— No. no lo aceptaré!

Alice caminó de un lado a otro, las lágrimas comenzaban a descender profusamente.

— El clan Villin tiene varios miembros, la posibilidad de ser Vlad es mínima. — pronunció Katherine.

— ¡No! Usted no entiende, aunque no sea él, los Villin me desprecian, ¿qué ganarían ellos haciendo una propuesta por mi mano? Nada. Por favor, no dejes que eso me pase.

Ella corrió hacia los brazos de Katherine que la sostuvo con todo el cariño de una madre.

Cuando Alicia se dio cuenta de que el corazón de la otra hembra se aceleraba y, por lo tanto, el de su hijo nonato se sintió una tonta inconsecuente, no había nada que pudiera hacer si era una orden del Alfa, y lanzarse en sus brazos y dejar transparentar toda su frustración apenas haría daño a la hembra que ella más deseaba el bien.

Inmediatamente se secó las lágrimas y miró a Katherine.

— Tienes razón. hay varios miembros en el clan Villin, ¿y eso no es para ahora?

Katherine movió la cabeza y Alice respiró aliviada al percibir