Alicia lo miró sin creer sus palabras crueles, él permanecía parado con la luz de la luna iluminando la máscara fría que era su semblante, ella sintió su propia sangre correr más rápido y su mente se volvió como una tempestad, su corazón se contaminó con el dolor que había causado.

Sintió el nudo formándose en su garganta, el sabor amargo de sus palabras hiriéndola mortalmente, su corazón se inundaba de rencor, James Turner le recordaba su posición en el mundo sin ningún remordimiento.

Ella pensó en simplemente pedirle que saliera, que la dejara sola, sin embargo fue completamente dominada por la furia y el descontrol de la juventud la guió, haciéndola avanzar contra él como si fuera una leona.

— Canalla! como no lo se? como te atreves a herirme con tus palabras imprudentes y crueles!

Ella exclamaba mientras golpeaba golpes en su pecho duro, James ni siquiera se movía, no siendo afectado por ninguno de sus golpes, ella intentó patearlo mientras sentía que sus lágrimas la traicionaban