Sé que es tarde, pero igual: ¡Feliz ombliguito de semana! Sé que muchas quedaron ansiosas ayer, así que espero que hoy ya se sientan un poco más aliviadas con lo poco que dijo Owen... Aunque le falta, le falta decir mucho más a nuestro ogrito, ijjii ¿Será que necesita terapia? ¿Qué les pareció la conversación? ¿Les gustaron los apapachos del final? No olviden dejar sus comentarios, son importantes para mí <3 Las leo mañana, a la misma hora y por el mismo canal :* Un abrazo ^^
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗Las cosas con Flavia han mejorado bastante desde el nacimiento de Ian, sobre todo, después de aquella conversación; y, a medida que los días pasan, noto que nuestra relación se ha vuelto más fácil y natural.Flavia parece entenderme mejor, lo cual me alivia, pero sé que no puedo escapar de mis propios demonios por mucho más tiempo. En el fondo, sé que tengo que ser honesto con ella y hablar de lo que llevo dentro, aunque eso signifique enfrentar cosas que he ignorado por años. Por ahora, agradezco su paciencia más de lo que puedo expresar. No así con Fiorella, que no me deja olvidarlo, siempre lanza algún comentario cuando me cruza en la cocina o antes de salir para el trabajo, y, aunque, sé que tiene razón, a veces, solo necesito más tiempo del que puedo pedirle a todos.Los días se me han ido entre mi vida personal y ZeroRisk, que cada vez se vuelve más demandante, por lo que me siento más tenso que nunca. Desde que recibí la llamada de Justin, no he podido dejar de pens
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗El host me indica amablemente que lo siga, pero solo alcanzo a dar un par de pasos cuando mis pies dejan de responder. De pronto, el aire se vuelve espeso y las palabras de Justin comienzan a dar vueltas en mi cabeza: “El director general de BSmart ha puesto una condición… quien asuma como figura legal de ZeroRisk debe ser el señor Butler”.Mis manos se cierran en puños y siento mi pecho apretarse, como si todo el oxígeno hubiera desaparecido del lugar. Las piezas empiezan a encajar: su apellido, la insistencia en que fuera yo… Gavin Barnes. Mi propio padre.El host se gira, me espera y señala un lugar más apartado del restaurant. Intento asentirle, pero siento que el nudo en mi garganta se aprieta más. Asfixiándome. El mismo hombre que me ha ignorado toda mi vida… el mismo que, en mi infancia, me hizo sentir como si no valiera nada. Y ahora, me quiere ver. ¿Para qué?Henry Standford lo dijo aquella noche en la que Barnes nos dejó plantados: "Nuestro inversor lamenta no po
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗El aire fresco del exterior me golpea la cara cuando salgo del restaurant y, a pesar de todo, mantengo el rostro inexpresivo, dando pasos firmes y directos, aunque por dentro... siento que me estoy desmoronando.El valet me entrega las llaves de la camioneta y le doy una propina sin siquiera poder mirarlo a los ojos, ya que siento una presión en el pecho que me aplasta, pero mantengo la compostura hasta que me subo y cierro la puerta. Entonces, me apoyo en el volante y trato de calmarme, pero es justo en ese instante cuando todo me golpea.Mi pasado empieza a arremolinarse en mi cabeza como una tormenta incontrolable. Intento respirar hondo, pero el aire no parece llegar a mis pulmones y siento ese maldito vacío que he cargado desde que tengo memoria; Gavin, mi “padre”, siempre como una sombra en mi vida, enturbiando todo, incluso sin estar presente, ni para mí, ni para mi madre. Y cuando aparecía, solo lograba destrozar lo poco que quedaba entero.La imagen de mi madre, j
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Ver a Owen romperse frente a mí es algo que jamás creí que experimentaría. Siempre ha sido tan fuerte, tan seguro de sí mismo y ahora parece un niño perdido, vulnerable y roto, haciendo pedazos mi corazón al verlo así. Él, que siempre está pendiente de todo, cuidando y protegiendo a los suyos, enfrentando al mundo como si nada pudiera derribarlo, ahora se enfrenta a algo mucho más grande y desconocido para mí. Sus hombros, esos que tantas veces me han dado refugio, tiemblan, y su rostro, normalmente imperturbable, se hunde en mi cuello, buscando consuelo mientras sus sollozos me desarman. Estoy tan sensible por el embarazo que cada lágrima que él derrama me duele como si fuera mía.Nunca imaginé que un hombre como él pudiera desmoronarse de esa manera. Siento su peso, no solo físico, sino el de años de heridas no sanadas; y para peor, sé que Owen no es alguien que comparta sus emociones fácilmente, y verlo así, tan expuesto, me hace dar cuenta de cuán profundas son sus c
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗El silencio que queda después de sus palabras se siente como una caricia en el alma, ya que no son solo las palabras, sino todo lo que cargan consigo y que por tanto tiempo ha guardado. Ya no hay más lágrimas, solo el sonido de su respiración que poco a poco se sincroniza con la mía. Siento que la tensión en su cuerpo comienza a aflojarse en mis brazos, y, aunque no quiero apresurar este momento, lo veo tan vulnerable y con su coraza rota en mil pedazos frente a mí, que lo único que quiero es mostrarle que, a pesar de que el mundo lo haya herido, aquí está a salvo. Que conmigo puede ser él mismo, con todas sus cicatrices.Deslizo mis manos lentamente desde su cuello hasta su rostro, acariciando cada línea, cada curva, como si al tocarlas pudiera borrar la angustia que ha cargado por tantos años. Me acerco despacio, mientras mis labios rozan su frente primero, dejando un beso tan suave que parece más una promesa que una acción.—Estoy aquí, contigo —susurro tras cada beso
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗Nada me había preparado para el momento en que vi a mi progenitor de pie frente a mí. No pensé que un solo instante, después de más de veinte años, pudiera traer de vuelta todos esos recuerdos y emociones que creía enterrados en lo más profundo de mi ser. Me sentí como un niño otra vez, ese crío que aún anhelaba el cariño de su padre, el que había sido dejado atrás sin explicación, sin una sola palabra. Fue como enfrentar al fantasma de alguien que nunca estuvo realmente allí para mí, y, aun así, el impacto fue más fuerte de lo que imaginé.Por eso, siempre he sentido que si alguien viera mis debilidades y cicatrices, sería como abrir una puerta para que me destruyeran de nuevo y, por lo mismo, llevo años construyendo muros tan altos que, en algún punto, se volvieron parte de mí. Aprendí a callarme, a ocultarlo todo, porque mostrarme vulnerable me aterraba, pero después de todo lo que pasó esa noche al regresar a casa, siento algo en el pecho que no logro reconocer. Una se
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗Tras la reunión con mis socios, regreso a mi oficina con la sensación de que todo está en orden, o al menos en calma, por ahora. Cierro la puerta y me siento frente al escritorio, pero ni siquiera toco los documentos que se acumulan sobre él, ya que aún tengo en la mente la cena del viernes y sé que no podré concentrarme en nada hasta tomar cartas en el asunto.Marco su número y a los pocos tonos responde su asistente, quien inmediatamente me pasa con él.—Señor Butler, ¿qué puedo hacer por usted? —responde Justin con su tono siempre formal.—Buenos días, Justin. Necesito que nos reunamos con urgencia. Hay algo importante que debemos discutir —le digo, sin rodeos. Tarda unos segundos antes de responder y puedo escuchar papeles moviéndose al otro lado de la línea.—Entiendo. Aunque, lamentablemente, esta tarde tengo compromisos que no puedo postergar. Sin embargo, puedo hacer un espacio a la hora de almuerzo, si eso le parece.—Sí, a la hora de almuerzo me parece perfecto —
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗El sonido del timbre me despierta abruptamente, por lo que tardo un par de segundos en reaccionar y parpadeo mientras intento despejarme. Los golpes insistentes en la puerta me apuran y trato de incorporarme en la cama lo más rápido que puedo, pero el peso de mi vientre, ya en las veintiún semanas de embarazo, me recuerda cuánto ha avanzado el tiempo y lo cerca que estoy de tener a mis cachorros en brazos.Miro el reloj en la mesita de noche y veo que son apenas las ocho y quince de la mañana. Me incorporo con cuidado y salgo de la habitación, dando un vistazo alrededor, ya que no hay señales de mi nonna, lo cual me parece raro, pues siempre es ella quien se levanta primero. «¿Dónde estará?»Masajeo mi espalda mientras camino hacia la puerta y los golpes continúan con la misma urgencia. Al abrir, me encuentro con Paige y su rostro me alerta de inmediato. Está pálida, con los ojos bien abiertos, oscuras ojeras y la mirada llena de un pánico que nunca le había visto.—Paig