❍[CAMBIOS]❍Yasir había tomado la decisión, le encantaba que Alessa Sinclair fuera una gata salvaje. Así iba a tener diversión al domesticarla, y el placer de que solo fuera dócil con él. La noche anterior en aquel apartamento, tuvo que utilizar de todo su autocontrol para que el impulso de dominarla no dañara sus planes, sabía que con ella el progreso era despacio. Gota a gota paso a paso, si no quería que se le escapara como el agua entre los dedos. La conversación con su abogado, fue muy satisfactoria, ya que después de aquel encuentro informal. Comenzó a ver las cosas desde otro punto de vista, y sacar sus propias conclusiones de lo poco que habló con Alessa le quedó todo claro. Mariana en conjunto con su madre, y su hermana le habían quitado todo lo que poseía. Tanto en lo material como en lo emocional. Se identificó con ella cuando le confesó que no confiaba en nadie. Comprendía perfectamente el sentimiento, porque lo vivía cada día de su vida. La única persona cercana a él era
❍[MAL PLAN]❍ Se suponía que cosas como esas eran planificadas y notificadas con tiempo. Luego de haberse dormido ya pasadas de las dos de la mañana pensando en el beso de un exótico hombre, no quería levantarse de la cama. Sin embargo; ya estaba lista para irse a trabajar, cuando su jefe; el señor Ned le llamó para comunicarle que debía estar en el área cinco. La cual era una de las plataformas de la empresa, en donde tenía que permanecer máximo de cuarenta y ocho horas; ya que quedaba en medio del agua. Es decir; en medio de la nada. La empresa de su padre tenía siete plataformas, de las cuales esa era la más grande por tanto; una de las más importantes. El área de recursos humanos, logística y contabilidad era mucho más grande, pero también era la que más producción e ingresos generaba. Ella en secreto le llamaba "La Mina". Estar ahí no era tan malo. Sí quería pensar o alejarse de todo, era un buen lugar para despejar su mente. Las señales para los teléfonos celulares eran muy ópt
❍[JUGUETE NUEVO]❍Le afectó saber por la propia boca de Alessa que había estado a punto de casarse. No sabía el por qué, se sentía de esa forma. Imaginarla en los brazos de otro le hacía hervir la sangre. No quería que le vieran la cara de tonto como Mariana lo había hecho. Aunque escuchó cuando ella se negaba rotundamente a hablar con él, y que la dejara en paz. No podía evitar sentirse como un idiota. Se fue al club y ya se había tomado más de media botella de whisky.—¿Qué pasa contigo? —La voz de Camilo tenía un toque de reproche.—Absolutamente nada —dio otro trago a su vaso.—¡Oh claro! Por eso son las ocho de la noche, y llevas más de media botella —para nada era una pregunta. Era una simple afirmación viendo lo obvio.—No pasa nada.—¿Ya sabes que ocurrió con Alessa?—Sí —apretó un poco más el vaso que tenía en su mano—. Las arpías la dejaron en una de las plataformas durante días.Camilo lo miró con preocupación. —Eso es grave Yasir —se sentó en frente de él—, con eso ellas
❍[REDES]❍—No me habías comentado que tu nuevo socio era nada más y nada menos que Yasir Arslan. Tampoco mencionaste que era el dueño golpeado de Babylone.Alessa no esperaba un interrogatorio por parte de Karen.—¡Por Dios, Karen y qué sé yo; sobre eso!—Vi como te miraba —se escuchó una voz.—¡No comiences Demien!Él se hizo el inocente. —Te recuerdo que soy hombre y sé cuándo otro está de caza.—Lo obvio es que Mariana es la que está de caza… ¡BEBÉ! —parloteó Víctor imitándola.Todos se echaron a reír a carcajadas. Ella tuvo que hacerlo también. Aunque no sabía porque estaba molesta. La manera en que Mariana estaba pegada al brazo de Yasir hizo que se preguntara si tenían algo.Antes no se había fijado en eso. La llegada de él tan oportuna y la manera de cómo estaban en el restaurante; significaba que mantenían una relación. La desilusión se reflejó en su rostro. En ese momento su mente comenzó a hacerse preguntas, tales como si todo era parte de un plan y si Mariana era la chica
❍[TONTERÍAS]❍ Era un perfecto cabrón, le había armado un show a Alessa simplemente porque ni él mismo soportaba sus celos. —Hola, bebé. De nuevo Mariana había entrado sin tocar. No le gustaba para nada que actuara de esa manera. —Al parecer se te ha vuelto costumbre entrar a mi oficina sin tocar —dijo sin nada de tacto. Ella le sonrió con paciencia. —Al parecer no dormiste bien anoche —guiñó un ojo coquetamente—. Te cuento que yo tampoco. La miró con asombro. ¿Ahora a esta mujer qué le pasaba? ¿Acaso estaba loca? Era cierto que no había podido dormir, pero fue de pensar en Alessa en los brazos de otro hombre. —No seas ridícula, por favor. ¿Qué necesitas? —preguntó sin un toque de cortesía. —Quería darte solo los buenos días —dijo haciendo pucheros—. No sé cómo lo harás, pero me tienes que compensar por lo de anoche. Yasir la miró ahora con enojo. —Estoy ocupado. Con esas palabras, hizo que Mariana también se molestara. —A veces no te entiendo un carajo, Yasir —lo mir
❍[FLASHES]❍La noche anterior Alessa no pudo dormir, pensando en la discusión absurda que había tenido con Yasir. A veces le daba la impresión que él era sincero y que la quería ayudar. Esa idea fue cancelada, cuando recordó la noche en el restaurante. Como Mariana se pegaba a su cuerpo, como si fuera una garrapata y la mañana después la forma como los había encontrado en su oficina, la situación le dio a entender que andaban en algo.La conocía era una verdadera perra, sabía que no tenía límites. Se lo había demostrado años atrás, cuando casi la destruye completamente. Le daba gracias a Dios porque Demian, Karen, Víctor y su tío David que aunque estaba consumido por el dolor como ella le habían ayudado a sobreponerse. Pensó un poco en esa oscura etapa de su vida. De cómo se perdió en la tristeza. Aún lo recordaba y se le erizaba la piel del miedo.Yasir Arslan era peligroso para ella, no solo porque hacía que mariposas volaran en su estómago, y el vientre se contrajera hasta el punto
❍[LA FUSIÓN]❍Se negaba a reconocer que estaba completamente celoso, porque jamás supo lo que era el sentimiento. Incluso cuando descubrió a Mariana con su compañero de piso había conocido lo que eran los celos, solo tenía rabia porque ambos pensaban que él era un tonto.Era totalmente diferente lo que sentía en ese momento. Alessa parecía una hermosa princesa de un cuento gótico con ese vestido negro. No soportaba verla con otro así tan cercano a ella. Le hacía querer partirle la cara al hombre y a ella arrastrarla, encerrarla en una habitación, romperle el maldito vestido y hacerla suya hasta que gritara su nombre. Ella nublaba todos sus sentidos y sacaba lo peor de él. Lo egoísta y lo posesivo que era. Estaba fastidiado de Mariana. Lo asfixiaba, necesitaba aire fresco para calmarse. Para poder pensar con claridad, quería comenzar su plan en ese instante.—Estás aquí —como siempre Camilo iba a dar con él.—Estoy respirando.—Respuesta equivocada, hermano. Estás tratando de calmarte
❍[DESAYUNO]❍—¡Maldito Hombre! —exclamó furiosa Alessa en el baño. ¡Joder!. Ahora iba a estar sin bragas todo lo que quedaba de la fiesta. Porque él se las había rasgado, y se las había llevado, Cada vez que pasaba la toallita para limpiarse gemía. Tenía el sexo sensible y caliente, todo era culpa de Yasir. Trató de recomponerse lo mejor que pudo. Salió en busca de Erick.—¿Te ha pasado algo? —preguntó él al verla.—Absolutamente nada —respondió y le quitó el vaso de licor que él tenía en sus manos y se lo tomó a pecho.—¡Wooa! Despacio —dijo divertido y le quitó el vaso—. Sé cómo te pones con el licor.Ella lo miró enarcando una ceja. —Ni con tres mil borracheras encima, me volvería a enredarme contigo.Erick bajó la cabeza.—No debes de ser tan dura conmigo —dejó el vaso a un lado y la tomó a ella del brazo—. Vamos a bailar —dijo—, eso siempre despeja tu mente.—¡Uff! —exclamó— No te imaginas como necesito eso en este momento.Erick llevó a la pista de baile a Alessa, todos los mi