SĀO PAULO. La veo tan hermosa con sus ojitos cerrados que no puedo aguantar la tentación y la beso en los labios, fue un beso suave, pero el roce de mis labios en los de ella hizo que despertara y abriera sus ojos. —Amor, perdona no quise despertarte. —Buenos días amor, ¿qué hora es? —Falta poco para las nueve. —No puede ser, ya es tarde tengo que levantarme. —¿Para dónde vas? —Mi amor, mis papás me invitaron a desayunar, desde que llegué no he visto a mamá, cuando voy a la casa nunca está, así que hoy no puedo faltar. —¿Tus papás saben de lo nuestro? —Mi papá lo sabe, mi mamá aún no. —Voy contigo a ese desayuno. —¿Estás seguro?, mira que te van a colocar en el pelotón de fusilamiento. —Por eso quiero ir, es hora de enfrentar esas balas, tengo que estar contigo. —Okey, voy a bañarme para irnos. —¿Me baño contigo? —Noooooo, conociéndote me voy a tardar más y tengo el tiempo justo para llegar. —Está bi
CASA DE LOS OLIVEIRA. —Buenas tardes. —Buenas tardes joven, los señores lo están esperando, sígame por favor. La empleada me condujo a un acogedor salón destinado para recibir a las visitas, es la primera vez que me sucede me siento muy ansioso con unas ganas inmensas de salir corriendo, pero tengo que controlar mi ansiedad, necesito caerles bien a los papás de Evaluna, sobre todo a la señora Luciana que aparentemente es muy dura. La empleada abre la puerta del salón, allí están los dos como esperando al reo que van a juzgar. —Buenas tardes señor Oliveira. —Buenas tardes arquitecto, por favor pase adelante lo estamos esperando, le voy a servir un coñac, es mi bebida preferida, como ve ya me estoy tomando una copa, espero que me acompañe con una copita, pero si lo prefiere le puedo servir un whisky. —No, un coñac está bien, no es mi preferida, pero me gusta, señora Luciana, permítame saludarla. Como siempre lo hago con ella, tomo s
CASA DE LOS OLIVEIRA. —Aló suegra, buenas noches, disculpe que la llamé así, pero yo aún la considero mi suegra. —Buenas noches Gael, no te preocupes, me puedes seguir llamando suegra. Hijo disculpa por la actitud de Evaluna, esa muchacha no sé lo que le pasa, parece que se volvió loca. —Suegra, ese hombre que estaba con ella, ¿tiene alguna relación con Evaluna? —No te voy a mentir, al parecer están saliendo, pero no creo que sea algo serio, me parece que ella quiere vengarse de ti por lo que hiciste, te quiere dar celos por eso anda con ese fulano. —¿Quién es él? —Es el arquitecto encargado del proyecto en Cubará. —¿Lo conoció ahora o ya se conocían? —No, ellos se conocieron hace poco, es más ella lo conoció aquí en la casa el día que él llegó de su país y se presentó delante de nosotros. —¿De dónde es? En una de mis últimas conversaciones con Evaluna me señaló que iban a contratar un arquitecto de España. —Exact
SÃO PAULO: BAR - RESTAURANTE. Cómo es verdad que cuando hay dinero de por medio, las cosas se consiguen más rápido, ya tengo la información sobre el arquitecto ese de pacotilla, ahora estoy aquí esperando por su noviecita, lo que hice fue mencionar su nombre y de inmediato quiso hablar conmigo, vamos a ver cómo reacciona cuando le diga que su amorcito está detrás de mi prometida. ¡Vaya, vaya! Sí esa que viene entrando es la tal Julia, está muy, pero muy hermosa, que suerte tiene el arquitecto. —Buenas tardes, ¿usted es Gael? —Asi es señorita, Gael De Souza para servirle. —Gracias. —¿Por favor qué le gustaría tomar? —Lo mismo que estás tomando tú, si no te importa vamos a tutearnos. —No me importa, es más me siento mejor así. —Entonces Gael, para que me citaste aquí, me dijiste que tenías algo muy importante que decirme sobre mi prometido. —Así es, pero primero vamos a brindar por este encuentro, ya te trajeron tu vaso de whisky,
APARTAMENTO DE EVALUNA. —Amor, quieres salir a comer fuera. —No, prefiero quedarme aquí contigo. —Estoy de acuerdo, vamos a ver una película aquí en la cama, pero primero déjame ir a la cocina a preparar unas cotufas y una bebida, así vemos la película como si estuviéramos en el cine. —Resultaste un buen amo de casa, de lo que me estaba perdiendo. —No te acostumbres te voy a enseñar a cocinar, eso es fácil sólo tienes que ponerle amor a la cocina. Juan Carlos se va a la cocina, yo me quedo preparando el ambiente cuando suena mi teléfono, veo la pantalla y me doy cuenta que se trata de Maicor. No sé si responder, el teléfono sigue sonando, decido contestar, no quiero que Juan Carlos lo escuche. —Aló. —Hola Evaluna, ¿qué haces, estás en tu apartamento? —Si. —Me puedo llegar hasta allá, no te veo desde que finalizó el congreso, necesito verte. —No puedo, estoy ocupada. —Es solo cuestión de un rato, o mejor te espero e
APARTAMENTO DE EVALUNA. La sorpresa fue tan grande que no me dio tiempo a reaccionar, me quedé estático, momento que aprovechó Julia para introducirse dentro del apartamento. —Hola amor, por fin nos volvemos a ver. —¿Te pregunté qué hacías aquí? Te voy a pedir que salgas de esta apartamento. —Vaya, Brasil te ha puesto mal educado, como has cambiado, no me vas a invitar a sentarme, tengo sed brindame por lo menos un vaso de agua. —Julia deja las payasadas y sal de aquí. —Porque tengo que irme, si me voy tú te vas conmigo, recuerda que eres mi prometido, mi futuro esposo, así que dónde tú estés yo tengo derecho a estar. —¿Quién te dio esta dirección? —No importa quien me la haya dado, lo importante es que estoy aquí. Dime, dónde está la mosca muerta de la doctora, quiero hablar con ella, cuando me vio en el apestoso pueblo salió corriendo, claro la culpa la atormentaba por meterse con un hombre comprometido, no me dio oportunidad para h
BRASIL: SÃO PAULO. Vaya sorpresa que le quiero dar a Gael, él no me espera hoy, pero decidí venirme un poco antes de lo previsto, aún tengo mucho trabajo por hacer, pero se acerca la fecha de la boda y esto también necesita mi atención, aún tengo tantas cosas que comprar, no quise llamarlo para avisarle de mi llegada, mejor le doy la sorpresa, sé que le va agradar verme. —Aló mamá. —Evaluna, ¿vas a ver a Gael? —si, voy para su oficina. —Llegaste tan de sorpresa que no me ha dado tiempo de hablar contigo, ya sé que hoy es imposible hacerlo, lo más seguro es que esta noche te quedas con tu prometido, pero mañana no pueden faltar a un almuerzo acá en la casa, dile a tu novio que deje a un lado sus negocios y venga un rato a compartir con nosotros, además tenemos un invitado. —Está bien, lo voy a convencer para que esté conmigo en el almuerzo. —Hasta luego hija, me saludas a mi yerno. —Hasta luego mamá. Sólo faltan tres meses para mí boda
PLAYA DE SĀO PAULO. Ahora estoy aquí sentada a orilla de esta playa, tomándome esta botella de whisky, viendo a las parejas pasear abrazadas o tomadas de la mano, que sola me encuentro, con unas ganas inmensas de llorar. Ya el sol se ocultó para dar paso a la luna, la playa se está quedando sola; sin embargo, yo sigo aquí con mi botella. Me tiendo en la arena, miro al cielo, así me quedo por un buen rato, cuando siento que alguien tropieza conmigo, de un salto me siento y veo frente a mí a un hombre alto, diría que muy alto, con un shorts y sin camisa, la playa está a oscura, la poca visibilidad que tiene se la regala la luz de la luna, aún así puedo apreciar los cuadros que se le forman en su abdomen, hice una rápida mirada por todo su cuerpo y sus piernas están muy bien formadas, tiene una figura espléndida, de inmediato reacciono. —Oiga, ¿usted no ve por donde va? —Disculpe, no la vi. —La próxima vez mire hacia abajo y así no tropieza. —Y us