La Realidad.
Volvía a casa, pronto volvería a dormir en su cama y se olvidaría de toda aquella locura.
La azafata indicó que debían ponerse el cinturón de seguridad, pues el avión despegaría de un momento a otro.
Volvió la vista hacia la ventanilla, admirando como el avión despejaba, como subía más y más hasta navegar sobre las nubes.
Respiró aliviada, acababa de dejar toda aquella tontería atrás. Ya no tendría que preocuparse de aquella niña o aquella extraña mujer del bosque, ahora tan sólo debía centrarse en el trabajo.
Echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos, intentando dormir un poco, tan sólo le faltaba eso.
El señor Forbes y sus amigas tenían asientos en primera clase. Pero no le importaba que hubiese habido un error con los billetes y que finalmente se hubiese tenido que sentar con el resto de pasajeros comunes. Tan sólo quería llegar a casa, y no tenía tiempo para minucias.
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Unos siglos antes, las hadas jugaban junto a los árboles del sur, todas y cada una de ellas revoloteaban de un lugar a otro de las ramas de estos.
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Emily despertaba sobresaltada sobre su sillón en el avión. Acababa de tener una pesadilla horrible sobre aquella niña que se había colado en el avión. Parecía tan real… pero ahora que no podía hallarla junto a ella… recién acababa de darse cuenta de que tan sólo había sido un sueño.
Intentando olvidar, pero sin parar de recordar. Apenas habían pasado unas pocas semanas desde que habían regresado a la gran ciudad.Emily ya había comenzado sus prácticas en aquel reconocido gabinete de abogados, y parecía estar bastante satisfecha con su trabajo.Seguía teniendo extraños sueños con aquel hombre al que no conocía, y seguía pensando en aquella niña llamada Andrea. Pero a pesar de todo seguía adelante con su vida.Aquella tarde, por ejemplo, se encontraba junto a su amiga Lizy, no muy lejos de Michigan, el lugar donde tendría lugar el próximo partido de Lucas, su novio.Se había pasado la mayor parte de los últimos días
Un viaje hacia lo desconocido La noche ha llegado a un pequeño islote, junto a la playa, muy cerca de un pequeño faro, un navío acecha, espera paciente a la luna, pronto subirá a lo más alto, pronto los monstruos de las profundidades saldrán a la superficie para apreciar su esplendor.El capitán Drake, junto a su tripulación espera ansioso a su presa, mientras admira como el faro encendido los delata.Señor Smith – llama a su subordinado, el cual mira hacia él dubitativo – vuestra arma – pide mientras levanta la mano hacia él en señal de que quiere que se la dé en aquel justo instante. El hombrecillo busca en sus pantalones, y saca su pistola, para luego ponerla sobre la mano de su ca
Planes de bodaApenas habían pasado unos meses desde su último encuentro con aquella sirena, y aún no había encontrado sentido a lo que esta le había dicho. Todo aquel tema de que ya se conocían de antes le olía a chamusquino.Aún tenía prisionera, en una pequeña caja de cristal, a aquella hada. Le gustaba admirarla en sus ratos libres, el diminuto ser intentaba por todos sus medios escapar, mientras él sonreía complacido al cerciorarse que todo aquel sufrimiento era por su causa.Aquel día de primavera, el mar estaba en calma. Hacía un calor terrible, que incidía sobre los marineros, haciendo que a estos les costara mucho más proseguir con su ardua tarea.El capitán del navío,
La pequeña Andrea Emily conducía hacia su casa con el coche, de forma estrafalaria, pero no podía prestar atención al tráfico de la misma forma, la sola idea de perder a aquella niña le asustaba demasiado.Bajó del coche sin ni siquiera aparcar como era debido en su plaza de garaje, tan sólo dejó el auto en el jardín, sin poner demasiado empeño en no estropear las petunias que su padre y aquella niña habían plantado el día anterior.Corrió hacia la casa, con Lizzy pisándole los talones, y llamó a la puerta con insistencia. Se había dejado las llaves dentro y no tenía forma alguna de entrar en su hogar.Su padre tard&oa
Chantaje Emily estaba realmente encantada de que el padre de Andrea hubiese decidido quedarse un poco más de tiempo, ya casi había pasado una semana, y la joven temía que ellos cumpliesen su palabra y se marchasen.Durante todos aquellos días había evitado quedarse a solas con el señor Drake, ya que no quería darle motivos para que alejase a Andrea de su lado, aquella niña se había convertido en alguien muy especial para ella.Aquella mañana escribía informes en el jardín de su casa, había sido una semana muy ajetreada, y aquel sábado tan sólo quería descansar de trabajo y disfrutar de la compañía de aquella niña. Levant&o
Atracción Sexual Aquella misma tarde una muy malhumorada Emily esperaba en el garaje a su endemoniada cita, aun recordaba cómo horas antes había tenido que cancelar la cita con su mejor amiga para ir a buscar vestido de novia. Y todo por culpa de aquel estúpido.Ya estoy aquí – dijo un apuesto William justo detrás de ella. Lucía una camisa de cuadros muy normal, como cualquier persona de esta época, no aquel extraño traje de pirata que solía llevar a todas partes. - ¿llevas mucho esperándome?¿nos vamos? – Preguntó mientras abría la puerta del coche en señal de que quería empezar ya aquella estupidez.
Dudas. Habían pasado algunos días desde que Emily había sucumbido a la carne de otro hombre que no era su futuro esposo, ese al que deseaba más que a su prometido, ese que significa mucho más para ella que su vida misma, ese que la había hecho temblar de placer en una sola mañana, ese que había conseguido volverla loca, como nunca había sentido con nadie más, incluso con su prometido. Por eso le evitaba, por eso y porque aquel pecado había roto todos sus principios y ahora temía sentir algo más que deseo por aquel hombre.Emily se encuentra en la tienda junto a sus amigas, probándose el vestido de boda con el que se casaría co
Maltrato Había pasado casi una semana desde que Andrea se había marchado junto a su padre, aún podía recordarlo… Aún sentía mariposas en el estómago cuando se acordaba de él, o sentía sus piernas temblar cuando pensaba en como la había hecho suya. Aunque la verdad era que siempre intentaba ignorar aquellos sentimientos, intentaba pensar que aquello no había pasado, ya que no quería dañar a Lucas.El tiempo pasa realmente rápido cuando una tiene que preparar una boda, o así lo pensaba Emily, ya que tan sólo quedaban tres semanas para su boda, y apenas estaba segura de nada. De lo único de lo que estaba segura era que añ