La tensión era palpable en la tienda de Asher, mientras caminaba de un lado a otro, perdido en sus pensamientos. Sus ojos reflejaban preocupación y un toque de decepción. El líder de los lobos se sentía traicionado por la elección de Alice, incapaz de comprender por qué se había entregado tan fácilmente.Mientras los lobos entraban en la tienda, la expresión sombría de Asher dejaba claro que ya tenía una idea de lo que iban a informar. Incluso antes de que pudieran abrir la boca, el líder de los lobos soltó un pesado suspiro.Sus palabras estuvieron cargadas de una mezcla de frustración y tristeza.—Ya lo sé... Ningún rastro de ella, ¿verdad? —dijo, con la voz llena de desilusión.Los lobos bajaron la cabeza, conscientes de que habían fallado en la misión de traer de vuelta a Alice. La decepción de Asher era visible, ya que esperaba más de ella, una mayor resistencia ante las circunstancias.Mientras continuaba caminando por la tienda, Asher trataba de encontrar respuestas en su coraz
Al despertar, Alice se encontró inmersa en una suave penumbra, mientras los primeros rayos de luz del día filtraban por la entrada de la cueva. Sus ojos buscaron instintivamente la figura de James a su lado, pero él no estaba allí.Un sentimiento de ansiedad comenzó a apoderarse de ella; sus manos palpaban el espacio vacío a su alrededor, en busca del contacto reconfortante.En el momento en que sus dedos tocaron el suave tejido de la camisa de James que ella llevaba puesta, una mezcla de alivio y tristeza se esparció por su ser.Ese simple gesto era un recordatorio tangible de la conexión que habían compartido la noche anterior, pero también la dejaba vulnerable a su ausencia en ese momento.Alice abrió los ojos lentamente, su mirada aún turbia por las lágrimas que amenazaban con escapar.Exploró el ambiente con el corazón acelerado, pero James estaba ausente. La soledad que la envolvía en ese instante parecía pesar sobre sus hombros, y un sentimiento de tozudez la invadió.Se sentía
— James — comenzó ella, con la voz temblorosa —, si me llevas hasta el Alfa, sin duda lo mataré. Pero no necesitas cargar con el peso de llevar la muerte a tu propio padre.Los ojos de James se entrecerraron, una mezcla de determinación y tristeza se manifestó en su mirada.Sostuvo la mano de Alice con firmeza, transmitiendo una confianza que trascendía las palabras. Su voz sonó, cargada de convicción y pesar.— Alice, sé exactamente lo que significa llevarte allí. Esa es mi decisión —finalizó el macho.[...]La oscuridad de la noche envolvía a Alice y a James mientras galopaban por el camino sinuoso. El sonido de los cascos del caballo resonaba por la carretera vacía, creando una banda sonora melancólica para la jornada que estaban a punto de enfrentar. La débil luz de la luna apenas iluminaba sus rostros tensos, destacando la angustia en los ojos de Alice.Ella se sujetaba firmemente a la silla, sintiendo cada impacto de los cascos del caballo contra el suelo. El aire frío de la noc
Alice y James emergieron silenciosamente del pasaje secreto en la oscura torre del Alfa. Las paredes de piedra parecían susurrar secretos antiguos mientras avanzaban cautelosamente. El aire estaba cargado con la inminencia del peligro, y la tensión se intensificaba con cada paso.De repente, el sonido de una cuerda tensada cortó el aire. El mundo pareció desacelerarse, y Alice se dio cuenta, con un pavor instantáneo, de que una flecha mortal volaba en su dirección. Sus ojos se agrandaron de horror mientras levantaba sus manos en un intento de convocar su poder para detener la flecha.Pero antes de que la flecha pudiera alcanzarla, James actuó con una velocidad sobrenatural. Con movimientos ágiles y precisos, extendió el brazo, su mano proyectándose en el camino mortal de la flecha. El tiempo pareció congelarse mientras la flecha encontraba el agarre firme de James, detenida en su trayectoria fatal.El rostro de James estaba contorsionado en una mezcla de dolor y determinación. Su expr
La hembra respiró entrecortadamente, sintiendo su corazón latir descompasadamente dentro del pecho. Sus ojos ya no podían ver nada más que al imponente alfa frente a ella. Alice dirigió su mirada hacia James, que permanecía atento a cada movimiento. En ese momento, sabía que poseía el poder de incendiar al alfa con sus llamas, pero su corazón estaba lleno de un intenso odio. Anhelaba más, mucho más.Con determinación, Alice se pronunció con voz firme, enfrentándose al silencio tenso a su alrededor:— No. ¡No vas a morir aquí, donde nadie lo verá! — Las palabras escaparon de sus labios en medio de un esbravejar desafiante. Los dos Turner la miraron, confundidos y curiosos por su repentina osadía.Tomando una decisión audaz, Alice propuso:— ¡Vamos al patio! ¡Te desafío! — Su voz resonó en el aire, cargada de valentía y una feroz determinación. Era un desafío directo al alfa, una invitación a enfrentarlo en un combate físico.La tensión en el ambiente era palpable mientras Alice esperab
Alice, James y el alfa avanzaban en un silencio tenso, cada paso resonando como un eco del peso emocional que llevaban. El corredor del castillo parecía estrecharse, como si las paredes de piedra se cerraran a su alrededor, aumentando la presión en el aire.El corazón de Alice latía descompasado en su pecho, su mente inundada de recuerdos dolorosos y la angustia del desafío que se acercaba. Sentía una mezcla de determinación y miedo, una tormenta de emociones colisionando dentro de ella. Miraba a James a su lado, buscando fuerza en sus ojos, pero también sabía que él compartía esa inquietud.El alfa, con su postura majestuosa, caminaba al frente, cada paso cargado de una historia marcada por batallas y heridas. La mirada penetrante que de vez en cuando lanzaba a Alice revelaba no solo su superioridad, sino también la complejidad de sus emociones. Era como si el recuerdo de haberla salvado cuando era solo un bebé despertara sentimientos contradictorios dentro de él.Mientras avanzaban,
Antes.La atmósfera electrizante dominaba el campo de batalla mientras Asher, con los sentidos agudizados, se sumergía en la inminencia del enfrentamiento.Su cuerpo estaba tenso y cada fibra de su ser parecía vibrar en sintonía con la tensión del momento. Sabía que allí, en ese instante, se encontraba la encrucijada que moldearía su destino y el destino de su manada.Mientras se acercaba al majestuoso castillo del Alfa Turner, la grandiosidad de la edificación parecía mezclarse con la magnitud de su desafío.Asher podía sentir el peso del pasado sobre sus hombros, la memoria de todos los lobos que habían sufrido a manos crueles del Alfa Turner. Las paredes de piedra parecían testigos silenciosos de décadas de tiranía, y Asher estaba decidido a ser la voz del cambio.Con su espada empuñada con firmeza, Asher no solo veía la empuñadura de metal reluciente en sus manos, sino que sentía la presencia de todos aquellos que habían caído antes que él.Pensó en su padre... muerto de forma cob
Mientras la hembra gritaba aquellas palabras desafiantes, el aire a su alrededor parecía congelarse gradualmente, envolviéndola en un manto helado. El viento aullaba en una sinfonía aterradora, resonando con su determinación. Su corazón latía acelerado en su pecho, una respuesta visceral al peligro inminente. A pocos metros atrás, James Turner parecía compartir la misma tensión, sus ojos fijos en ella, reflejando preocupación y valentía.Delante de ella, sus fieles aliados, el tío Asher y Henrique, se posicionaban en una barrera sólida. Sus miradas estaban llenas de sorpresa; aún así, la loba sentía el calor ardiente del vínculo que compartía con ellos, una llama que jamás se apagaría.Decidida y empujada por su inquebrantable coraje, la loba dio un paso adelante; sentía cada vibración de aquel lugar. En el siguiente instante, la voz de James cortó el aire, interrumpiendo el silencio tenso. Ella giró rápidamente, sorprendida, sus ojos encontrando la imagen de la espada de James voland