Era una habitación oscura. Ya no tenía los ojos vendados. Ella se sentía agotada. Se abrió una puerta frente a ella y una entidad entró en la habitación mientras la luz se abría paso hacia ella, se cubrió los ojos con el brazo.

“Bueno, bueno, bueno, la perra está despierta”, dijo una mujer. Se destapó los ojos y miró a la mujer. Sus ojos se abren de par en par. Era la prometida de Easton.

"¿Usted? ¿Por qué me trajiste aquí? preguntó enojada. Tristana sonríe.

"Bueno, te traje aquí porque eres una verdadera perra aquí", dijo sonriendo.

“Deja de jugar y suelta los frijoles”, dijo Matilda.

“Eres un gorrión dorado, pero al mismo tiempo una amenaza para nosotros” dijo un hombre detrás de ella.

Ella miró hacia la puerta. Un hombre alto que tenía una barba clara estaba de pie detrás de Tristana.

"Bueno, tengo mejores planes para esta perra", dijo Tristana.

"No te atrevas a ponerme la mano encima, no sé qué tienes que hacer conmigo pero no te reconozco