Laura me envuelve en un abrazo lleno de ternura, mientras Adrián, apoyado en el marco de la puerta, nos observa en silencio.
Me detengo frente al espejo del pasillo, y me sorprende lo que veo. ¿Realmente soy yo? Un rubor me sube al rostro, pero no puedo dejar de mirarme. Todavía me cuesta creer que Adrián haya hecho todo eso por mí. Mi cabello y mi rostro parececian un desastre, y el hizo maravillas en mi, mí interior se siente feliz. —Laura, toma. Estos son los productos que debe aplicar por la noche, al menos una o dos horas antes de dormir. Este es para su cabello, también por la noche. Ayudará a repararlo y estimulará su crecimiento. Deben regresar cada mes por estos tratamientos, y si necesitan cambiar algo, no hay problema. Dice Adrián, habla con una sonrisa satisfecha, como si estuviera realmente orgulloso del trabajo que hizo en mí. Eso me hace sentir agradecida con él. —Gracias, Adrián. No sé cómo agradecerte todo lo que has hecho por mí. Has sido tan amable. Le digo con una voz algo nerviosa y tímida. —Vamos, ¡no seas aguafiestas! No ahora que estás tan preciosa. Me dice Laura, tomándome del brazo y sonriéndome con cariño. Mi corazón se llena de felicidad. Mis dos amigos son un verdadero apoyo para mí. —Adrián, ¿cuánto te debo por los productos? Le pregunto, mirándolo fijamente. Él levanta los ojos al cielo y suspira. —¿Discúlpa?, bueno esos productos no son míos, son de un proveedor que me abastece, pero si los quieres, yo me hago cargo. —No, Adrián, déjame pagarlos. Insisto, sacando mi cartera de mi bolso, pero él me detiene, tomando mis manos con gentileza y mirándome con una sonrisa tan tierna. —Tranquila, yo soy el mayor, y gano bien. Tal vez más adelante me puedas pagar con algún favor. Me guiña un ojo, y sé que está hablando de algún favor a futuro. Sonrío, aliviada por su amabilidad. —Muchas gracias, Adrián... —Digo, mientras Laura me arrastra hacia otro lado. —¡Así es! Gracias, Adrián! Exclama Laura mientras me empuja hacia otro lugar. Yo solo me doy vuelta y le envío un saludo con la mano. Adrián nos observa partir y nos despide con un gesto. Laura me lleva a una boutique. Sé que está decidida a que me vista de una manera más atrevida, con colores más vivos, algo que nunca había considerado antes, pero me hace sentir especial que ella confíe en mí y yo en su elección. Comienza a elegir ropa cuidadosamente: faldas cortas pero de talle alto. —Mira esto, Lina, te ayudará a disimular un poco la barriga. Sonríe mientras me muestra la prenda, sin que yo me lo tome como una crítica. La ropa que elige tiene un estilo algo "idol", pero me gusta. Finalmente, llegamos a los zapatos. Probamos varios pares hasta que encontramos unos que le gustan cómo me quedan. Pagamos con nuestros ahorros. —¡Vaya, cuánto dinero gastado! Comento con un puchero. —Nada de eso. Es una inversión bien hecha en ti. Dice Laura con voz segura. —Ahora, ¡vamos por el maquillaje! —¡¿Qué?! Exclamo, sorprendida. No quería, pero después de tanta insistencia de Laura, acabo en una tienda de maquillaje. Después de hacerme algunas pruebas, concluyen que mi piel morena, algo clara, resalta con tonos marrones, y que los labios deben ser de un color naranja suave o un rojo poco intenso. —Ya lo sabía... Dice Laura como si hubiera estado analizando mi rostro durante semanas. Al día siguiente: Laura llega temprano a mi casa, saluda a mis padres y sube a mi habitación. Como ya he dicho, es como una hermana para mí, así que mis padres no tienen problema en verla siempre. Toca la puerta de mi cuarto. —Lina... ¿puedo pasar? Pregunta. —Sí, Laura, pasa. Le respondo. —¿Y la ropa? Me pregunta. —Oh, pensé que eso sería lo último... Comento, un poco confundida. Laura se ríe y responde. —Primero necesito ver qué vas ponerte, para saber qué tipo de maquillaje usar. Sonríe mientras se acerca al armario. Después de un momento, sale con un pantalón acampanado y una blusa blanca de manga larga con cuello gris. —¡Esto te pondrás hoy! Deja las prendas sobre la cama y vuelve al armario en busca de unos zapatos que combinen. Finalmente, se decide por unos tipo sneakers pero con tacón. —Me gustaría verte con otros zapatos, pero en la escuela sabes lo estrictos que son con el uniforme. —Es cierto... No creo que me dejen entrar con tacones tan altos... Digo riendo, y Laura se une a mi risa. —Ya sé qué te pondrás. Ahora ven, te ayudaré con el maquillaje. Después te enseñaré un poco de auto-maquillaje. Me guiña un ojo. —Porque no siempre estaré aquí para hacerlo por ti. Dice Laura. —Gracias, Laura, por todo esto... Le agradezco sinceramente. —Para eso están las amigas. Responde mientras comienza a maquillarme. Se concentra mientras me aplica base, contornea mis facciones y hace otros pasos que no reconozco. Estoy tan tranquila que no me muevo ni un poco. Cuando termina, me mira con satisfacción. —Si fuera hombre, iría corriendo a pedirte tu número. Me dice con una sonrisa traviesa. Su comentario me hace reír tanto que ella se pone algo seria. Me pasa un espejo para que vea el resultado. Al mirarme, casi no puedo creer lo que veo. Soy otra persona. Me quedo mirando al espejo, sorprendida. ¿De verdad soy yo? ¿Así me veo? —¡Te quedó increíble! Digo, sonriendo ampliamente. —Y aún falta. Toma la ropa y vístete. Yo te espero fuera. Si necesitas ayuda, solo avísame. Me dice mientras sale del cuarto. Me apresuro a ponerme lo que eligió para mí, y cuando me miro en el espejo, no puedo dejar de sorprenderme. ¡Soy otra persona! —¡Ya estoy lista, Laura! Exclamo cuando termino. Ella entra, me observa y sonríe. —Ahora falta darle un toque a tu cabello. Me ayuda con algunos retoques, y cuando termina, levanta el dedo en señal de aprobación. Tomamos nuestras cosas y nos dirigimos a la escuela. Caminamos por los pasillos y las miradas en mi me ponen nerviosa. Llegando al aula entramos y lo vemos. Como siempre, Derian está rodeado de chicas, estoy esperando alguna ofensa de su parte, pero esta vez noto que sus mejillas se tiñen de rojo al verme...Punto de vista de Derian: Después de desquitarme con ella, comencé a caminar por el pasillo. Fue una mala decisión. Al fondo, estaba Dan, platicando con una chica y sonriendo con esa expresión falsa que siempre lleva. Frunzo el ceño y trato de irme, pero escucho su irritante voz llamando mi nombre. —¡Derian! ¡Espera! Me detengo en seco. No sé por qué mi cuerpo reacciona así, tal vez porque en el fondo sé que es mejor. Mi hermano gemelo es todo lo contrario a mí, pero eso no es más que una máscara que siempre lleva puesta. Yo sé lo que hay dentro de él: es aún más malo que yo. —¿Qué carajos quieres, Dan? Respondo con voz fría y cortante, de modo que su acompañante se va. Lo miro a los ojos. —¡Vamos! No seas así conmigo. Quería presentarte a esa chica. Dice que te atraes, pero con esa voz… creo que ya no. Me lo dice con esa voz irritante, y su risa parece la de un chico bueno. Un gesto de desdén se forma en mis labios. —Que se joda, no estoy para citas ahora. —¿Estás
Punto de vista de Dan En mi familia, siempre he sido el hijo perfecto, el que mis padres presumen ante sus amigos más cercanos, el que todos creen que tiene la vida resuelta. Pero la realidad es muy distinta. Estoy harto de ser el maldito adulador que todos esperan que sea, pero no puedo hacer otra cosa más que seguir el juego. Poca gente sabe quién soy realmente. Solo aquellos que trabajan para mí en secreto conocen mi verdadera naturaleza, pero estoy empezando a sospechar que Derian sabe algo. Él y yo no somos cercanos. A pesar de que somos gemelos, nunca hemos tenido una relación cercana. Solo cuando éramos niños, en la primaria, éramos inseparables. Pero todo cambió el 3 de octubre, un día que marcó un antes y un después en nuestras vidas. Fue ese día cuando Derian cometió un desastre, una travesura que no debería considerarse como tal. Quemó el huerto de nuestro vecino, un hombre al que siempre consideré un idiota. El problema no fue el daño, sino que ese hombre no pudo distin
Punto de vista de Lina: Cuando llegué al lado de mi amiga Laura, todas las miradas estaban puestas en mí. Y cuando entré al aula, la mirada de Derian me pareció rara. Me observó y noté un leve rubor en sus mejillas. Se cubrió la boca con la mano, tratando de disimular, y volteaba hacia otro lado para que no lo vieran. Pero era en vano; todo el mundo vio que el gran Derian, el matón, se había sonrojado al verme. Eso fue muy extraño, no pensaba que él me mirara de esa forma. De repente, Dan se acercó lentamente, y mi mirada se perdió en la suya. Tal vez solo sea yo, pero esa mirada que me dio Dan no era normal. Algo pasaba, pero no sabía qué era. —Hola, Lina, qué bonita te has puesto hoy. Todos se sorprendieron al ver que Dan me hablaba y que yo era Lina, como si no se hubieran dado cuenta de quién era. Incluso Derian me miraba sorprendido. —Gracias, Dan, me halagas demasiado... Dan sonrió ampliamente y me miró curioso. —No, pequeña, eso te lo mereces, eso y más... Se ac
Punto de vista de Derian: Todo comenzó el primer día que vi a Lina. Algo en ella me llamó la atención, aunque no sabía qué era. No era la chica más bonita ni la más alta, y estaba un poco fuera de lugar entre todos esos chicos y chicas que parecían tener todo bajo control. Era bajita, un poco gordita, pero… había algo en su forma de ser que me hacía mirarla más de lo que debería. Desde entonces, no podía dejar de pensar en ella. Al principio traté de ignorarlo. Me decía a mí mismo que solo estaba siendo un idiota, como siempre, haciendo esas maldades para divertirme. Pero cuando veía su cara, con esa expresión confundida cada vez que la molestaba, no podía evitar sentir una especie de… no sé, algo que no quería reconocer. Me sentía identificado con ella, pero también quería que dejara de mirarme como si fuera un monstruo. Pero soy un idiota, no podía controlarme, era un impulso que lo hacía en automático. Dan, mi hermano gemelo, siempre me decía que dejara en paz a Lina. Él tení
Punto de vista de Dan: Ese mismo día, invité a la chica nueva. Sinceramente, se me había olvidado su nombre. Es tan insignificante que hasta eso se me olvida, pero su valor es grande, algo que ni siquiera ella parece comprender. Una Montenegro, una niña perdida, que no sabe de dónde realmente viene. Su parentesco con la Señora Carol Montenegro es tan importante que parece absurdo que aún no la hayan encontrado. La familia la busca con tanto empeño, pero ella... ¿No tiene ni idea de lo que significa su apellido? Sin pensarlo demasiado, decidí seguir mis pasos, y me propuse a enamorarla. Sé que, en el fondo, mi reputación bajará por tenerla a mi lado, pero eso no importa. El poder y la influencia que me otorgaría, la herencia de los Montenegro... todo eso vale más que mi imagen. Soy ambicioso, mucho más de lo que la gente cree, y no perderé mi oportunidad. Seré un caballero ante sus ojos, para que se enamore fácilmente. Una sonrisa aquí, una mirada allí, y seguro caerá. Es solo
Punto de vista de la Familia Montenegro: Hace mucho tiempo, decidí entregar a mi hija a una pareja enamorada que vi en un callejón, mirando las tiendas de ropa. La razón… En ese entonces me habían enviado varios mensajes amenazando con matar a mi hija si no rechazaba la propuesta de un gran trabajo exitoso, pero no podía hacer nada. Quien manejaba todo era mi esposo en ese entonces. Él no quería dejar perder ese negocio, esa oportunidad que le podría asegurar su posición en el mundo empresarial. Y lo peor de todo, fue que no me preguntó, no me consultó. Me lo dijo en voz baja, entre dientes, como si fuera lo más normal del mundo. La decisión estuvo fuera de mis manos. Cuando recibí la amenaza, mi corazón se detuvo. El miedo me hizo ceder, hacer lo que no deseaba. Aquella pareja... La vi en ese callejón, tan desesperada por un hijo, tan ansiosa por recibir la bendición de tener una familia propia, que la decisión fue toma
Punto de vista de Dan: Hoy es el día en que voy a dar el siguiente paso. Lina no lo sabe, pero ya está en mis manos. Como dije antes, no la quiero realmente. Todo lo que quiero es aprovechar su apellido, su poder. Eso es lo que me motiva. Sin embargo, hay algo en su presencia que me intriga. Quizás sea su inocencia, esa forma de mirar al mundo como si nada fuera a tocarla. O tal vez, es simplemente que mi ego no soporta ser rechazado, y ella me ha mostrado indiferencia de una manera que ninguna otra chica lo ha hecho antes. La primera vez que hablé con ella, noté cómo evitaba mis miradas, cómo mantenía su distancia. A otras chicas les bastaba una sonrisa para que se derritieran, pero Lina... Lina es diferente. Tal vez por eso me molesta tanto, tal vez por eso quiero más de ella. Es un desafío, y me gustan los desafíos. Al verla en los pasillos, me acerco a ella sin pensarlo dos veces. Estoy preparado. La miro de arriba a abajo con ese ges
Punto de vista de Lina: ¿Qué está pasando? No puedo dejar de pensar en eso mientras camino por los pasillos de la escuela, mirando a mi alrededor como si esperara que alguien me diera una respuesta. Mis pensamientos están a mil por hora, y no logro ordenar lo que siento. Todo ha cambiado tan rápido. En los primeros días en la escuela, Dan y Derian fueron como un huracán, pasando por mi vida sin piedad. Derian con sus burlas constantes y su actitud de superioridad, y Dan... Bueno, Dan parecía ser tan amable, tan perfecto. Pero... no puedo entender por qué de repente me prestan tanta atención. Es cierto que Derian ha cambiado. Al principio se divertía molestándome, pero últimamente ha estado más callado. De hecho, me sorprendió mucho que ni siquiera me dijera nada hoy. Si antes era tan insistente, ahora parece haberse alejado, casi como si no le importara. ¿Por qué? No lo sé. Tal vez simplemente se can