Capítulo XXXVIIILos magos. Neptuno Wolf. Después de haber hablado un poco con Melinda acerca del tema de la guerra, me quedé dormido, ella también, fue nuestra primera noche juntos, no hizo falta ninguna intimidad sexual, solo intimidad personal, me sentí muy bien y el haber compartido con ella fue maravilloso. Luego de que amaneció, estuve durante un par de horas completas esperando que ella se despertará del todo, fue tan hermoso verla dormir, sentir su respiración sobre mi pecho, poder oler su cabello, amaba el olor de su cabello, además el sentir su corazón latiendo casi justo como el mío, fue una de las pocas maravillas que podían haber en el mundo. –Amor. –Me dijo mientras se levantaba, amé ver su cabello despeinado, sus ojos aún con un poco de sueño, amé lo natural de su sonrisa al verme en la mañana, amé cada punto de ella, y la amaba más porque era ella y no necesitaba ser más, porque era hermosa, era natural, era solo ella… –Descansemos un poco más, pronto tendremos que
Capítulo XXXIXEl precioso regalo. Melinda Milet. Pude observar como Neptuno estaba más contento de ver a su madre feliz, e igual yo, sé que no era del todo feliz, pero al menos podría decirse que existía una posibilidad mayor de que sonriera, esto era mucho mejor que estar viviendo en el pasado. Esto me alegro un poco, y estos magos eran personas con la magia de las palabras. –Ahora, debemos de ser nosotros lo que le demos el mensaje que vinimos a darle. –Dijo el viejo mago. –No, se quedarán un par de días más. –Intervino enseguida Neptuno con una voz fuerte. –Pero señor, le tenemos que entregar el mensaje. –Dijo con una sonrisa el viejo mago. –Si fuera urgente ya me lo hubieras dicho, así que ese mensaje me lo dirá ahora cuando yo quiera. –Le dijo Neptuno con una sonrisa. –Pero no puede controlar nuestro tiempo. –Dijo el hombre con una sonrisa en su rostro. –Ni ustedes el mío, les di la oportunidad el día de ayer de decirme su mensaje, y no lo hicieron, ahora perdieron su op
Capítulo XLEl nombre del mago.Neptuno Wolf. Después de que Melinda se fuera junto con Julius a tratar de resolver el conflicto de la guerra civil que estaban viviendo los vampiros, me cuestioné esta guerra, la muerte de los doce guerreros de los vampiros habían desatado está guerra porque de alguna u otra forma, ellos eran los que mantenían el control de las ciudades, sin ellos a su mando cada ciudad fue un caos total, imagine que hubo muerte, los abusos que debieron de sufrir muchas personas, enseguida empecé a sentirme mucho peor. Ninguna lucha debía de tener este objetivo, las guerras no se libraban para tener el placer de aplastar al otro, aunque debo de admitir que mi naturaleza me daba ese beneficio, el placer de destrozar a mis enemigos, aunque siempre le temía a esa parte de mí, esa parte que quería destruir de mí. Pero de igual manera el hecho de que la guerra que yo lideraba hubiera llegado a estos aspectos me estaba molestando tanto. –Joven, tú no iniciaste esta guerra
Capítulo XLIEl inicio de la Rebelión. Melinda Milet. Estaba revisando la información que me había dado Amaray acerca de lo que iba a suceder, además los asesores de mi padre habían elaborado un informe completo de muchas de las cosas que iban a suceder en el mundo, las cosas eran muy distintas a lo que había vivido desde que era pequeña, ahora la guerra era un acto natural, y la mejor forma de vivir era luchando, a pesar de que desde hace mucho tiempo se vivía de esta manera, pero desde hace mucho no se veía una guerra de este tipo. La muerte de los doce gigantes, abrió la puerta a algo que no podíamos controlar, y de camino a uno de los pueblos de vampiros más afectados por esto, según el informe que me había dado Amaray, desde la noche en que partieron los doce gigantes a luchar contra Neptuno se vivía una gran tensión en los pueblos, la muerte de cada uno de ellos explotó una revuelta natural para que varias personas del mundo Oculto tomaran el control de varias ciudades. Se po
Capítulo XLIIEl culpable.Neptuno Wolf. Después de haberme cuestionado tantas y tantas cosas gracias a Merlín, estaba sentado en las afueras de la casa, por primera vez, desde que había empezado todo esto, podía apreciar el cielo sin tantos cuestionamientos en mi mente, pero de igual manera muchos otros cuestionamientos habían empezado, por lo que estar al tanto de la vida que teníamos a nuestro alrededor, era una parte que me había olvidado de apreciar, amaba escuchar el sonido de cada uno de los insectos que me rodeaban, de las aves, el sonido del viento mientras que chocaba contra las hojas, entre millones de otras cosas más, como el olor de la tierra, además del olor de los nidos de las abejas, era tan dulce, el olor de algunas flores, amaba tanto disfrutar de todos estos pequeños detalles que la guerra me había quitado. Merlín me había dicho que si me despejaba la mente, iba a lograr tener una mayor visión de todo lo que estaba sucediendo, así iba a lograr buscar soluciones mu
Capítulo XLIIILos pueblos.Melinda Milet. Después de haber ayudado lo más que pude a todas las personas que se encontraban en el suelo, aquellos vampiros inexpertos en el arte de la lucha y la guerra, tuve tiempo para que los sabios del pueblo me invitaran una cena, eso como muestra de agradecimiento por la ayuda, además iba a dejar una cantidad considerable de soldados en caso de que ocurriera algo similar. Ellos me agradecieron mucho, el pueblo en general, muy distinto a aquello que me había sucedido en Otaiwa, pero la batalla de Otaiwa fue mucho más brutal que en este pueblo que era mucho más pequeño que aquella ciudad. –Señora, acá tiene, este un plato exquisito preparado por el mejor cocinero de todo el pueblo, esta es la primera muestra de agradecimiento por haber venido a salvarnos de esos bárbaros. –Un hombre me sacó de mis pensamientos, colocó frente a mí, un plato hermosamente decorado, era una especie de pasta con carne, pero su olor era realmente exquisito. Me iba a dis
Capítulo XLIVUna parte de la guerra. Neptuno Wolf. Morgana seguía pensativa sobre la mesa, el resto de los puestos seguían vacíos a pesar de que ya había enviado el mensaje a los demás del consejo para que se unieran lo más pronto posible, pero al parecer en algunos lugares las cartas no habían llegado, ahora también me preocupaba el hecho de estás revueltas en el mundo de los vampiros, o mejor dicho en su reino. De repente los magos entraron por la puerta principal y cada uno de ellos tomó asiento. Los observé. –Señor, una pregunta ¿Puede darme algo de comer? Tengo un poco de hambre. – Me dijo el mago más joven, lo miré un poco extrañado, pero si alguien me pedía comida no iba a decirle que no, por lo que me levanté y caminé en dirección dónde había una especie de cocina, y allí estaban unos panecillos los tomé, los coloqué en un plato y tomé un poco de jugo, y lo lleve hasta la mesa, justo cuando iba saliendo a la sala principal había un gran grupo de personas que estaban entran
Capítulo XLVUna parte de la guerra. Parte II.Melinda Milet. La guerra había vuelto a aparecer a mí alrededor, pero sin embargo no tenía idea de que estaba sucediendo, solo escuchaba gritos, pasos por todos lados de personas que iban y venían por todos lados, mi cabeza estaba a reventar, y sin embargo no había estado consciente en los últimos minutos, o horas, o no sé cuánto tiempo había pasado, al mirarme estaba atada por todos lados, mis manos, mis pies, y con una especie de cadena que ataba mi cintura a mi cuello, y luego iba hasta mis pies. –¿Qué…sucede? –Logré decir, tenía mucha sed.–Señor, está despertando. –Escuché decir a una voz que jamás había escuchado en mi vida. –Idiota, Neptuno va a matarte y lo sabes. –Escuché decir a Julius con un tono irritado.–Cállate. – Escuché la voz fuerte y grave que estaba cerca de mí, pude sentir como se acariciaba mi cabello –. Es realmente tan hermosa como me habían dicho, y ahora es solo mía. Traté de moverme, pero las cadenas eran mu