Al día siguiente, tras cumplir con todos sus deberes, el grupo de Zeth se dirigió hacia el distrito de Arzeth para poder abordar la lujosa embarcación que los llevaría al territorio de Sangre Protectora.Era una tarde hermosamente soleada, y las aguas del mar, estaban en completa calma, lo que presagiaba un buen día para todos.Dante, Zeth, Nero, Svein y Sander, comían en la cubierta del yate, mientras que Anna y Sandrine, se habían refugiado en la cabina del capitán junto a John, quien disfrutaba de la compañía que las jóvenes lobas le ofrecían, sobre todo, la de Sandrine, quien irradiaba un aura de pura emoción, pues por primera vez en su vida, la joven abandonaba la isla.― ¿Está segura de que debería estar aquí princesa? ―le preguntó John a Anna cuando ella se sentó a su lado―Estoy segura ―dijo Anna tras dar un trago a su botella de agua ―No soporto a Holt, de verdad no entiendo como alguien puede beber tanto ―agregó con irritación―Sin mencionar que es un bruto ignorante ―gruñó
Conmovida por sus palabras, Sandrine sonrió y asintió lentamente.―Gracias John ―dijo quedamenteHaber encontrado a su compañero aquella tarde, había sido lo mejor que le había pasado en mucho, mucho tiempo. Y es que, después de lo que había vivido con Mendel, ella habría apostado que ningún hombre lobo la habría aceptado.En primer lugar, ella era una omega sin loba. En segundo lugar, había sido ultrajada, no solo por Mendel, si no por los soldados a los que el hechicero la ofrecía cada vez que había nuevos reclutas.Todo aquello, la había hecho hacerse a la idea de que, si algún día se encontraba con su compañero, este, lleno de asco, la rechazaría al instante.Para su sorpresa, John no había hecho tal cosa, si no que, emocionado por encontrarla, él corrió directamente hacia ella y la estrechó entre sus brazos mientras le preguntaba en un suave susurro dónde se había estado escondiendo, y le decía una y otra vez, que él la había estado buscando desde hace mucho tiempo.Preocupada po
A pesar de que Anna lucía diferente en ese momento, Egan no tardó en reconocerla, por lo que una radiante sonrisa se dibujó en su rostro. Sin decir una sola palabra, Egan avanzó lentamente en su dirección, por lo que, sin dudar, Anna se apartó de su hermano y de Marcia, y movida por la emoción, corrió a los brazos de su amigo, quien la cubrió en un fuerte, pero cálido abrazo. ―Por la Diosa, Egan, cómo te he extrañado ―dijo Anna en un lloroso susurro ―También yo Anita, también yo… ―dijo Egan apretándola con fuerza antes de apoyar su cabeza contra la de la joven ―Me tenías tan preocupado ―susurró Durante algunos segundos, ambos jóvenes se mantuvieron en la misma posición, disfrutando del calor del otro. No fue hasta que Iva, se aclaró la garganta con suavidad, provocando que ambos jóvenes volvieran a la realidad. ― ¿Dónde te habías metido? ―preguntó Anna, quien apenas se movió de su lugar ―Te busqué la noche antes de partir a Arcadia ― —Lo sé, fue cosa de mi abuelo ―dijo Egan c
Al acercarse la hora de la cena, la pequeña familia Moretti por fin se separó. Mientras que Iva y Ares optaron por subir a sus respectivas habitaciones para acicalarse, Anna prefirió pasear por los jardines de la hermosa mansión Manolis, pues todos sus acompañantes, parecían estar ocupados con sus propias reuniones.Deseosa por tener algo de tiempo para ella por primera vez, la joven buscó un sitio con vistas al mar, pues si bien había estado en la isla de Arcadia poco más de un mes, apenas y había visto algo del espectáculo marino.― ¿Disfrutando del anochecer? ―se escuchó una voz a sus espaldas―Sí ―dijo Anna quedamente sin girarse al dueño de la voz ―La vista que el mar nos regala es maravillosa… ――Ciertamente lo es ―dijo el joven sentándose a su lado ― ¿Cómo van las cosas en Arcadia? ―Ante la pregunta, Anna soltó un suspiro antes de dirigir su mirada hacia los ojos azules de su acompañante.―Bueno, después de un mes de no tener nada, las cosas por fin comienzan a ir bien ―dijo A
―No es queja cariño, sólo me desahogaba ―dijo Egan soltando un suspiro ―Dime, ¿cómo estás? ¿Está todo bien en casa? La última vez que hablamos me dijiste que estabas cansada ―― “Lo estaba, después de todo, fuimos atacados tres días consecutivos, sin embargo, gracias a los deltas y a Jared, pudimos evitar que los enemigos entraran al territorio, así que por fin las cosas están en calma” ―― ¿Enemigos? ¿Cuáles enemigos? ―preguntó Anna en voz baja―Es bueno que por fin todo esté tranquilo ―dijo Egan con genuino alivio ―Dime, ¿Descubrieron sus identidades o para quién trabajaban? ―― “No, en su mayoría, los atacantes eran salvajes, claro, unos más que otros, sin embargo, Elliot no percibió el aroma de nadie del ejército del rey, así que no sabemos si están relacionados” ――Mi abuelo dijo que Arioch puede entender a los salvajes y darles órdenes, que no descarten nada y se mantengan alerta ―se apresuró a decir Anna en un bajo susurro―Aun así, amor, no deberían bajar la guardia, recuerda
Al notar que Anna parecía realmente irritada, Egan soltó una risita, pues al parecer, Zeth comenzaba a conocer los malos hábitos de la joven.― ¿Qué sucede? ―preguntó divertido cuando Anna se enfurruñó y se cruzó de brazos―Nada, Zeth aún sigue ocupado y me dijo que nos iremos mañana temprano ―gruñó Anna―Oh, entonces el plan de adelantar camino ha quedado completamente descartado ―dijo él tomándola por la cintura para guiarla de regreso a la mansión―Eso parece ―gruñó Anna nuevamente ―Dijo que el día había sido largo y que lo mejor era descansar, sin embargo, si me lo preguntas, creo que sólo está retrasando su visita a los Guardianes de Plata, aunque, bueno, entiendo que esté nervioso ―― ¿Nervioso? ¿Por qué? ¿Qué relación existe entre ellos? ―― ¿No te lo dijo Dante? ―preguntó Anna deteniendo su andar―No, ha estado ocupado con el abuelo, y Nero, bueno, él no ha querido decirme nada para respetar la privacidad de su hermano, lo que sea que signifique eso ―gruñó Egan ―Odio no estar
Tras dar un par de pasos en el interior de la cocina, Sander realizó una profunda reverencia para Delia antes de continuar su camino hacia Marcia, quien boqueó un par de veces antes de recuperar el habla.―Bueno, quería centrarme en la ensalada… ¿Podrías ayudarme con la pasta? ―preguntó Marcia intentando controlar sus emociones, pues aquel joven, era la viva imagen de su compañero―Claro, me encantaría ―dijo Sander dedicándole una amable sonrisa―No sabía que se te daba la cocina ―dijo Delia observando como el joven tomaba uno a uno los ingredientes que Marcia había recolectado para la salsa―Bueno, sí ―dijo Sander tímidamente ―Lo que pasa es que, cuando mamá murió, papá intentó cocinar para ambos, pero ese jamás ha sido su fuerte, quemó la cocina dos veces ―contó el joven, provocando que las tres mujeres rieran divertidas, sobre todo Marcia ―Después del segundo accidente, papá se rindió y comenzó a comprar comida rápida, y si bien al principio fue divertido, después de tres meses me
Temprano por la mañana del día siguiente, pese a las dudas y discusiones relacionadas con el estado de salud de Basil, el grupo de Zeth partió rumbo a Axón en una de las camionetas de la manada de Elián.Durante el viaje, Anna dormitó gran parte del camino, sin embargo, al sentir que su compañero creaba una barrera entre ellos, sus ojos se abrieron de golpe y se clavaron en Dante, cuya mirada, estaba clavada en el exterior del paisaje.Aquella mañana, Zeth le había ofrecido volver a Wolfsong por un par de días para que pudiera visitar a Basil, sin embargo, Dante se negó rotundamente, alegando que el rescate de Alastor no podía seguir retrasándose.―Estoy bien, tranquila ―dijo Dante, quien, al notar la mirada de su compañera sobre él, se giró hacia ella y tomó una de sus manos―Si realmente estás bien, ¿por qué me has bloqueado? ―preguntó Anna con el ceño fruncido―Porque no quiero preocuparte, ya que no puedo evitar preguntarme por Luna Azul ―dijo Dante soltando un suspiro ―Mi abuelo