Era algo tan profundamente doloroso que en realidad ninguno sabía cómo afrontarlo. Las manos de Matt envolvían las suyas y Heilyn intentaba contener las lágrimas porque sabía que dar rienda suelta a aquellos miedos no era la mejor forma de mantener seguro a su bebé.—Todo va a estar bien. Mírame —le pidió Matt con suavidad—. No importa lo que pase ahora, tú y yo vamos a estar bien, y le vamos a dar un hermanito a Sian apenas Diosito nos deje. ¿De acuerdo?Las lágrimas comenzaron a rodar silenciosas por las mejillas de la muchacha y él las limpió con el pulgar.—Ahora solo quiero que pienses en ti, en ponerte bien. Todo lo demás llegará en su momento. —Un largo suspiro escapó de su pecho pero también una resignación llena de seguridad—. Sé que no debimos enterarnos así, pero estás viva y estás conmigo, eso es todo lo que necesitamos. Lo demás… deja que Dios ponga su mano, amor. Y pase lo que pase vamos a enfrentarlo juntos.Heilyn tiró de su mano y Matt se acomodó como pudo en el borde
—¡Mire señor… oficial! —escupió Barri con sorna.—¡Detective!—Señor detective —siseó con tono desafiante—. ¡Usted puede ir a donde le dé la gana! ¡Tráguese toda la cafetería si quiere, pero le aseguro que no voy a confesarle nada! ¡Es más quiero que vengan a tomarme mi declaración, porque quiero acusar al cabrón que me destrozó las rodillas! ¡Vanderwood va a tener que untarme un muy buen dinero si quiere que no lo denuncie por esto! —Por un momento el desprecio y la sensación de victoria se dibujaron en su rostro—. Ya ve… de una forma o de otra, saldré de este país con muchos millones.El detective respiró pesadamente, intentando controlarse al escuchar todo aquello, pero finalmente una sonrisa suave y comprensiva se fue esbozando en su cara.—Muy bien, me voy a comer entonces —dijo sacando sus esposas y colocándolas en la única mano que todavía Barri tenía libre, dejándolo bien sujeto a la baranda de metal de la cama.Salió de allí, cerrando con un portazo suave, y se dirigió a los
El problema de atacar a la gente buena, era que después de demasiados intentos, era imposible no despertar en ellos ese punto de crueldad que los hacía olvidar que eran gente buena.Quizás eso era lo que no entendía Barri Watson, pero después de cuatro descargas que lo dejaron medio muerto sobre aquella cama, con las heridas de las operaciones abiertas y sangrando por los espasmos, definitivamente la comprensión le estaba llegando.Así que media hora después, cuando los policías volvieron, se encontraron con la habitación llena de doctores volviendo a suturar las heridas y el rostro aterrado de un paciente.—¿Pasó algo? —preguntó al aire y del otro lado del corredor Matt le respondió.—Creo que el señor Watson está listo para dar su declaración ahora —siseó con tono gélido y bastó que mirara adentro para que Barri lo mirara como si fuera el mismo demonio reencarnado.—¡Esa es una excelente noticia luego de un magnífico almuerzo! ¡¿No cree señor Watson?! —sonrió con sarcasmo el detecti
Heilyn sentía la cabeza pesada y el cuerpo adolorido, como si hubiera dormido por demasiado tiempo y ahora fuera imposible despertar del todo. Sus brazos eran como fardos y ni siquiera quería moverlos. Pero en medio de aquel aturdimiento, mientras abría los ojos y veía aquella sonrisa de Matt llena de consuelo, fue capaz de entender en toda su dolorosa magnitud lo que había pasado.Le daba miedo preguntar, pero aún así sus labios se despegaron para hacer aquella pregunta:—¿Estamos bien?Los ojos de Matt se humedecieron pero su respuesta fue un asentimiento.—Tú estás bien, amor. Todo lo demás lo arreglaremos pronto, te lo prometo.Heilyn volvió a cerrar los ojos mientras dejaba que aquel dolor se asentara en su corazón, pero no sabía si por suerte o por desgracia tampoco tenía fuerzas para el exabrupto emocional, ni siquiera para romper en sollozos.Así que solo se dejó arrastrar por el cansancio y los rezagos de la anestesia y las horas pasaron en medio de esa nebulosa llena de dolo
El contrato era real, el tiempo para llevarlo a cabo, por otro lado, era mínimo, porque Matt ya se había encargado de discutir con el señor Bravo todos y cada uno de los detalles para aquella alianza. Así que su paso por España apenas duró unas horas y luego el avión privado de la familia Vanderwood puso destino a Suiza. No tenía ni idea de dónde estaba Sienna en aquel justo momento, pero sí sabía que una de las condiciones que había puesto para que le fueran dando aquel cheque a cuentagotas, era que solo podía retirar el dinero mientras estuviera en Suiza. —Cancélelo —declaró sentándose frente al gerente del Asterion Bank—. Cancele todas las transacciones permitidas en la cuenta de Sienna Williamsburg —le pidió. —¿Y… además de esto? ¿Necesita alguna otra cosa? —preguntó el hombre con intención de agasajar a uno de sus mayores clientes fuera de Europa. —Solo una oficina cómoda durante algunas horas, en lo que usted le notifica a la señorita Williamsburg que su cuenta tiene un prob
Estaba pálida como un cadáver mientras aquel avión despegaba.—¡No puedes hacer esto! ¡Es secuestro! —exclamó Sienna con frustración golpeando los reposabrazos de su asiento con rabia.—Pues por favor, acúsame de eso. Así entre el juez, el detective del caso, el señor Watson, tú y yo, nos sentamos frente a un jurado de tus pares a conversar sobre los conceptos de “secuestro” —siseó Matt con tono ronco—. Aunque para serte sincero, no creo que tengas “pares”, no debe haber muchas mujeres en el mundo tan desalmadas como para enfrentar a dos hermanos, traicionar a uno, acostarse con el otro, hacer pasar por muerto a su hijo, dejarlo en un orfanato y encima pagar para que viviera el resto de su vida abandonado y solo. —Matt la miró como la cucaracha que era y sonrió con sorna—. Definitivamente no se puede negar, eres una mujer única… y me muero de la curiosidad por saber cómo les va a las mujeres como tú en…Matt se interrumpió y respiró profundo porque no necesitaba terminar aquella frase
Era suave, tierna, dulce. Todo lo que podía querer en una mujer, Heilyn lo era para él. Porque además era fuerte, determinada y feroz cuando se trataba de protegerlos a su hijo y a él.—Lo sé —susurró ella—. Sé que tenías que hacerlo. Solo… Sienna es una mujer mucho más peligrosa de lo que parece. Y por lo que pude ver, su mejor estrategia es que la gente piense que es estúpida.—Lo sé. Pero créeme que esta vez no vamos a dejar que se salga con la suya. Los días de libertad de Sienna Williamsburg están contados —le aseguró Matt.Heilyn tomó el ramo de flores y lo puso en un lindo jarrón de agua mientras sentía la caricia suave de Matt sobre su nuca. Sus labios siempre eran demasiado cálidos, haciéndola olvidar la situación tan difícil que estaban atravesando. Pero en cuanto se dio la vuelta sintió aquella distancia respetuosa y tierna que había marcado toda su relación desde hacía semanas.Cruzó los brazos alrededor de su cuello y acercó la boca a la suya, degustando aquel sabor delic
—Lo voy a hacer —las palabras de Heilyn fueron tan firmes como Matt las esperaba.—También podemos llevar esto con la mayor discreción posible —le advirtió el detective, intentando calmar más a Matt que a ella.—Lo sé, pero lo único que me interesa es que esa gente pase en la cárcel el tiempo que se merece —declaró la muchacha con firmeza—. Haré lo que tenga que hacer, declararé ante quien haga falta. No lo dude.Y en aquel punto nadie dudaba de que Heilyn Payne fuera capaz de todo, porque nada en ella tembló dos horas después, mientras se acercaba al cristal de la sala de reconocimientos en la comisaría, y aquella ronda de cinco hombres pasaban frente a ella.—Es el cuatro —dijo sin dudar.—¿Está segura? —preguntó el detective y ella sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas.—Por él empezó todo. Él fue el que me secuestró en el aeropuerto —confirmó con seguridad y el policía salió de inmediato.En la comisaría los mantenían en una sala privada y el detective cada algunos minutos v