Hola, mis chicas... Sé que he andado desaparecida en acción y, a pesar de que algunas ya lo saben, hay muchas otras que no, así que se los cuento por acá. He estado pasando por un momento complicado en mi vida y eso me ha afectado mucho en lo emocional. Como ya podemos ver, nuestros ogritos son todo amor, mientras que mi ánimo va un poco en bajada (aunque mejorando), así que no logré conectar con la novela y decidí darme un tiempito para sanar mis heridas y poder darles un bonito romance a Owen y Flavia, como ellos lo merecen. Espero que se comprenda que no estoy dejando la historia a medias, solo tomándome unos días para estar mejor y volver a conectar. Agradezco su apoyo incondicional y sus palabras de aliento, las quiero mucho, en serio <3 Ojalá les haya gustado el capítulo, háganmelo saber en los comentarios.
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Aún sigo preguntándome si todo lo que ocurrió el fin de semana es real o no. Me siento como en un sueño del que no quiero despertar, ya que, compartir con Owen y ver cómo poco a poco se ha ido abriendo a mí, es algo que hace unas semanas era impensado, casi imposible.Después de ese desayuno donde decidimos darnos una oportunidad y descubrir una nueva y alucinante faceta de Owen, le propuse que decoráramos juntos el apartamento con motivos navideños, así que ese día fuimos de compras y escogimos todo lo que hacía falta para, por primera vez, pasar unas fiestas en el que, poco a poco, se ha ido transformando en mi nuevo hogar.Me las ingenié para ir sacándole un poco de información sobre su niñez, en un intento por saber por qué es como es; así como también fui contándole cosas sobre la mía, descubriendo que tenemos muchas cosas en común y muchas otras que debemos ir sanando juntos con el tiempo.Ese día nos entretuvimos entre las compras, recorriendo la ciudad que nunca
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗Me quedé idiotizado mirando hacia el baño, aun sintiendo el vacío que dejó el cuerpo de Flavia en el mío. Me había costado la vida misma lograr bajar la erección matutina tras una larga ducha de agua templada, pero es que sus besos, su olor y cada curva de su cuerpo, exquisitamente redondeada por el embarazo, me tuvieron a tope todo el fin de semana.Tenía que ponerme serio si quería ganarme la confianza de Flavia. No podemos caer en lo físico de nuevo. No cuando las cosas están comenzando a salir bien entre los dos.—Enfócate y no olvides lo más importante, Owen… —murmuro, mientras termino de picar las frutas que tanto le gusta comer a Flavia en el desayuno.Apenas termino con las frutas, retiro los hotcakes del sartén y me apresuro en mandarle un mensaje a Robert, mencionándole que no me apareceré en la oficina hasta después de almuerzo. Su respuesta no tarda en llegar, preocupado por mi ausencia, pero le dejo en claro que estaré revisando correos y disponible en el celu
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗ Apenas entro al vestidor, reconozco a Scarlett, una de las chicas que me maquillaron la vez pasada. Saludo a todo mundo al entrar y tras una breve presentación a la que no muchas prestaron atención, sigo las indicaciones mientras me pasan un conjunto, bastante cómodo, de lencería en color nude. Cuando me acerco a uno de los tocadores, veo que están todas muy emocionadas conversando, así que presto atención a lo que dicen, en tanto maquillan a una castaña que parece ser la portadora de novedades. —Dios, es que está para comérselo. Si pensaba que Cassian era guapísimo, ese tipo está para lamerle cada centímetro de piel —dice, mientras terminan de fijarle el maquillaje. —¿Pero lo conoces de algo? ¿Será uno de los clientes o algún representante de marca? —cuestiona otra, una rubia que se mira por todos los ángulos, buscando alguna imperfección en su estilizado cuerpo. —No. Ya te dije que nunca lo había visto, pero te aseguro que no será la última —asevera la castañ
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗ El orgullo y la satisfacción siguen revoloteando en mi pecho tras el inesperado beso de Flavia. Sobre todo, al ver cómo desapareció esa m*****a sonrisa burlona que Cassian insistía en mantener después de todos los comentarios malintencionados y provocativos que soltó mientras Flavia estaba en el set. La verdad, me estaba costando la vida no perder los estribos con él. Hacía comentarios al aire sobre Flavia como si yo no estuviera ahí, como si fuera un puto accesorio decorativo, lo que estaba logrando que la rabia me hirviera por dentro. Sumado a eso, el mal humor que me había provocado el imbécil de Axel, el fotógrafo. Ese tipo no solo tenía un ego enorme, sino que una lengua venenosa al tratar mal a mi mujer y a las demás, hablándoles de manera despectiva y prepotente, pero Flavia lo manejó mejor de lo que yo hubiese sido capaz. Más aún, cuando al finalizar su parte de la sesión, ella me hizo olvidar todo con ese beso. Acción que dejó claro a todo el mundo lo que ningun
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Los aplausos no se hacen esperar en el estudio cuando terminamos la sesión. Mi corazón late acelerado, pero no por el esfuerzo, sino por el alivio de haber superado con éxito lo que empezó siendo un caos. Me uno a los aplausos, agradecida por el profesionalismo del equipo y las modelos. Desde que había tomado la cámara entre mis manos, el tiempo pareció volar. Las chicas fueron muy profesionales y dóciles al momento de retomar la sesión. Aunque al principio se sintieron extrañadas por haber tomado el lugar de Axel, se dejaron llevar y conseguí que entraran rápidamente en confianza ante la cámara, obteniendo muy buenas capturas en poco tiempo.Kirsten logró relajarse completamente conmigo y el resultado fue maravilloso. Logré capturar su esencia en cada fotografía y ella disfrutó al máximo de la experiencia, como le había aconsejado desde un inicio. Así que, ahora me encuentro revisando en el computador las capturas, preocupándome de guardarlas todas en un pendrive para h
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Siento la insistente mirada de Maya sobre mí, a la vez que continúo mirando la puerta del apartamento, por donde acaba de salir Owen hacia la oficina. No puedo evitar el suspiro que se me escapa y la risilla de Maya a mi costado me hace volver a verla.—Se ve que está dando lo mejor de sí por ti —asevera mi mejor amiga y vuelvo a suspirar, como una adolescente enamorada.Owen se había despedido de Josh y Cory, quienes ya se habían retado a una partida de PlayStation, prometiéndoles que regresaría a tiempo para unirse luego de trabajar. Al salir de la habitación de juegos, le dio un suave beso en la coronilla a Maya antes de acercarse a mí, y cuando llegó mi turno, tomó mi rostro entre sus manos, me miró como si fuese lo más preciado que hubiera visto y me besó con una dulzura que me dejó con ganas de más y una cálida sensación recorriéndome por completo.—Estoy en una nube, Maya… Owen es tan… —vuelvo a suspirar, sin saber qué palabras decir para todo lo que me hace senti
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗—¿Te quedas hasta tarde? —pregunta Robert, acercándose a la puerta. Levanto la mirada y frunzo el ceño, notando que ya es tarde al ver el reloj en la pantalla del computador.—No, salgo en unos minutos. Ni me había dado cuenta de la hora —respondo, algo sorprendido—. No te preocupes, yo cierro.—Vale… ¿Todo bien, Owen? Pareces más distraído de lo normal —comenta, algo incómodo, sabiendo que no soy el más abierto para entablar una conversación amistosa.—Solo tengo varias cosas en la cabeza, pero estoy bien. Mejor que bien —contesto con una sonrisa que no puedo evitar. Saber que al llegar a casa estaré con las personas que más me importan me tranquiliza.—Genial. Nos vemos mañana —dice mientras sale de la oficina, cerrando la puerta tras de sí.Se me había pasado la tarde en un abrir y cerrar de ojos. Tenía tanto que hacer, entre preparar la documentación para la charla de mañana y mantener todo en orden, ni siquiera noté lo rápido que pasaron las horas. Sin embargo, haber
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Maya me lanza una mirada divertida, con esa sonrisa pícara que ya me conozco de memoria.—Fla, no es por nada, pero Owen no deja de mirarte —susurra, acercándose para que los chicos no escuchen. Sube el volumen de la música, pero aun así baja la voz—. Te lo juro, se sienten las chispas entre ustedes dos. No sé cómo te has aguantado sin saltarle encima —comenta, con una carcajada contenida.Me río también, porque sé que tiene razón. Mis ojos se van inmediatamente a Owen, que está en la cocina con Josh y me sorprende mirándolo. Le sonrío y me devuelve la sonrisa, sintiendo cómo el calor se me sube a las mejillas. Sus miradas siempre me ponen nerviosa, pero de ese modo en que el corazón se acelera y todo dentro de mí quiere más. Es un juego constante, una tensión en el aire que va creciendo con cada día que pasamos juntos. Maya lo nota, claro que lo nota, y me lo deja saber con esa complicidad que solo ella tiene.—No sé cómo lo hace él —le respondo entre risas—. Es como si