POV DanteSabia perfectamente que se negaria pero no tiene otra opción, su madre se.encargara de ayudarme, aunque por su expresión está que quiere matarme. Sophía no era tota, sabia lo que estaba en juego y su amor por su madre iba demasiado lejos. Su respuesta fue un rotundo no, no había vacilación ni en sus palabras, ni en su mirada, ni siquiera cuando toda la habitación parecía congelarse con el impacto de mi propuesta. Esa chispa indomable en sus ojos... maldita sea, me enfurecía y me fascinaba al mismo tiempo.—Jamás seré la madre de tu hijo, ya te lo había dicho, no? No va a pasar eso nunca—escupió, con un tono cargado de veneno, orgullo y determinación. Mi padre, Leonardo, se mantuvo al margen, pero su aprobación silenciosa me respaldaba. Él no va a interferir, sus planes son mantenera esa mujer bajo controlpero si yo fuera él, no me fiaria de ella.Ella, por otro lado, era un enigma; su mirada alternaba entre el desafío frío hacia mí y una leve preocupación que traicionaba su
POV SOPHÍA Sinceramente, siento que me estoy rindiendo ante ese infeliz fácilmente, pero si no aceptaba ese absurdo trato, esa mujer que dice ser mi madre, podría morir. Estoy enojada, mi situación es lamentable pero no voy a mostrarme débil, no le dare esa victoria a Dante Moretti. Su expresión en estos momentos es impenetrable, dura, sus ojos ocultan más de lo que intenta, pero porqué siento que en vez de agradarle mi respuesta le desagrada?No es una victoria haber conseguido lo que quería de mí?Un hijo, como si se tratara de un objeto. Un hijo que no será fruto del amor si no de la avaricia y la lucha de poder de un estúpido sin corazón. —Aceptaré tu petición, pero… no obtendrás nada más, ni siquiera te hagas ideas estúpidas en tu cabeza, mi odio hacia ti ahora es mucho más fuerte que antes— mis palabras son duras y me encargaré de que sienta el peso de cada una de ellas.El se acerca sin mostrar a mi sin mostrar ni una pizca de emoción, como si lo que hubiera dicho le importa
Su tono de voz denota preocupación; me revisa como si fuera una pequeña que necesita protección. No se si sea mi sorpresa por esa falsa dedicación lo que no entiendo es como llego hasta aquí? Mis ojos se abren sorprendidos pero también me siento aterrada, acaso… —Qué…que haces aquí?—Balbuceo, mis palabras salen entrecortadas por el miedo que siento en este instante, me ha estado viendo la cara de idiota todo este tiempo? El arquea una ceja confundido o es lo que me quiere hacer creer—Llamaste a Lucas, no? Su vestuario es extraño a mi parecer, va vestido completamente de negro, con una camiseta ajustada que resalta cada línea de su físico. No me había percatado antes de que tiene algunos tatuajes en sus brazos fuerte, una característica que antes habia pasado por alto. Su mirada fría me atraviesa como un cuchillo. Lleva guantes negros y un arma enfundada en la cintura, pero lo que realmente me paraliza es su tono: grave, cargado de una preocupación que no logro comprender. Hay al
—¿Estás bien?—preguntó Dante, con la voz cargada de dolor y furia mientras apretaba su herida con una mano.No podía hablar. Mis piernas temblaban, mi pecho subía y bajaba rápidamente, y las lágrimas rodaban por mi rostro. Apenas podía procesar lo que acababa de suceder.—¡Te dije que no te movieras! ¡Maldita sea, Sophía!—gruñó, su tono era más de preocupación que de enojo.—Vi... vi que iban a dispararte...—susurré, con la voz rota.Él me miró por un instante juntando sus cejas,estaba tratando de analizarme a pesar de estar herido. Sí, ya sé. Lo detesto, pero senti que si él…que si él…senti que era lo correcto salvarlo, tenía que salvarlo. Su mirada dura se suavizó aunque su intensidad en la mirada seguían intacta. —Escúchame, no vuelvas a hacer algo así, si te pasa algo yo…— se detuvo, apretó los labios y sacudió la cabeza como si intentara desperjarla. Antes de decir algo más escuchamos pasos acercándose, Dante tomó mi mano con fuerza.Su herida no se veía bien, estaba perdiendo
Cuando Lucas me contacto para decirme que algo estaba pasando con Sophía, no lo dude ni dos segundos para correr hasta rl bufete y menos al confirmar que los escoltas que no respondían por ningún lado. Sentí que la sangre se me helaba y que el corazón se detenía. Me preparé a la velocidad de la luz, tomé mis armas y salí hasta su lugar de trabajo. Cuando llegue al lugar el silencio era aterrador,no había nadie cerca solo el sonido de la oscura noche. Con precaución me adentre en el edificio enco tirándome en el camino varios enemigos, mi pulso no temblaba ante esta situación ya estaba acostumbrado hacer aquello, acostumbrado a vivir metido entre una guerra por ganar un nombre y uno que se quedaba grabado en las mentes de aquellos que intentaban enfrentarme.Mi objetivo era llegar con Sophía y solo eso, si disparé a todo lo que se movia sin miramientos, Sophía estaba en peligro y no permitiría que saliera herida.Aunque sabia que ella estaría asustada también sabía que no se rendiría
—Dante, no se si pueda hacer esto. Necesitas urgente un médico, hay que operarte.— dice con firmeza, aunque su voz temblorosa delata lo nerviosas que está.—No, Sophía, no hay tiempo para eso —gruño, con el dolor latiendo en cada palabra—. Si salimos de aquí ahora, nos pondremos en la mira. No es seguro para ti.—¡Pero esto es una locura! No creo poder extraer la bala, hay riesgo, sabes? Podria…—replica, sus ojos brillando con furia y miedo.—Sophia! Confío en ti, hermosa, se que puedes hacerlo. Ya antes lo has hecho, tu puedes linda—susurro, buscando su mirada—. Solo hazlo.— No, no puedo. Llama a Lucas que traiga al médico que tienes, estoy segura que hay uno que te atiende y a tus hombres en situaciones como estas— vaya que sabes bastante, es cierto lo que dice pero no creo que llegue a tiempo. En ese instante llega Lucas y niega— Lo lamento pero tendrás que hacerlo tú Sophía, el médico de la familia está fuera del país. Además tu tienes la experiencia, será pan comido para ti.Su
NARRADOR OMNISCIENTE —¿Qué hiciste qué?— su tono era frío lleno de enojo, sabrina no sabía en lo que se había metido.—Ella dijo que quería irse, yo no tenía porqué prohibirle que no lo hiciera, fue su decisión. — intento convencerlo. Dante la toma del brazo sin ninguna consideración. No estaba midiendo su fuerza quería que sintiera su furia, su frustración —Dime donde está Sophía, ahora?!—demandó con firmeza. Sabrina desvío la mirada y aunque intento sonar firme su temblor la delató —Te…te dije que no se. Dijo que regresaría a su departamento, no se más nada.— Lucas se había acercado y la miró con una mirada de advertencia —Eso no es cierto, Sophía nunca llegó a su departamento.— La desmintió Lucas sin perder su postura fría y controlada. Dante en cambio quería respuestas a toda costa. —Bueno… en ese caso ha de tener un escondite, o tal vez un amante pero no se nada de su paradero.— dijo y como sabia que no convencerla a Dante cambio su estrategia. — Amor yo solo vine porque ten
—Será mejor que hables sabrina, mi paciencia se está agotando— advirtió con un tono que no admitia mentiras. Sabrina conocía a Dante, sabía como detestaba las mentiras y sabía perfectamente que no tendría escapatoria si no le decía lo que él quería. —Dante amor, se que sabes y entiendas que fue lo mejor, no la necesitas para expandir nuestro territorio. —. Suavizó sus facciones y coqueteo con él pero eso no estaba dando resultados, intentaba a toda costa ganar tiempo antes de soltarle la bomba—Vamos amor olvida a esa mujer que solo te ha traído problemas. La expresión de Dante era aterradora su respiración acelerada y el rojo de sus ojos decían claramente que por dentro sentía el peor de los enojos, estaba a punto de estallar y se contenía para no matar a loca frente a él. —Sabrina, para ponértelo claro si es que no me has entendido — se acerco a la silla donde la había sentado con esa autoridad y dominio que siempre transmitía pero está ves había algo más en su mirada y no era bu