Ser un soldado sombra siempre había concedido estatus y beneficios, era un honor nacer con el poder del camuflaje, hasta que Marko Goldeblack asumió al trono y el hecho de ser un soldado sombra se convirtió en un castigo, al menos eso pensaban los dos hombres que se encontraban en el ducado White en ese momento, estaban a punto de hacer cambio de guardia, cuando el caos se desato en la mansión, los guardias del ducado se trasformaron, el aullido del duque se escucho fuerte y claro, y hasta los omegas dejaron ver sus lobos, luego, la señorita por la cual el rey estaba perdiendo la cabeza, grito y se desvaneció, las personas y lobos se mezclaban corriendo de un lado al otro y la ansiedad de los soldados sombras crecía.— Iré a informarle al rey. — se atrevió a decir el mayor de los dos.— ¿Has enloquecido? ¿Qué le dirás al rey? Si no sabemos que es lo que sucede.— Es mejor informar el minuto a minuto, que solo dar la noticia de que la humana murió. — el mayor vio la duda en el jovencit
Máximo veía a Marko, aquel mismo que, aunque no compartieran sangre, el vampiro consideraba su hermano, aunque con cada estupidez que realizaba dejaba en claro que no compartían sangre, mucho menos genética y claro que tampoco inteligencia.— Marko, juro que trato de comprenderte, pero se me hace muy difícil tenerte así sea un poco de consideración, más cuando te atreves a amenazar a mi compañera. —sin miedo a ser herido, tomó la espada que Marko había desenfundado y colocado demasiado cerca del cuello de Felicia, y la bajo con un simple movimiento, porque en el fondo, muy en el fondo, sabía que el rey no lo lastimaría.— Cada segundo me simpatiza más el vampiro que nuestro rey. — murmuro con enfado Cameron.— Yo… yo… — estaba molesto, ansioso, preocupado y feliz, tantas emociones que no sabia cual pred
Marko:Al fin podía estar en calma, ahora todo se había solucionado ¿verdad? pues no era el maldito caso, mi lobo rasguñaba mi interior, inquieto ante un futuro que era amenazante y aterrador.—Seré padre.Murmure al tiempo que veía mi recamara, pronto, nuestra alcoba, buscando algún defecto en su estructura, como las puntas de los muebles, debería llamar al carpintero y asegurarme que limara cada maldita punta que podria ocasionar que mi reina o mi cachorro sufrirá alguna herida, aunque lo ideal seria que ampliaran aun más este lugar, deberemos tener un buen espacio para el cachorro y esta más que claro que no dormirá lejos de mis agudos sentidos, no permitiré que nadie se acerque, sé que Antara estará de acuerdo con ello, también tendré que ordenar el doble de caballeros apostados en el pasillo y fuera en la ventana, maldición la ventana.—De ninguna manera.Gruñí al descubrir que la baranda del balcón si bien es alta, sus barrotes estan muy separados, mi cachorro tranquilamente pod
Antara:La tranquilidad que sentía mi ser al escuchar a Marko, jamás la había sentido, el aire al fin entraba en mi sin esfuerzo, el latir de mi corazón era calmo, acelerado únicamente por sus besos, besos suaves que cada vez aumentaban el ritmo y la temperatura, mis manos aferrando su chaqueta, las de él recorriendo mis muslos con suaves movimientos, y de pronto eso no era suficiente, necesitaba más, mucho más.— Te necesito. — susurre al sentir la energía mágica recorrer mi cuerpo, una vez más mi cuerpo estaba repleto de ella y sentía que podria explotar de un momento a otro.— No más de lo que yo te necesito, siempre seré yo quien te necesite, amor, sin ti estaría perdido, en todo sentido.Podria discutir aquello, pero no en este momento, ahora lo único que queria era su boca en todo mi ser, necesitaba de él más que del aire que me ayudaba a seguir viviendo, mi magia clamaba por mi compañero para estabilizarme.Mis manos jamás fueron tan diestras como en este momento, y a pesar de
La mente de Máximo era un torbellino de ideas y pensamientos, que provocaban vértigo, por un lado se felicitaba por haber tranquilizado a Marko, pero eso no le concedía la paz que él necesitaba, fue por ello que la noche la paso en vela, los recuerdos de su amada gimiendo su nombre entre sus fuertes brazos, fue lo único que lo mantuvo en calma, al menos en la superficie, pero sabia que esto recién comenzaba, pudiera ser que tuviera la aprobación de Marko y el consentimiento entre dientes de el duque Elías White, pero al ser un falso príncipe no todo se limitaba a ellos.—Un impostor.Murmuro como cada vez que veía su reflejo en el espejo, ¿era eso lo que seria toda su vida? ¿y cuando su hijo naciera? Si fuese humano no habría problemas, pero si nacía como él ¿obligaría a su hijo a ocultar lo que era ante todos?Sus largas zancadas hacían eco por el pasillo, su madre había pedido por él y Máximo se preguntaba que planeaba ahora la loba, y por un segundo sintió celos de su compañera y d
Marko veía a su compañera, tan diferente e igual, en sí, nada había cambiado y todo a la vez. Su esencia continuaba siendo la misma esa que había descubierto la noche que la marco, su sangre le resultaba dulce con fragancia a mandarina, canela y pequeñas notas de agua marina, como aquel néctar que una vez degusto y estaba ansioso por probar una vez más, ese que salía de su delgada figura y escurría entre sus piernas cuando Antara se excitaba; su blanquecino rostro ya no tenía notas mortuorias, en su lugar un saludable sonrojo cubría sus delicadas mejillas, pero la luz que irradiaba de ella, eso sí era diferente, una energía azulada la rodeaba, como una segunda piel, como si la misma luna estuviera en la tierra y junto con esa señal, su cabello siempre negro, ahora ondeaba blanco ante la leve ventisca, si, ella era su reina luna, la más bella que el reino Joako alguna vez pudo tener.— Eres cautivante, hermosa… — a Marko las palabras le escaseaban para dejarle en claro a su reina cuan
El palacio de Joako ahora era custodiado por el duque White y su gente, ellos eran el primer anillo de seguridad, además que la familia Otto seria nombrada médicos reales, pero ese era solo el comienzo.— Duque, creo que es tiempo que estos nobles sepan de una vez por todas, que no es bueno conspirar contra su rey. — incluso, aunque Elías quisiera arrancar la cabeza de Marko, no lo haría, desde ese día solo viviría por y para sus hijos.— Como diga su alteza. — fue su respuesta y Rogué tembló por solo ver el brillo sádico que Elías tenía en sus ojos.— ¿Qué haremos con la reina viuda? — Emir era la mano derecha de su padre, el heredero por edad, por fuerza, y dado que Iris estaba a un lado de Antara, ayudándola como siempre, el joven no queria perder la oportunidad de que su compañera lo vea en acción, que notara el poder que él tenía y que el rechazarlo no era una opción.— Me gustaría tener una razón para perdonar tu falta Elsa. — la voz de Marko dejaba en claro que no mentía.— Edu
La boca de Emir era la cosa más suave y cálida que alguna vez han tocado mis labios, mi interior se retorcía ante su aliento, mi corazón palpitaba frenético y mi mente me mostraba cada una de las veces que lo adore a la distancia, porque era consiente que una omega como yo, jamás podria tener su amor, o así sea su atención, porque la diosa sabía que incluso si me hubiese propuesto ser su amante, más que feliz habría aceptado, pero entonces un milagro sucedió, él me queria, aun siendo lo que soy.— ¿En qué piensas? Dime Iris ¿Qué ocupa tu mente en este momento? — su pregunta me hizo abrir los ojos, que en algún momento los había cerrado por el placer que sentía, sus ojos eran cautivantes, jamás me imagine poder verlo así de cerca.— Yo… recordaba el anhelo que siempre tuve… por usted joven… — su gran mano obstruye mi boca, pero, aun así, no tengo miedo, es como si mi ser supiera que Emir jamás me lastimaría.— Di mi nombre, por lo que más quieras, solo di mi nombre, no soporto escuchar