Alfa Alejandro mientras tenía una charla trivial con Beta Luna, iba marcando cada sector del lugar , luego de estar seguro que solo se encontraba su olor en la habitación le deseó buenas noches y se retiró. Su mayor anhelo era que Luna lo invitara a pasar la noche con ella, claramente seria de forma inocente, ella no se encontraba en condiciones de ningún tipo de interacción intima, pero saber que ese hombre estuvo sobre su cama le hacia hervir la sangre. Mientras bajaba las escaleras se encontró con Beta Benjamín, no pudo evitar confrontarlo, su alma se estaba retorciendo de saber que junto a su Luna estuvo ese depredador intentando aprovecharse de su inocencia.Beta Benjamín no evito el tema, lo enfrentó y le informó que fueron dos veces las que sintió el leve rastro de un Alfa en la habitación de su hija, pero esta vez tuvo que adjuntar con lujo de detalle lo sucedido esos días que Luna desapareció y que su salvador fue Alfa Vladímir, Alejandro se sentía molesto porque tanto Benjam
Las palabras de Vladímir llenaron de alegría el corazón de Luna, él es una persona especial para ella, a diferencia de los demás siempre me trato como una chica cualquiera sin rango y me cuido sin pedirme nada a cambio. Todavía era temprano para que venga todo el personal a despertarme, así que aproveche esos poco minutos para acurrucarme en su pecho. Sus brazos eran mi lugar seguro, este abrazo se sintió distinto, noté un cambio en su forma de actuar se había vuelto más posesivo sobre mí. Minutos antes de las 7 am, que era el horario establecido para despertarme, Vladímir me abrazó con más fuerza y susurro en mi oído – soy consiente que necesito resolver algunos asuntos antes de poder pedirle tu mano a tu padre, pero te prometo que lo haré, solo dame tiempo- … - y tranquila encontraremos la forma de que Hera vuelva a ti-. Antes de que pudiera responder se desvaneció entre mis brazos. En 4 días me retirarían los yesos, pero por alguna razón empezaron a doler y la molestia llego a t
Los tres ingresaron a la habitación de Beta Luna, ella se encontraba con mucho dolor en su cuerpo, el Dr. González ofreció un calmante para controlar el dolor. Beta Luna sentía tanto dolor que aceptó esta vez sin dudar, anteriormente siempre se negó a cualquier tipo de medicación pero su dolor era tan extremo que accedió. Le explicó que le daría un calmante homeopático que él mismo había preparado y luego de que el dolor ceda retirarían los yesos, saco una pequeña botella con un contenido verde brillante y espeso. Luna dudo pero bebió el brebaje que le entregó el doctor. Alfa Alejandro y Beta Benjamín les preocupaba que era lo que le estaba bebiendo Beta Luna, pero confiaron en lo que el médico les había dicho de que volvería a ser su pequeña sumisa. Luego de beber el brebaje el dolor de Luna desapareció por completo, los ojos llenos de agradecimiento se posaron sobre el rostro del Dr. González. Le sonrió dulcemente y accedió a todo lo que medico le solicitaba, Luna parecía ser una
Las lágrimas de Lisa intentaron asomar, pero como siempre tomó aire y fingió que nada sucedía. Las heridas provocadas por Roy siempre tardaban mucho tiempo en sanar, la loba de Lisa era prácticamente inexistente después de matar a su pareja, por lo que debía fingir que su loba era lo suficientemente fuerte como cualquier Kappa o superior. Pero Las cicatrices se iban sumando en cada error cometido como madre, lo único bueno entre lo malo, es que Roy siempre me hería donde nadie lo pudiera notar en el momento, no deberían quedar cicatrices si tuviera una loba para regenerarla, pero Benjamín se negaba a tener intimidad por lo que ignoraba las marcas en su piel. El comedor estaba perfectamente decorado, las cabeceras serían ocupadas por Alfa Reynaldo y Beta Benjamín, a la derecha de cada uno se encontrarían sus esposas, a sus izquierdas sus hijos, en el centro de la mesa Omega Margarita entre las esposas, pero él problema surgió cuando Alfa Alejandro notó que en la mesa el Dr. González
La noche helada era testigo silencioso del destino que me habían impuesto. De pie frente al altar, sentí la mirada de cientos de ojos clavándose en mi. La tela blanca del vestido pesaba como una sentencia. - Jura lealtad a la manada.Mi madre me miró fijamente, su expresión impasible. Todos esperaban mi respuesta. Aunque la sensación del frío seco, hace que mi cuerpo se erice un poco ya que llevo un ceñido vestido de color blanco con detalles bordados con hilos de oro, entre la trama se mezclan pequeñas perlas con un color nacarado, el vestido es lo suficientemente revelador sin llegar a lo vulgar; claro no fue una elección mía, ese vestido que solo de verlo denota el estatus de la familia a la que pertenece este insignificante maniquí; gracias a la Diosa Luna, le otorgo una exquisita figura y una belleza delicada y simple. Horas antes, cuando trataba de encontrar una forma de escapar, mi madre irrumpío en mi habitación. Su vestido impecable, su porte imponente, su mirada helada.
2- Mírame.Luego de una última mira a la imagen que me devolvía el espejo, le pregunte a Hera ¿lista? ella con la seguridad que la caracterizaba lanzo una carcajada y contesto – Nací lista.Hera es completamente lo opuesto a lo que soy, en realidad le molesta mucho la forma en que la mantengo oculta, ella es orgullosa y cada vez que soy agraviada, su voz resuena en mi cabeza incitándome a dejarla tomar el control y dejar en claro a todo este grupo de pusilánimes, que al más pequeño incidente tiene que correr tras las faldas de su amado Alfa Alejandro, quien en realidad manda. Pero a pesar de ser una loba con aura dominante y de muy mal carácter, ella siempre respeta mi lugar y nunca toma el control por si misma.Después de nuestra pequeña conversación con Hera, tomé una bocana de aire y me decidí a bajar las escaleras de mi hogar. Mientras lo hacía pensaba, cuáles serán las consecuencias de la decisión que terminaba de tomar.Nunca creí ser muy importante o que mi presencia podría mod
Como todos los días me desperté cerca al mediodía, aunque no había podido dormir bien esa noche. Mi mente se la paso dando vuelta de con lo pasaría esa noche en el Ritual del Claro de Luna. Sinceramente creo que nadie recuerda quien es la persona que presentara su lobo, pero para mi esa persona es la más importante en mi vida. Voy a contarles un poco de mí, soy Alfa Alejandro, soy el hijo mayor del Alfa Reynaldo líder de la manada “Claro de Luna”. Soy todo lo que se espera de su sucesor fuerte, inteligente y con un ferviente autosacrificio por todos los que pertenecen a mi manada, pero lo que nadie sabe es que el peso de todas expectativas son una carga que en el fondo de mi alma pesan más de lo que me gustaría aceptar. Cuando era pequeño siempre fui muy popular, todos morían por estar cerca porque quien se atrevería a lastimar a un amigo del Alfa Alejandro, sinceramente en lo profundo sabía que ese aprecio y admiración que todos enarbolaban no era más que una mezcla de interés y n
Después de sentir el desprecio de mi padre, decidí hacer lo que mejor me salía, fingir que nada me afectaba y que no tenia sentimiento alguno. Hera estaba disgustada con la situación, se hacia la fuerte, pero ella también quería el reconocimiento de ese hombre lobo. En su conexión empezaron a recordar un recuerdo de cuando por primera vez pudo conocer el mundo exterior. Hasta los 5 años estuve confinada a mi hogar, no me permitían salir de este lugar, mi relación con mis padres era casi nula; mi padre me ignoraba y mi madre solo me miraba con un desprecio que siempre me hizo sospechar que tal vez no sería su hija. Los que se encargaban de cuidarme eran un grupo de viejas Omegas que intentaron hacer lo posible para que no me sienta tan mal las noches que lloraba hasta quedarme dormida en sus regazos, Margarita fue la encargada de criarme era una Omega, pero su personalidad firme y a pesar de su débil estatus en la manada nunca se dejo pisotearse por nadie. Hasta mi padre y el Alfa Rey