La noche helada era testigo silencioso del destino que me habían impuesto. De pie frente al altar, sentí la mirada de cientos de ojos clavándose en mi. La tela blanca del vestido pesaba como una sentencia.
- Jura lealtad a la manada.
Mi madre me miró fijamente, su expresión impasible. Todos esperaban mi respuesta.
Aunque la sensación del frío seco, hace que mi cuerpo se erice un poco ya que llevo un ceñido vestido de color blanco con detalles bordados con hilos de oro, entre la trama se mezclan pequeñas perlas con un color nacarado, el vestido es lo suficientemente revelador sin llegar a lo vulgar; claro no fue una elección mía, ese vestido que solo de verlo denota el estatus de la familia a la que pertenece este insignificante maniquí; gracias a la Diosa Luna, le otorgo una exquisita figura y una belleza delicada y simple.
Horas antes, cuando trataba de encontrar una forma de escapar, mi madre irrumpío en mi habitación. Su vestido impecable, su porte imponente, su mirada helada.
- No hay elección, Luna. No vuelvas a decepcionarme.
Ella era alguien que se guiaba por las apariencias, aunque no era más que una Kappa que fue bendecida por la Diosa emparejándola con el Beta de la manada Claro de Luna, en la mente de todos cuando encuentras a tu pareja predeterminada tu vida pasa a tener un color de rosas y que todo va a estar bien, si me preguntan a mí son puras mentiras. La imagen que tengo sobre el amor predeterminado es una relación perfecta de puertas para afuera, dentro de casa eran simplemente desconocidos, claro cuando la luna llega a su fase completa y los instintos salvajes afloran, sus cuerpos se precipitan al deseo y bueno son lobos y por lo visto el aislante en las paredes no era suficiente, pero además de la atracción física no existía ningún tipo de vinculo afectivo.
Cuando vi su mirada fija y fría sobre mí, no pude evitar pensar - ¿cuál es la razón por la cual me desprecia tanto? – pero es una pregunta que me persigue desde que tengo uso de razón, sacudí mi cabeza y preste atención a su lista de pedidos para esta noche.
No llamar la atención de ninguna manera.
Mantener la mirada bajo.
Evitar el contacto con el Alfa Reynaldo y su familia.
A cualquier pregunta solo asentir o negar levemente con la cabeza.
Y un montón de reglas sin sentido que sinceramente ya olvidé.
Después del sermón, me lanzo el vestido y me dijo no me decepciones como siempre. Su sermón con la misma frialdad de siempre. Sin mirarme, me lanzó el vestido con un susurro cortante:
- No me decepciones. Otra vez.
El peso de la tela en mis manos era el peso de toda una vida de expectativas que nunca cumplí.
Tome una ducha y decidí hacerme un skin care solo para que mi piel parezca sana e hidratada, por mi estilo personal con una piel en buenas condiciones, un par de capas de rímel, un delicado delineado y un tenue color melocotón ya es suficiente para sentirse lo suficientemente belleza; decidí llevar mi cabello castaño rojizo hasta la cintura con un flequillo recto, para peinarlo opte por algo simple una línea al costado que sujete con un broche de libélula de oro con perlas nacaradas, para enmarcar mí rostro. Era más extravagante de lo que estaba acostumbrada, no fue elegido por mí, pero al ver el resultado, podría decir - “gracias mamá” – y esbocé una seca sonrisa que no llegaba a mis ojos y mucho menos a mi corazón.
2- Mírame.Luego de una última mira a la imagen que me devolvía el espejo, le pregunte a Hera ¿lista? ella con la seguridad que la caracterizaba lanzo una carcajada y contesto – Nací lista.Hera es completamente lo opuesto a lo que soy, en realidad le molesta mucho la forma en que la mantengo oculta, ella es orgullosa y cada vez que soy agraviada, su voz resuena en mi cabeza incitándome a dejarla tomar el control y dejar en claro a todo este grupo de pusilánimes, que al más pequeño incidente tiene que correr tras las faldas de su amado Alfa Alejandro, quien en realidad manda. Pero a pesar de ser una loba con aura dominante y de muy mal carácter, ella siempre respeta mi lugar y nunca toma el control por si misma.Después de nuestra pequeña conversación con Hera, tomé una bocana de aire y me decidí a bajar las escaleras de mi hogar. Mientras lo hacía pensaba, cuáles serán las consecuencias de la decisión que terminaba de tomar.Nunca creí ser muy importante o que mi presencia podría mod
Como todos los días me desperté cerca al mediodía, aunque no había podido dormir bien esa noche. Mi mente se la paso dando vuelta de con lo pasaría esa noche en el Ritual del Claro de Luna. Sinceramente creo que nadie recuerda quien es la persona que presentara su lobo, pero para mi esa persona es la más importante en mi vida. Voy a contarles un poco de mí, soy Alfa Alejandro, soy el hijo mayor del Alfa Reynaldo líder de la manada “Claro de Luna”. Soy todo lo que se espera de su sucesor fuerte, inteligente y con un ferviente autosacrificio por todos los que pertenecen a mi manada, pero lo que nadie sabe es que el peso de todas expectativas son una carga que en el fondo de mi alma pesan más de lo que me gustaría aceptar. Cuando era pequeño siempre fui muy popular, todos morían por estar cerca porque quien se atrevería a lastimar a un amigo del Alfa Alejandro, sinceramente en lo profundo sabía que ese aprecio y admiración que todos enarbolaban no era más que una mezcla de interés y n
Después de sentir el desprecio de mi padre, decidí hacer lo que mejor me salía, fingir que nada me afectaba y que no tenia sentimiento alguno. Hera estaba disgustada con la situación, se hacia la fuerte, pero ella también quería el reconocimiento de ese hombre lobo. En su conexión empezaron a recordar un recuerdo de cuando por primera vez pudo conocer el mundo exterior. Hasta los 5 años estuve confinada a mi hogar, no me permitían salir de este lugar, mi relación con mis padres era casi nula; mi padre me ignoraba y mi madre solo me miraba con un desprecio que siempre me hizo sospechar que tal vez no sería su hija. Los que se encargaban de cuidarme eran un grupo de viejas Omegas que intentaron hacer lo posible para que no me sienta tan mal las noches que lloraba hasta quedarme dormida en sus regazos, Margarita fue la encargada de criarme era una Omega, pero su personalidad firme y a pesar de su débil estatus en la manada nunca se dejo pisotearse por nadie. Hasta mi padre y el Alfa Rey
5- Consecuencias.Benjamín observaba cada movimiento de su hijita, era un padre que le negaba cualquier tipo de afecto y nunca podía mirar sus ojitos cuando ella insistía en obtener algo de amor. El como Beta del Alfa Reynaldo tenia muy clara su posición, y aunque en el fondo sentía un profundo amor por esa pequeña, solo pocas personas sabían de su verdadero origen, ella fue el fruto de un capricho del destino, la Diosa Luna puede ser tan cruel y misericordiosa a la vez.Recuerdo de Benjamín antes del nacimiento de Luna: Hace 6 años mi vida era lo que se creía la perfección, al cumplir 20 años encontré a mi pareja predestinada una Kappa llamada Lisa, todo marchaba según lo establecido en las reglas de la manada, eso fue en el solsticio de verano, aunque me hubiera gustado ser emparejado con alguien de mi mismo estatus social, no pude rechazarla las decisiones de la Diosa tienen siempre un propósito mayor. Viendo a la distancia nuestro vinculo nunca debió ser, las cosas continuaron el
Me encontraba en mi elemento al ser la esposa del Beta de la manada, podía ser el centro de atención del lugar, era una simple reunión de inicio de clases. Aunque no me interesa nada que tenga que ver con esa maldita bastarda, tengo que reconocer que agrada ser incluida en este día donde todas las parejas que dicen ser felices se reúnen para afianzar su lugar como miembros de alto nivel, además últimamente estoy siendo responsable de todos los actos protocolares a los que nuestra Luna no puede asistir, claramente es algo que para mí se da naturalmente, muchos dirían que solo soy una Kappa con suerte, pero quiero dejar en claro algo; a veces tanto a la suerte como el destino se pueden moldear a tus objetivos.Recuerdos de Lisa:Hace 7 años conocí a la persona adecuada y aunque el precio que me toco pagar fue alto, no me arrepiento. Al ser una Kappa es muy difícil acceder por medios propios a la élite de la manada. Cuando cumplí mis 18 años encontré en que uno de los Omegas que trabajab
Esa madrugada de invierno singularmente fría me encontraba descasando en mi modesto hogar, no era lujoso, pero mucho más cómodo de lo que podía aspirar una Omega. Los golpes en la puerta hicieron que me levante cautelosa a revisar las cámaras de la entrada, al ver quien era mi corazón se sacudió era uno de mis niños y se lo notaba acongojado. Al abrir la puerta ese hombre lobo de gran tamaño se derrumbo a mis pies pidiendo ayuda, mi querido Beta Benjamín; colapso como cuando empezó sus entrenamientos de combate lo llevaban al límite y el dolor físico era tan agudo que su pequeño cuerpo solo podía soporta hasta llegar a su habitación donde lo estaba esperando para curarlo y reconfortarlo. Ahora mi Beta orgulloso estaba desplomado en mi piso llorando como cuando tenía 9 años. Sin pensarlo bajé a su nivel para mirar sus ojos y tratar de entender que era lo que estaba pasando, dado que fui a quien asignaron de institutriz de Alfa Reynaldo y Beta Benjamín tenía una conexión especial con a
Durante el recorrido matutino de la manada, empecé a notar que en el pueblo los Omegas empezaban a cuchichear entre ellos, a pesar de mi rango siempre me encanta enterarme de todos los chismes. Para un Alfa es importante saber hasta los más mínimos detalles de lo que esta sucediendo con mi gente. Mi compañero de recorrido era Gamma Miguel, pero siendo sincero añoro los días que estos paseos lo hacíamos con mi Beta.Pasaron tantos años y todavía no puedo entender lo que paso, durante y posterior a ese viaje.Recuerdo del Alfa Reynaldo:Luego de entrometerme en donde no me llamaban para posponer el matrimonio de Benjamín, vino a mi mente ese viaje que teníamos planificado para el solsticio de verano siguiente. Si me preguntan soy alguien que sigue los mandatos de la Diosa Luna, pero no soy tan cuadrado y deseoso de cumplir su destino, a un que creo en que cuando ella une a dos personas; debe ser por algún tipo de motivo, al verlo junto con esta Kappa mi instinto gritaba que algo no se e
Me escabullí entre la gente, huyendo del niño bonito, Hera trataba de reconfortar mi maltratado corazón. Tenía 5 años, pero nunca podía anhelar a tener una vida como la de los demás niños; en realidad descubrí ese día el tipo de relaciones que los otros padres mantenían con sus hijos.El tratar de mantenerme como un fantasma me hizo dar hambre, el acto protocolar de inicio de clases no era un evento convencional, era un Drunch, todos los padres e hijos de alto rango están invitados. Aunque la escuela concentraba a todos los miembros de la manada sin importar su rango, es día solo la élite de la manada estaba convocada. Me fui acercando poco a poco a la mesa de los postres “son mi debilidad”, además son lo único que me pone contenta, papá todas las tardes me manda con Omega Margarita una porción grande de algún pastel delicioso; ella me dijo -tú papá no sabe como decirte lo mucho que te ama, por eso es la forma de decirte todos los días lo importante que eres en su vida- eso me hace ta