Comprendía perfectamente el sentimiento, porque lo vivía cada día de su vida. La única persona cercana a él era
❍[MAL PLAN]❍ Se suponía que cosas como esas eran planificadas y notificadas con tiempo. Luego de haberse dormido ya pasadas de las dos de la mañana pensando en el beso de un exótico hombre, no quería levantarse de la cama. Sin embargo; ya estaba lista para irse a trabajar, cuando su jefe; el señor Ned le llamó para comunicarle que debía estar en el área cinco. La cual era una de las plataformas de la empresa, en donde tenía que permanecer máximo de cuarenta y ocho horas; ya que quedaba en medio del agua. Es decir; en medio de la nada. La empresa de su padre tenía siete plataformas, de las cuales esa era la más grande por tanto; una de las más importantes. El área de recursos humanos, logística y contabilidad era mucho más grande, pero también era la que más producción e ingresos generaba. Ella en secreto le llamaba "La Mina". Estar ahí no era tan malo. Sí quería pensar o alejarse de todo, era un buen lugar para despejar su mente. Las señales para los teléfonos celulares eran muy ópt