Martes, 28 de octubre
—¿Por qué estás aquí sola y a oscuras, mi amor? —pregunto al encontrarla agazapada detrás de su cama.
—Diles que no sigan.
Antes de preguntarle a qué se refiere, ella grita cuando otro golpe, más fuerte, se escucha, y sé que proviene de la habitación de Jake seguido de voces altas amortiguadas por la música.
—Espera aquí, bebé. Voy a ver qué sucede.
Corro a la habitación, pero esta se abre antes de, siquiera, intentar tocar la perilla. Un agitado e iracundo John, sale como toro embravecido.
—John.
—No me hables. Esto es tu maldita culpa, Sarah —espeta y se va como alma que se lleva el diablo.
Totalmente confundida, voy hacia la habitación de mi niño para saber lo que sucede. Sé cómo es John cuando está molesto y, en e
Miércoles, 29 de octubre—¿Ya decidiste tu disfraz, Amy?—Sí, mami. Seré la novia fantasma —dice, emocionada, con su boca llena de cereal.—¿Este año no serás princesa? ¿Creí que tocaba Jazmín?Cada año se disfraza de una princesa diferente. Así es ese amor irracional que, cuando niñas, solemos adquirir por esos personajes ficticios que al final terminan siendo sólo eso, anhelos ilusorios que nos venden vidas falsas. Pero mi pequeña niña ya está creciendo.Rio junto a Jake cuando ella me mira como si estuviera loca, tuviera la cara pintada de payaso y los cuernos de satanás crecieran a cada segundo en mi frente. Los tres reímos como hace tanto tiempo no lo hacíamos. Es tan lindo estar de esta manera. Tranquilos y felices por estar juntos, aunque las cosas ya no sean, ni
Jueves, 30 de octubreDefinitivamente, haber traído esas orquídeas a mi recámara, leer esa bonita nota que escribió, pensar en ese beso y los nervios por la cena de esta noche, me han afectado enormemente. Aun logro sentir en mi mente la sensación de sus caricias en el sueño, del calor de su piel y de sus ansiosos besos. Incluso ahora mi cuerpo se acalora con gran fuerza el verlo con tal nitidez, como si mi mente me obligara a aceptar esa fantasía como real. Un sueño tan vívido que me tortura.Cada encuentro con él ha sido eso.Una cruel tortura.Peleas, discusiones, sonrisas, caricias y besos. Todo eso se repite una y otra vez en nuestros encuentros.Incluso ha sido así antes de que las cosas cambiaran entre nosotros.¿En qué momento las cosas cambiaron entre nosotros?Creo que debo poner prioridad a mi día o no llegar&e
Jueves, 30 de octubre No sé lo que estoy haciendo en este momento, sólo sé que es una completa locura. Mi ansiedad me sobrepasa y no logré esperar. Creo que no hay un alma conquistada por ese hombre en este mundo que no haga lo que estoy haciendo ahora mismo. Subir a su oficina con el único deseo de abrazarlo y darle las gracias por todo lo que ha hecho por nosotros. Es lo que quiero. Al menos eso me digo a mí misma para no creer que es impropio lo que deseo. Pero él ha cuidado de mi hijo, ha hecho reír a mi pequeña, y nos ha protegido con un desinterés que me tiene tan conmovida y embelesada. Si mi interés platónico por él que tuve por tantos años era casi insoportable al tenerlo frente a mí, ahora se ha vuelto mi delirio luego de estos días tan estresantes donde ha peleado para en mi vida y en la de mis hijos. Jamás creí… Jamás… ¡Cielos! Dan no tuvo reparos en aceptar traerme sin informarle a su jefe y en ayudarme a
Viernes, 31 de octubreMiro y miro, pero no encuentro nada. Mi cara es la misma de siempre, menos por mi tonta sonrisa. ¿Siempre he sido yo?... Detesto las ambigüedades y la poca claridad en las personas que confunden. Las cosas son o no son, hay que decir todo como es y listo, sin lugar a malas interpretaciones o falsas esperanzas. Creo que yo lo he sido, he sido clara. Le dije que quiero intentarlo, saber hacia dónde nos lleva esto, y él sólo me dice que me mire a un espejo. ¿Qué se supone debo buscar?Niego y termino de peinar mi cabello. Hoy iré a trabajar en jeans y una blusa con mangas que deja uno de mis hombros descubiertos, Amy dice me queda bien. Trabajaremos medio día después de todo. Me hago una rápida trenza y bajo a preparar el desayuno antes de irme. Será un largo día. Paula no ha perdido el tiempo y me ha despertado con sus múlt
—He visto apartamentos lujosos, pero esto es... —dice Paula.Ella, Lucy y yo nos hemos quedado sin habla y aún no pisamos la sala de estar. Heidy y Georgi han desaparecido por unas pesadas escaleras de hierro, que están justo al lado de la sala, para ir por los disfraces. A pesar de lo elegante del lugar, es bastante confortable, como su oficina. Pisos en madera, tibios y placenteros, paredes blancas con pocos cuadros, nada de flores, Heidy dice que a Alex no le gustan, y tapetes lisos que adornan algunos lugares específicos del apartamento, como esa preciosa sala con sillones blancos, sin una mínima mancha. Perdón, penthouse.Nos quitamos nuestros abrigos y los dejamos sobre un sillón que nos ha indicado Heidy antes de desaparecer. Este lugar me hace desear quitar mis zapatos también y recorrerlo. Sonrío al sentir la calidez del lugar.—Esto es demasiado —digo y Lucy asiente.
Viernes, 31 de octubreTengo mis manos inquietas. He intentado bajar la falda del vestido, pero cada vez recibo una palmada en mi mano de parte de Heidy o de Paula. Una vez me puse este disfraz, me quejé, pero Paula asegura que dejaré a Alex babeando y no podrá contenerse y me llevará a una de las tantas habitaciones de su hotel. Creo que nunca me he sentido más nerviosa en mi vida.Pero, ahora que hemos llegado, me he quitado mi saco y tenemos todas esas miradas sobre nosotras, quiero enterrar mi cabeza en algún agujero. Eso sería una mala idea, el vestido es tan corto que incluso una leve inclinación de quince grados les permitiría ver hasta mi alma. Paula me llama exagerada. Al verlo por primera vez creí que era el más largo de las cinco y me atreví a sonreír, pero cuando Georgina llegó con una cinta dorada y empezó a envolverme con ella, para da
Viernes, 31 de octubre—Creo que no debí venir —digo, pero no logro dejar de sonreír. Ellas ríen. Tomo una botella de agua y la bebo como si fuera el elixir de la vida.—No hables basura —se queja Pau—. Te llevas a un millonario, disfruta.Lucy ríe.Me fascina ese hombre, pero no la atención y los murmullos acompañados de miradas curiosas en mi dirección. Sobre todo, de la niñita zorra del Club Campestre que parece estar deseando tener rayos laser en sus ojos. Más directa no creo que pueda ser.—Qué fácil es ser mujer —dice alguien a nuestra espalda y las tres giramos. Anderson me mira a mí directamente de pies a cabeza y ruedo los ojos. Gracias, Alex, por cubrirme—. Sólo tienen que abrir sus piernas y todo lo tienen a sus pies, sobre todo unas tan bonitas.Y estas
Viernes, 31 de octubre—Debo volver con mis hijos —le digo para acabar con las miradas retadoras.Él parece no querer hablar, entonces debo seguir mi camino.—No —dice, interponiéndose en mi camino, sin que le importen las miradas curiosas, y rio sin gracia.—¿Perdón? —digo, con altanería, y él sonríe con humor.Detesto cuando hace eso.—Amy está aquí. —Y eso merece otro «¿perdón?»—. Por eso te había dejado sola, para ocuparme de que estuviera cómoda y tú pudieras disfrutar esta noche... a mi lado.—¿Y te tomas este tipo de atribuciones con mis hijos porque...? —Este tipo de atenciones de su parte son las que me matan y él no ayuda en que quiera odiarlo hasta la muerte por este estúpido juego en el que nos ha metido—.