Huang vio a su alrededor, maravillado no solo del despliegue de su gente, también era la emoción de poder ser libre, de amar aun lo que muchos consideraban prohibido, de ir tras su felicidad, hasta que sus ojos divisaron a Raiden.— ¿Raiden? — la sorpresa estaba más que clara en su voz, en su rostro, no solo era el verlo en sus tierras, era el hecho de que Huang lo había olvidado completamente, desde que había abandonado la universidad, jamás volvió a pensar en Raiden, algo que no fue el caso de Renzo ¿eso era el amor? ¿Que cada molécula de tu ser arda en el anhelo de no poder olvidar? ¿de querer ver, de desear tocar, incluso a quien te hizo daño? Porque si ese era el caso, malditamente él estaba más que enamorado de Renzo.— Huang. — el joven hizo el intento de ir a donde el rubio estaba, pero el susurro de Lukyan lo impidió.— Solo dile que has venido a desearle felicidad, no seas necio, aun puedes salir con vida de aquí. — le aconsejo en ruso, el rubio.— Raiden. — lo llamo Huang n
Shen tomo en brazos a Lizbeth y corrió con ella a la casa grande, así como Huang y Williams llevaron a Renzo, solo para ver que Walter estaba de la misma forma y, por suerte, gracias a la celebración, más de un médico se encontraba en la villa Zhao y comenzaron a revisar de inmediato a los jóvenes, mientras Jade y Candy le preguntaban a Dalia como se sentía, ya que claramente era un atentado hacia los novios extranjeros, la pregunta era ¿de quién provenía dicho atentado?— Mei. — se limitó a decir la castaña luego de aclarar que ella estaba bien. — Que alguien interrogue a tu amiga Jun.— más que un pedido era una orden, la joven Mei estaba tan preocupada por su reciente esposo que no comprendió el pedido de su ahora cuñada.— ¿Qué? ¿Por qué? — los ojos de Dalia no se despegaban de la joven oriental que a paso lento pero constante se estaba alejando de todos.— Porque si existe algo prohibido en sus tierras es el asesinar a un bebé que aún no ha nacido, Jun evito adrede que bebiera mi
Se podria decir que la vida del humano se rige por los genes, eso con lo que nacemos, eso que no podemos negar, eso que nos creó, la combinación de dos personas para formar una nueva vida, luego al nacer y crecer, el humano adopta gestos, costumbres y tradiciones de las personas que lo rodea, su familia, ya sea biológica o no le enseña con acciones cosas que para muchos pasa desapercibido, también está la variedad de lo que se les inculca, tanto a nivel académico como a nivel sentimental, pero aun así, todo eso solo es un cincuenta por ciento de lo que al fin y al cabo acabara siendo ese ser humano, porque finalmente es la vida misma que terminara de amoldarlo, premiando sus buenas acciones, castigando las malas, aunque a veces puede ser despiadado y castigar al bueno y premiar al malo, el destino es el destino, la vida es la vida y lo que cada uno termina siendo, depende de un conjunto de acciones, exteriores, para final mente el uno por ciento, selle su vida en general, el uno por c
La boda que debía de durar días o al menos sus festejos, terminaron esa tarde al igual que la vida de Kong y Fei, aunque en la ciudad aún se continuara festejando, la familia Bach fue la primera en marcharse, incluso Linda y Rene, con sus esposos, pues, aunque desearan permanecer unos días más para cuidar a sus hijos, también comprendían que ese ya no era su deber, o al menos Jade así se lo dejo saber.— Pero Lizbeth se ve tan mal, y Dalia está embarazada, ella no podrá atender a mi hija. — dijo Rene con suma preocupación.— Es verdad, y no creo que Huang soporte a Renzo enfermo, créeme Jade, conozco a mi hijo y es un llorón de primera, si con un resfrió manda a llamar al abogado para rever su testamento, imagínate ahora que aún tiene el veneno corriendo en su sistema. — aporto Linda, pensando seriamente en desempacar.— Walter no es tan quejumbroso, pero no creo que Mei pueda hacer mucho, ella es una joven adorable y fuerte, eso no lo voy a negar, pero si Walter llegara a caer en la d
Dalia necesitaba un momento para poner su mente en orden, esa que no se apagaba, esa misma que absorbía y retenía todo, sin poder liberarse, por lo que decidió tomar un tiempo a solas en la tina, disfrutando de su soledad, pues desde un principio le había advertido a las manitas que ella a diferencia de cualquier otra persona en la villa Zhao, labaria su cuerpo, indistinto de lo que deseara Shen o Lizbeth, pues gracias al libro que Jade le había regalado y que en un principio creyó un regalo inútil, ahora sabia más de la cultura que el mismo Shen, era consiente que en un matrimonio “normal” seria su esposo quien lavara su cuerpo y se ocupara de ella y viceversa, también había leído que cuando el “señor” tomaba a una esposa y concubinas, su deber siempre era solo con la esposa y de las concubinas se encargaban las manitas, pero este no era el caso, Shen tenía dos esposas y por más que quisiera ocuparse de ambas, habían cosas que no podria hacer y Dalia prefería resbalar con un jabón y
A la mañana siguiente y como era la tradición familiar, se reunieron en la casa grande para desayunar, al menos los hermanos Zhao y Dalia, ya que los demás debían permanecer en cama, el veneno si bien no los mataría, debían asegurarse al menos por una semana tener el mínimo de movimiento posible, para que sus órganos filtraran y expulsaran correctamente las toxinas.— Que injusta es la vida. — murmuro Mei bebiendo de su té y todos la vieron.— ¿Que te aflige hermana? — pregunto Shen con preocupación y Huang rompió a reír.— ¿Qué le va a afligir? Ver la cara de satisfacción de Dalia y la tuya, mientras nosotros debemos esperar para nuestra luna de miel. — las mejillas de Dalia enrojecieron mientras Shen solo sonreía con chulería.— De todas formas, yo ya tuve mi pre-luna de miel. — se jacto Mei y Huang escupió su té, justo sobre Shen.— A partir de mañana te sentaras frente a Renzo. — gruño el pelicorto y Dalia aguanto la risa, y lo ayudo a limpiar su rostro.— Lo siento, pero… por los
Dicen que el tiempo pone todo en su lugar, que el destino es el destino y contra él nada se puede hacer, y quizás no se equivoquen, la vida de los herederos de los Zhao estaba regida por amores prohibidos y ellos escogieron arder en ellos, que vivir sufriendo.— Por los espíritus Renzo. — se quejó el pelilargo, al ser “atacado por su esposo”— No puedes culparme, la única vez que estuvimos juntos, tu estabas más ebrio que otra cosa, estoy seguro de que no recuerdas mucho. — las mejillas de Huang enrojecieron, pues era verdad, solo tenía ciertas imágenes y sensaciones, mas no recordaba mucho de aquel día, que ahora parecía tan lejano, solo la burla en la voz de Renzo al hablar con Walter era clara en su mente.— Es verdad, solo recuerdo la sensación de tus labios en mi nuca. — reconoció sin querer recordar las crueles palabras que escucho al despertar al día siguiente.— Esa noche te desvestí con tranquilidad. — aseguro Renzo con los ojos oscurecidos por la pasión, mientras sus manos qu
Loan Zhao descendió de su vehículo, y comenzó a subir las escaleras de roca ya desgastadas por el tiempo, pero, que aún se mantenían firmes dando la bienvenida a todo aquel que fuera al monasterio que servía de hogar a los monjes más antiguos de aquellas tierras.A diario se podía ver a importantes familias acudir a aquel lugar, no solo para saber que les deparaba el destino a sus familias, sino que muchos acudían para saber si las esposas y esposos que escogían para sus hijos eran compatibles, se podría decir que en las tierras del oriente eran muy creyentes en la fortuna, pero en especial en el destino, para estas personas todo estaba escrito, desde el día que nacían, y solo los monjes lo podían descifrar; para el líder del tigre blanco, no era la excepción, su matrimonio con Jade Renger fue obra del destino y él lo sabía, aunque su esposa que era extranjera se empecinara en decir que solo fue casualidad.Loan golpeo la puerta de madera maciza, sintiendo un escalofrió descender por