Como todos los días me desperté cerca al mediodía, aunque no había podido dormir bien esa noche. Mi mente se la paso dando vuelta de con lo pasaría esa noche en el Ritual del Claro de Luna.
Sinceramente creo que nadie recuerda quien es la persona que presentara su lobo, pero para mi esa persona es la más importante en mi vida.
Voy a contarles un poco de mí, soy Alfa Alejandro, soy el hijo mayor del Alfa Reynaldo líder de la manada “Claro de Luna”. Soy todo lo que se espera de su sucesor fuerte, inteligente y con un ferviente autosacrificio por todos los que pertenecen a mi manada, pero lo que nadie sabe es que el peso de todas expectativas son una carga que en el fondo de mi alma pesan más de lo que me gustaría aceptar.
Cuando era pequeño siempre fui muy popular, todos morían por estar cerca porque quien se atrevería a lastimar a un amigo del Alfa Alejandro, sinceramente en lo profundo sabía que ese aprecio y admiración que todos enarbolaban no era más que una mezcla de interés y necesidad de protección, la realidad es que no me desagradaba la atención aunque no sea genuina, cuando alguien tiene poder que más puede pedir, fue lo que me enseñaron desde el momento en el abrí los ojos a este mundo, tenía 8 años pero era muy consiente de su estatus y sus obligaciones con la manada.
El día que empecé el 3 er. Grado de la escuela primaria fue igual a todos, era el centro de atención y me encantaba, no existía nadie que podía opacarme todos querían ser mis amigos, nadie se atrevería a rechazarme, pero claro a veces la realidad te golpea de la forma más despiadada. En el montón de personas la vi a ella una indefensa niñita que se ocultaba como queriendo ser un fantasma en la multitud, me pregunte -¿quién es ella?- creía conocer a todos los cachorros de la manada, pero a ella nunca la note. Pensé que podría ser alguna invitada de alguna familia de alto rango que fue al acto de inicio solo como acto protocolar. Mi desconcierto de su identidad viene porque la tradición de la manada es que todos los cachorros de la manada deben concurrir a los cumpleaños del los hijos del Alfa Reynaldo, pero nunca estuvo presente en ninguna celebración, mi padre no era alguien que discriminaba por el estatus por lo cual hasta los cachorros Omega eran invitados, viéndolo con mi perspectiva de adulto se que no fue mala intensión de mi padre, pero todos sabemos como la manada trata a los Omegas; nosotros los Alfas al poseer una posición de poder miramos por encima del hombro a todos porque solo alguien tan poderoso como nosotros podría desafiarnos, algo que rara vez se daba ya que nos encontrábamos en un periodo de paz que llevaba extrañamente un par de décadas. Volviendo a ese día que cambio mi vida, decidí acercarme a esa pequeñita que llamaba tanto mi atención, era demasiado “linda”, tenia una piel super cuidada como si nunca hubiera estado fuera de casa; por el clima austral del lugar donde vivimos por más que cuidemos mucho nuestras pieles, siempre se encuentran pequeñas marcas del crudo frío, pero ella era distinta era delicada destellaba un toque angelical que no podía identificar. Estaba seguro necesitaba que esa inocente criatura dependa completamente de mí. Al acercarme pensé que ella instintivamente ella trataría de agradarme como lo hacen todos, para mi sorpresa ella se alejo como si yo fuera la “peste” creo que mi orgullo nunca fue tan herido como ese día, tenía 8 años y los niños no sabemos cómo manejar nuestras emociones y ahora que lo pienso ese plan que ingenie a los 8 años para obligarla a quererme salió completamente mal.
Lo primero fue intentar descubrir quien era ella, fui tranquilamente como que se tratara de solo algo curiosidad acercándome al Gamma de mi padre y le pregunte - ¿Quién es esa niña? ¿Pertenece a la manada? ¿No creo que sea una Omega de bajo rango, de la cual nadie se percatara de su presencia? – Wooh la cara de ese lobo fue impagable, creo que pregunté algo que no debía, en su voz sentí una incomodidad y solo contesto -Alfa Alejandro, esa cachorra es la hija del Beta Benjamín, aunque su familia es de alto estatus ella no es apta para pertenecer a su círculo. No conozco los motivos lo único que le puedo decir que debería mantenerse alejado de ella, pero no se preocupe es alguien tan inútil y débil que no merece su preocupación-. Asentí con mi sonrisa encantadora como aceptando todo lo que él me decía, pero si esperaban que después de esa respuesta yo me quedaría con la intriga y sobre todo como me enseñaron de chiquito soy un Alfa y nadie puede decirme que hacer, pero bueno vamos hacerle creer que ya no me interesó el tema.
Después de sentir el desprecio de mi padre, decidí hacer lo que mejor me salía, fingir que nada me afectaba y que no tenia sentimiento alguno. Hera estaba disgustada con la situación, se hacia la fuerte, pero ella también quería el reconocimiento de ese hombre lobo. En su conexión empezaron a recordar un recuerdo de cuando por primera vez pudo conocer el mundo exterior. Hasta los 5 años estuve confinada a mi hogar, no me permitían salir de este lugar, mi relación con mis padres era casi nula; mi padre me ignoraba y mi madre solo me miraba con un desprecio que siempre me hizo sospechar que tal vez no sería su hija. Los que se encargaban de cuidarme eran un grupo de viejas Omegas que intentaron hacer lo posible para que no me sienta tan mal las noches que lloraba hasta quedarme dormida en sus regazos, Margarita fue la encargada de criarme era una Omega, pero su personalidad firme y a pesar de su débil estatus en la manada nunca se dejo pisotearse por nadie. Hasta mi padre y el Alfa Rey
5- Consecuencias.Benjamín observaba cada movimiento de su hijita, era un padre que le negaba cualquier tipo de afecto y nunca podía mirar sus ojitos cuando ella insistía en obtener algo de amor. El como Beta del Alfa Reynaldo tenia muy clara su posición, y aunque en el fondo sentía un profundo amor por esa pequeña, solo pocas personas sabían de su verdadero origen, ella fue el fruto de un capricho del destino, la Diosa Luna puede ser tan cruel y misericordiosa a la vez.Recuerdo de Benjamín antes del nacimiento de Luna: Hace 6 años mi vida era lo que se creía la perfección, al cumplir 20 años encontré a mi pareja predestinada una Kappa llamada Lisa, todo marchaba según lo establecido en las reglas de la manada, eso fue en el solsticio de verano, aunque me hubiera gustado ser emparejado con alguien de mi mismo estatus social, no pude rechazarla las decisiones de la Diosa tienen siempre un propósito mayor. Viendo a la distancia nuestro vinculo nunca debió ser, las cosas continuaron el
Me encontraba en mi elemento al ser la esposa del Beta de la manada, podía ser el centro de atención del lugar, era una simple reunión de inicio de clases. Aunque no me interesa nada que tenga que ver con esa maldita bastarda, tengo que reconocer que agrada ser incluida en este día donde todas las parejas que dicen ser felices se reúnen para afianzar su lugar como miembros de alto nivel, además últimamente estoy siendo responsable de todos los actos protocolares a los que nuestra Luna no puede asistir, claramente es algo que para mí se da naturalmente, muchos dirían que solo soy una Kappa con suerte, pero quiero dejar en claro algo; a veces tanto a la suerte como el destino se pueden moldear a tus objetivos.Recuerdos de Lisa:Hace 7 años conocí a la persona adecuada y aunque el precio que me toco pagar fue alto, no me arrepiento. Al ser una Kappa es muy difícil acceder por medios propios a la élite de la manada. Cuando cumplí mis 18 años encontré en que uno de los Omegas que trabajab
Esa madrugada de invierno singularmente fría me encontraba descasando en mi modesto hogar, no era lujoso, pero mucho más cómodo de lo que podía aspirar una Omega. Los golpes en la puerta hicieron que me levante cautelosa a revisar las cámaras de la entrada, al ver quien era mi corazón se sacudió era uno de mis niños y se lo notaba acongojado. Al abrir la puerta ese hombre lobo de gran tamaño se derrumbo a mis pies pidiendo ayuda, mi querido Beta Benjamín; colapso como cuando empezó sus entrenamientos de combate lo llevaban al límite y el dolor físico era tan agudo que su pequeño cuerpo solo podía soporta hasta llegar a su habitación donde lo estaba esperando para curarlo y reconfortarlo. Ahora mi Beta orgulloso estaba desplomado en mi piso llorando como cuando tenía 9 años. Sin pensarlo bajé a su nivel para mirar sus ojos y tratar de entender que era lo que estaba pasando, dado que fui a quien asignaron de institutriz de Alfa Reynaldo y Beta Benjamín tenía una conexión especial con a
Durante el recorrido matutino de la manada, empecé a notar que en el pueblo los Omegas empezaban a cuchichear entre ellos, a pesar de mi rango siempre me encanta enterarme de todos los chismes. Para un Alfa es importante saber hasta los más mínimos detalles de lo que esta sucediendo con mi gente. Mi compañero de recorrido era Gamma Miguel, pero siendo sincero añoro los días que estos paseos lo hacíamos con mi Beta.Pasaron tantos años y todavía no puedo entender lo que paso, durante y posterior a ese viaje.Recuerdo del Alfa Reynaldo:Luego de entrometerme en donde no me llamaban para posponer el matrimonio de Benjamín, vino a mi mente ese viaje que teníamos planificado para el solsticio de verano siguiente. Si me preguntan soy alguien que sigue los mandatos de la Diosa Luna, pero no soy tan cuadrado y deseoso de cumplir su destino, a un que creo en que cuando ella une a dos personas; debe ser por algún tipo de motivo, al verlo junto con esta Kappa mi instinto gritaba que algo no se e
Me escabullí entre la gente, huyendo del niño bonito, Hera trataba de reconfortar mi maltratado corazón. Tenía 5 años, pero nunca podía anhelar a tener una vida como la de los demás niños; en realidad descubrí ese día el tipo de relaciones que los otros padres mantenían con sus hijos.El tratar de mantenerme como un fantasma me hizo dar hambre, el acto protocolar de inicio de clases no era un evento convencional, era un Drunch, todos los padres e hijos de alto rango están invitados. Aunque la escuela concentraba a todos los miembros de la manada sin importar su rango, es día solo la élite de la manada estaba convocada. Me fui acercando poco a poco a la mesa de los postres “son mi debilidad”, además son lo único que me pone contenta, papá todas las tardes me manda con Omega Margarita una porción grande de algún pastel delicioso; ella me dijo -tú papá no sabe como decirte lo mucho que te ama, por eso es la forma de decirte todos los días lo importante que eres en su vida- eso me hace ta
El aura oscura que envolvía a Alfa Reynaldo, mientras salía del salón escolar era algo que nadie podía explicar. La furia en su rostro era palpable y esto llevo empujar sin medir sus fuerzas a todos a su camino sin importar quien fuera, los desafortunados en su camino fueros lanzados varios metros, entre ellos se encontraba el pequeño Alfa Alejandro.*Mirada de Alfa Reynaldo:Antes de asistir al colegio decidí tener una conversación con Benjamín, necesitaba poner mis pensamientos en orden. Los últimos 5 años nuestra relación fue más que distante; al regresar a la manada el carácter de Benjamín mutó, cambió su personalidad sería, tranquila y con buen temperamento a un ser completamente sombrío, con tendencia agresivas y autodestructivas, pensé que se debía a la boda y luego a tratar de empezar un vinculo de pareja, pero todo se termino de derrumbar el día que se descubrió que había nacido una cachorra de forma inesperada. Nuestra relación se encontraba tensa antes de este nacimiento, p
Beta Benjamín: Destrozado volví a mi mansión, el dolor físico no se podía comparar a la tormenta que vivía mi alma, no solo fui descubierto, el maldito destino conspiro para que me arrebaten a Luna. Mi mente no podía encontrar la solución al problema central, con seguridad puedo afirmar que Reynaldo no estaba dispuesto a restituir la custodia de Luna. Sus ojos me retornaban una decepción y asco que perforaron mi ser. No puedo culparlo creo que todos los castigos no alcanzan para expiar mis culpas. Mi cuerpo se desplomó sobre el sofá, mientras bebía, las imágenes de mi pequeña siendo golpeada y despreciada públicamente insistían en volver una y otra vez. Como si fuera un ratón que se escabulle al menor sonido, sentí la presencia de esa maldita mujer tratando de evitarme. Sin voltear la cabeza, le anuncie con una voz tan áspera y fría que el mismo diablo sentiría miedo – ¡Tienes 96 horas para recuperarla! -, después de eso volví a encerrarme en mi estudio.Kappa Lisa: No puedo cre