Dasha se escabullo por los pasillos de la mansión Morozova, hasta ingresar en la habitación de Vladimir, el pequeño Órga dormía plácidamente, al menos él estaba bien, fue su pensamiento, sin querer molestar el sueño de su hijo, tomo una manta y se dejó caer en una silla mecedora que había en un rincón, se suponía que esa habitación era para huéspedes con niños, por lo que agradeció interiormente que al menos eso tenía a su favor.Estaba segura de que Lukyan se había marchado de su habitación, pero no le apetecía regresar, en su lugar decidió pasar allí la noche, viendo a su hijo y pensando en su futuro, ¿Cuándo había comenzado a albergar esperanzas con el mafioso ruso? Quizás fue cuando habían follado ¿o fue antes? En su departamento, no la noche que lo beso, sino luego, cuando aun e
Vladimir había regresado a la mansión Neizan la noche anterior, y tanto Dasha como Harum partieron al hotel de cinco estrellas donde se arreglarían, Harum no evito presumir de todo el dinero que los Morozova habían gastado en ella, mientras que Dasha solo iba en silencio en la limosina que ambas compartían, Felipe veía a la castaña como quien ve excremento de perro recién embarrado en el calzado, pero Harum parecía no darse cuenta de ello.— ¿Cómo que Dasha ocupara la habitación presidencial? Es imposible. — estaba haciendo una rabieta en un lugar como ese, Dasha sentía vergüenza ajena, solo podía ver a Felipe y enrojecer aún más cuando el rubio bufo con cansancio. — Quiero esa habitación. — exigió como si fuera una reina y justo cuando estaba por arrebatarle la tarjeta magnética a Felipe, un hombre cas
Nikola se colocó de pie y tomo el pastillero que estaba sobre la mesa de noche, sin dudarlo tomo una de las píldoras y regreso frente las mujeres, quienes no se inmutaron ante el evidente malestar del mayor, parte de llevar a delante semejante imperio como era el de los Bach, era tener un corazón duro cuando la ocasión lo ameritaba y sin lugar a duda, este era uno de esos momentos.— ¿Y bien? — indago la joven clavando sus ojos en el mayor.— El día que Kendra murió… parte de mi corazón se fue con ella, mi hija era la luz de mis ojos, tenía unas ganas infinitas de acompañarla, dejar este mundo me parecía la mejor opción, pero estaba Dasha… por lo que continue adelante, trate de cuidarla, aunque a la distancia, ese fue el segundo error que cometí, permití que Miriam ocupara el lugar de Kendra, yo… sabía que ella y
— Esto es… un amor prohibido, cosas de destino o casualidad, es… maravilloso, y doloroso. — la pelinegra estaba que no cabía en sí, con todo lo que Felipe le había contado.— O, queria y eso solo es mi historia, con el tiempo conocerás el secreto de cada uno de nosotros, veras como la decisión de una persona, es como el aleteo de una mariposa.— El aleteo de una mariposa puede generar un huracán al otro extremo del mundo. — recito Dasha lo que escucho muchas veces en China.— Así es querida, así es, ahora deja que te maquille.Nikola tomo una bocanada de aire, estaba solo con dos mujeres, pero se sentía intimidado y no era para menos esas mujeres eran las más poderosas del mundo, capases de acabar con quien quisiera con solo tronar los dedos y sin necesidad de ensuciar sus zapatos de diseñador.&
Alek llevaba más de 10 años ideando el plan perfecto para apoderarse del clan Neizan, tenía el apoyo de casi la mitad de la organización más peligrosa de Rusia, aquellos empleados que una vez sirvieron a Arkady, primo de Neri, y se beneficiaron con sus negocios ocultos en China, hasta que Victoria Zabet acabo con su vida, además de que por desgracia el clan del dragón rojo había desaparecido casi en simultaneo, pero aun así se aferraban a la promesa de Alek, quien les juraba que si lo apoyaban a tomar el control de Rusia, cuando llegara la hora de derrocar a Lukyan, él se encargaría de duplicar sus fortunas y es que el castaño, creía ciegamente en la familia Morozova y su gran fortuna, como su respaldo, suponía que Igor no dudaría en cederle todo a Harum una vez que esta diera a luz a un heredero, confiando plenamente en la conversación que escucho años
— Ten cuidado con el ramo.Alek apretó los dientes para contener su furia, Harum le acababa de grietar a Leila, y el rostro de Farid dejaba en claro su molestia, todo por un ridículo ramo de… ni siquiera sabia que clase del flores llevaba aquella cosa, era colorido y tan grande como todo lo que se había puesto Harum, caía hasta casi tocar sus pies, lo peor de todo era ver su cabeza, una réplica de la corona que había lucido Ámbar Zabet años atrás para su boda con Donato Constantini, le dio a entender a Alek que su futura esposa, ni siquiera había pensado en lo que hacía, pues eso se podía interpretar como un insulto, ya que cada joya que se usaba en las bodas de los hijos de Amir y Candy, era única, así lo dispusieron sus creadores, sus propios padres, habían dedicado no solo horas, meses invirtieron, en crear algo digno para cada uno de sus hijos y asegurarse de que sus descendientes pudieran usarlo a futuro, definitivamente Ámbar tomaría aquello como un insulto y todos sabían que Ám
Dasha ingresó al salón tratando de observar todo lo que había ante sus ojos, las largas columnas estaban decoradas con guirnaldas de flores hermosas, violetas y calas se mezclaban con un follaje verde, dando la imagen de estar en un bosque, aunque estaban bajo techo. Las mesas redondas a su alrededor le daban un poco más de noción de la cantidad de invitados que había, ya que durante la ceremonia poco se había fijado en ese detalle, realmente parecía el matrimonio de unos reyes, y no de un capo de la mafia, cualquiera pensaría que estas personas debían vivir ocultas de la sociedad, pero la verdad era otra, más cuando se estaba rodeado de personas poderosas, mejor aún, cuando esas personas son parte de tu familia. Los trajes y vestidos de gala dejaban en claro el poder y fortuna de cada invitado, al igual que las joyas que adornaban a cada dama allí presente. A lo lejos pudo distinguir el pastel por el que tanto había discutido con Felipe, un hermoso pastel blanco de seis pisos. Adorn
La recepción continuó adelante según lo planeado, cada tanto las personas del clan se acercaban a presentar sus respetos, más aquellas que eran invitados de Alek; tanto Dasha como Lukyan probaron una que otra de las delicias que Felipe había enviado a preparar para agasajarlos. Para la pelinegra fue imposible no darse cuenta cuando Harum hizo su entrada, casi una hora después que ellos, con un vestido mucho más modesto del que llevo en la ceremonia, no se la veía feliz, mucho menos a Alek, algo que causo cierta satisfacción en la pelinegra, cualquier cosa que le amargara la existencia a ese par, para Dasha era maravilloso. Sus enemigos, porque así los consideraba Dasha, se mantuvieron de su lado del salón, rodeados de personas de bajo rango, según palabras de Lukyan, mientras que ellos fueron abordados en más de una ocasión por la familia del rubio, poco a poco, Dasha fue conociendo a todos los Zabet y su descendencia.La segunda en llegar a su lado fue la afamada joya maldita, como e