Capítulo XXXI

Esperando el retorno.

Melinda Milet.

Estaba un poco ansiosa, debo de confesarlo, estar cerca de Neptuno empezaba a darme un poco de miedo, cada vez que me acercaba a él, cada vez que podía estar cerca de él, en el pasado era algo maravilloso, pero ahora que había llegado este punto, este momento, ya que sabíamos más de lo que se podía saber el uno del otro, estábamos más claros en los objetivos y en la vida de uno del otro, era un pensamiento muy absorbente… y daba hasta escalofríos.

Después de saber que no solo era un hombre lobo, sino que también era un hombre lobo ancestral, de aquellos que habían existido hace mucho tiempo y que todas las razas en el mundo le tenían miedo, estaba al lado de un hombre que era capaz de destruir el mundo en que existen muchas cosas, el mundo más increíble que existe, el mundo que había sido mi todo, pero este mundo no solo se veía amenazado por el hombre que era capaz de hacer tantas cosas, sino que también estaba siendo amenazado po