Una hija es siempre una princesa para su padre. Él puede hacer cualquier cosa para hacer feliz a su hija. Él realmente la trata como a una princesa, pero Matilda no era una princesa y tampoco su padre era un rey para ella, de hecho él era un rey, pero para una reina, su madre. Se sintió asfixiada en esa casa y se fue. Pero su pasado siempre la ha seguido. Su amarga relación nunca la ha dejado enamorarse de los humanos. Tenía muchas ganas de olvidar su pasado. Como ahora está atravesando su maternidad en etapas muy tempranas, sus miedos la perseguían. Hay muchos peros, qué y si en su vida. Estaba insegura si tenía el gen de su madre, terminaría como ellos.

No quería ser una mala madre pero tenía miedo.

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"Hey Mel, date prisa" Manfred la estaba llamando.

"¡Próximo!" dijo y corrió hacia la puerta.

Manfred ya estaba en el auto. Ella se subi&oacut